Encuentro
Daemon había terminado de degustar los dulces que le había dado su pequeño, quién aprovechando el echo de que se encontraban ocultos por las plantas decorativas del jardín, se había vuelto a dormir recostado en su pierna.
A Daemon le daba pena despertar a Lampo al verlo dormir tan a gusto, pero aunque estuvieran escondidos alguien podría llegar y verlos, lo cual podría ponerlos en una situación delicada, así que comenzó a acariciar sus cabellos y a llamarlo para que despertara.
—Pequeño ya es hora de despertar. —Llevaban bastante tiempo fuera y pronto los padres de Daemon mandarían a buscarlos.
—5 minutos más Dae... —Pidió aún sin abrir los ojos.
Hora del plan b.
—Si no te despiertas no llegaremos a tiempo a la mansión para comer los dulces de uvas que encargué para ti.
Y como si le hubiera alcanzado una descarga eléctrica, Lampo abrió sus ojos y se incorporó del asiento mirando a Daemon con los ojos bien abiertos y mostrando su emoción al saber que le había conseguido sus dulces favoritos.
—Podrías haberlo dicho antes, vamos rápido. —Lo apresuró tomando su mano para jalarlo de vuelta a la fiesta.
Nufufufufu, nunca falla ese cebo.
Pensó mientras observaba con ternura al menor.
—¡Por favor pare ya! —Se escuchó de repente, sobresaltando a ambos nobles que de inmediato se soltaron de las manos para buscar con su mirada la fuente del sonido.
Esa había sido la voz de una chica, y por su tono parecía estar en aprietos no muy lejos de ellos. Y ningún hombre con conciencia ignoraría eso.
—Iré a ver qué pasa, tú quédate aquí Lampo. —Le dijo al notar el miedo en su rostro, si bien no tenía pelos en la lengua y no se dejaba amedrentar por las palabras de la nobleza, cuando se trataba de conflictos o similares era tan miedoso como su edad lo ameritaba, si no es que más.
-—N-no, yo también iré. Dos es mejor que uno. —Con todo y el miedo sujetó la manga de Daemon y lo miró con desición. El mayor solo soltó un suspiro ante esto, pues ya se lo esperaba.
—Si te digo que corras, corres. ¿De acuerdo? —Lampo asintió y con esto comenzaron a caminar mientras seguían el sonido.
No tuvieron que avanzar mucho para llegar a la fuente de aquella voz. Una chica que aparentaba una edad cercana a la de Daemon, de largos cabellos rubios ondulados y grandes ojos azules se encontraba intentando a apartar a un chico que hacía mucho que había invadido su espacio personal y la mantenía sujeta por la cintura con una mano mientras que con la otra sujetaba su mentón. La chica no podía hacer nada ante la obvia diferencia de fuerza por lo que se notaba asustada y frustrada, sus ojos cristalinos por las lágrimas que amenazaban con estropear su fino maquillaje.
Ni Daemon ni Lampo soportaban este tipo de comportamiento, y para sorpresa de Daemon, fue Lampo quién se movió primero, aprovechando su baja estatura para meterse en medio del agarre del noble y poder separarlo de la chica, dejándola tras su espalda.
-—¿¡Es que no ves que la estás asustando!? —Cuestionó tratando de sonar firme mientras extendía sus brazos para servirle de escudo a la joven, pero su temblor y el sudor en su rostro eran evidencia de cuán asustado estaba el pequeño, y esto causó risa en el noble al que estaba encarando.
—Ay mocoso. Si tan asustado estás tal vez deberías volver a la fiesta y ocultarte tras la falda de tu madre, estos son asuntos de mayores y un niño cómo tú no debería inmiscuirse. —Le dijo altanero y sin guardar ningún respeto hacia el más joven que solo apretó sus dientes y endureció su mirada.
Daemon, quién se había quedado congelado por las acciones de Lampo salió de su estupor al ver la actitud del otro noble. La rabia ardiendo en su pecho al notar las lágrimas que se acumularon en los ojos de su pequeño ante la mención de su difunta madre, así que canalizó esa irá y la transformó en su mejor sonrisa para hacer su aparición en ese circo de mal gusto que había montado el noble de, a su parecer, poco intelecto.
—Si se trata de asuntos de mayores tal vez yo sí pueda intervenir. —Llamó la atención del chico que se volteó a verlo con molestia y altanería, mas su expresión se congeló al encontrarse con la expresión de Daemon. Esa sonrisa era de todo menos amigable—. Tal vez fue algo brusco, pero mi amigo aquí presente tiene razón en que usted estaba poniendo en aprietos a la dama que está a sus espaldas. Confío en que cómo adulto sabrá disculparse por cometer un error que hasta un niño es capaz de identificar.
Para ese momento Daemon ya se había ubicado delante de Lampo mientras encaraba al noble que había intentado propasarse con la chica, el agarre tembloroso del menor en la tela de su espalda solo aumentaba esa aura intimidante que desprendía, pero se aseguró de que su sonrisa nunca flaqueara.
—¡N-no vengas a meterte en donde no te llaman! ¿¡Sabes quién soy yo!? —Exclamó con claro nerviosismo.
Daemon río para sus dentros al ver que el chico recurría a la táctica de siempre, usar el nombre de sus padres para su beneficio. Lástima que nadie que usara ese truco contra Daemon había salido bien parado.
—Lamento informarle que no lo conozco, pero cómo es descortés preguntar el nombre de alguien sin decir el propio primero, me presentaré. Soy Daemon Spade, hoy tuve el honor de ser invitado junto con mis padres y amigo por la duquesa para celebrar el cumpleaños de su hija. —El rostro del joven frente a él palideció al momento de escuchar el apellido de Daemon y ser testigo de su porte aristocrático—. ¿Y usted... Quién es?
El noble se sintió como una presa siendo estudiada por su depredador, la sonrisa de Daemon asemejándose mucho a la expresión de un zorro antes de atacar el cuello de una liebre.
—N-no soy nadie digno de mención lord Spade. —Dijo tembloroso mientras realizaba una reverencia sin mirarlo a los ojos—. L-lamento mu-mucho mi c-conducta con la joven dama, y-yo me iré ya. —Apenas terminó de formular estas palabras salió corriendo y dando algunos traspiés.
Daemon solo suspiró en un intento por calmarse y no perseguir al inepto que había huido después de lastimar emocionalmente a su pequeño y casi propasarse con una joven dama. Pero hizo a un lado su ira al sentir cómo unos pequeños brazos lo abrazaban por la espalda, a lo que se volteó para responder el gesto y consolar al menor que silenciosamente había dejado ir sus lágrimas de frustración y alivio.
—Shh. Lo hiciste bien pequeño, fuiste muy valiente. —Le susurró mientras arrullaba sus esponjosos cabellos, sabía que la mención de su madre era un tema muy delicado, uno que ni siquiera él se atrevía a tocar.
—¿Está bien el joven? —Preguntó una dulce voz que hizo a Daemon levantar su mirada, encontrándose con la azul de la joven a la que habían ayudado.
—Estará bien, solo fueron demasiadas emociones para él. —Aseguró con una pequeña sonrisa cansada—. ¿Usted se encuentra bien?
—Gracias a ambos, les agradezco mucho que me ayudaran, por favor permítanme guiarlos a una sala donde puedan descansar tranquilos, creo que el joven lo necesita.
—Se lo agradezco, pero si me permite la pregunta, ¿tiene usted alguna relación con los duques? —Al parecer esta pregunta fue algo inesperada por la gran sorpresa que mostró la chica, que al superar la impresión mostró una brillante sonrisa
—Mi nombre es Elena. Soy la hija del Duque y de la Duquesa, aquella cuyo cumpleaños vinieron a celebrar esta noche. —Se presentó con una reverencia ante la mirada de ambos nobles que se mantenían abrazados.
Continuará...
YO: Mushishishishishishi 🤭🤭🤭🤭. Pronto se viene lo bueno.
REBORN: ¿Por qué me siento tan orgulloso de verla así? —Se pregunta viendo a la autora bailar por toda la habitación con una expresión sádica en su rostro.
YO: Ahora que me acuerdo, la semana que viene tendremos invitados en la nota Reborn, así que por favor no traigas a León ni ninguna otra arma :3.
REBORN: ¿Y tú crees que te haré caso(눈‸눈)?
YO: Si esto se vuelve un río de sangre no podré torturar psicológicamente a mis lectores( •3•).
REBORN: ...Solo por esta vez.
YO: ¡YUPIIIIIII!( /^ω^)/♪♪
Bueno, dejando ya la nota.
Quería proponerles un pequeño juego.
En el próximo capítulo llegará la "tormenta" de la que ya ustedes habían especulado, peeeeeeeero quiero saber si han estado atentos a las pistas que hemos dejado en la historia, puesto que la "tormenta" YA los ha rodeado desde hace mucho. ¿Alguien sabe de qué (o quién) habló?
Dedicatorias a todo el que acierte (ʃƪ^3^)
PD: Fueron 1315 palabras.
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