Las cosas están yendo bien por ahora, no me he topado con Logan o Will en ningún momento, algo por lo que doy gracias. No me gustó nada la mirada que Will le dio a Anna y siendo sinceros, unos segundos junto a él me bastaron para saber que es un egoísta, estúpido, con el ego más grande que he visto en mi vida.

Gruño al recordar la mirada que le dió a Anna cuando apareció junto a mí y la forma en que cambió su actitud.

¡Maldito mentiroso! Si creía que iba a dejar que se acercara a Anna, estaba muy equivocado.

—¡Fresita! —me llama Jonah—. ¡Ven a bailar conmigo!

Jonah está en la improvisada pista de baile junto con Nathan, ambos han estado horas ahí. Anna estaba con ellos, pero llegó un momento donde sus tacones quedaron devastados, y ahora está detrás de mí tomando uno que otro trago.

Según ella no volvería a tomar alcohol de manera exagerada, pero Jonah... es poco decir que la sangre en su cuerpo ha sido sustituida por alcohol. Y verlo bailar en la pista de baile da mucha risa, parece que nunca se le acabará la energía.

Nathan se arrastra entre las personas hasta poder llegar a mí y tomar mis manos entre las suyas.

—Thomas, por favor, baila con Jonah. —El sudor baja por su frente y sus mejillas están rojas—. Ya no puedo más. Quiero descansar, pero él quiere seguir bailando, por favor cambia de turno conmigo.

Veo a Jonah en la pista de baile, está moviendo su cabeza de una manera exagerada como si estuviera en un concierto de rock, cuando la música que está sonando es más como una balada.

Me rio sin poder evitarlo.

—Lo haré, pero solo será media hora, después lo arrastraré hasta aquí y no lo dejaré beber más alcohol.

—Te adoro—. Nathan me da un abrazo—. ¡Anna, pásame un botella de agua, siento que voy a morir!

Él corre hacia donde está Anna, toma la botella y en menos de un segundo ya no haya nada dentro de ella.

«Sí que tenía sed».

Pero luego me concentro en mi objetivo nuevo, Jonah.

Dejo salir un suspiro cuando veo a todas esas personas frente a mí. Pero de mala gana entro en esa avalancha, dando algunos empujones para abrir mi camino hasta llegar a donde está mi amigo. Sigue bailando como si nada y cuando me ve, una enorme sonrisa aparece en su rostro.

—¡Fresita! —Él corre hacia mí y me estruja entre sus brazos—. Sabía que no me abandonarías. ¡Oh, mi querida fresita!

—Jonah, no puedo respirar —dije jadeando por aire.

La música cambia a una más movida y solo por eso Jonah me suelta.

—Es una de mi canciones favoritas. Vamos, fresita.

Toma mi mano y me lleva al otro lado de la pista. Comienza a bailar al ritmo de la música, moviendo sus caderas de una manera que consigue impresionarme, mientras yo solo me muevo de un lado a otro en el mismo lugar, tratando de no avergonzarme.

Jonah se da cuenta y se detiene.

—¿Qué es lo que pasa?

—No sé bailar... —murmuro avergonzado.

—No hay problema, yo te enseñaré, es una simple canción de merengue.

—¿Merengue? —pregunto confundido—. Nunca había escuchado de esa música.

—Tengo familia latina, solo por eso la conozco. —Él toma mis manos y las entrelaza con las suyas—. Así será más fácil, solo sigue mis pasos y suéltate. Olvida que hay personas alrededor y disfruta de la música.

El comienza de nuevo a bailar. Al principio estoy tenso, tengo miedo de que alguien nos preste atención y comiencen a decir cosas a nuestras espaldas, pero todos parecen más interesados en ellos mismos y en pasarla bien. Entonces comienzo a soltarme más y más, dándole alguno que otro pisotón a Jonah, pero unos minutos después por fin puedo ser capaz de bailar decentemente.

Dejo de preocuparme por los demás y disfruto de bailar con Jonah, ni siquiera me importa que nuestras manos aún sigan entrelazadas. Después de todo lo que he pasado hasta ahora y de las malas noches que he tenido, por fin estoy sonriendo con felicidad y pasándola bien.

—¡Vamos, fresita! ¡Dalo todo! —grita, haciéndome reír.

—Jonah, ¿por qué siempre me llamas fresita?

—Bueno, cuando nos conocimos, estaba molestándote y te sonrojaste, gracias a eso se notaron las pecas que tienes. —Él acaricia una de mis mejillas—. Te veías igual que una fresa.

—Es un lindo apodo —digo con sinceridad.

Él me sonríe.

—Yo soy el rey de los apodos.

—No puedo estar más de acuerdo con eso. ¿Crees que debemos volver? Nathan seguro está preocupado.

—¡Oh, mi lindo zafiro! Seguro me extraña.

Jonah pasa su brazos por encima de mis hombros y comenzamos a caminar hacia donde están nuestros amigos. Jonah está muy feliz y solo balbucea cosas relacionadas con Nathan, todo va muy bien hasta que veo a Will y Logan junto a nuestros amigos. Me paro en seco, y Jonah se da cuenta.

Logan parece sentir mi mirada, porque voltea hacia nuestra dirección y una pequeña sonrisa surca sus labios, sonrisa que desaparece cuando ve a mi amigo a mi lado.

—¿Fresita?

No le digo nada, solo me quedo observando a esos dos frente a mí como si fueran seres extraños, pero logro reaccionar cuando me doy cuenta de que Will está hablando con Anna y ella parece incómoda. Dejando atrás a mi querido peliblanco, avanzo hasta llegar a Anna y ponerme en medio de ella y el idiota.

—Anna, ¿vamos por un poco de aire fresco?

El alivio recorrió su rostro y tomó mi mano sin dudarlo.

—Claro, Thom. ¡Vamos!

—Voy con ustedes —habla Wil.

Le doy una mirada de pocos amigos. Él lo nota y me da una sonrisa burlona. ¡Imbécil!

—Disculpa, pero necesitamos tiempo solos. —Hago énfasis en la palabra solos, pero a él no parece importarle.

—Quiero ir —insiste—. Puedes hablar con ella y luego irte. Anna y yo estábamos pasando un buen rato antes de que llegaras.

—Pero ella no quiere hablar contigo.

—Pero yo quiero hablar con ella —sigue insistiendo—. ¿Por qué quieres apartarla de mí? ¿Es tu novia?

—Somos amigos —masculla Anna, molesta.

—¿Amigos? ¿Tu novia no se molestará por esto? Digo, para mí ustedes parecen una pareja —dice con una sonrisa.

—No tengo novia...

Decir eso logra que su sonrisa se ensanche aún más, y no me está gustando nada hacia a donde está yendo la conversación. Los demás a nuestro alrededor solo observan, y la  tensión crece.

—¿No tienes novia? Eso parece sospechoso. Ya sé que sonará mal y asqueroso, pero eres guapo. No hay una explicación de porqué no tienes una novia... ¿o es que en tu caso sería novio?

Mi cuerpo se tensa ante sus palabras. Por instinto, mi mirada se va hacia Logan y el lo nota, puedo ver el miedo emanando de él y de seguro yo estoy igual.

—Yo solo no estoy interesado en tener novia por ahora.

Sentí las miradas de mis amigos, pero no me atreví y sabía porqué. Lo normal sería que dijera con orgullo que me gustan los chicos y que me importe muy poco lo que piensen los demás. Pero ahora yo no soy ese Thomas. Estaba temblando del miedo.

No puedo decir nada.

Suelto a Anna y me adentro entre todas las personas que hay a mi alrededor, perdiéndome entre ellos, ignorando las voces  que me llaman.

Ahora mismo necesito estar solo.

(...)

La música suena en todo su esplendor, y ya hace más o menos una hora desde que me alejé de todos. Mis expectativas sobre esta fiesta se han cumplido, todo está saliendo mal.

Mis ojos están rojos por algunas lágrimas derramadas. Recibí mensajes de Jonah, Anna y Nathan preguntando dónde estaba, pero solo respondí que estoy bien y que ya pueden irse si quieren, yo tomaré un taxi.

Me levanto del césped donde estoy sentado. Mis piernas lo agradecen y salgo de la parte trasera de la casa. Cruzo todo el jardín del frente para poder salir, pero antes de hacerlo decido ver mi celular y para empeorar mi suerte, está sin batería.

—¡Que suerte de mierda! —grito elevando las manos al cielo, como si eso fuera a solucionar algo.

Mi teléfono está sin batería.

No puedo llamar un taxi.

Mis amigos se han ido.

No conozco a nadie en este lugar.

¡Simplemente perfecto!

«Pudiste haber evitado esto si no te hubieras ido corriendo».

Lo sé, pero arrepentirme de eso no solucionará nada. Y la única opción que me queda ahora... es hablar con Logan, aunque esperaba no tener que hacerlo por el resto de la noche. Después de nuestro intento de conversación, ni siquiera traté de acercarme a él, era demasiado incómodo.

Pero al menos aceptó el regalo.

Muy dentro de mí pensé que lo desecharía, pero no lo hizo, y eso me puso muy feliz.

«Okey, deja de fantasear y busca al chico, para poder irnos».

Suelto un gruñido de frustración y aun cuando no quiero, me adentro de nuevo en esa casa. Hay menos gente que cuando llegamos, y da la sensación de que todo se está tornado un poco más tranquilo. O eso pensé hasta que veo a una pareja en el suelo prácticamente teniendo sexo. ¡Por Dios! Hay un sofá justo a su lado, pero ellos prefieren el suelo.

Busco como loco en los lugares donde he estado antes, pero no lo encuentro.

Llego a la cocina y ruedo mis ojos al ver a otro pareja devorándose, el chico tiene sujetada a la chica contra una de las paredes mientras la toca. Estoy a punto de irme —no quiero estar cerca cuando las cosas pasen a otro nivel—, pero entonces la chica cambia de posición y ahora es el chico el que está contra la pared. Ahí me di cuenta de quien era... Will está frente a mí. Podría preguntarle dónde está Logan, pero por la situación en la que se encuentra sé muy bien —estoy seguro— que no es una buena idea.

Aun así me acerco a ellos, muy dudoso.

—Will.

Él aparta su mirada de la chica por un momento y la pone sobre mí, su ceño  comienza a fruncirse y a regañadientes se separa de la chica.

—¿Qué quieres? —pregunta de mala gana.

—¿Sabes dónde está Logan? —pregunto incómodo, la chica está asesinándome con la mirada.

Él bufa.

—¿Me interrumpiste solo por eso?

—Créeme. —Lo señalo a él junto con la chica—. Esto tampoco es muy grato para mí.

—Está en la sala de estar junto a Rosy —dijo por fin—. Ahora vete.

No me he movido ni un centímetro cuando él retoma lo que estaba haciendo antes. Los dejo atrás y me dirijo a la sala de estar, y ellos realmente están ahí. Logan y Rosy parecen estar discutiendo, y no se molestan por disimularlo. Tomo un poco de coraje para acercarme solo lo suficiente y no molestarlos.

—No hablaré contigo en tu estado —dijo Rosy exasperada.

—¿Cuál estado? ¡Estoy completamente bien! —dice Logan, arrastrando un poco las palabras.

—Estás ebrio, Logan. —Señala lo obvio—. Solo recuerda, debes completar todo, y así por fin todo esto se acabará.

—No quiero hacerlo, Rosy.

—Tienes que hacerlo. —Rosy nota mi presencia y su mirada me transmite algo de miedo. Ella baja la voz lo suficiente para susurrarle algo a Logan en el oído.

Luego ella se separa de él y viene directo hacia donde estoy. Quiero retroceder, pero lo único que ella hace es guiñarme un ojo antes de desparecer detrás de mí.

«Eso fue raro».

Haciendo a un lado mis pensamientos, voy hacia Logan.

—Logan —lo llamo.

Él se voltea a verme y trata de darme una sonrisa que no llega hasta sus ojos.

—Capucha, pensé que te habías ido.

—Esa era mi idea principal, pero me quedé sin batería —admití—. ¿Crees que puedas prestarme tu teléfono? Quiero llamar un taxi.

—Antes de eso... ¿Puedo hablar contigo? —Su voz sale quebrada, como si estuviera a punto de llorar.

Eso logra preocuparme.

—¿Pasó algo malo?

Tengo el impulso de tomar su mano, pero me detengo a medio camino.

—Sígueme.

Lo hago, sin preguntar nada. Solo me limito a seguir a Logan.

Vamos al segundo piso, pasamos por un pasillo donde hay bastantes habitaciones y se pueden escuchar algunos ruidos no muy buenos, pero no les presto atención. Solo quiero saber qué es lo que le pasa al chico frente a mí.

Llegamos al final del pasillo y Logan comprueba que no haya nadie antes de que entremos a la habitación. Hace que yo entre primero y luego me sigue. Me quedo de pie junto a él, que no parece querer despegarse de la puerta y ni siquiera me da la cara.

—¿Logan?

El da un golpe en la puerta, antes de acercarse a mí y besarme sin previo aviso. Intento alejarme, pero él pone una de sus manos en mi nuca para impedir que lo haga. Sus labios danzan sobre los míos de una manera muy experta, nada comparado a mí, que no puedo seguir su ritmo por más que lo intento. Puedo sentir su lengua sobre mi labio superior y tal vez termine arrepintiéndome de lo que hago, pero abro un poco mi boca para que nuestras lenguas se fundan en una. Él lleva sus manos hacia mis mejillas y me acerca aun más a él, como si eso fuera posible.

Nos separamos después de unos segundos. Nuestros pechos suben y bajan con rapidez, y ambos jadeamos por aire. Logan apoya su frente contra la mía y roza un poco nuestras narices, la tentación de besarlo aparece en mi, pero me contengo. Sé lo que se avecina después de esto.

«Prepárate para lo peor, Thomas».

Él se separa un poco de mi para mirarme a los ojos y yo me quedo quieto en mi lugar, esperando alguna excusa sobre lo que acaba de pasar..

—Te quiero tanto, capucha —masculla Logan.

—¿Qué...? —Estoy seguro de que escuché mal.

—Te quiero —repite, quitando mis dudas—. Ya no puedo soportarlo más, ya no... en estos cinco meses aquí, lo único bueno has sido tú. Y solo por este momento, solo por ahora... —Él da un pequeño beso en mis labios.

Mi corazón se aprieta en mi pecho y me quedo sin habla. Verlo llorar frente a mí mientras me dice que me quiere, no es algo que hubiera esperado que pasara ni en unos mil años, pero todo ese sentimiento se va cuando recuerdo algo importante.

—Logan. —Quito sus manos de mis mejillas y tomo distancia—. Estás ebrio, todo esto lo olvidarás y volveremos a lo mismo de siempre.

—Eso no importa, lo que estoy diciendo ahora es lo que siento. Te quiero.

—Y yo... —«Te amo»— también te quiero, pero ambos sabemos que esto está mal.

—No, no está mal. Justo ahora no me importa Rosy o todas las mentiras, yo quiero estar contigo. Quiero... te quiero a tí.

—Logan...

Él de nuevo se acerca a mi lentamente, esperando que yo me aparte. Pero no lo hago, y eso le da luz verde para volver a acunar mis mejillas en sus manos, acercándose poco a poco hasta que nuestros labios se unen con ternura. Esta vez no hay prisa, estamos disfrutando nuestro tiempo juntos.

Logan pasa una de sus manos a mi cintura y me aprieta contra él. Comienzo a retroceder hasta que mis piernas se topan con el borde de la cama y me dejo caer sobre ella. Logan apoya sus brazos sobre el colchón, a ambos lados de mi rostro para impedir que me mueva, aunque no tengo la intención de hacerlo. Seguimos besándonos un poco más hasta que Logan se separa de mi y lleva una de sus manos al borde de mi camisa, me estremezco al sentir el contacto de su mano con mi piel. Tira de ella hasta lograr quitármela mientras yo vuelvo a llenarme de dudas y de miedo.

«Yo no soy una chica, ¿Logan estará bien con ello?».

Logan se percata de la expresión incomoda en mi rostro, así que me besa por un momento más y luego susurra en mi oído.

—Eres hermoso.

Mis dudas desaparecen con esas simples palabras, y nuestras ropas siguen ese mismo camino.

Entre besos y caricias, Logan y yo nos convertimos en uno. Él está sobre mí, nuestros pechos bajan y suben sin descanso. En la oscuridad de la habitación no puedo ver bien su rostro, pero el color esmeralda de sus ojos destaca más que nunca, y me transmite tanto amor que mi ser se llena de alegría por ello.

«Te amo».

No era el momento.

—Te quiero, Thomas. —Logan esconde su rostro en mi cuello, evitando verme—. Por favor, nunca olvides que te quiero.

—Yo también te quiero, Logan.

Y solo por esta noche, me dejo llevar por el inmenso amor que siento por él. Olvido que Logan tiene novia y que lo que estamos haciendo está mal, olvido todo el daño que me ha hecho a lo largo de todo este tiempo juntos. Olvido cuál va a ser mi realidad cuando la noche termine, y que tendré que encerrar de nuevo estos sentimientos como si nada hubiera pasado.

Lo olvido todo, pero tal vez no deba hacerlo.

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¡Hola! Hasta aqui el capítulo de hoy jeje...Y es que la verdad no sé que decirles, al escribir este capítulo hubo una mezcla de recor y felicidad ¿Me explico?

Tal vez no, pero creo que al menos se hacen una idea. También se que no dejo muchas notas de autor, pero a veces nose que decirles y a veces creo que sí las dejo querrán matarme por las tontadas de Logan.
Pero hoy hago la excepción, ¿Que les parece la historia hasta ahora? ¿Y que piensan sobre los personajes?

¿Les gusta Logan o lo odian?

Les mando muchos abrazos
Atte 🖤 FerLemuz 🖤