CAPITULO XXIX
Observo a Logan desde la mesa en la que estoy, y veo como su sonrisa resplandece más que nunca junto a Rosy y sus amigos. Hablan animadamente, llamando la atención de todos los estudiantes. Al parecer Logan está aprovechando su noviazgo y hace un esfuerzo por cambiar. Ahora evita por cualquier medio las peleas, la ropa holgada que usaba fue cambiada por una más vistosa a los ojos de los demás, su cabello castaño hasta la nuca se ha esfumado, siendo reemplazado por un corte más formal, ya no se mete con nadie, los insultos a los demás se acabaron, y sale mucho más seguido con Rosy.
Es como si intentara llenar las expectativas de los demás al convertirse en el chico perfecto que todos querían... el que Rosy quería.
Su trato hacia mí también cambió. Nuestras salidas después de las escuela se cancelaron y ahora nos vemos solo cuando él quiere o tiene tiempo. No queda nada del Logan que llegó junto conmigo aquí, y eso me preocupada de cierta manera. Es como si existieran dos Logan en el mundo, el perfecto y el idiota.
Pero él está ahí, asintiendo como si nada, viviendo su vida como siempre, y yo estoy aquí... tratando de poner una falsa sonrisa para así no preocupar a las personas queridas a mi alrededor.
¿Mis pesadillas siguen apareciendo? Sí, y cada noche se vuelven más fuertes que en la anterior, sintiendo cada golpe e insulto. Gracias a eso solo logro dormir una hora, más o menos, porque prefiero estar despierto toda la noche antes que dormir y revivir todo aquello. ¿Pude volver a pintar? No, eso es algo que ya no puedo hacer, mis manos tiemblan con solo tomar el pincel, así que mis cosas están empacadas en cajas, listas para el día de nuestra partida.
Otra de las cosas que dejé de hacer, es decir que soy gay. Solo pensar en qué dirán las personas me asusta, así que si alguna chica se me declara, las rechazo de manera sutil. Ya no puedo decirlo de esa forma tan fácil, me da pánico cada vez que estoy en las calles de la ciudad, en los pasillos de la escuela, puedo sentir las miradas de los demás sobre mí, juzgándome y murmurando cosas a mis espaldas. Traté de hacer caso omiso a ellos, pero me fue imposible.
—Thomas, ¿estás escuchandome? —Anna mueve su mano frente a mí, haciendo que regrese a mi realidad—. ¿Qué es lo que estás viendo? —Ella sigue mi mirada y hace una mueca—. No les prestes atención, es un imbécil.
«Sí, el imbécil al que amo».
—Solo observaba un rato, parece que la pasa muy bien con ellos —digo con media sonrisa—. ¿Cómo está tu mamá?
—Está bien. Desde que dejamos la casa, ella parece más tranquila. Ayer llegó el abogado que contrató y al parecer hoy le llevarán los papeles de divorcio a mi padre. Por fin podrá ser libre.
—¿Y tú? ¿Cómo te sientes con ello?
—Sabes muy bien que no le tengo cariño, desde que intentó... abusar de mí, no podría verlo de buena manera. Richard fue siempre un dolor en culo. La razón para seguir viviendo ahí era mi madre, y ahora que ella por fin está dando el primer paso para rehacer su vida, solo puedo estar feliz.
—¿Qué harás cuando vayas a la universidad?
—El plan es esperar a que el divorcio esté completo y depende a qué universidad eliga ir, mamá piensa en mudarse ahí y ejercer de nuevo su carrera como abogada. Aún quedan cosas por resolver aquí, como lo de Leo, pero por fin puedo respirar tranquila, Thom.
—Me alegro por ti, Anna —digo con sinceridad, y ella me sonríe.
—Gracias.
Regreso mi vista sin querer cuando veo que Rosy se lanza sobre Logan y se dan un apasionado beso. Aprieto mis manos debajo de las mesa y volteo enseguida mi rostro para no ver nada más del espectáculo, ignorando la punzada en mi corazón.
Cruzo mis brazos sobre la mesa y recuesto mi cabeza sobre ellos, dejo salir un bostezo, mis párpados me pesan cada vez más y lo único en lo que pienso es en dormir, pero no puedo hacerlo, se lo que vendría si lo hago.
—¿Estás cansado? —pregunta Anna.
—No, anoche no pude dormir bien, eso es todo.
—¿Estás seguro?
—Sí. Más importante, ¿qué era lo que ibas a decirme aquel día?
—Sobre ello...
El timbre suena y nos interrumpe, todos los estudiantes se levantan y comienzan a salir de la cafetería.
—No es nada importante, Thom. Te veo después, tengo que llegar a clases.
—Yo igual. Adiós, Anna.
Ambos salimos apresurados, pierdo de vista a Anna entre la multitud. Voy hacia mi salón de clases, pero me topo con el grupo de Logan y Rosy de camino, decido quedarme un rato escondido en lo que ellos desaparecen. Observo una vez más como Logan y Rosy se besan nuevamente, para luego separarse y despedirse del otro, Logan le sonríe como un tonto enamorado y eso hace que mis celos despierten.
«¿Por qué nunca me sonríes así?».
Rosy se va y Logan unos segundos después hace lo mismo, y yo salgo de donde estoy.
Está claro que algo cambió en todo este tiempo. Logan sigue subiendo más y más hacia la luz, sonriendo como si nada, estando feliz con la vida que está creando poco a poco. Mientras yo me siento perdido, hundiéndome cada vez más en la oscuridad y el sufrimiento. Pero si Logan es feliz con ello, entonces está bien, ¿no? Lo único que estoy haciendo es proteger a la persona que amo.
«Sin importar que solo estés siendo lastimado».
Tengo que hacerlo, se lo prometí.
Saco esos pensamientos de mi cabeza y voy a mi clase, los demás ya se encuentran ahí y no es unos pocos minutos después que el profesor entra y comienza a dar la clase. Trato de poner atención en todo momento, pero no puedo, dejo de lado mis cuadernos y me recuesto sobre mi escritorio.
«Está bien mientras el sea feliz, ¿verdad?».
(...)
Las clases por fin terminan, luego de recibir un sermón de uno de mis profesores por quedarme dormido en clase, puedo ir a casa.
Pongo mi mochila en mi hombro y espero a que todos los demás salgan y así no se me dificulte a mí.
Salgo y puedo sentir mi teléfono vibrar en el bolsillo de mi pantalón.
Estoy seguro de que es mi madre, hoy le prometí ayudarle a empacar las cosas de la cocina.
Voy a sacar mi teléfono, cuando siento como me toman de la muñeca y me arrastran hacia un cuarto completamente oscuro.
—Hola, capucha.
—¿Logan?
Busco el encendedor de la habitación y lo presiono, la bombilla se enciende y muestra todo a nuestro alrededor. Escobas, trapeadores y muchas cosas de limpieza, por lo que deduzco que es el cuarto del conserje. Veo a Logan y en su cara hay una sonrisa.
«Pero no igual a la que le dio a Rosy».
—¿Por qué me trajiste aquí?
—Quería verte. ¿Eso es algo malo?
—Sí. ¿Qué pasa si alguien viene y nos ve aquí?
—Estás exagerando, la mayoría de los estudiantes ya se fueron y el conserje no vino hoy.
—De todos modos es mejor que salgamos.
Voy hacia la puerta y trato de abrirla, pero Logan se acerca a mi desde atrás y toma mi mano, él hace que me voltee para poder verlo y mi corazón comienza a latir por la cercanía.
—Por favor, no te vayas.
Él se acerca aún más y trata de besarme, pero volteo mi rostro y sus labios terminan besando mi mejilla. Desde que me di cuenta de mis verdaderos sentimientos hacia él, he estado evitando por todos los medios el contacto físico y hoy no será la excepción.
—¿Tampoco me dejarás besarte hoy? ¿Qué es lo que te pasa? No nos vemos hace días y me haces esto.
—Si no nos vemos hace días no es por mi culpa.
—Lo siento, ¿sí? He estado ocupado.
—Sí, por lo que he visto, muy ocupado —digo con sarcasmo—. Mira, Logan, hoy no puedo quedarme, tengo que ayudar a mi madre con algunas cosas.
—Está bien, dame un beso y te dejaré ir.
—No puedo, adiós.
Trato de salir de nuevo, pero Logan me acorrala y me toma ambas manos hasta subirlas sobre mi cabeza.
—¿¡Qué es lo que haces!?
—¿No es obvio? Te estoy reteniendo.
—Déjame ir, estúpido.
—Dame un beso o no lo haré —dice con seguridad, pero no le respondo—. Entonces lo tomaré por mi cuenta.
Logan se va acercando de nuevo, giro mi rostro para poder así evitar que me bese, pero él no se rinde. Deja varios besos en mi mejilla y luego en mi cuello, así pasa un buen rato hasta que se detiene y yo bajo la guardia, pensando que ya se cansó y va a detenerse, pero quedo como un tonto al pensarlo. Inocentemente giro mi rostro y él aprovecha para estampar sus labios contra los míos.
Me besa con la suavidad de siempre, con una delicadeza que no importa cuántas veces pase, siempre logra sorprenderme. Trato de resistirme todo lo que puedo, pero termino rimdiéndome y correspondiendo el beso. Logan lleva una de sus manos hacia mi cintura y me pega a él, y comienza a trazar pequeños círculos que envían corrientes eléctricas a mi cuerpo. Fue cuestión de segundos para que el beso pasara de un roce dulce a uno lleno de pasión.
En mi estómago hace mucho que las mariposas desaparecieron, pero ahora hay una jungla completa que trato de calmar por todos los medios, y los latidos de mi corazón son tan fuertes que estoy seguro de que Logan puede escucharlos.
«¿Esto mismo haces con Rosy?».
Esa es una de las tantas preguntas que vienen a mi mente. Está claro que Logan no solo la besa, porque más de una vez pude comprobar que ellos ya han pasado ese nivel hace mucho. Así que no puedo dejar de pensar en si al menos Logan se siente bien al besarme o al menos lo disfruta tanto como yo.
Está claro que no soy una chica y que no puedo ofrecerle el mismo placer que le da una mujer, pero si alguna vez llegara a pasar entre nosotros algo más que un beso, ¿yo sería suficiente?
Lo dudo.
«¿Qué es lo que Logan siente por mí en realidad?».
Yo tengo claro que lo amo, ¿pero y él? Sé que al principio él buscaba un amigo, pero hace mucho que nosotros dejamos de serlo para pasar a esto. Dos hombres que se besan cuando nadie los ve ¿Qué soy para ti, Logan? ¿Un amigo? ¿Un amante? ¿O solo un experimento para saber si te van los hombres?
Tengo tantas cosas que preguntar, pero tengo miedo a la respuesta que puedas darme.
—¡No puede ser que nos castigarán de esta forma!
—Es lo justo, arruinamos el salón de química.
Puedo escuchar los pasos de las dos chicas acercándose y eso hace que reaccione.
—Logan, se acercan don personas —susurro asustado.
—Ignóralos —responde.
—Pero... —Él vuelve a besarme sin dejarme responder.
—Limpiar el salón nos llevará horas.
—No te preocupes. Mientras más te quejes, más tiempo nos llevará limpiar. Vamos por las cosas al cuarto del conserje.
—Está bien.
Los pasos se detienen frente a la puerta y eso me pone en alerta. Trato de zafar mis manos del agarre de Logan, pero el no lo permite. Las chicas comienzan a forzar la puerta, pero no pueden abrirla gracias a que tiene el seguro puesto.
—Está cerrada.
—Espera, el profesor me dió la llave. Voy a buscarla.
—Logan, para. Hay que separarnos. Las chicas entrarán y nos verán.
Él me ignora por completo y trata de seguir besándome. Intento de muchas maneras zafar mis manos, pero no puedo. El pánico está consumiéndome. Si las chicas entran, nos verán y será el fin para ambos. ¿Por qué no lo entiende? Si llegan a abrir esta puerta...
«Dos chicos basándose, que horrible».
«Ugh, un par de maricas».
«Asqueroso».
«Asqueroso».
«Asqueroso».
Tengo que detenerlo.
—¡Regresé! Aquí está la llave.
Ellas comienzan a abrir la puerta, y cuando escucho el seguro ser abierto mi corazón comienza a latir como loco por el miedo. Logan aún no se aparta y si esas chicas entran... ¡No quiero que me golpeen! ¡No quiero escuchar sus insultos! ¡No Quiero!
¿Pero que hago para detener a Logan?
¿Qué hago...?
¡¿Qué hago?!
La puerta es abierta por completo.
—Tomemos las cosas y va... ¿Qué está pasado aquí? ¿Una pelea?
Tomo a Logan más fuerte del cuello y lo estampo contra la pared.
—Te dije que te apartaras, idiota —le grito.
Lo suelto y tomo mi mochila del suelo, salgo de ahí y empujo a las chicas frente a mí, no me importa si las lastimo, solo corro lo más rápido que puedo, dejando atrás a Logan con el labio roto gracias a la mordida que le di y la mejilla roja por el golpe que le di después. No paro de correr hasta que llego a mi casa, por suerte mi madre parece haber salido con mi padre y eso me ayuda para poder subir a mi habitación.
Cierro la puerta con seguro y voy al baño, abro el grifo del lavamanos y mojo mi cara con el agua. Me siento en la tasa de baño y trato de tranquilizar los latidos de mi corazón y el temblor de mi cuerpo.
—Todo está bien, Thomas, todo está bien.
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