Quisiera poder decir que después de que Logan se fue de mi casa todo volvió a como era antes, que él y yo ya no hablamos para nada y que ni siquiera vemos la sombra del otro.

Pero eso no podría estar más lejos de la realidad.

El lunes que regresé a clases estuve preparado para ignorarlo todo el día, y no encontrarmerlo para nada, pero me llevé una sorpresa cuando me lo encontré en la misma entrada. Al principio pensé que me ignoraría —y que seguramente solo esperaba a otra persona—, pero cuando entré a la escuela y dejé mis cosas en mi casillero me di cuenta que me estaba siguiendo. Quise negarme a creerlo, pero a donde fuera que yo iba... Logan estaba ahí.

Decidí olvidar eso y hacer como si nada estuviera pasando, pero ya no puedo soportarlo más. Logan lleva siguiéndome tres días seguidos y ya estoy harto de esto, si sigue así lo que se ganará de mi parte será un buen golpe.

Hoy estoy en una tienda comprando algunos materiales que necesito para unos cuadros —ya que por falta de tiempo no pude hacerlo el fin de semana— y ya puedo sentir y ver la presencia de Logan. Aunque el intento pasa «desapercibido», sigue siendo un completo desastre para esconderse.

«Pude verlo correr hasta detrás de un arbusto en el camino».

Tomo lo que necesito y voy a la caja registradora. La chica que está detrás de la caja me sonríe tímidamente y yo le devuelvo la sonrisa. Ella desvía la mirada un poco avergonzada y continúa registrando las cosas que compré. Trato de concentrarme un poco en algunos cuadernillos de dibujo que tengo frente a mí —tratando de distraerme un poco mientras espero a que la chica termine de registrarlo todo—, pero se me hace imposible hacerlo ya que siento una mirada clavarse en mi nuca.

Volteo de reojo y puedo ver a Logan detrás de una estantería. Las personas lo ven mal, pero parece que eso no representa un problema para él.

—Eh... disculpa —me llama la chica.

—¿Si?

—El total de tu compra son treinta dólares con setenta centavos. ¿Deseas agregar algo más?

—No, solo... —Volteo hacia donde se encuentra Logan y él trata de esconderse con tiempo, haciéndome reír—. Espera, creo que sí olvidé algo, ahora vuelvo.

Me mantengo serio mientras camino hacia el pasillo donde se encuentra Logan, aunque vacilo un poco cuando lo veo entrando en pánico al verme. Él voltea su cara hacia las repisas y oculta su rostro para que no pueda verlo. Me acerco y me quedo a su lado solo para molestarlo.

Finjo buscar algunas cosas y tomo lo primero que veo, Logan sigue a mi lado y me mira de reojo de vez en cuando.

—Disculpe, ¿necesita ayuda? —le pregunto como si nada.

—No, solo estoy buscando algunas cosas —dice con una voz más gruesa para que no pueda reconocerlo.

—Oh, disculpe. Me di cuenta de que me estaba observando, pensé que necesitaba algo.

—No se preocupe, gracias por su amabilidad.

—¿Y que es lo que está buscando exactamente? —insisto en la conversación.

—Eh... ¿arcilla y yeso? —responde con inseguridad—. Tengo que... hacer una escultura... y me quedé sin materiales.

—Oh... —Observo a mi alrededor y logro encontrar las cosas que mencionó, y luego las tomo y se las entrego—. Aquí están, espero haber sido de ayuda para usted.

—Gra-Gracias —Él toma las cosas y comienza a caminar hacia donde está la caja.

Yo voy detrás del él y le entrego primero a la chica lo que tomé del pasillo —unos lápices—, ella los cobra y me entrega la bolsa con toda mi compra.

Logan hace lo mismo, y no puedo evitar soltar una rifa burlona cuando lo veo.

—Espero que pueda terminar su escultura —le digo.

—Yo también. Gracias por lo de antes.

—De nada, te veo mañana en la escuela Logan.

—Te veo mañana capu... ¡espera un momento!

«Atrapado en el acto».

—La próxima vez que decidas seguirme procura que de verdad no te vea. Que tengas una linda tarde Logan.

Salgo de la tienda y no puedo evitar reírme a todo pulmón por la situación. Me aseguraré de recordárselo todos los días cuando se comporte como un idiota.

«Sería bueno que por lo menos se hablaran».

Es verdad. Logan y yo no tenemos comunicación para nada, ni siquiera somos amigos, si el me habla algunas veces es por los proyectos. Solo somos compañeros de clase, y a pesar de los sentimientos que aún creo que siento por él... no poder llamarlo amigo me deja algo triste.

El destino es un poco cruel. Hace años suplicaba por poder apartarme de él y no saber nada más, y ahora me entristece no poder estar a su lado.

—¡Carajo! ¿Qué es lo que quiero entonces? —susurro y sonrío amargamente por mis pensamientos.

—¡Hey capucha! —Logan viene corriendo hacia mi y yo solo puedo darle una sonrisa burlona.

«Aún sabiendo que lo descubrí decidió seguirme».

—No puede ser castaño. ¿Aún estás siguiéndome?

—¡Yo nunca te he seguido! Te vi de casualidad y quise saludarte.

—Entonces, ¿fue casualidad que los últimos tres días me siguieras y te escondieras detrás las cosas para que no te descubriera?

—Yo... yo no hice eso... o tal vez sí, pero... yo. —Logan se avergüenza y trata de cubrir su rostro para que no logr ver el sonrojo de sus mejillas—. Ok, lo acepto. Sí te seguí, pero tuve mis razones para hacerlo.

—Esta bien, te escucho —digo y cruzo mis brazos sobre mi pecho.

—¡Perdón! —grita—. De verdad, ¡perdón! El fin de semana pasaron algunas cosas y terminé metiéndome en problemas, te involucré a ti y a la pelirroja cuando no debí hacerlo. Y a pesar de todas las idioteces que dije y que hice... tú me ayudaste —murmura agachando la cabeza—, no merecía nada de ti y me ayudaste, así que te pido perdón por todo lo que ha sucedido hasta ahora, y gracias por no abandonarme —él sube de nuevo su cabeza y sin previo aviso me abraza—. Es todo lo que tenía que decirte, espero que podamos ser amigos algún día y que logres perdonarme.

Logan se separa de mí, inclina su cabeza en señal de despedida y comienza a alejarse. Y yo sigo estático en mi lugar, con el corazón hecho un desastre y sin poder creer lo que acaba de pasar. ¿Acaso él sabe todo lo que provocó en mi interior justo ahora? Y lo peor de todo es que de verdad le creo, por la mirada que tenía en sus ojos mientras me pedía perdón, sé que todo fue auténtico.

«Eres tan impredecible».

Puedes ser el mayor de los imbéciles... y después un chico avergonzado que me sigue solo para pedirme perdón.

—¡Castaño! —grito y Logan voltea a verme—. ¡Te perdono estúpido! Si la oferta de ser amigos es de verdad, ¡entonces la aceptaré!

—¿En serio? —Él se acerca un poco para no tener que gritar.

—Sí, pero olvidarme de todo será un poco difícil, tenlo presente.

—Esta bien. Trataré de hacer lo mejor para que mi lado idiota no salga a luz.

—Y para cerrar bien este día... ¿quieres otro abrazo?

Logan vuelve a sonrojarse y me ve como si estuviera loco.

—¡Claro que no!

—Hace apenas unos segundos no decías lo mismo, es más, fuiste tú quien se me abalanzó.

—Eso... ¡eso fue por el momento! —Comienzo a reírme a carcajadas con solo ver su cara, pero a él no le hace ninguna gracia—. ¿Sabes qué? ¡Vete a la mierda! Te veo mañana en clases.

—Adiós nuevo amigo.

Logan me saca el dedo medio y se da vuelta, dejándome con una gran sonrisa de satisfacción por poder molestarlo un poco.

Acabo de dar un nuevo paso con Logan, y tal vez le haya pesado lo que pasó en mi casa, pero para que yo olvide y logre perdonar lo que pasó hace años... me tomará tiempo. Justo ahora tengo que ser más fuerte y cuidar mi corazón para que no salga con más heridas de las que ya tiene.

Estoy seguro de que no lo soportaría.