CAPITULO VII
La brisa helada de la noche golpea de nuevo mi rostro y mis brazos se congelan por el frío. Las calles están completamente solitarias. Sigo buscando un poco tratando de encontrar la dirección del lugar que me dio Anna, y donde se supone que se encuentra Logan.
Desde que Anna me dijo que Logan la llamó para que lo ayudara, no lo pensé mucho, me puse lo primero que encontré en el armario y salí corriendo a buscarlo. Llevo caminado un buen rato, tal vez dos horas, y aún no encuentro el bar donde está. Por la hora que es y porque la zona donde me encuentro no es segura... no puedo parar y preguntar dónde se encuentra.
«Además, eres muy malo orientándote».
Froto mis brazos tratando de encontrar un poco de calor, pero no sirve de nada. Camino unos metros más hasta que veo un cartel enorme con las palabras «Blue Bird» en azul. Mientras más me acerco puedo escuchar mucho más la música. Veo que hay unos hombres cuidando la entrada —seguro son los guardias de seguridad— y sus caras no tienen ninguna expresión, pero igual se ven muy aterradores. Aun así me acerco a ellos para confirmar si estoy en la dirección correcta.
—Disculpen chicos —digo con timidez—. Estoy algo perdido y sé que deben estar muy ocupados, pero, ¿estoy en el lugar correcto? —Le muestro la pantalla de mi celular y uno de ellos me observa.
—Supongo que vienes por lo del cartel. —Él se hace a un lado y me da una sonrisa—. Pasa niño, y pásatela bien.
—¿Gracias? —respondo confundido, le devuelvo la sonrisa y entro.
De inmediato comienzo a vibrar junto a la música y las luces del lugar me ciegan, pero no es eso lo que me deja perplejo, sino las personas que veo a mi alrededor.
«Esto es un bar gay, ¿no?».
No, Logan nunca entraría a un bar gay, ni siquiera se acercaría a un lugar como este. Seguro me equivoqué de dirección.
Un poco tímido —ya que es mi primera vez en un bar gay— entro al lugar y esquivo a todas las personas que están en la pista de baile, y con cuidado de no recibir algún golpe me abro camino hacia la barra. Algunos chicos —no puedo negarlo, son muy guapos— que pasan por mi lado me lanzan algunos besos. No puedo evitar sonrojarme por la vergüenza y sentirme un poco incómodo con el ambiente.
Todas las personas a mi alrededor bailan, hablan y coquetean sin ningún miedo.
Hacen todo lo que a mí no se me da nada bien...
Debo salir de dudas rápido, si de verdad me equivoqué de dirección tendré que salir de aquí e ir a ayudar a Logan. Puede que esté en peligro y yo aquí perdiendo el tiempo.
—Disculpa.
Llamo a uno de los chicos que estná detrás de la barra y él me regala una sonrisa coqueta.
—Hola guapo. ¿Qué quieres que te sirva?
—¿Eh? Un vaso de agua por favor.
—¿Un vaso de agua? —Él suelta una sonora carcajada y voltea a verme un poco divertido—. Chico, aquí tengo cualquier bebida con alcohol que puedas imaginar y tú me pides un vaso de agua.
—No suelo beber muy seguido... —Es una gran mentira, porque no he probado el alcohol en mi vida.
—Tu expresión me dice que me estás mintiendo. —Saca un vaso y sirve agua en él—. Aunque mi deber es atender a chicos guapos como tú.
—Gracias —digo dándome vuelta.
Tomo el vaso y bebo un poco de agua, el chico se va y sigue con su trabajo. Aprovecho un poco y lo observo, y debo decir que es muy guapo. La mitad de su cabello en negro y la otra mitad es blanco, es alto, tiene un muy buen cuerpo y creo que sus ojos son azules, pero debido a la oscuridad no puedo decirlo con certeza.
Él se acerca de nuevo a mí y me regala otra de sus sonrisas seductoras.
—¿Disfrutaste de la vista?
—No sé de qué hablas.
Sin previo aviso él se inclina en mi dirección, quedando a solo unos centímetros de mi rostro. Mi corazón comienza a acelerarse gracias a su cercanía. El exquisito olor de su perfume invade mi nariz y nubla mis sentidos, y al sentir su respiración cerca de mi oído se me eriza la piel.
—Me has estado viendo desde que me alejé. —Susurra seductoramente y se aleja—. Pero creo que no estás aquí para buscar a alguien con quien pasar la noche. Así que dime algo, ¿qué hace un chico sin experiencia en un bar gay? —pregunta burlón.
Salgo de mi trance y la vergüenza me invade de inmediato, bajo mi rostro para evitar ver al chico de frente.
¿Qué carajos estoy haciendo?
Tengo que buscar a Logan y ayudarlo, y yo estoy perdiendo el tiempo aquí.
—Disculpa —lo llamo.
—Dime fresita.
—Estoy buscando a alguien, pero no sé si este es lugar correcto. —Le muestro la pantalla de mi celular y él asiente.
—Sí fresita, estás en lugar correcto. Este es el nuevo bar gay de la cuidad, «Blue Bird». Abrimos hace menos de un mes, y como puedes ver —señala todo el bar donde se encuentran las personas bailando y bebiendo— es todo un éxito.
Entonces, si no estoy en el lugar equivocado... quiere decir que Logan sí entró a un bar gay. Esto debe ser una broma. ¿Anna y Logan se pusieron de acuerdo para esto?
«No, Anna realmente sonaba preocupada».
Bueno, ¿entonces dónde está ese idiota? No le he visto por ningún lado desde que entré aquí.
—Hey... —hago una mueca al no saber cómo llamarlo, y la verdad es que decir solo «chico» suena algo maleducado de mi parte.
—Me llamo Jonah, fresita.
—Yo soy Thomas... y Jonah, ¿de casualidad hoy no has visto a un chico castaño, de ojos verdes y que es un poco más bajo que tú...?
Enarco una ceja cuando veo su cara de confusión.
—Fresita, esto es un bar, veo a muchas personas en toda la noche, tendrás que ser un poco más específico si quieres encontrarlo.
—Claro. —Saco de nuevo mi celular y busco una foto de Logan, y justo encuentro una que me tomó Anna junto a él en la biblioteca, y luego se la muestro.
—Bueno bueno, ahora lo recuerdo, tu amigo se metió en una pela hace un rato. Por lo borracho que estaba tuvimos que llevarlo al cuarto del personal.
—¿Puedes llevarme con él?
—Claro, solo sígueme fresita.
Jonah le da unas indicaciones a sus compañeros y luego sale de la barra y toma mi mano sin preguntar, antes de guiarme entre la avalancha de personas. Esquivamos a la multitud y después de unos minutos llegamos a un lugar donde la música casi no nos alcanza. Jonah abre la puerta, dejándome ver a Logan en el suelo junto con otro chico que está curando sus heridas.
Jonah comienza a hablar pero yo no le presto nada de atención, mi cuerpo se mueve solo y cuando me doy cuenta ya me encuentro al lado de Logan. Observo a detalle sus golpes, sus nudillos están completamente rojos y sangrando, su labio superior está partido, tiene la marca de un golpe en el pómulo y otro en el ojo, y este último está empezando a ponerse morado.
Su cabello está desordenado y el olor del alcohol mezclado con el del cigarro emanan de él, haciéndolo un poco difícil de soportar. Sus ojos están cerrados, y su respiración pesada me hace saber que está durmiendo.
—Aún falta que curen sus nudillos, cuando terminen podrán irse —habla Jonah
—Logan, ¿puedes levantarte? —Lo sacudo un poco y logro despertarlo.
—¿Quién eres? —balbucea.
—Soy Thomas. Vine aquí para llevarte a casa.
—¡Capusssha! Que bueno que estás aquí amigo. —Logan se lanza sobre mí y me abraza, tomándome por sorpresa.
—Lo... Logan, ¿que estás haciendo?
—La verdad es que no lo sé.
—Bueno, quédate aquí, yo iré a hablar con un amigo y luego nos iremos. —Trato de levantarme, pero Logan se aferra a mí como si su vida dependiera de ello.
—No te vayas por favor —me pide—. No me dejes solo.
Le doy una mirada a Jonah y él entiende de inmediato, luego toma el botiquín y se agacha para poder curar los nudillos de Logan.
Yo simplemente me quedo ahí, al lado de un Logan asustado. Él se aferra con mucha más fuerza a mí y termina acomodándose en mi pecho, yo lo abrazo y por instinto comienzo a acariciar su cabello. Ese acto logra tranquilizarlo y un poco de tiempo después se queda dormido otra vez.
—No tienes que preocuparte castaño —susurro mientras continúo acariciando su cabello—. Me quedaré a tu lado todo el tiempo que necesites.
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