CAPITULO XII
A veces me preguntó ¿El mundo tiene algún problema conmigo? O ¿Me odia tanto que le gusta verme sufrir? Esas son siempre mis preguntas, a las cuales nunca he tenido respuesta. Pero si llego a la conclusión que el mundo tiene un problema conmigo, pues hoy apenas siendo las ocho de la mañana, llegando a mi universidad.
Lo primero que me recibe, es el ser más despreciable—ademas de imbécil—llamado Zed, en la entrada. Detengo mi caminar enseguida y Bruce hace lo mismo, al ver quién está esperándome.
Me siento confundido por tal acción de su parte, después...de lo que pasó, solo ví a Zed tres veces y luego mis recuerdos fueron regresando, lo que significaba que recordaba su traición, lo enfrente y gracias a algunos roces entre nosotros decidido cambiar de Universidad, después de eso no habia venido aquí. Alguna veces tenia la suerte de cruzarmelo en la calle, pero nunca hacíamos—al menos por mi parte—de hablarnos.
Siento la mirada de Bruce sobre mi y su preocupación es evidente.
—Vamos—le digo, después de un rato—Si no entramos llegaremos tarde a clase.
—Podemos esperar a que el se vaya.
—Vamos—repito firme—Te aseguro que no está ahí por nosotros.
—¿Estás... seguro?
Asiento.
Comenzamos a avanzar de nuevo, cunado llegamos a la entrada, ignore por completo su maldita presencia, aunque pude sentir su mirada atravesandome la nuca.
—Ves, te dije que el asunto no era con nosotros.
Bruce observa detrás de nosotros y puedo escuchar como un jadeo abandona su boca.
—Thomy, no está siguiendo.
Para en seco de nuevo y paso mis manos por mi cara, una clara señal desesperación.
—¿Es en serio?
—¡Muy enserio!
Grite frustrado, dándome vuelta para poder encarar a Zed, el cula estaba a unos pasos alejados de mi. Podía notar si nerviosismo, pero para mí era totalmente irrelevante.
—¿Que quieres?
Le pregunté sin rodeos, cuánto más rápido se terminará este agradable encuentro entre los dos las cosas serían mucho mejor.
—¿Cómo estás?
—Del carajo—conteste tajante—Al grano Zed, dime porque viniste aquí y lárgate.
—Yo...¿Tienes tiempo libre está semana? Quiero...
—No—Conteste enseguida—Ya que aclare tus dudas, ya puedes irte de aquí.
—Al menos podrías ser más amable.
—¿Amable? Tu no te mereces mi un poco de amabilidad de mi parte.
—¿Podrías intentarlo no?—cuestiona—Por los viejos tiempos.
Enarco una ceja y me cruzo de brazos, comenzando a perder la poca paciencia que he reunido.
—¡Claro que puedo hacerlo zedcito!—le doy mi sonrisa más falsa—¿Quieres que recuerde antes o después de tu tración?
Eso pareció enfadarlo, observe como sus manos se volvían puños y su ceño se fruncia. Estaba a punto de explotar, lo conocía suficiente—para mi desgracia—como saber que era lo próximo que haría.
—¡Ya su peralo!—grito, llamando la atención de algunas personas que pasaban a nuestro alrededor.
Y solo por eso, en lugar de gritarle de regreso o talvez rebajarme a su nivel, lo único que hago es reírme. Restándole tanta importancia como sea posible a esta absurda situación.
Termino con la distancia que nos separa a Zed y a mi, acercó mi rostro y me encargo de que solo el escuché las palabras que estoy apunto de decirle.
—Escuchame estúpido—susurro—Confie en ti y te conté mis problemas, sabías lo sólido que estaba y ¿Que hiciste? Tratar de tener sexo conmigo solo para alimentar tu maldito orgullo. ¿Cómo terminaron las cosas?
—¡No estamos...!
Le doy una mirada de muerte y el vuelve a callarse.
—¿Cómo terminaron?—vuelvo a preguntarle.
Zed se queda callado, busco su mirada pero el la aparta como el cobarde que es.
—Conmigo en coma por seis meses y amnesia—le recuerdo—Sin hablar de los dolores insoportables de cabeza y el aún después de tanto tiempo hay cosas que no recuerdo, además de los medicamentos que tengo que tomar para evitar el dolo. Si estuvieras en mi lugar ¿Me perdonarías?
No hay respuesta.
¿Y me sorprendo?
Para nada.
Zed es así, siempre lo ha Sido, tartar de solucionar las cosas conmigo solo es una fachada para poder sentirse bien consigo mismo. Porque¿Por mí? Yo le importo un carajo, lo único que quiere es poder dormir sin la culpa carcomiendo su alma. Y ese gusto no se lo daré nunca, si yo sufro el también.
«Un poco cruel ¿No?»
No me importa.
Muchas veces he sigo amable, tolerante y confiable para las otras personas¿Y que he ganado de ello? Solo su egoísmo, sus insultos y traiciones. De nada me sirvió pensar en ellos primero, si al final me pagaron tan mal. No volveré a darle aquella confianza a nadie, ni siquiera mi corazón....
Aunque durante años, creo que ni siquiera tengo un corazón ya, está demasiado roto y lastimado para poder llamarlo así.
—Como nuestro bonito encuentro termino—ironizo—Es mejor que te vayas. Adiós zedcito y nunca regreses por aquí.
Le doy la espalda y Bruce que hasta ahora se mantuvo callado—pero listo para intervenir...en cualquier caso—se queda solo unos segundos son Zed y le dice algo inaudible para mí, y unos momentos después está de nuevo a mi lado.
—Thomy.
—No empieces con tus sermones...por favor. Estoy muy molesto y no quiero pagar eso contigo.
Bruce no dice nada más y solo me regala una de sus sonrisas. Dándome a entender que respetará lo que le dije, y es por ellos que Bruce es uno de mis buenos amigos, entiende la situación y nunca me ha presionado para hablar, aunque a veces se comporte como si fuera mi madre...
Pero lo quiero.
Aunque nunca selo diga.
(...)
Las clases de la universidad pasaron para mí gusto muy rápido—demasiado rápido—ahora con Bruce estábamos en la cafetería y no nos quedaba más opción que comer aquí ¿Y porque? Ahora se los digo, Uno: Porque no teniamos ánimos de salir y Dos: Como cosa rara en Londres ¡Estaba lloviendo!
A decir verdad ninguno quería arriesgarse a mojarse aunque teníamos el auto afuera, preferíamos quedarnos en la cafetería, calientitos y dónde estaba dando chocolate caliente, para mí con solo saber que habría chocolate de por medio al quedarnos ya era una victoria.
—Aparta una mesa—le digo a Bruce—Parece que no somos los únicos que pensamos en quedarnos.
Le señalo a las personas que están comenzando a entrar y es un poco extraños ver a tanta gente, lo normal sería que casi todos los estudiantes se vayan a otros lugares a comer ya que...vamos ¿Quien hoy en día no tiene un auto? Y los que tiene le piden a sus amigos que los lleven.
—Okey...¿Las más alejada de las personas?—pregunta.
—Si, lo más alejada que se pueda. ¿Que quieres que te lleve?
—Papas fritas y una hamburguesa.
—¿Otra vez?—pregunto divertido—A este paso Janet se dará cuenta que no sigues tu dieta.
—Perdon por no llevar una vida saludable como otros.
—¿Vida saludable? Yo no soy saludable lo que pasa es que me esfuerzo un poco más que tú en el gimnasio.
—Presumido—masculla Bruce para luego irse de mi lado.
Niego con una sonrisa.
Hago la fila para poder comprar nuestra comida, unos minutos que se sintieron eternos por fin era mi turno y pedí nuestra comida. La tome y cuando estaba a darme vuelta y ir con mi amigo, alguien se atravesó en mi camino.
Estaba a punto de maldecirlos con todas las palabras que me cruzaron en la cabeza en auqel momento, pero me detuvo al ver aquellas gafas de montura negra y los ojos verdes que estaban ocultas detrás de ellos.
—¿Logan?
—S-si lo siento por asustarte así.
—No te preocupes...Como que esto de encontrarnos así es muy frecuente ¿No?
—Si, pero a diferencia de las otras veces, ahora necesito hablar contigo.
La seriedad en su rostro...No me gustó para nada.
—Okey...Solo dejaré esto con Bruce y hablaré contigo.
El asiento.
Fui hasta donde estaba Bruce y le expliqué lo más rápido que pude la situación con Logan, el me vio con una sonrisa pícara en el rostro y lo ignore. Seguro se estaba imaginando cosas que no eran, además la seriedad de Logan me dejaba claro que era un tema bastante serio.
Regrese con Logan y me condujo hacia uno de los pasillos de la universidad que por ahora estaban vacíos.
—Entonces Logan ¿De que quieres hablar?
—Mira se que esto sonara extraño, ya que nos conocemos hace como cuatro meses...
—Aja...
—Pero me di cuenta que eres un chico increíble, honesto, directo y amable. Entonces yo queria saber si tú...
—¿Si yo qué?—le pregunté un tanto nervioso.
Sus palabras me estaban enviando una clara señal de lo que estaba a punto de pedirme y es que Logan es un chico tierno, pero lo podría salir con el, yo no soy un buen partido y no quiero ataduras.
Sera una pena que tenga que rechazar...
—¡¿Quieres ser mi amigo?!
Baje de mi nube de pensamientos y lo observé confundido¿Su amigo? Para eso me había llamado hasta aquí, para pedirme ¿Eso? Y yo que estaba pensando otra cosas.
«Muy arrogante de parte n¿No?»
Ignorando mis propios pensamientos, comencé a reírme y Logan solo observa rojo de la vergüenza. Osea no me estaba riendo de el, si no de mi, la risa era más que todo para ocultar la vergüenza que yo sentía por creerme tan especial.
—Esta bien—le dije al final.
—¿Si?—Logan me observo con sus ojos llenos de alegría—¿Quieres se mi amigo?
—Si, castaño, estoy aceptando ser tu amigo.
Talvez fue por la emoción, pero Logan se lanzó había mi y me envolvió en un abrazo. Que no duró mucho...pero que hizo algo que no me gustó nada a mi corazón.
—¡Muchas gracias Thomas!—me dijo con una sonrisa—Eso era todo, así que me voy.
—¿No comerás con nosotros?
—Justo ahora tengo una pequeña reunión, pero si mañana ustedes me lo permiten quiero salir con ustedes.
—Claro, no te preocupes.
Me dió otro pequeño abrazo y salió corriendo dando saltitos a saber dónde y ni pude evitar reírme.
¿En qué acaba de meterme?
______________________
Hola! Aquí nuevo capítulo y espero les guste.
¿Que creen que pasara de ahora en adelante?
Además como les comenté antes, quiero sacar otra de mis obras para ustedes, pero no sé cuál, con el tiempo que tengo ahora me animo a sacar al menos tres al mismo tiempo.
Y ustedes decidían cuál les llama más la atención solo por su título:
Mrs James
Amor en el tiempo
Sueños Rotos.
Mi pequeño zafiro
Amigos No Por Favor
Mi Maldita Rosa
¡Espero que participen y me digan cuál les llama más la atención y lo publicaré!
Abrazos
Atte 🖤 FerLemuz 🖤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro