Estacionó mi auto y le digo a Logan que se prepare antes de bajar y correr debajo de la inmensa lluvia que Londres decidió mandarnos, entramos al local y el calor que hay dentro me envía un gran alivio ya que aunque quisimos evitarlo, las lluvia nos alcanzó lo suficiente empapandonos a ambos.

El lugar está lleno a pesar de la lluvia y el ambiente familiar, lo hace como siempre acogedor para mí, este lugar siempre me transmite paz, no importa las veces que venga el sentimiento siempre es el mismo.

—Marco's—Lee Logan en voz alta el cartel que está frente a nosotros.

—¡Bienvenido a mi cafetería favorita!

Logan se pasea sus ojos por todo el lugar, no puedo deducir si le gusta o no, pero por la sonrisa que tienen y el brillo en sus ojos, me hago una idea de lo que pasa por su mente.

—Este lugar es maravilloso—masculla, sin dejar de observar la cafetería.

—Lo sé, es una de las mejores cafeterías de la ciudad.

Avanzamos hacia una de las mesas—que por suerte—estan vacías y nos sentamos, Logan sigue sorprendido y no lo culpo, y como dije la decoración es sutil y elegante, pero el porque me encanta el lugar es porque hacen honor a los mejores pintores del mundo, además que tienen postes con nombres de algunas de sus obras importantes. Hay un lugar especial de lectura y hay una zona donde puedes observar la creación y decoración de los mismos postres.

La primera vez que entra aquí, lo primero que pensé fue que había muchas personas para mí gusto y que seguramente ninguna persona aquí sabría sobre aquellos pintores que exponían en su muros y solo ganaban clientes por hacerles creer que así era, pero me equivoqué. Todos los chicos que trabajan aquí son tan apisonados al arte que era un pecado el que no supieran sobre ellos. Y en algún momento no importo toda las personas que habían, me importo más la paz y la seguridad que me transmitía el lugar, se volvió mi lugar seguro.

—Al parecer te gustó—digo con burla.

Al ver que no puede dejar de ver los pequeños retratos con información en la pared.

—Es magnético, quiero dejar de verlo, pero si volteo aparece otra cosa frente a mi y llama mi atención.

—Creo que entiendo lo quieres decir.

El me sonríe.

—¿Con que tú lugar especial? ¿Eh?

—Si—me encojo de hombros—Lo ha Sido desde hace cinco años.

—¿Como lo descubriste?

Mis recuerdos vagan a cinco años atrás, dónde me sentía perdido y ya no sabía cómo sentirme conmigo mismo, las emociones mezcladas con la furia, también las malas decisiones que estaban apunto de tomar.
Me obligó a bloquear esos recuerdos y concentrarme en el chico frente a mi.

—Es no importa—evado el tema—¿Que quieres ordenar?

—Un...¿Davinchino?—dice no muy seguro

—Oye, se que el nombre es una mierda, pero el café es muy bueno.

El ríe con mi comentario y sigue viendo el menú.

—Entonces una de esas cosas y una rodaja de pastel chocolate.

Asiento y me levanto de mi asiento, llendo directo al mostrador. Los chicos al verme me atienden de inmediato, soy un cliente regular entonces tenía ciertos privilegios. Pido el café y el pastel de Logan y una porción de pay de limón para mí, me lo entregan y lo pago. Tomo las cosas y voy hacía nuestra mesa, observo como Logan habla por teléfono y tiene el ceño fruncido y cuelga de la mala manera, estaba a punto de preguntarle que era lo que le pasaba. Pero fui acallado cuando sentí alguien golpeándome por detrás, haciendo que tirará todas las cosas al suelo.

Logan se levantó de inmediato para ayudarme, pero yo estaba furioso, los idiotas se estaban riendo ni siquiera se habían dignado a pedirme una simple disculpa.

Me volteo furiosos hacia ellos y no contuve para nada mi furia.

—¡Tengan más cuidado imbéciles—les grite al grupo de chicos.

Ellos de inmediato dejaron de reír y me dieron una mirada que no me gustó nada, eran esas miradas que te decían todos en solo segundo, ellos se creían superiores a mi y eso no me gusta para nada.

—Tranquilo amigo no fue para tanto.

—Si, lo fue. Hicieron que tirara toda mi comida y no tuvieron ni siquiera la delicadeza de disculparse.

—Estábamos jugando y no te vimos ¿Okey?—uno de ellos se acercó a mi y trato de tocarme pero me aparté—Dejemos las cosas como están.

—No hasta que no te disculpes.

—No haré eso.

—Disculpate ahora mismo.

—No lo haré imbécil.

—Thomas...ya déjalo por favor—mascullo Logan, pero lo ignore.

—¡Discúlpate!—le exigí.

—¡Vete a la mierda!

Esos fue lo que colmo mi paciencia, tome al chico de la camisa y cuando estaba por darle el primer golpe alguien me detuvo.

—Bueno creo que el show termino aquí.

Me quedé de piedra al escuchar su voz y me maldije al saber que aún afectaba, aún si poder creerlo voltee de reojo y mi corazón se detuvo al ver esa mata revuelta que lo caracterizaba y esos ojos cafés que me atormentaron por tanto tiempo. Nuestros ojos se conectaron y no supe muy bien quien fue el que se aparto primero su el o yo, pero ahora estábamos frente a frente y el silencio reinaba entre los dos.

—Thomas—odie la pronunciación de mi nombre en sus labios—Llevaba tiempo sin verte.

—Y estaba tan feliz por eso Zed, no o ver tu cara de idiota me alegraba un poco los días.

—Aun sigues odiadome.

—Seria raro que no lo hiciera.

—¿Lo conoces Zed?—le pregunto el chico que estaba a punto de golpear.

—Si, es un viejo amigo...

—Tu y yo nunca fuimos amigos.

—Es cierto.

Nos quedamos callados yo por mi parte no tenía nada que decirle, se supone que todo había quedado claro entre nosotros, pero el siempre hacia esto...intentar actuar como si no hubiera jugado con el pobre corazón de un chico y hacerlo sufrir aún más con su tración. Por eso mismo me afectaba, el me recordaba tanto a mi yo de antes y como había caídos de nuevo el trampa de alguien, lo odiaba por el hecho de recordarme aún más mi pasado y que el fuera uno de los detonantes de mi accidente.

—Tu cabello...está aún más largo que antes—Zed intento tocarme, pero aparte su mano de un bofetón.

—No me toques—le advertí.

—Lo siento—se disculpo—¿Cómo sigues con la cabeza? ¿Los dolores aún siguen?

Ante sus palabras mi ojos fueron directos a Logan quien nos observaba en silencio. No quería que el se entera de los dolores de cabeza o las jaquecas, tendría que contarle lo del accidente y eso cambiaría la manera en la que el me vería y por alguna razón no quería eso. Podía soportar las miradas de lastima de cualquier persona menos de el, pero aún no sabía el porque de ello ¿Que tenía el de especial? No lo sabía, pero algo lo hacía diferente a mis ojos.

—Este no es un lugar donde tengas que mencionar eso Zed.

—¡Lo siento! Solo me preocupo por ti.

—¿Y me lo dices tu? Te recuerdo que por tu culpa empezó esto.

—Y ya me he disculpado por ello ¿Que eso no te basta?

—¡No!—grite agitado—Me jodiste más de lo que se estaba y tienes el descaro de pensar que con un "Lo siento" todo se resolverá.

Tomo a Logan de la mano y comienzo a caminar, pero me detengo justo a lado de Zed.

—Eres y serás un puto cobarde siempre—susurro.

Salgo del local y por suerte la lluvia a parado un lo suficiente como para poder llegará mi auto sin problemas, ambos subimos y el viaje se resume en un incómodo silencio que ninguno se atreve a romper, dejo a Logan en la dirección que me da , ninguno de los dice nada aún, y sin saber muy bien porque yo soy el primero en hablar.

—Olvida lo que pasó en el café—murmuro—No le pongas atención a lo que el dijo.

—No tienes porqué preocuparte, no lo haré, se ve ambos tienen historia y yo solo soy un chico que acaba de llegar a tu vida, yo no importo.

—¡Si me impor...—me detengo al analizar la palabras que estaba a punto de decir—No digas eso, no es bueno menospreciarte así.

—Es la verdad, no tengo el derecho de indagar en tu vida cuando prácticamente soy un desconocido.

—Logan...

—No digas nada no necesitas hacerlo—el baja del auto—Nos vemos otro día Thomas.

El se va alejando poco a poco y no se porque mi pecho duele, el sentimiento abandono que siento me confunde y me molesta a la vez. Como si ya lo hubiera vivido antes.

—¡Logan!—lo llamo.

El voltea a verme y no se que decirle.

«Me quedaré a tu lado hasta que mi corazón no pueda más, y justo ahora, mi corazón está tan roto que no creo que pueda volver a unir sus piezas.»

Esas palabras atacan mi cabeza y me llevo las manos por el dolor provocado. ¿A quien le dije eso? ¿Y porque lo recuerdo justo ahora?

Logan aún sigue esperando una respuesta de mi parte y al final me limito a despedirme desde lejos a lo que el corresponde. Arranco mi auto y me adentro a la carretera en dirección a mi departamento. Aquellas palabras siguen resonando en los más profundo de mi ser y no entiendo el porqué.

Todo estaba siendo muy confuso para mí.

Y talvez estás erna señal de que algo malo estaba por llegar ami vida y arrazaria conmigo.