22. Volver a vivir.
Jeremy miró la pieza de su madre y puso su dedo índice en su labio inferior, como si lo viera por primera vez y tratara de saber qué es lo que la pintura quería decir. Él ya lo sabía. Mostraba la falsedad y al mismo tiempo la felicidad verdadera de su familia. Conocía tan bien a su madre, que sabía cuales habrían sido sus intenciones si ella estuviera viva. Se hubiera separado y se hubiera ido con sus hijos lejos, a vivir en una playa, donde pudieran ir al mar todas las mañanas. Donde tuvieran escuelas y universidades relativamente cerca. Jeremy sabía- siempre supo- qué cosas cruzaban por la cabeza de su madre. Eran tan parecidos en muchas cosas que a veces asustaba.
Jeremy sonrió. Agarró una tela y cubrió el cuadro. Había estado ahí abajo con la esperanza de ir con Halley, pero sabía lo que había pasado ayer, y quería darle su espacio. No es que ahora eran novios o algo así, o eso es lo que Jeremy se trataba de decir. Todavía las cosas estaban algo jodidas, y Jeremy sabía que no podía seguir viviendo en un mundo de fantasía cuando la verdad estaba a la vuelta de la esquina. Literalmente.
Al darse vuelta vio a una Halley con ojeras y el pelo atado en un moño desprolijo. Llevaba unos leggins y botas, junto con un buzo largo de color gris. Jeremy la escaneó y cuando llegó a sus ojos, le sorprendió el color que habían tomado.
-Tú lo sabias.
Eso fue lo primero que salió de la boca de Halley. Jeremy no sabía si sería buena idea contestar. Tal vez, pensó, se enojará tanto que no querrá verme.
-Sí, lo sabía.
-Trent me dijo que...-miró sus manos entrelazadas y suspiró-que él no necesitó decirte nada, tú lo pudiste deducir solo.
Halley miró a Jeremy como si le doliera hacerlo.
-Supongo que lo conozco demasiado, o conozco demasiado a la muerte como para saber cuándo llega.
Halley rodeó los ojos.
-No me vengas con eso, no conmigo. Sabes muy bien que no eres una especie de héroe o dios como para poder saber esas cosas.
Jeremy no sabía a donde quería llegar Halley, pero le siguió la corriente.
-No hago nada contigo Halley, te digo la verdad.
-No, malditamente no. Eso es lo menos que haces Jer.-Halley se acercó y movió su mirada por todo el sótano, buscando palabras.-Quiero que lo aceptes.
Jeremy frunció el ceño y sonrió de costado.
-¿Qué quieres que acepte?
Halley se quedó callada, solo lo miraba, lo miraba como si él supiera responderse solo. Pero Jeremy no lo veía así.
-Dime, ¡Dime! ¡Dime que quieres que acepte!
Jeremy se acercó a ella y gritó. Pero Halley hizo algo que nunca había hecho. Lo enfrentó.
-¡Quiero que aceptes que lo quieres, que le tomaste el suficiente cariño como para revisar su expediente y saber que pronto se iría! ¡Quiero que aceptes que después de todos estos meses conociéndonos, aprendiste a tomarme cariño, que me quieres! ¡Qué te preocupas por otras personas, y que tienes tanta ira que no puedes aceptar que ya estás listo para irte de este lugar, porque sabes lo que te espera afuera, y prefieres escaparte antes que aceptarlo!
Halley tomó aire y tragó saliva.
-Quiero... quiero que aceptes que no puedes enfrentar que...
Jeremy se tensó, sentía su corazón ir a un ritmo anormal, sentía como sus manos cosquillaban y que un nudo comenzaba a formarse en su garganta. Miraba a Halley y no podía no quererla como lo había hecho todo el tiempo.
-¿Quieres que te diga que Trent ha sido como el hermano que nunca tuve? ¿Quieres que te diga que siento un... taladro en mi pecho, que no puedo ni mirarlo? ¿Quieres que acepte que en este tiempo he estado estrujándome la cabeza tratando de sacarme tu sonrisa, tus formas de ser, tu voz, todo tú, solo para que el irme no sea tan difícil? ¿Quieres que te diga cuanto te he amado todos estos meses?-su voz empezó a desquebrajarse y estaba tan cerca de ella que su voz se fue calmando y suavizando-¿Quieres que te diga que no puedo enfrentar la idea de no verte fuera de aquí porque he encontrado mi razón?
Halley no quitó sus ojos de él, sus respiraciones eran una sola, los dos agitados y queriendo gritarse y besarse al mismo tiempo.
Jeremy empezó a levantar una mano lentamente hasta tocar la mejilla fría de Halley. Ella tomó un poco de aire y lo expulsó entrecortadamente.
-Me quería morir porque sin mi madre no tenía un propósito, no tenía un por qué. Pero... desde que llegué aquí, eso fue cambiando. Sin darme cuenta dejé de pensar en la muerte, y empecé a ver un futuro, en cómo seríamos cuando envejeciéramos, como sería nuestra casa...
Halley rió y mordió su labio, mientras apoyaba su frente con la de Jeremy.
-Te tengo a ti.
Halley lo miró y las palabras se habían ido, no había nada más que decir, no había nada más que los dos querían decir. Jeremy cortó con los últimos centímetros que los unían y no había nada más que los dos hubiesen querido más que quedarse ahí.
El sol de la mañana del día jueves entró por la ventana de Halley logrando despertarla. Una sonrisa inmediata apareció en su rostro. Hace unos días atrás Jeremy se había abierto con ella completamente, Trent estaba pasando sus días lo mejor que podía, y se veían todos los días. Halley comprendió que si él estaba bien ella también lo estaría.
Para Liberty, en cambio, le costaba más. No sonreía como antes desde el día en que Trent habló con ella. Trataba de llevarlo como todos lo estaban haciendo, pero para ella eso era una mentira. Todos estaban sufriendo tanto como Trent, solo que ella era la única que lo expresaba, porque ninguno tendría que sentirse obligado a mostrarse de una forma que no siente; y eso Liberty lo tenía claro.
Halley la vio con sus auriculares mirando al techo. Por lo que le había contado, sus análisis salieron bien, y no tendrían que hacerle ninguna otra operación. Halley se sentó en su cama y mordió su labio inferior no sabiendo que hacer. ¿Hablarle? ¿Hacerla reír? Ni si quiera la molesta ironía y el sarcasmo de Jeremy pudo hacerla reír. Antes de que Halley pudiera abrir la boca Gissel apareció en la puerta con el desayuno.
-¡Buenos días!
Gissel traía bandejas, pero cuando Liberty la vio entrar le dio la espalda.
-¿Todavía no habla?
Halley se levantó y agarró la bandeja de comida.
-No, solo habla con Trent.
Volvió a sentarse y empezó a comer su yogurt.
-Le dejaré el desayuno en su mesa. Necesito que coma, así que si puedes hablar...
-Lo haré, quédate tranquila.
Gissel miró a Halley y sonrió. Le sorprendía cuanto había crecido, y no lo decía físicamente, sino que ya no era tanto esa chica tímida, o tal vez nunca lo había sido.
-Tal vez... quieras ir a ver a cierta persona antes que tu padre llegue.
Gissel le guiñó un ojo y se fue.
Jeremy no había podido conciliar el sueño, había estado mirando el techo de su habitación pensando en las cosas que había dicho a Halley hace unos días.
Se levantó de su cama y fue al baño a mojarse la cara. Tomó unos pantalones de chándal blancos y una remera de mangas largas blanca, la misma que había llevado la primera vez que conoció a Halley.
Jeremy sonrió y negó con la cabeza, al verse en el espejo con una gran sonrisa. Estoy jodido, pensó.
-Veo que estás bastante calmado.
La voz de Trent resonó en el cuarto. Jeremy se dio la vuelta y su bilis subió al verlo. Estaba más pálido de lo normal, sus ojeras cubrían gran parte de su cara, su voz era entrecortada y ya no tenía esa chispa que Jeremy amaba tanto.
-¿Qué haces aquí? Tienes que estar recostado.
Jeremy se acercó y lo ayudó a moverse hasta su cama.
-Wow, así que después de todo hay un corazón...debajo de todo eso.
Jeremy sonrió.
-¿Quieres decir debajo de toda la perfección?
-Ya quisieras ricitos.
Jeremy se sentó en un sillón y lo miró. No sabía cómo Halley había podido averiguar que él había estado revisando el expediente de Trent. En parte era verdad que Jeremy se había enterado de su situación por eso, pero por otra parte lo sintió. Sintió que Trent no estaba bien, había faltado a ensayos, caminaba menos, dormía más. Síntomas que no eran buenas señales en un hospital.
-No necesito que me mires como nunca lo has hecho.
La voz de Trent lo sacó de sus pensamientos.
-¿A qué te refieres?
-Lo sabes, esa forma de... mirarme así... con pena.
Trent empezó a toser, pero pudo recuperarse.
-Nunca lo he hecho y nunca lo haré. No me das pena Trent, me das envidia.
-No empieces Jeremy. Pensé que habías dejado de pensar en eso, tienes toda una vida por delante que mataría por tener.
Jeremy rió, confundiendo más a Trent.
-No te envidio por eso, te envidio porque al fin te vas de este lugar. No estoy feliz ni nada de eso, rayos estoy enojado, estoy furioso-Jeremy paró de reír y puso sus manos en las piernas, tratando de calmarse-pero aun así, vas a ser libre. Vas a vivir por primera vez.
Trent lo miró y sonrió.
-Creo que estás más loco de lo que las personas creen que estás-Jeremy sonrió de costado-pero me agrada lo que dijiste Ricitos. Lo entiendo.
Jeremy rió.
-Entonces tú estás más jodido que yo amigo.
Trent asintió y posó su mirada en un punto detrás de Jeremy.
-Creo que me iré.-Dijo.
Trent empezó a toser mientras se paraba.
-No creo que-
Jeremy comenzó a hablar, para ayudarlo.
-Déjame puedo solo, enserio. Tienes visitas.
Halley se paró en la puerta del dormitorio de Jeremy y un pinchazo se instaló en su pecho al ver a Trent. Su postura significaba que ya no podía mantenerse demasiado tiempo parado.
-Trent, lo siento nene, pero es necesario que te sientes.
Halley se volteó algo asustada por la voz de Bonita. Llevaba una silla de ruedas y lo miraba sonriendo.
-Lo único que pedí es...-respiró hondo mientras sus puños se volvían fuertes a su tanque de oxígeno-es no usar silla de ruedas. Y no lo ha-ré.
Jeremy miró a Halley y trató de soportar el dolor que veía en sus ojos. Lo único que le dolía y molestaba más que ver a Trent moribundo, eran que los demás lo miren con dolor. Pero no estaba enojado con Halley, ya había cedido ante ella hace mucho. Así que hizo lo primero que se le ocurrió para que Trent no se pusiera nervioso.
-Bien-dijo Jeremy-yo la tomaré.
Caminó hasta bonita y se sentó ruidosamente en la silla. Y sonrió
-Sabes... -dijo mirando a Halley-siempre quise tener una de estas. Es para cuando te sientes cansado, pero quieres divertirte al mismo tiempo.
Halley vio a Jeremy con amor. Parecía un nene jugando con las ruedas de la silla, y su sonrisa no mostraba cuan desconfiado estaba de que Trent se vaya y no lo escuche. Así que Halley miró a Bonita, y ella comprendió inmediatamente.
Cuando Bonita volvió con dos sillas más, Halley se dejó caer en una y sonrió.
-Ricitos tiene razón-rió Halley-puede ser algo divertido.
Trent revoleó los ojos y solamente se escuchaba su respiración entrecortada, su mirada no salía de sus amigos. Hasta que una sonrisa empezó a tirar de sus labios.
-Diablos, ustedes son los peores.
Trent empezó a caminar hasta sentarse en la silla sobrante. Bonita modulo un "gracias" y empezó a dar la vuelta con Trent.
-¡Espera! Ellos tienen que venir también.
Jeremy miro a Halley y empezó a moverse. Provocándola y moviendo sus cejas repetidamente.
-No vas a querer competir conmigo nena.
Halley rió.
-Primero las damas-levantó una mano y le cedió el paso a Jeremy.
Trent sonreía y veía como Halley y Jeremy se posicionaban para la "carrera".
-Creo que va a hacer más difícil de lo que pensé.
Bonita miró a Trent y siguió a Jeremy y Halley que chocaron con una columna antes de doblar para ir al ascensor.
Trent suspiró y siguió viendo las ruedas de las sillas parar delante del ascensor antes de cerrar los ojos.
Gracias por los votos y comentarios, se los agradezco mucho <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro