20. Si ese chico no fuera Jeremy.
Bonita miraba la escena con los dulces cayéndole de la boca, y los papeles que había dejado caer en el piso. Sentía como los ojos se le iban a salir de lugar, si habría aún más sus ojos.
Jeremy había cogido la cabeza de Halley y la había acercado tanto que hubo momentos en donde sus dientes chocaron, los dos trataban de no separarse entre beso y beso, pero era imposible poder respirar. Así que solo se separaban unos centímetros y volvían a juntarse, se separaban y se juntaban, se separaban y se juntaban...
Patrick había bajado a llevarle unas carpetas a Bonita cuando la vio embobada viendo el ventanal de Jeremy, sonrió, y caminó hasta ella.
-Oye, te he traído...
Patrick vio que Bonita agitaba la cabeza y le ponía una mano en la boca para callarlo.
-Mira, hacia, ahí.
Bonita apuntó al cuarto de Jeremy, Patrick rodeo los ojos y miró sacando la mano de su boca. Al ver la situación, quiso pegar un grito, pero se lo tragó para poder seguir mirando. Ambos estaban tan felices y tan enojados, que no sabían que hacer. Patrick miró a Bonita y la obligó a que caminara hacia otro lado.
-No... no, espera.
-Si nos oyen o ven-susurró Patrick-dejaran de hacer la escena más tierna que he visto después del beso de The notebook, así que cállate y ven.
Bonita revoleó los ojos y siguió a Patrick, no sin antes mirar hacia atrás y sonreír.
Halley tomó la nuca de Jeremy, y trataba de que su corazón no latiese tan rápido. Su marcapasos la delataba, y no quería que nadie interrumpiera eso. Pero fue imposible, los besos de Jeremy eran tiernos y precisos, algo bruscos en momentos, pero creía que lo hacía porque lo quería hacer hace mucho.
Cuando se separaban él sonreía y tomaba su rostro para seguir besándola.
-Creo, que, mis, labios, se, entumecieron.
Dijo Halley entre beso y beso.
-Oh, los míos podrían seguir toda la noche.
Ambos rieron, y se dieron un último beso antes de separarse. Jeremy tiró hacia atrás su pelo, que se le había puesto hacia adelante, cuando reaccionó ante el beso de Halley. Imposible, fue la primera palabra que se le vino a la mente cuando Halley puso sus labios sobre los de él. Jeremy no estaba seguro si ella era la loca de la habitación.
Después de contarle la historia de un psicótico, pensó que saldría corriendo de la habitación, o se iría del hospital. ¿Quién querría estar cerca de un chico que tiene tales problemas? Bueno, ella. Pensó.
Jeremy paró y miró hacia la ventana de su habitación, frunció el ceño y sin decirle nada a Halley salió de la habitación.
Escondidos detrás del secreter estaban Bonita, Patrick, el doctor Swift, y Ninman, viendo la escena como si estuvieran en una película. Jeremy sonrió de costado y se acercó sigilosamente. Al ver que trataban de esconderse más, Jeremy apoyó los codos y miró hacia abajo.
-¿Buscan un arito de Linda?
Todos saltaron asustados. Patrick golpeó su cabeza contra el secreter pero se levantó, y sonrió.
-Hey Jer... ¿Qu-que haces?
Todos se fueron levantando despacio, el doctor Ninman agarró unos papeles que encontró ahí arriba y empezó a "leerlos".
-Mmm bueno, estaba, ya saben, "hablando" con Halley-hizo con sus manos las comillas- cuando veo a unos pervertidos mirando la escena. Pero vine a ver, por si Linda había perdido sus aritos, y estaban tratando de ayudarla... aunque ahora que lo veo y pienso, Linda no usa aritos.
Todos se miraron incómodos. Bonita carraspeó.
-Lo sentimos...
-Eran mis aritos.
Dijo Patrick rodando los ojos. Jeremy cubrió su boca con su mano derecha para evitar reírse.
-¿Ah sí?
-Si... ya sabes cómo me gustan la joyería, y todo eso...
Jeremy asintió y chasqueó la lengua.
-Está bien... voy a pretender que lo creo, y me voy a ir. Pero solo dejemos en claro, que esto, jamás, jamás, se los voy a dejar olvidar.
-Mierda...
Susurraron todos.
-¿Comida preferida?
-Comida china.
-Mmm... eres tan sofisticada.
Halley abrió su boca y golpeó a Jeremy en el brazo.
-Eso no es verdad, tú eres el que tiene un papi rico.
-Es verdad... lo es.
Jeremy sonrió descaradamente y tomó un sorbo de agua. Halley rodó los ojos, y le dio una mordida a su manzana.
-Tú comida favorita es...
-La sopa.
Halley abrió un poco los ojos y rió.
-En serio.
Jeremy sonrió.
-Es la verdad. La sopa me trae buenos recuerdos, y me inspira, o bueno, me inspiraba. Lo que quiero decir es que es rica en proteínas.
Halley rió, y negó con la cabeza.
-Eres raro.
-Eso espero.
Jeremy la miró y sonrió. Puso sus manos a cada lado y se inclinó hacia ella para darle un beso. No habían hablado mucho de lo que había pasado antes, solo se dejaron llevar, ambos estaban bien con eso.
-¿Tu papá va a venir mañana, cierto?
Jeremy dejó de lado su comida y miró como Halley terminaba la manzana. Ella asintió mientras terminaba de masticar.
-¿A dónde irán?
Halley achinó los ojos.
-No lo sé, dijo que iba a hacer sorpresa. La semana entrante me operan, y no creo que pueda salir por un tiempo.
Jeremy asintió y empezó a jugar con unos hilos que colgaban de su sweater. Eso era lo que él temía. Que Halley se recuperase. Si ella salía del hospital se olvidaría de él por completo, tal vez, para siempre.
-¿Qué sucede?
Halley se acercó más a él y lo miró. Desde hace mucho que no sentía esa felicidad y emoción dentro de su estómago. Esa descarga cuando veía alguien que le gustaba o se sentía nerviosa porque iba a ver un chico. Y no necesariamente porque era una cita, ya sea en el colegio o fuera. Pero con Jeremy era diferente. Esa descarga la había sentido desde el principio, pero no la había querido tener en cuenta. ¿Qué había cambiado desde entonces? Todo.
Jeremy sonrió.
-Nada, solo... estaba pensando.
-En...
-Ti.
Halley sonrió y se sentó cruzando las piernas.
-Creo que es mentira.
Jeremy abrió la boca y puo una mano en su corazón.
-¿Me estás llamando mentiroso?
Halley sonrió.
-Algo así...
Jeremy empezó a levantarse y poner su peso en sus manos, acercándose lentamente a Halley como un león se acerca a una gacela.
-Creo que no sabes lo jodido que puedo ser cuando alguien me llama mentiroso.
Dijo lentamente. Halley dejó de un lado la manzana y empezó a hacer lo mismo que Jeremy.
-Y tú no sabes lo jodida que puedo ser cuando alguien me miente.
Ambos rieron, pero Jeremy logró subirse encima de ella besarla. Halley esperaba algo como cosquillas, esa idea que inculcaron en su cabeza las películas románticas que veía con su madre cuando era más chica, esa idea de estar hablando con un amigo, y cuando las cosas se vuelven un poco serias, el chico se sube sobre ella y empieza a hacerla reír, hasta que sus narices quedan pegadas y solo sus alientos quedan unidos... Bueno, eso hubiera pasado si ese chico no hubiese sido Jeremy.
Hola les dejo otro capitulo de esta historia que falta muy poco por terminar! Espero que les siga gustando como a mí <3 Saludos, y no se olviden de dejar sus estrellitas y comentarios <3 <3
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