Por la mañana del lunes, Jul despertó a las seis, sintiéndose bastante adormilada. Se preparó como pudo y se obligó a desayunar. Mientras bostezaba y miraba un punto fijo de la desierta cocina, se dijo que era solo cuestión de volver a la costumbre. Si antes cuando iba al instituto lo hacía, ahora también podría. 

-Buenos días, cariño.-su madre se había despertado bastante temprano también. Aun llevaba puesto su camisón verde agua y su cabello se encontraba alborotado-Esta difícil esto de madrugar, ¿no?-la mujer se acercó hasta ella y le dejó un beso en la cabeza, para luego ir a por una taza de café.

-Intento ser positiva, pero creo que estoy dejando de amar tanto las mañanas.-murmuró, mientras comía una cucharada del cereal. Diane rió con su voz un poco más grave de lo normal.

-¿Mark viene hoy? ¿Crees que le gustará la pasta? Invítalo para que se quede a comer...-Juliette tragó la mezcla de leche azucarada con los copos de maíz, sin masticar, provocandole tos y que varios cereales volaran a la mesa. Bastante asqueroso.

-Oh, pensaba decirle de ir a otra parte. Quería mostrarle la cascada, ya sabes, quizás la tranquilidad nos ayude a "inspirarnos".-explicó, recalcando las comillas, mientras con una servilleta limpiaba la superficie afectada. Su madre asintió con rostro soñador.

-Ah, vaya. Recuerdo que allí fue nuestro primer beso con tu padre.-Juliette dejó de comer, por miedo a volver a escupir como recién. Ya no sabía con que podía salirse la mujer que tenía al lado-Claro que para ese entonces tendríamos dieciséis años. Con respecto a eso, querida...-la chica comenzó a levantarse lentamente, sabiendo que una charla incomoda se aproximaba-¿Quieres que hablemos de...-Jul levantó su dedo en el aire, intentando que se detuviera-...bueno, yo sé que ya estás grande, pero nunca tuviste un novio y...

-Mamá, no lo hagas, por favor.-rogó-Alégrate de que te exima de tus responsabilidades parentales. Ya sé todo lo que tengo que saber, cumpliré veinte en un mes.-la mujer asintió de forma veloz y suspiró, agradeciendo aquello. Jul comenzó a irse, mientras tomaba un pequeño morral que colgaba de la silla.-¡Mark no es mi novio!-exclamó, antes de cerrar la puerta.

Diane suspiró decepcionada. 

...

Hicieron tal y como habían planeado. A cada cliente que fue de compras ese día, le notificaron los nuevos cambios, diciéndoles que se pasara de boca en boca. La mayoría lo comprendió al instante, pero otros refunfuñaron un poco. Sin embargo, ellas no podían hacer más que eso. Además, sabían que no complacerían a todos.

Cuando se hicieron las cuatro, las dos amigas se encontraban suspirando. Estaban un poco más cansadas de lo normal, pero con una profunda satisfacción. Sabían que el trabajo no les quitaría las cosas más importantes de la vida, como el tiempo y la familia. 

El ambiente olía a desinfectante y lejía, así que se limitaron a salir afuera y sentarse un rato en los escalones de la entrada, mientras esperaban a los muchachos. El calor estaba soportable, pero mientras te mantuvieras a la sombra. Thania habló, después de un tranquilo silencio.

-Mañana se van a la ciudad, y vuelven por la noche. Nathan me dijo que Mark quiere visitar la tumba de su madre, llevarle flores y él desea acompañarlo.-la rubia sonrió de un momento al otro, volteando para ver a Juliette, que se encontraba decaída por el chico-Me contó que lo ve mejor. Dice que lo vio sonreír varias veces, mirando el celular, pero que después fingía que nada había pasado.-la castaña abrió un poco de más sus ojos por la sorpresa.

-¿No crees que pueda ser...-Thania la interrumpió al chasquear la lengua. Aveces ella se negaba a ver lo que era más que obvio.

-¿Lo has visto lo incomodo que estaba con la bruja número dos? Si poco más y se le aventaba encima. No seas ridícula. Además, no me hagas recordarte cuando se pusieron a coquetear frente a mí y yo estaba como un pingüino gordito e invisible que sobraba.-Juliette rió con una potente carcajada al escuchar esa comparación.

-Está bien, está bien, dejaremos eso para privado.-al instante se arrepintió de haber dicho eso, porque Thania la miró con ojos de sorpresa y se levantó, para comenzar a hacer un ridículo baile de victoria. Se movía de forma rara y Juliette quería meterse bajo tierra.

-¡Ya basta, rubia demente! Dios, que vergüenza.-la castaña ocultó su rostro en las rodillas y sintió morir cuando escuchó dos risas masculinas a la distancia. La otra se detuvo y corrió hacia su novio, que se acercaba tranquilamente caminando, con Mark a su lado.

-¿Estabas haciendo un baile de cortejo para Juliette?-preguntó Nathan, para luego recibir un leve golpe de cadera femenino. 

-No, solo estaba celebrando algo.-dijo, encogiéndose de hombros, mientras seguían caminando hasta donde estaba Jul todavía sentada.

Aquellos cuatro metros, los sintió eternos. Su estomago comenzó con esos aleteos y sus manos con el sudor frió. Se preguntó cuando dejaría de reaccionar así. Se obligó a enderezarse, fingiendo naturalidad, como si nada le estuviera sucediendo. Los chicos se saludaron y ya se encontraban yendo cada par a sus respectivos lugares. Bueno, Mark en realidad no sabía adonde se dirigían. Se limitó a incomodar a Jul con su mirada.

-Mira, imprimí las notas en esta hoja, así como la letra. No podía llevar mi laptop adonde vamos.-él frunció el ceño, pero ella miraba el suelo, mientras notaba como los dos pares de pies se habían sincronizado al caminar. 

-¿Y se puede saber dónde es?-le preguntó, con una sonrisa de lado, mientras acomodaba el estuche de su teclado en el otro hombro.

-Cuando lleguemos lo verás.-recordó lo que su madre le había contado y sacudió sus pensamientos. No tenía que pensar en nada relacionado porque sus manos se derretirían por completo.

El resto del camino, Mark le contó que al otro día se iría, y todo lo que le había contado Thania en el porche. Agregando las flores que a su madre le encantaban y dónde solía comprárselas su padre. También platicaron de temas más alegres, como que quizás su tía y primos se mudarían al pueblo y cuan adorable e inteligente era la pequeña Maddie. Cuando se quedaron en silencio, cambiaron al tema de las películas, y ya estaban en medio de muchos arboles.

-Espero que no me traigas aquí y me hagas algún hipnotismo como ayer...-él la miró divertido, pero ella sonrió, ocultando su rostro bajo el cabello. Su piel quemaba y sabía que de seguro ya se había sonrojado, por eso no pensaba mirarlo.

Para llegar al lugar elegido, había que subir una pequeña masa rocosa, en donde Mark cayó de bruces, y Juliette terminó descostillada de la risa. Se quejaba de que si sabía que irían a un lugar tan "salvaje" según había descrito, hubiera cambiado los jeans por algo más cómodo. Después de el pequeño incidente, solo había que seguir un pequeño sendero.

-Oigo agua...

Jul volteo a ver como su compañero la miraba emocionado, para luego correr, siguiendo el sonido. Ella, un poco acalorada a causa del sol picante, negó con la cabeza, mientras también trotaba siguiéndolo. Después de dos metros, el sonido ya era mucho más fuerte, y los oídos parecían relajarse con el contacto. Volvieron a subir otra pequeña colina, pintada con césped verde claro, y allí estaba. Una cascada cristalina, en donde el agua caía sin parar, sin llenar nunca el arroyo que corría por debajo, tranquilo y acariciando las rocas del fondo.

-Esta es la cascada del pueblo, le decimos "corbata", porque tiene esa forma al caer de esta montaña...-Jul lo observó, mientras explicaba algo que luego le pareció bastante obvio. Él observaba el paisaje, embelesado, así como un niño cuando ve el mar por primera vez.

-Es la primera vez que veo una, así, en vivo y directo.-rió, sin alejar sus ojos de allí.

-¿Te gusta?-preguntó ella, dudosa, notando que ni siquiera la miraba. Todo cambió en un minuto exacto, porque él volteó su mirada, buscando la de su compañera. 

-Me encanta.-conexión instantánea. Hormigueos desde su cuello hasta la punta de sus pies, aleteos violentos en su estomago. El sistema nervioso de Jul estaba reaccionando como loco, ante esa mirada, con pupilas dilatas, que parecían mirar cada parte de su ser-Hoy es el día en que confirmo que todo de aquí me fascina.-la chica se quedó pasmada por los segundos de silencio, en donde solo el agua se escuchaba. Mark rompió el silencio de nuevo, sonriendole de lado-Estás haciéndome eso de nuevo. 

...

Jejeje...7u7. Sin comentarios...7u7