"No sé qué fue eso que nos hizo conectarnos de tal forma... quizá fue el amor".

Lawrence entendía ahora el verdadero significado tras esas palabras; en aquel momento, creyó que se refería al amor fraternal. Ahora veía todo más claro, él hablaba de amor de pareja. 

— No puedo creerlo, chicos. ¿Entienden que son familia, no es así? — Linda tenía el ceño fruncido y las manos en la cintura.

Phineas y Ferb se encontraban en el sofá, uno al lado del otro, con las manos entrelazadas y la vista en el suelo. A pesar de la mirada cargada de decepción de su madre al ver cómo las unían, decidieron permanecer así, pues eso les daba fuerza.  

Candace les miraba atentamente, al igual que Lawrence. Los menores no sabían qué era lo que se les pasaba por la cabeza. Sus ojos tampoco delataban nada. Ambos parecían tan perdidos dentro de sus pensamientos, que los chicos no sabían cómo tomarlo, o si preferirían que dijeran algo, así fuese algo negativo. 

— No de sangre, lo sabes — habló Phineas, alzando la cabeza para enfrentar a su intimidante madre. 

Linda suele ser siempre muy serena, al menos hasta que la hacen enojar. 

—¡Se criaron juntos, Phineas, como hermanos! — se cruzó de brazos la pelinaranja. 

— ¡Me enamoré de él, mamá! Yo no elegí que sucediese así, pero no me arrepiento — Ferb sonrió y apretó su agarre en la mano de su amado para tranquilizarle. 

— Ferb — llamó su padre, y el mencionado le buscó con la mirada — ¿Tú también estás enamorado? — la pregunta le desconcertó un poco, pero aún así, le respondió. 

— Lo amo, más de lo que yo mismo considero posible. Y haré lo que esté en mis manos para estar a su lado — Lawrence asintió, y se acercó a Linda, acariciando su espalda suavemente. 

— No hay nada que hacer, querida. Los sentimientos no son algo que pueda controlarse fácilmente, hay que dejarlos amarse a plenitud. Su felicidad está por sobre todas las cosas, ¿no lo crees? — la pelinaranja suspiró con resignación, tal vez, solo tal vez, su esposo tuviese razón. 

— Está bien, yo... lo pensaré. Cariño, ¿podemos salir? Necesito tomar aire fresco. — Lawrence accedió y ambos se despidieron antes de salir de casa en dirección a quién sabe donde. 

Solo estaban Phineas, Ferb y Candace. Quien, hasta el momento, no había dicho absolutamente nada respecto al tema. 

— ¿Hablarás esta vez para algo que no sea delatarnos? — Sí, Phineas estaba molesto. Ignoró el apretón que le dio Ferb a modo de reproche y miró mal a su hermana. 

— No tengo nada que decir — la chica se levantó, tomó su bolso del sofá en el que había estado sentada, y se lo colocó — Tantos años intentando acusarlos sin resultado me dieron a entender que solo me queda resignarme y enfocar mis esfuerzos en otra cosa. Así que, incluso si no estuviese de acuerdo con su relación, no haría ya nada por impedirlo. 

Fue clara respecto a ello, no estaba en desacuerdo con la relación de sus hermanos. Y aunque en un principio lo vio como algo desagradable, más tarde decidió que solo era un tipo de amor que ella no estaba acostumbrada a presenciar, de modo que solo había estado sorprendida. 

Ella los adoraba, aunque no lo demostrara con frecuencia, y si amarse en el ámbito romántico era lo que querían, ella los apoyaría. 

Se acercó y dejó un beso en la frente de cada uno de los chicos, antes de salir de la casa, pues estaba llegando tarde al trabajo. 

Los hermanos permanecieron sentados un tiempo más, sin poder creer lo que acababa de pasar. 

Y ahora, el temor antes de haber confesado el ser pareja, había pasado a ser una dicha a medias, porque si bien su padre y hermana los habían aceptado, su madre seguía en duda. 

- Wolfblood064