Capítulo 49
La ciudad de Station Square se desmoronaba bajo la lluvia de energía oscura de Sonic.exe. Sonic.exe sonrió, su mirada brillando con locura y deseo de destrucción.
De repente, Sonic, Amy, Knuckles y los demás llegaron, decididos a detener a Sonic.exe.
- ¡No puedes hacer esto, Sonic.exe! - gritó Sonic.
Sonic.exe se rió.
- ¡Ya es demasiado tarde! - dijo.
En ese momento, Scourge, Fiona, Caspian y Lysander llegaron al lugar.
- ¡Estamos aquí para ayudar! - dijo Scourge.
Fiona se unió a la batalla, su velocidad y agilidad impresionantes. Caspian y Lysander se enfrentaron a Sonic.exe.
- ¡Vamos a proteger nuestro hogar! - dijo Caspian.
Pero Sonic.exe no se detuvo. La batalla se intensificó.
Sonic.exe reveló su verdadero poder, liberando una energía oscura que cubrió la ciudad.
- ¡Este es mi momento de gloria! - dijo Sonic.exe.
La ciudad se sumió en la oscuridad. Los edificios se derrumbaban. El cielo se oscureció.
De repente, Sonic.exe se transformó en una forma aún más poderosa.
- ¡Esta es mi verdadera forma! - gritó.
Su cuerpo se convirtió en una masa de energía oscura, con ojos rojos brillantes.
- ¡Soy invencible!
La nube oscura se extendió por la ciudad, consumiendo todo a su paso.
Los personajes se retiraron, incapaces de enfrentar la energía.
- ¡Necesitamos un plan! - gritó Sonic.
Scourge se adelantó.
- ¡Yo puedo intentar abrir un camino! - dijo.
Amy, protegiéndose del viento y la energía, miró a sus amigos.
- Tenemos que encontrar una forma de neutralizar su energía. - dijo.
Scourge se lanzó hacia la nube, intentando abrir un camino hacia Sonic.exe.
Shadow se unió a Amy, Sonic, Scourge, Fiona, Caspian y Lysander.
- ¡Estoy listo para luchar! - dijo Shadow.
Finalmente, llegaron al centro de la nube. Sonic.exe los esperaba, su energía brillando con intensidad.
- ¡Es el fin de todo! - gritó.
Amy, Sonic, Scourge, Fiona, Caspian, Lysander y Shadow se prepararon para la batalla.
- ¡No te dejaré destruir nuestro mundo! - dijo Amy.
Sonic.exe lanzó una explosión de energía, pero Shadow la bloqueó con su poder.
Scourge atacó con fuerza, pero Sonic.exe lo repelió con un golpe.
Sonic y los demás se unieron, lanzando un ataque combinado.
Eggman y Metal Sonic se adelantaron.
- ¡Es hora de actuar! - dijo Eggman. - ¡Mi tecnología puede debilitar la energía de Sonic.exe!
Metal Sonic se lanzó hacia Sonic.exe.
- ¡Voy a detenerlo! - dijo.
Eggman utilizó su tecnología para intentar debilitar la energía.
- ¡Esto debería ayudar! - dijo.
La batalla se intensificó. Sonic.exe enfrentó a sus enemigos con furia.
Aunque Eggman y Metal Sonic lograron debilitar ligeramente a Sonic.exe, su poder seguía siendo abrumador.
La batalla continuó, con los héroes luchando por encontrar una forma de derrotar a Sonic.exe.
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Sonic.exe sintió una punzada de dolor y culpa al mirar a Amy, sabiendo que la estaba arrastrando a su oscuridad. Su corazón se llenó de remordimiento y arrepentimiento.
- Es hora de que respete. - pensó.
Su mirada se desvió, incapaz de enfrentar la verdad. Sabía que no podía cambiar, que estaba condenado a vivir en la oscuridad.
- Los que amas significan más que nada.
Sin embargo, la voz de Freya resonó.
- ¿Y que hay de mí, Xandros?
La mención de su nombre verdadero, Xandros, fue como un rayo que iluminó la oscuridad.
Sonic.exe se estremeció, su mirada se levantó hacia Freya. Por un momento, olvidó la oscuridad que lo rodeaba.
- Freya... - susurró, su voz llena de emoción.
La memoria de su pasado juntos flotó en su mente, momentos de felicidad y amor.
Pero la oscuridad lo sacudió, recordándole su realidad actual.
- No. - se dijo a sí mismo. - Ya no soy Xandros. Soy Sonic.exe, el monstruo que ha destruido todo.
Su mirada se desvió, incapaz de enfrentar a Freya.
- Lo siento, Freya. - dijo, su voz apenas audible. - Te fallé, como a todos los demás.
El martillo Piko Piko de Amy golpeó con fuerza contundente, pero Sonic.exe esquivó el ataque con sorprendente agilidad.
Mientras tanto, Sonic se transformó en una bola de espinas y se lanzó hacia Sonic.exe con una velocidad relampagueante.
Sonic.exe intentó detenerlo con una mano, pero Sonic logró esquivarla con habilidad y golpeó con fuerza, haciendo que Sonic.exe retrocediera.
Amy y Sonic intercambiaron una mirada decidida, determinados a poner fin a la batalla.
- ¡Vamos a acabar con esto! - exclamó Sonic.
- ¡Piko Piko Hammer, ataque final! - gritó Amy, lista para lanzar el golpe definitivo.
Sonic.exe lanzó energías rojas que iluminaron la oscuridad que lo rodeaba, su mirada se fijó en Amy con una mezcla de dolor y arrepentimiento. La había lastimado demasiado, su obsesión lo había consumido, y ahora veía el daño que había causado.
- Amy... - susurró, su voz llena de remordimiento.
La mirada de Amy se encontró con la de Sonic.exe, y por un momento, pareció que el tiempo se detuvo. La dolorosa realidad de lo que había sucedido entre ellos parecía flotar en el aire.
Sonic.exe se acercó a Amy, su presencia amenazante, pero su mirada revelaba una profunda tristeza.
- Lo siento, Amy. - dijo, su voz apenas audible. - Te fallé. Te lastimé. No puedo pedirte que me perdones, pero...
La voz de Sonic.exe se quebró, y por un momento, pareció que iba a derrumbarse. La oscuridad que lo rodeaba parecía estarlo consumiendo, pero su mirada seguía fijada en Amy.
Sonic.exe lanzó otra ola de energía roja hacia Amy y Sonic, pero estos estaban preparados. Amy esquivó con agilidad, mientras que Sonic utilizó su velocidad para contratacar.
Sonic.exe se rió, su voz distorsionada.
- No importa si gano o pierdo. - dijo. - Estoy condenado a sufrir así para siempre.
Amy se detuvo en seco, su mirada fija en Sonic.exe.
- ¿Qué quieres decir? - preguntó.
Sonic.exe se encogió de hombros.
- Soy un monstruo. - dijo. - No hay escape para mí.
La batalla continuó, con Sonic.exe lanzando ataques cada vez más desesperados. Pero parecía que había aceptado su suerte.
La voz de Freya resonó nuevamente.
- Xandros, ¿quieres seguir viviendo así? - preguntó Freya, su voz llena de tristeza y compasión.
Sonic.exe se detuvo, su mirada se levantó hacia Freya.
- ¿Qué sentido tiene? - respondió, su voz llena de desesperación. - Estoy condenado a sufrir.
Freya se acercó a él.
- No estás condenado, Xandros. - dijo. - Todavía puedes elegir. ¿Quieres seguir viviendo en este infierno, o quieres encontrar una forma de escapar?
Sonic.exe se sintió golpeado por las palabras de Freya. Su corazón se llenó de duda y esperanza.
- ¿Hay una forma de escapar? - preguntó, su voz llena de anhelo.
Freya asintió.
- Sí, Xandros. Hay una forma. Pero debes quererlo. Debes querer vivir.
Sonic.exe se quedó en silencio, reflexionando sobre las palabras de Freya. La voz de Freya le ofrecía una luz de esperanza.
Sonic.exe miró a Freya con una mirada llena de tristeza y resignación.
- No. - dijo, su voz apenas audible. - No quiero seguir viviendo así. No quiero seguir sufriendo.
Freya se acercó a él, su rostro lleno de compasión.
- Xandros, no digas eso. - dijo. - Todavía hay esperanza. Todavía hay una forma de escapar.
Sonic.exe sacudió la cabeza.
- No. - repitió. - No hay esperanza para mí. Soy un monstruo. No hay lugar para mí en este mundo.
Freya se detuvo, su mirada fija en Sonic.exe.
- Entiendo. - dijo finalmente. - Pero recuerda, Xandros, que tú eres el que ha elegido este camino.
Sonic.exe asintió, su mirada baja.
- Lo sé. - dijo. - Y ahora, es demasiado tarde. No hay vuelta atrás.
Freya se alejó de él, su rostro lleno de tristeza.
- Adiós, Xandros. - dijo. - Que encuentres la paz que buscas.
Sonic.exe se quedó solo, su corazón se llenó de una sensación de vacío y desesperación.
- Es el fin. - se dijo a sí mismo. - Es el fin de todo.
De repente, Sonic comenzó a sacar el polvo de estrellas de su cuerpo, iluminando el entorno con una luz brillante y cálida.
Sonic.exe se sintió atraído hacia la luz, como si fuera un faro en la oscuridad. Su corazón comenzó a latir con una nueva esperanza.
- ¿Qué estás haciendo, Sonic? - preguntó, su voz llena de asombro.
Sonic sonrió, su rostro iluminado por la luz de las estrellas.
- Es hora de poner fin a esto.
Sonic.exe se quedó inmóvil, su mirada fija en Sonic, mientras la luz de las estrellas iluminaba su rostro. Por un momento, pareció que el tiempo se había detenido.
La sonrisa de Sonic era contagiosa, y Sonic.exe se sintió atraído hacia ella.
De repente, la luz de las estrellas se intensificó, y Sonic.exe se sintió envuelto en una aura de pureza y esperanza.
- Mátame.
La petición de Sonic.exe fue inesperada y sorprendente. Sonic se detuvo, su sonrisa se desvaneció y su mirada se llenó de confusión y tristeza.
- ¿Qué? No, Xandros, no puedo hacer eso. - dijo Sonic, su voz llena de emoción.
Sonic.exe se acercó a Sonic, su mirada desesperada.
- Mátame, Sonic. No puedo seguir viviendo así. - dijo, su voz llena de dolor y desesperación.
La luz de las estrellas pareció titilar, como si estuviera respondiendo a la petición de Sonic.exe. Sonic se sintió abrumado por la emoción y la duda.
- No puedo hacerlo, Xandros. Hay otra forma.
Sonic.exe sacudió la cabeza, su mirada llena de desesperanza.
- No hay otra forma, Sonic. Mátame y libera a los demás de mi sufrimiento. - dijo, su voz llena de convicción.
Amy se acercó a Sonic, su mirada llena de tristeza y comprensión.
- Sonic, escucha. - dijo Amy, su voz suave pero firme. - Xandros ha sufrido mucho. No hay forma de salvarlo.
Sonic se sintió abrumado por la emoción, su mirada se fijó en Amy.
- ¿Qué estás diciendo, Amy? ¿Que debemos dejar que se vaya? - preguntó Sonic, su voz llena de duda.
Amy asintió, su mirada llena de lágrimas.
- Sí, Sonic. Xandros ya no es el mismo. Es hora de dejar que se vaya en paz. - dijo Amy.
Sonic.exe se sintió aliviado al escuchar las palabras de Amy. Su mirada se fijó en Sonic, esperando que entendiera.
Sonic se quedó en silencio, su mirada se fijó en el suelo. Luego, lentamente, se levantó y se acercó a Sonic.exe.
- Lo siento, Xandros. - dijo Sonic, su voz llena de emoción. - Te prometo que esto será el fin de tu sufrimiento.
Sonic.exe miró a Sonic con una mezcla de gratitud y tristeza. Su voz apenas era audible.
- Gracias, Sonic... gracias por entender.
Amy se acercó a Sonic.exe, su mirada llena de lágrimas.
- Xandros, lo siento mucho. - dijo Amy. - Nunca debería haber permitido que llegaras a este punto.
Sonic.exe sacudió la cabeza.
- No, Amy... no es tu culpa. Es mía. Yo elegí este camino.
Sonic se colocó frente a Sonic.exe, su mirada llena de tristeza.
- Lo siento, Xandros. Pero esto es el fin.
Sonic.exe miró a Sonic con una mezcla de resignación y aceptación.
- Entiendo, Sonic. Gracias por poner fin a mi sufrimiento.
Sonic sacó una mano llena de polvo de estrellas y la lanzó hacia Sonic.exe.
El polvo de estrellas envolvió a Sonic.exe, debilitando su forma corrupta. Su cuerpo comenzó a temblar y su energía oscura se disipó.
- Amy... lo siento. - dijo Sonic.exe, su voz débil y llena de remordimiento.
Amy se acercó, su mirada llena de lágrimas.
- Xandros, lo siento. - dijo Amy, su voz temblorosa. - Lo siento por jugar con fuego, por no ver el daño que te estaba haciendo.
Sonic.exe miró a Amy con una expresión de arrepentimiento.
- Me equivoqué. - dijo. - Pero gracias por estar aquí al final.
Amy asintió, su mirada llena de tristeza.
- Ojalá pudiera haber visto antes el daño que te estaba haciendo.
Sonic.exe sonrió débilmente.
- No te culpes, Amy.
Con un último suspiro, Sonic.exe se desvaneció en una nube de polvo de estrellas.
La escena se vuelve silenciosa, con solo el sonido de las lágrimas de Amy.
Sonic se quedó en silencio, su mirada baja, sabiendo que había hecho lo que debía hacer para liberar a Xandros de su sufrimiento.
- Descansa en paz, Xandros. - dijo Sonic, su voz apenas audible.
La luz de las estrellas brilló con fuerza, simbolizando la liberación de Xandros.
****
Después de desaparecer en la nube de polvo de estrellas, el espíritu de Xandros se encontró flotando en un reino celestial. Buscaba a Freya.
Finalmente, la encontró. Freya estaba de pie en una colina cubierta de flores blancas.
Xandros se acercó, su corazón lleno de anhelo. Quería alcanzarla, abrazarla, pedirle perdón.
Pero no podía.
Una barrera invisible lo separaba de Freya. Xandros intentó tocarla, pero sus manos pasaban a través de ella como si fuera humo.
Freya se volvió hacia él, su mirada llena de tristeza y compasión.
- Xandros. - dijo. - Lo siento. No puedes estar conmigo.
Xandros asintió, su corazón lleno de dolor.
- Lo sé. - dijo. - Lo entiendo. Este es mi castigo.
Freya negó con la cabeza.
- No es un castigo, Xandros. Es una consecuencia.
Xandros miró a Freya con una mezcla de arrepentimiento y aceptación.
- Lo acepto. - dijo. - Me equivoqué. Me dejé consumir.
Freya miró a Xandros con tristeza.
- Nunca podré alcanzarte de nuevo, Xandros. Has cambiado.
Xandros asintió, su corazón lleno de dolor.
- Lo sé, Freya. Pero es mejor así. No quiero lastimarte más.
Freya negó con la cabeza.
- No es por mí, Xandros. Es por ti. Recuerda que siempre hubo luz en ti, no te olvides de eso.
Xandros sonrió débilmente.
- Lo recordaré, Freya. Y te llevaré en mi corazón para siempre.
Freya susurró.
- Juntos, solo encontraríamos dolor y destrucción. Nuestro amor es un recuerdo que debemos dejar atrás.
La escena se vuelve silenciosa, con solo el sonido de la brisa celestial.
Xandros se quedó allí, observando a Freya desde la distancia, sabiendo que nunca podría alcanzarla. La barrera que los separaba era demasiado grande, y ambos lo sabían.
Y en ese momento, Xandros desapareció en la oscuridad, su espíritu condenado a vagar por la eternidad, recordando a Freya y la luz que nunca podría alcanzar.
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