Capítulo 40
Cuenta regresiva
2 días para Halloween
Sonic.exe trajo al castillo a Scourge, Fiona, Caspian, Lysander y los otros. La atmósfera se volvió opresiva y oscura, como si la oscuridad misma se estuviera alimentando de la maldad que se gestaba en ese momento.
Al llegar al trono, Sonic.exe se detuvo y miró hacia adelante, su mirada llena de una intensidad siniestra. La mención de Freya aún resonaba en su mente, y su furia parecía crecer por momentos.
- Es hora de que comience el verdadero caos. - dijo Sonic.exe, su voz retumbando en el castillo como un trueno.
Scourge sonrió. Fiona se rió. Caspian y Lysander intercambiaron una mirada de anticipación.
- Ahora que Shadow y los otros están atrapados, voy a matarlos y a corromperlos. - dijo Sonic.exe.
Los corrompidos estallaron en una risa maligna, como si la idea de ver a Shadow y los otros sufrir les causara un placer perverso.
Sonic.exe se alejó del trono. Caminó por los pasillos del castillo, sus pasos ecoando en las paredes de piedra con una sensación de inevitabilidad.
Mientras caminaba, la oscuridad parecía crecer a su alrededor, como si la propia sombra de Sonic.exe se estuviera extendiendo por los pasillos del castillo. La palabra "Freya" seguía resonando en su mente, un recordatorio constante de su propósito.
Cuando llegó a la puerta de una habitación, la abrió y entró, encontrando a Amy de pie en la penumbra. La luz tenue que se filtraba a través de la ventana destacaba sus facciones, y su mirada parecía esperar la llegada de Sonic.exe. El aire en la habitación parecía cargado de tensión, como si el destino mismo estuviera a punto de revelarse.
Sonic.exe se quedó mirando a Amy, su expresión inescrutable. Pero Amy no se detuvo. Se acercó a él con pasos seguros, su mirada fija en la suya. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, se echó en sus brazos, envolviéndolo en un abrazo apasionado.
- Ya llegaste, mi demonio. - susurró, su voz llena de emoción. - Te he estado esperando.
Sonic.exe se quedó quieto por un momento, como si estuviera absorbiendo el abrazo de Amy. Luego, lentamente, sus brazos se cerraron alrededor de ella, devolviéndole el abrazo. Por un instante, pareció que el tiempo se detuvo, y solo existían ellos dos, envueltos en su propio mundo.
- Fre- digo, Amy.
Amy alzó la mirada, Sonic.exe la observó detenidamente.
- Me siento confundido, Amy. Me atraes, pero siento que estoy viviendo en una mentira, porque...
Ella lo miró perpleja.
- ¿Qué quieres decir?
Sonic.exe se quedó mirándola sin decir nada, entonces dejó de abrazarla.
- Adelantaré la boda para mañana. - cambió de tema.
Amy se sintió frustrada y confundida por el cambio de tema de Sonic.exe. Había estado esperando que él abriera su corazón y compartiera sus sentimientos con ella, pero en su lugar, él había cambiado de tema abruptamente.
- ¿Qué pasa con nosotros, Sonic? - preguntó Amy, tratando de mantener la calma. - ¿Por qué no puedes hablar conmigo sobre lo que sientes?
Sonic.exe se encogió de hombros y miró hacia otro lado, evitando su mirada.
- No hay nada que hablar, Amy. Todo está bien.
Amy se sintió herida por su respuesta.
- No, no está bien. - dijo, su voz temblando. - Hay algo que te está molestando, algo que te está impidiendo abrirte conmigo. Y no puedo ayudarte si no me dices qué es.
Sonic.exe se alejó de ella, dejándola sola con sus pensamientos y emociones. Amy se sintió frustrada y triste, sin saber qué hacer para llegar a él.
- ¡Sonic! - lo llamó.
Sonic.exe se detuvo en seco, pero no se dio la vuelta. Su espalda seguía hacia Amy, como si estuviera tratando de evitarla.
- ¿Qué? - respondió con una voz baja y distante.
Amy se levantó y se acercó a él, tratando de ver su rostro.
- ¿Por qué te alejas de mí? - preguntó, su voz llena de emoción. - ¿Qué te pasa? ¿Por qué no puedes hablar conmigo?
Sonic.exe seguía sin darse la vuelta, pero Amy podía ver la tensión en su cuerpo. Su espalda estaba rígida y sus puños estaban apretados.
- No hay nada que hablar, Amy. - repitió, su voz un poco más fuerte.
Amy se sintió desesperada. No sabía qué hacer para llegar a él, para hacer que se abriera con ella.
- ¡Sí hay algo! - gritó, su voz rompiendo el silencio. - ¡Hay algo que te está lastimando y no me dejas ayudarte!
Sonic.exe finalmente se dio la vuelta, su rostro una máscara de dolor y frustración.
- ¡No puedes ayudarme, Amy! - gritó, su voz ecoando en la habitación. - ¡Nadie puede ayudarme!
Amy retrocedió.
- ¡¿Por qué no eres abierto conmigo?! ¡¿Acaso no confías en mí?!
Sonic.exe se acercó a Amy, su rostro aún tenso por la emoción.
- Amy, ya te lastimé. Ya te hice daño. ¿Qué más da si te digo la verdad?
Amy lo miró, confundida y herida.
- ¡Pero soy tu prometida! - dijo. - ¡Deberías confiar en mí!
Sonic.exe se detuvo, como si hubiera sido golpeado por sus palabras.
- ¡Lo sé! - dijo, su voz llena de dolor. - ¡Pero no puedo evitar sentir que te estoy utilizando! ¡Que te estoy arrastrando a mi infierno!
Amy se sintió como si hubiera sido golpeada por sus palabras. No entendía por qué Sonic.exe sentía así, pero sabía que tenía que hacer algo para ayudarlo.
- Sonic, espera... - Amy lo llamó, pero él ya se había dado la vuelta.
Sonic.exe se volvió hacia ella, su mirada cortante.
- No digas nada más, Amy. Por favor...
Amy se quedó parada en la habitación, sintiendo una mezcla de emociones: confusión, tristeza, frustración. No entendía por qué Sonic.exe se alejaba de ella, por qué no quería hablar con ella sobre sus sentimientos.
Después de un momento, Amy salió de la habitación, decidida a encontrar a Sonic.exe y hacer que se abriera con ella. Pero cuando llegó al pasillo, no lo vio por ninguna parte. Parecía haber desaparecido en la oscuridad del castillo.
Amy suspiró y comenzó a caminar por el pasillo, llamando suavemente a Sonic.exe. Pero no hubo respuesta. La oscuridad parecía haberlo tragado, dejándola sola con sus pensamientos y emociones.
****
Scourge se acercó a Sonic.exe, su expresión seria y comprensiva.
- Sonic, amigo mío, pareces estar pasando por un momento difícil - dijo Scourge, su voz llena de empatía.
Sonic.exe se volvió hacia él, su mirada intensa.
- ¿Qué sabes tú de esto, Scourge? - preguntó, su voz baja y tensa.
Scourge se encogió de hombros.
- No sé nada de tus problemas específicos, pero sí sé algo sobre el amor y la relación que tienes con Amy - dijo, su voz suave.
Sonic.exe lo miró con escepticismo.
- ¿Qué puedes saber tú sobre el amor?
Scourge sonrió.
- Bueno, estoy con Fiona, ¿recuerdas? Y aunque nuestra relación es... complicada, sé que el amor puede ser un infierno.
Sonic.exe se detuvo, considerando las palabras de Scourge.
- ¿Qué quieres decir? - preguntó finalmente.
Scourge se sentó junto a Sonic.exe.
- Quiero decir que el amor puede hacer que te sientas vivo, pero también puede hacerte sentir como si estuvieras muriendo por dentro. Y a veces, no sabes cómo manejar esos sentimientos.
Sonic.exe lo miró, su expresión ligeramente más abierta.
- ¿Cómo manejas tus sentimientos con Fiona? - preguntó.
Scourge se rió suavemente.
- Bueno, eso es un misterio aún para mí. Pero lo que sí sé es que cuando estás con alguien que te importa, debes ser honesto contigo mismo y con ella.
Sonic.exe asintió lentamente.
- Gracias, Scourge. Creo que necesitaba escuchar eso.
Sonic.exe se sumió en un mar de dudas y arrepentimientos. Se cuestionaba por qué Freya había reencarnado en Amy, y por qué él se sentía atraído hacia ella. ¿Era su atracción un castigo por sus errores pasados? ¿Eran sus deseos una forma de tortura, un recordatorio constante de lo que había perdido?
Se dio cuenta de que había estado utilizando a Amy para llenar el vacío que Freya había dejado en su corazón. La atracción que sentía por Amy no era más que una sombra de su verdadero deseo: estar con Freya de nuevo. Se sintió abrumado por la culpa y la vergüenza, y se preguntó si Amy merecía ser tratada de esa manera.
- ¿Por qué en Amy? - dijo, su voz llena de desesperación. - ¿Por qué tuviste que reencarnar en ella? ¿Por qué me haces sufrir de esta manera?
Sonic.exe se sintió como si estuviera hablando con el destino, con el propio universo. Quería saber por qué Freya había elegido reencarnar en Amy, por qué había elegido torturarlo de esa manera.
De repente, una imagen apareció en su mente. Era Freya, sonriendo y acariciando su rostro.
- Eres tan noble, Xandros. Siempre dispuesto a sufrir por mí.
Xandros se sintió como si hubiera sido golpeado en el estómago. La sonrisa de Freya y sus palabras llenas de ironía lo hicieron sentirse aún más culpable y confundido.
- ¿Por qué dices eso? - preguntó, su voz llena de desesperación y frustración.
Freya siguió sonriendo, su mirada penetrante.
- ¿No lo sabes, Xandros? - dijo, su voz suave. - Tú siempre has estado dispuesto a sufrir por mí. Y ahora, estás dispuesto a hacerlo de nuevo.
Xandros se sintió abrumado por la emoción. Sentía que estaba atrapado en un ciclo de dolor y sufrimiento del que no podía escapar.
- No... - dijo, su voz apenas audible. - No quiero hacerlo de nuevo.
Freya se rió suavemente.
- Pero ya lo estás haciendo, Xandros - dijo. - Estás haciéndolo con Amy.
La imagen de Freya desapareció tan rápidamente como había aparecido, dejando a Xandros con más preguntas que respuestas.
- Freya... yo te amo a ti - dijo, su voz llena de pasión y desesperación. - Solo a ti. No puedo amar a nadie más. Mi corazón es tuyo, siempre lo será.
El silencio que siguió fue abrumador. Sonic.exe se sintió como si estuviera gritando en un vacío, sin esperanza de respuesta. Pero entonces, algo cambió. El lugar se llenó de una luz suave, cálida, y Sonic.exe sintió una presencia a su lado.
Se volvió, esperando ver a Freya, pero era Amy. Estaba de pie, mirándolo con ojos tristes y confusos.
- Sonic... por favor... dime qué ocurre.
Sonic.exe se sintió atrapado, sin saber qué decir.
- Nada.
Amy se acercó a él, su mirada llena de preocupación.
- No es nada, Sonic. Puedo verlo en tus ojos. Hay algo que te preocupa, algo que te duele.
Sonic.exe se mantuvo en silencio, sin saber cómo responder. No podía revelarle la verdad, no podía decirle que seguía amando a Freya.
Amy puso una mano en su brazo, su tacto suave y reconfortante.
- Confía en mí, Sonic. Puedo ayudarte.
Sonic.exe se sintió tentado a abrirse, a confiar en Amy y compartir su dolor. Pero algo lo detuvo. Tal vez el miedo a herirla, tal vez el miedo a perderla. Sea lo que sea, se mantuvo en silencio, y Amy se alejó, con una mirada de tristeza y desilusión.
Sonic.exe la miró, sintiendo una oleada de culpa y arrepentimiento.
- Amy, no sabes... - comenzó a decir, pero se detuvo.
No sabía cómo explicarle la verdad sobre sus sentimientos hacia Freya y cómo había estado utilizando su relación con ella para llenar el vacío que Freya había dejado en su corazón.
Amy lo miró, confundida y herida.
- ¿No sabes qué? - preguntó, su voz suave. - ¿Por qué me has estado alejando? ¿Por qué no puedes mirarme a los ojos?
Sonic.exe se sintió atrapado, sin saber qué decir. No podía revelarle la verdad, no podía decirle que seguía amando a Freya.
- No lo sé, Amy - mintió. - Solo necesito tiempo, eso es todo.
Amy lo miró, su mirada llena de tristeza.
- Tiempo - repitió. - Siempre necesitas tiempo, Sonic. Pero yo necesito respuestas. Necesito saber qué está pasando contigo.
Sonic.exe se sintió como si estuviera siendo acorralado, sin saber cómo escapar. No podía decirle la verdad, no podía mentirle más. Se sintió atrapado en su propia mentira.
Amy esperó una respuesta, pero se rindió y se alejó.
El silencio que siguió fue abrumador. Sonic.exe se sintió como si estuviera solo en el mundo, sin nadie a quién recurrir. No podía hablar con nadie.
Cuando Amy se fue, Sonic.exe sintió como si hubiera perdido su última oportunidad de arreglar las cosas.
Se quedó parado durante un rato, sin saber qué hacer. Luego, lentamente, se dio la vuelta y se alejó, sin saber hacia dónde iba. Solo sabía que tenía que alejarse de allí, alejarse de la mentira que había creado.
Mientras caminaba, Sonic.exe se sintió como si estuviera caminando por un laberinto sin salida. No sabía cómo encontrar la salida, no sabía cómo escapar de su propia mentira. Solo sabía que tenía que seguir adelante, sin importar qué.
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