1. ❦La realidad distorsionada❦
Los rayos del sol atravesaban la ventana del cuarto, Amy despertó con una sensación de ansiedad y confusión, pero se dijo a sí misma que solo había sido un sueño.
Se levantó y se dirigió al armario, donde eligió un conjunto. Se miró en el espejo y sonrió satisfecha.
Bajó a la cocina, preparó huevo y café, luego se sentó a comer. El silencio fue interrumpido por la vibración de su celular. Revisó la pantalla y sonrió al ver la notificación.
Era un mensaje de su amiga.
- Hola, ¿Quieres ir a desayunar mañana?
Amy tecleó rápidamente.
- Claro, ¿En dónde?
- En la cafetería "La casa del café"
De repente, una idea cruzó su mente. Terminó de desayunar, lavó el plato y salió de la casa.
❦❦❦
Amy se dirigió a un parque, quería despejar la mente y descansar de la rutina. Su mirada se encontró con un carril de helados, se acercó a comprar uno. Cuando pagó, fue a sentarse en una fuente cercana. Mientras disfrutaba su postre, sintió una caricia en su mejilla, ella volteó sorprendida, pero no había nadie.
Miró la fuente, se palideció al ver que el agua se había transformado en sangre.
- ¡Amy! - la llamó una voz familiar, en ese instante todo volvió a la normalidad.
- Hola Sonic. - saludó, intentando ignorar lo que había visto. - ¿Cómo estás?
- Bien, gracias. ¿Y tú? Pareces un poco distraída.
- Tuve un sueño muy extraño. Pero no es nada. Estoy bien.
- ¿Segura?
Amy asintió. Sonic se encogió de hombros, aunque no podía ignorar que ella estaba un poco pálida. Se quedó a hablar con ella un rato. La cercanía de la eriza lo hacía sentir cálido, como si su corazón estuviera latiendo más rápido.
- Me gustaría quedarme, pero le prometí a Tails que iríamos al parque.
Amy quería quedarse un poco más con Sonic, pero debía respetar su espacio. El azulado la miró a los ojos.
- Otro día podemos salir. Tú y yo.
Ella sonrió con asombro, no esperaba que Sonic la invitara a salir.
- ¿A dónde propones ir?
- ¿Qué te parece el restaurante Sunshine? Es excelente.
- ¿Cuándo?
- El sábado a las 6 en punto.
Amy se emocionó, comenzó a imaginar cómo sería su cita, pero prefirió no tener expectativas. Checó su agenda, no tenía nada pendiente a esas horas.
- Perfecto.
El azulado se alejó un poco, se despidió de Amy. Ella agitó lentamente la mano. Soltó un suspiro y recordó que tenía que hacer unas compras.
Al terminar su helado, se dirigió a un centro comercial cercano. Mientras se detenía por cada sección, leía su lista de compras, caminó con el carrito por dónde estaban los lácteos, se acercó a ver los precios.
- Qué cara está la leche de almendras...
Agarró un litro de leche y lo agregó a su carrito. Buscó frutas, observó las manzanas y las fresas, pensó en preparar una ensalada de manzanas o un licuado de fresa con leche.
De repente, las frutas pasaron a ser ojos coagulados. Amy gritó y retrocedió mientras cubría su boca.
- ¿Todo bien, señorita? - preguntó un gato morfo que pasaba con un carrito lleno de carne.
- ¡Las frutas son...! - no terminó la oración al ver que las frutas habían vuelto.
Decidió apresurarse a completar la lista y pagar para regresar a casa lo más pronto posible. Después de un tiempo, pagó todo y salió a tomar el autobús. Al llegar a su hogar comenzó a guardar las cosas en sus respectivos lugares. Por un momento se sumió en sus pensamientos.
- Vas a ser mía. - una voz grave la hizo palidecer.
- ¿Quién eres? - preguntó temblorosamente.
Nadie respondió. Amy se sintió loca. Parpadeó y la cocina estaba llena de cerdos, con las tripas afuera y la sangre goteando. Ella gritó y lloró.
- ¡Vete, vete, vete!
Sintió como si alguien acariciara su cabello, probablemente algo la acechaba o simplemente estaba esquizofrénica.
❦❦❦
Mientras tanto, Sonic y Tails llegaron al parque. Se acercaron a diferentes atracciones como la de lanzamiento, la mazmorra, la casa de terror, etc.
Caminaron un rato, decidieron comer algunas comidas: palomitas, nachos, pizza... especialmente chili dog.
Tails se le ocurrió subir a la montaña rusa. Aunque Sonic no estaba convencido, decidió darle una oportunidad. Cuando subieron, la atracción tardó un poco en avanzar.
- Pff... ¿Por qué no va más rápido? - sonrió Sonic.
Tails soltó una risita.
- Dale una oportunidad, va a ser divertido.
Unos minutos después, la montaña terminó, y todos bajaron con los ojos abiertos y la adrenalina en el cuerpo.
Decidieron subir a otros entretenimientos, hasta que atardeció y se dirigieron a la rueda de la fortuna, contemplaron la puesta de sol.
La noche cayó, las luces cálidas de las atracciones iluminaban el parque. Los chicos salieron con algodones de azúcar.
- Gracias por la tarde, Sonic.
- No hay de qué. Fue divertido.
Los dos se detuvieron para tomar sus caminos.
- Nos vemos otro día, Sonic.
- Hasta luego.
Un momento después, cada quién regresó a casa. Sonic corrió hacía la puerta, sacó sus llaves para abrir y cerró detrás de él. Rápidamente fue al sofá, se lanzó a la cama y se quedó profundamente dormido.
En su sueño, estaba en un campo verde de girasoles, recogiendo anillos. Vió un gran anillo rojo y saltó. Fue transportado a una plataforma oscura.
Una silueta roja apareció y tomó forma, pareciéndose a él, pero con un aspecto tétrico.
- ¿Quieres jugar conmigo?
Sonic despertó sobresaltado.
- Chaos ¿Una pesadilla?
Volvió a cerrar los ojos, convencido de que fue solo una pesadilla.
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