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mi depredaror


Bueno antes que nada, feliz navidad,(adelantada) este es mi regalo para ustedes que siempre están leyendo mis cosas locas.. y bueno espero igual tengan un buen año nuevo y de antemano espero no se pongan como lo hare yo y si lo hacen no manejen (enserio, no lo hagan) , pero bueno, me siento feliz al anunciar que este no solo será  el único cap que suba, pues como regalo extra, tengo un nuevo cap de:

-LUZ DE LUNA , (mismo que ya esta en sus últimos cap y en verdad lo siento por demorar tanto en escribir. )

Y un nuevo omegaverse  Death x dita… titulado EL CAMINO QUE ME GUIA HASTA TI. …  será muy corto, muy muy corto, mas espero que les guste, como siempre tendrá mis toque todo depre y cruel que no puede falta, solo que esta vez incluso jugare un poco mas con el TLP (trastorno limite de personalidad), si soy malvada lo se, pero el amor no faltara.. entre otras cosas, en verdad espero les guste.. ambos caps los subiré un poco mas tarde.

Y también  agradezco a las chicas que quisieron leer más sobre  esto, en verdad son un amor, espero no decepcionarlas, me hacen el día, así que por fin ya está aquí el nuevo cap y anuncio así  que la próxima pareja (trío) ya lo he comenzado a escribir, daré mi mejor esfuerzo lo juro… y bueno también quiero aprovechar para disculparme para las que me pidieron que escribiera incesto, lo siento, nunca lo he escrito y no me gusta siquiera leerlo, digo, respeto los gustos de todos, pero en lo personal  no me siento interesada por estos, así que bueno nunca lo escribiré, (espero no ofender en verdad) pero si gustan cualquier otra pareja, mientras no rompa las que ya he involucrado en este mundo, (aun que igual puedo dejarlo para otro fic) con gusto coméntenme cual seria e intentaré escribir algo de ellos.

pero bueno sin más, he aquí este capítulo que pertenece a la pareja de Shion x Dohko y el siguiente será, mi hermoso trio Death x Shura x Dita.

- - - - - - - - - - - - - - - -      -

-Shion, por favor espera al menos a que lleguemos a la alcoba, me está siendo imposible

 cargart…. 

quiso continuar el castaño, más el mayor que hasta el momento había fingido estar ebrio, no dejaba de tocarlo sin pudor alguno, pechiscando uno de sus pezones con sus dedos fríos, lográndole soltar un muy ligero sonido, sonriendo con gozo al sentir a su amado tigre estremecer. 

-Shion, espera.

le repitió, al tiempo que el lemuriano se acomodaba mejor en su espalda, abrazándolo, subiendo lentamente su camisa, bajando con la otra  ligeramente su pantalón, sin importarle que alguien pudiera verlos, pues se encontraban caminando por las escaleras, llegando casi a su destino.

-no

Respondió simplemente, sin dejar de tocar con gran deseo el cuerpo de Dohko, dejando ligeras mordidas que tomaron un color rojizo en su cuello. 

- Shion...

-no Dohko -le interrumpió- no  volveré a esperar nunca más, ya no quiero hacerlo, no sabes la gran agonía que pase por esperar tenerte a mi lado y ahora no desperdiciare un solo minuto, nunca más.

-pero aquí no… nos verán,

Lentamente intentaba apartarse de quien no solo era más alto  que el, si no de quien cuyas manos le comenzaban a hacer lentamente perder la conciencia, rezando de manera inconsciente que aquellas caricias no terminaran jamás. 

-me da igual, me da igual si es aquí, me da igual quien me vea, me da igual lo que digan, me da igual su maldita opinión, ya tuve que esperar más de 200 años y ya no quiero esperar un solo segundo más,   ahora ya hay alguien más que puede ocupar mi puesto, y sobre todo, ya no es como antes, ahora puedo mostrarte mi amor donde sea, ya no tengo que tener miedo a que descubran que tu mi amado eres un hombre al igual que yo, ya no tenemos que ocultarnos y eso Dohko fue lo que siempre soñé… 

Dejó de tocarlo un instante, únicamente para abrazarlo y admirar  las estrellas, depositando un ligero y tierno beso en su hombro. 

-amarte sin miedo a que te lastimen, -continuó con un poco de melancolía- a perder mi armadura, a hacerte pasar  vergüenza por mis pecaminosos sentimientos por ti… ahora somos libres Dohko y ya no quiero esperar más, así que por favor no me hagas esperar mas…

el castaño guardó silencio un instante, sintiéndose lleno de gozo ante el abrazo que desprendía todo el amor que su compañero le tenía, asiéndole suspirar, alzando ligeramente la mirada para observar las estrellas, sintiendo un poco de vergüenza, al recordar cómo habían llegado hasta este momento, como por más de  dos largos e infernales siglos, contando aun los años de muerte de Shion, había guardado el secreto de su amor, viéndose solo cuando era conveniente, todo por miedo, por prejuicios, por que simplemente las normas morales de aquella época eran demasiado arcaicas y mas si se trataba de un amor como el suyo… lleno de pecado o eso era lo que solía decir que era lo que representaban.

Un nuevo suspiro salió de su ser tras cada recuerdo, cada vez que no pudieron tomarse de la mano en la calle, darse un simple beso  que naciera por la felicidad del momento, en vez de eso simplemente tenían que bajar la mirada, ver a otro lado y sentir por dentro un poco de envidia ante aquellas parejas que sin importar nada mostraban su sentir, el lo recordaba mas que nada y  nada hacia hacerlo sentir tan triste, tan miserable que ver como su amado Shion solo bajaba la cabeza con la mirada llena de tristeza y como solía disculparse una y otra vez lleno de culpa, por obligarlo a corresponderle aun que siempre solía repetirle que no le obligaba a nada.

Sage como hakurei eran muy buenos, más no sabían cómo reaccionaría ante la noticia de que eran pareja,  tal vez lo entenderían, tal vez los expulsarían o en el peor de los casos los matarían, no estaban seguros más no quisieron arriesgarse, sellando sus labios por tanto tiempo, viviendo su amor en la oscuridad ocultándolo incluso de sus seres mas queridos, conformándose a solo mostrar amor tras cuatro paredes.

-te he amado desde niños, -continuo escuchando a Shion- lo he hecho cada segundo de  mi vida y solo dejare de hacerlo hasta que los gusanos se coman mi carne muerta, aunque aun así, espero poder estar contigo en la vida que sigue y en la que sigue pero por ahora, Dohko te lo suplico, ya no quiero esperar más… por favor.. 

Le abrazó con mas fuerza, acercándolo lo más  que pudo a su cuerpo, besando sus labios gran ternura,  metiendo la mano dentro de su camisa, dejándola en su vientre, regresando la mirada ala estrellas.

- te amo mi tigre…

Le susurro en el oído haciendo a este sonreír, negando ligeramente con la cabeza.

-yo también te amo y  entiendo lo que dices,  pero no por eso debes de ser un exhibicionista, Shion  eso seria un mal ejemplo para los demás caballeros.

Escucho una pequeña risa de parte de Shion, como su respiración en su cuello, el cual lamió con suavidad. 

-¡ja! estaría bien, así sirve que esos mocosos aprenden algo bueno, además sigo siendo el patriarca, tengo el poder aquí y puedo hacer lo que quiera y ellos tendrán que guardar silencio.

Sus caricias retomaban su camino de nuevo, mientras la sonrisa de los labios de ambos  no se borraba.

-hablas como todo un dictador… Shion.

Se burló, sintiendo como el nombrado no solo volvía a tocarlo, si no también le guiaba hasta un pilar cercano, acorralando contra este.

-tal vez no me moleste serlo, así que --río antes de sus palabras- como el patriarca te ordeno que solo seas un lindo gatito y me permitas hacer lo que quiera contigo en este momento. 

Dohko rio ante aquello, mostrando de un momento a otro total sumisión ante las caricias del lemuriano, quien alzando su  camisa tocó con suavidad el pecho desnudo de su amado, sintiendo como el aire frío de la madrugada le hizo estremecer, haciéndole pensar si era el frío, sus húmedos besos en su cuello, su mano traviesa que comenzaba a meterse dentro de su pantalón para acariciar el sexo de su amante que comenzaba a endurecerse en sus manos, o en dado caso todo lo anterior lo que logró  enloquecer al chino en sus brazos 

-eres tan lindo, mi pequeño gatito, me encantaría escucharte ronronear. 

Beso los labios de Dohko con hambre, siendo ligeramente mordido por este al concluir el beso. 

- soy un tigre mi querido carnero, no un gato,  un tigre que algún día va devorarte, puedo jurarte eso. 

Lamió ligeramente aquella mordida, devolviéndola con una más salvaje.

-no olvides tus palabras mi amor, mi tigre, pues estaré ansioso  por ver ese día, el saber que es ser devorado por ti.

Mordió de vuelta sus labio al contestar aquello, sintiendo su propio libido aumentar ante aquella mordida como a las palabras  de su tigre, pensando como seria si su tigre cumpliera lo prometido.

-ven conmigo, hay algo que siempre quise hacer. 

De un momento a otro estaban en el salón principal, específicamente sentado en la silla donde su diosa solía sentarse  a dictar sus órdenes. 

-te amo Dohko.

 Le susurro en su oído sentándolo entre sus piernas para besar su espalda con hambre, despojando lentamente de todas sus prendas, dejándolo  totalmente desnudo en ese gran salón.

-shí...Shion, viejo pervertido, la señorita Saori  duerme muy cerca de aquí, ¿que pasara si logra vernos?

Intentaba decir sintiendo las manos de su amado Lemuriano tocando su cuerpo, abriéndole las piernas por completo  masturbando su sexo, para por fin silenciar sus miedos con un hambriento beso.

-sólo  olvídate de la niña, no escuchará, olvídate de todos, si alguien nos viera da igual… no me molesta,  solo…. déjame sentirte, además lo de ser un dictador con tu cuerpo no me molesta en lo absoluto, solo espero tu obediencia. ¿me la daras?

No espero ni una respuesta antes de ingresar el primer dedo dentro de su amante, usando su mano libre para apretar uno de sus pezones, lamiendo su cuello, sintiéndolo estremecer soltando un ligero gemido. 

-así es mi lindo gatito, ronronea para mí. 

Quiso contestarle más un nuevo dedo en su interior se lo impidió, haciendo desear en poco tiempo  un poco más, apartando su mano de su cuerpo,

-haré eso y más si eso es lo que desea, mi gran patriarca.

 Dijo con lujuria levantándose solamente para ponerse de rodillas frente a Shion, viendo no solo el brillo de sus ojos, sino también como mordía ligeramente su labio al tiempo que se acomodaba mejor en el trono de su diosa.

-tan perfecto

Le dijo el mayor acariciando su mejilla, observándolo desabrochar  su cinturón, bajando su pantalón, junto con lo interior lentamente   solo para ser ligeramente golpeado por el sexo erecto de su amado.

-tan grande… 

Dijo para sí mismo relamiéndose los labios, tomándolo con su mano, masajeándolo un poco, antes de comenzar a lamerlo como sabía que  tanto le gustaba al peli verde, viéndolo de vez en vez disfrutaba de aquella felación, deteniéndose antes de sentir que se derramaría en su boca. 

- quiero que lo hagas dentro. 

Con sensualidad se sentó sobre suyo, empalándose casi de un solo momento, una sola zancada, que no solo le hizo soltar un fuerte gemido, gustando de aquel dolor de no ser preparado como normalmente lo hacía.

-muévete para mí. 

Dijo el peli verle, colocando sus manos en su cintura, apretándolo aun mas contra su cuerpo, sonriendo alegre que aquel trono fuera tan grande que  su pequeño pudiera acomodarse a gusto dejando sus piernas a cada lado suyo. 

-hazlo como solo tú sabes hacerlo. 

asintió con la cabeza, besando los labios de Shion, levantándose un poco para volver a bajar, apretando con su entrada  el sexo del lemuriano, haciéndole soltar un pequeño gemido, más similares a un gruñido, eso era lo que amaba, escuchar los sonidos de placer que sus movimientos le causaban a su borrego. 

Lentamente aumentó la velocidad de los movimientos conforme a que  veía el éxtasis en los ojos de Shion, quien a su vez, tocaba su sexo, masturbándolo, besando sus labios con desespero, amasando con su mano libre sus glúteos, interviniendo en ocasiones, para que las embestidas fueran más profundas,  haciendo terminar a Dohko en su mano, más sin dejar de moverse, abrazándose del cuello de Shion, gimiendo en su oreja, haciendo eco con el sonido de su piel chocando entre sí. 

sintiéndose un poco exhausto, cuando sintió la semilla de Shion invadiendo su interior, haciéndole quedar algunos segundos inmóvil, recargando su cabeza en el hombro de Shion, abrazándose de esta sintiendo como su amante no dejaba de acariciar su cuerpo, depositando pequeños besos en su piel. 

-¡hey! Dohko, la noche aún no ha terminado… hay algo más que quiero hacer contigo. 

le susurro acariciando suavemente su cabello castaño, sonriendo por auto reflejo al ver la  sonrisa que su tigre le brindó mientras asentía con la cabeza, sacándolo lentamente de su cuerpo, buscando su ropa y colocándosela de nuevo.

-¿tengo que preguntar qué es eso que quieres hacer conmigo? 

Shion negó con la cabeza, su ropa igual que la de Dohko había vuelto a su forma normal.

-no lo hagas si confías en mí. 

le respondió con una sonrisa, yendo a su lado para tomarle de la mano, besando está  suavemente, comenzando a caminar fuera de ahí, sin soltar un solo instante, sintiéndose  llenos de dicha al poder por fin hacer eso fuera de cuatro paredes. 

-esas…

Detuvo sus palabras unos segundos, mirando de reojo a Shion, al ver como lucía con la luz de luna que ahora caía sobre ellos al salir del gran salón. 

-fueron -continuó- las palabras que me dijiste la primera vez que me besaste, cuando cerré los ojos y después de eso  -sonrió ligeramente- nuestro primer beso.

-¿lo recuerdas? 

cuestiono Shion, deteniendo su paso, buscando su mirada, riendo bajito al ver  como las mejillas de su tigre se sonrojaron al recordaba muy bien ese día; Shion había sido especialmente atento y dulce con él, le había llevado a comer la mejor comida, a ver los lugares más hermosos, le había hecho reír he olvidarse de la monotonía de la vida del santuario, solo para concluir con un tierno besos después de  engañarlo con un juego tonto para que cerrara los ojos, abrazándolo después de eso, pidiéndole que le aceptara a su lado, prometiendo que se entregaría a él en cuerpo y alma por la eternidad. 

-“no sé si creer o no en eso de las almas gemelas, pero a tu lado pienso que es verdad, pues solo me basta verte un segundo al día para que un día gris se torne con colores tan hermosos que nunca creí que pudieran existir, tú me complementas, me haces sentir feliz, único y es por eso que me quiero aferrar que tú eres quien mi alma necesita para pasar por toda la eternidad, por eso te suplico  que me aceptes, yo seré tu fiel esclavo, mi honor es para mí diosa, más mi vida y amor siempre serán para ti y solo a ti, te perteneceré completamente en cuerpo y alma.”

Abrazo tiernamente a Shion después de decir aquellas palabras, recargándose en su pecho, sintiendo como el mayor acariciaba su cabello con ternura,

-esas fueron tus palabras, nunca lo olvidaría, me hiciste una promesa que ahora, después de tanto tiempo, aun cumples, es por eso que estas siempre estarán en mi memoria.


un nuevo beso se hizo presente antes de continuar  su camino, sin soltar un solo instante sus manos, mirando  en silencio los fantasmas de generaciones pasadas, sonriendo de vez en vez al recordar algunos bellos momentos.

- cierra tus ojos.

Le dijo  el lemuriano abrazándolo suavemente por la cintura, tele transportándose  a un nuevo lugar. 

-lo siento, quería caminar un poco contigo antes de venir aquí.

Se sinceró soltándole de su abrazo,  viendo como los ojos de su amado se abrían maravillados por lo que veía.

-¿StarHill?

Respondió sorprendido,  mirando todas las estrellas que le rodeaban, pues incluso frente la cascada de rozan no había presenciado tanta belleza. 

- prepare una habitación para nosotros aquí, toma un baño primero, lo que quiero mostrarte vendrá después. 

le guio hasta la habitación que había preparado y modificado el mismo, sintiéndose  sumamente feliz al ver Dohko admiraba alegre y sorprendido ese lugar, sobre todo el gran ventanal que se estaba frente a la cama, uno que cubría casi toda la pared.

-en verdad esto es pecaminosamente hermoso, sabes que yo no debería estar aquí. 

Cubrió sus labios silenciando sus palabras con un beso, llevando hasta una gran tina que al parecer ya tenía preparada, con algunos pétalos de rosas flotando sobre el agua, comenzando  nuevamente a desvestirlo lentamente besando su cuerpo mientras lo hacía.

-entra al agua. 

le guio hasta ahí al terminar de desvestirlo, quitándose su ropa  para entrar a su lado, más había algo diferente, todas las veces que Shion tenía ese tipo de detalles siempre se colocaba tras suyo, abrazándole por la espalda, pidiéndole que limpiara y le mimara a él, sin embargo ese papel lo tomaba el mismo Shion ahora , mientras se le acercaba tímidamente  a Dohko en esa gran tina, recostándose en su pecho.

-abrázame.

Le pidió, sonriendo al sentir aquella acción, besando el pecho del castaño, cerrando los ojos para poder escuchar su corazón, sin notar la sorpresa del caño, el cual en silencio  igual cerro los ojos acercando mas a Shion a su pecho, quedándose así algunos minutos, acariciando su cabello, sintiendo como su amado lemuriano comenzaba a limpiar su pecho, como algunas otras partes de su cuerpo, actuando un tanto frágil y delicado

- saldré primero,  espera un par de minutos antes de  alcanzarme y por favor no te vistas.

Beso el pecho desnudo de Dohko al decir aquellas palabras con un tono bastante suave, tal vez un tanto seductor. 

-está bien. 

Respondió con una sonrisa viendo salir a su amante, prestando suma atención a como las gotas de agua resbalaban por el perfecto cuerpo de Shion, empezando su camino por su espalda, paseándose cínicamente hasta sus glúteos y piernas.

-bueno, creo que ya es bastante tiempo. 

Se dijo a sí mismo después de algunos minutos, imaginando cómo sería que Shion seguiría su juego, amaba la idea de estar rodeado de estrellas, lejos de todos, sabía que Shion gustaba de estar rodeado de gente, que era un tanto exhibicionista hasta cierto punto, siendo el todo lo contrario, pero aun así  por el había preferido alejarse a tal grado que nadie los molestaría. 

-y entonces que me espera Shion, ¿cuerdas? ¿Juguetes? ¡Dime ya!

Cuestiono sin recibir respuesta   regresando a esa gran habitación,   quedando mudo ante lo que la luz de vela le hacia ver, buscando en la gran cama de telas de seda roja a su amado Shion, sin encontrarlo, volteando entonces hasta aquel ventanal,  viéndolo ahí, sus manos atadas a un cuerda que colgaba del techo, su mirada perdida ante la oscuridad de la noche, volteando solamente para ver a Dohko.



tragando un poco de saliva ante que veía, acercándose un poco a Shion.

-sé que te dije que no quería disfrazarme esta noche, pero dijiste que un día me devorarías  y es claro que eso tiene que pasar, deseo que pase ¿pero por qué esperar? Tú eres un depredador y yo aún sigo siendo solo un carnero  que está a tu merced. 

no fue la voz seria y sensual con la que Shion dijo esas palabras la que le hicieron sentir a su libido comenzar a despertar, fue más el ver a su amado en total sumisión, mirándolo con una sonrisa picara, su cuerpo solamente  adornado con un diminuto suéter blanco que cubría su pecho, más permita ver su espalda, tapando apenas su sexo, su cabello habia sido trenzado y colocado frente a su pecho, mientras en su cabeza una pequeña diadema que simulaba la forma de los cuernos de un carnero y  en su cuello descansaba una cuerna negra, demasiado floja dando vueltas, tapando un collar del cual cargaba una pequeña campana dorada.

-shi...Shion.

Intento decir, posando su mirada en las níveas piernas de Shion, quien las movía con suavidad pero denotando la urgencia  de tener a su amante cerca suyo. 

- ¿será que el tigre no quiere devorarme? 


No recibió respuesta inmediata, fingiendo un tono triste

-¿ O será eso?


Trago saliva sorprendido, las palabras no parecían saber salir por su boca, aun así se acerco a el, tocando  su cuerpo con lentitud, respirando el aroma natural de su piel, besando tiernamente sus hombros.

-hueles tan bien.

Le susurro mordiendo ligeramente su oreja, llevando su mano hasta su pierna, acariciándola subiendo lentamente aquella sensual prenda,  dejando ver sus glúteos, tocando estos con un poco de fuerza, aplastándolo en su mano, impactando esta con fuerza al terminar.

-auch.

Aquello fue mas una incitación a continuar con aquella  caricias fuertes, más que un quejido de dolor, pues su voz fue suave un tanto sensual.

Su caricias seguían siendo lentas, no desaprovecharía un solo instante el tener a su amado en aquella situación tan sumisa, jugaría con su cuerpo lo mas que pudiera.

Comenzando a acariciar lo que sabía era el punto más débil de Shion, su espalda,  sintiéndolo estremecer en incontables ocasiones, más aun cuando enterró sus dientes en esta,  escuchándolo gemir tímidamente, mientras acercaba su sexo ya erecto hasta Shion, masajeando sus testículos, mordiendo cada vez más y más su espalda, escuchando como su respiración aumentaba.

-si esto se siente tan bien, ¿Cómo será a continuación?

Se sincero ante aquella caricias, ante el sentir del aliento de su amado en su espalda, haciéndolo temblar, sintiendo como enterraba ligeramente sus uñas en su piel, rasgándolo con lentitud.

-aun no es nada.

Pequeñas mordías se presentaron ya no solo en su espalda,  si no es sus piernas, causándole pequeñas cosquillas, mismas que terminaron al sentir a su tigre frente suyo, de rodillas, lamiendo tímidamente su sexo, dejándolo en ocasiones al seguir besando y mordiendo  cada parte de su cuerpo, subiendo por fin aquella prenda, tocando con la punta de los dedos el abdomen perfectamente marcado de Shion, llegando hasta sus rosados botones, sumiéndolos un poco para así después masajearlos, dejándolos totalmente erectos.

Podía sentir el libido de Shion aumentar tras cada caricia, lo sentía en su respiración agitada, viéndolo atreves de sus ojos semi abiertos, sobretodo al probar sus labios que sin vergüenza correspondían sus besos de manera sensual como feroz, pidiéndole que se acercara mas, usando aquella cuerda y el vidrio grueso  a su espalda para tener un poco de apoyo al subir su cuerpo, enredando sus piernas la cintura de Dohko, sin dejar de besarlo un solo instante, arqueándose un poco ante el frio cristal mas recuperando su calor al toque de las manos de su amante, tocándole a su antojo.

-es de mala educación jugar con la comida, Dohko. 

Rio ante  aquellas palabras, masajeando con lentitud el sexo de Shion, observando de reojo las innumerables marcas rojas que había dejado en el cuello de su amado, mas bien en todo su cuerpo.

-perdón te juro que en estos momento no hay nada más que quiera que destrozarte por completo, pero  tengo que prepararte primero, no me perdonaría si te lastimara. 

-este carnero no quiere que le tengas piedad, a nuestros pies  esta lo que necesitas, tómalo y por una vez olvídate de todo, déjame sentir aquello que tu sientes.


Bajo con lentitud a Shion por sus piernas, regresando a su posición inicial, tomando del piso un pequeña botellita de cristal, vertiéndola por los glúteos de Shion, viendo como el líquido resbalaba lentamente, al igual de como su amado movía lentamente las nalgas ante aquella sensación, sintiendo el líquido  correr.

-está bien pero aun así, no quiero lastimarte. 

Dejo caer un poco de lubricante en sus dedos, llevándole ante la entrada de Shion introduciendo uno  en su interior, viéndolo reprimir su incomodidad... 

-relájate, pasara en poco tiempo. 

Asintió con la cabeza,  recibiendo un dedo más, los cuales lentamente se comenzaban a mover en su interior.

-¿te duele?

Negó con la cabeza, sonriéndole. 

-en tus manos nada duele, solo que  es extraño. 

Aquellos besos regresaron a su espalda, siendo totalmente suave al hacerlo, más no creía más que esa dulzura durara mucho, sobretodo  al ver a Shion sujetándose fuertemente de la cuerda que colgaban sus manos, comenzando a gemir al sentirlo llegar hasta su próstata, siendo mas sonoro mientras mas jugaba dentro suyo con los dedos de una mano, mientras con la otra dejaba algunos azotes en sus glúteos, causándole una sensación de éxtasis.


-no puedo…no puedo… no puedo más ya, por favor, dámelo ya, quiero ver al tigre ya….

Fue esa urgencia en su voz, la que rompió con todo   el encanto, ya no podía mas, había sido demasiado bueno con Shion hasta el momento por ser su primera vez, pero ya no había caso seguir reprimiéndose, ambos querían mas y eso era lo único que importaba; sin mas y  sin aviso rompió la cuerda que sujetaba a Shion, tomando a esta al verlo caer, mas dejándolo de rodillas en el piso.


-gatea hasta la cama… quiero verte hacerlo.

Le ordeno, viéndolo obedecer con una sonrisa, siendo espectador de  como su trasero formaba una hermosa figura similar a la de un corazón, con las puntas rojas por los azotes que le dio con la mano, moviéndose con facilidad goteando de lubricante, haciéndole perder de a poco la razón.


Gateo hasta la orilla de la cama, subiéndose a esta quedando de rodillas, dándose la vuelta  viendo el cuerpo desnudo de su amante caminar hasta el, mismo que acerco lo mas que pudo, besando su pecho, tomando el sexo de Dohko entre sus manos, masturbándolo como bien sabia que le gustaba a su tigre, bajando después para meterlo esta vez el en su boca, alzando de vez en vez la mirada disfrutando de la expresión de su amante, mismo quien llevo sus manos hasta los glúteos de Shion, acariciándolos con un poco de mas fuerza, gustando de la posición en que se encontraba, pues su pecho llegaba  al colchón mas su trasero estaba totalmente alzado.


-ven acá.

Tomo con fuerza la cuerda que descansaba en su cuello, haciendo zona aquella camilla

-Shion, mi querido Shion.

Acaricio la mejilla del nombrado, quien en silencio solo se restregó ante aquella caricia, besando la mano de su tigre.

-levántate.

Tiro de aquella cuerda hacia arriba, haciéndole levantar, acorralándole entre el y cama, tomándole de la barbilla para besar su cuello, comenzando a tocar su  cuerpo, enterrando ligeramente sus uñas en su piel, escuchando a su amado gemir ante aquellas caricias.

-tan tierno… que quiero destrozarte.

Mordió su cuello, tomando ambos sexos en su mano, juntándolo para masajearlos al mismo tiempo, sintiendo como Shion le abrazaba, gimiendo ante la sensación, disfrutándola   antes de que lo aventara ala cama, tocando sus piernas con la yema de sus dedos, de manera lenta, un poco tortuosa mirándolo fijamente los ojos, recorriendo con sus dedos cada vez más zonas de su piel, enterrando sus uñas al por fin llegar a su glúteo, dejando pequeñas líneas rojas, mordiendo de igual manera su cuello, sintiendo el cuerpo del lemuriano estremecerse ante el sentir, escuchando provenir de sus labios un placentero sonido. 

Continuó con aquellas mordidas que hacían juego con las marcas rojizas, regresando a sus labios, mas esta vez sus besos fueron mas fuertes, haciéndolo sangrar, viendo en sus ojos tierno un poco de desespero mientras tomaba el sexo de Dohko entre sus manos, llevándolo hasta su estrada, suplicándole con la mirada que lo metiera de una vez y eso hizo, sintiendo las uñas de Shion clavarse en su espalda, tras cada centímetro que entraba en su interior. 


Dejo escapar un fuerte suspiro al tenerlo por completo dentro suyo,  ignorando por completo el dolor más no dejaba de besarlo con violencia, besando su cuello, su pecho, retorciéndose en sus brazos tras cada movimiento, comenzando a gemir con fuerza, abrazándose de Dohko, mismo quien todas estas acciones, le hicieron olvidarse de toda dulzura, su amado era un cordero, quería ser su presa y eso seria.

sin más desgarro su suéter, lastimando la piel de Shion en el proceso mordiendo uno de sus pezones al verlo tímidamente salir por la rasgadura,  siguiendo estas, dejando rápidamente solo tiras de tela con tonos rojizos por culpa de los rasguños.

Sin más coloco las piernas de Shion en sus hombros, causando embestidas aún más fuertes, más profundas, disfrutando al verlo retorciéndose en la cama, agarrando fuertemente las sábanas blancas, gimiendo tan fuerte que parecería que se quedaría mudo y sin aliento.

Más sus gemidos no eran lo único que hacía eco, aquella campanilla sonaba conforme a las envestidas, haciéndole reír un poco al pensar lo pervertido que era su amado Shion, pues en el simplemente no había tabos, disfrutaba lo que hacía hasta el final. 


No sabían cuanto tiempo había pasado ya, sus cuerpos llenos de sudor estaban cansados, mas no podían dejar de  pasar aquella nueva sensación que los envolvía mas y mas…

-quiero... yo quiero….decirt...ha!!!

dijo con dificultad sin  terminar sus palabras, cambiando de posición con  Dohko, empujándole contra la cama para estar arriba suyo, moviendo su cadera con sensualidad, acariciando el pecho de Dohko, lamiéndose un poco los labios como solo solía hacerlo cuando disfrutaba las cosas en verdad,  tomando la mano de su tigre para lamer unos de sus dedos, como si de una felación se tratase, usando la humedad de estos para llevarlo a uno de sus pezones, siendo el quien controlara aquel masaje sobre este, su sensualidad fue desapareciendo lentamente ante las caricias para recuperar los movimientos bruscos, comenzando a cabalgar sobre el sexo de su amante, quien posando sus dos manos  en su cabeza clavo sus uñas, lastimando esta vez más profunda la piel, sintiendo la humedad de la sangre.

-ven aquí,

Le jalo de la campanilla para acercarlo a sus labio,   alzándose un poco hasta quedar sentado en la cama, aun con Shion en su sexo, disfrutando de los movimientos de este para morder su cuello y su pecho, más esta vez con mordidas que verdaderamente se quedarían grabadas en su piel, arañando su espalda, sintiendo a Shion estremecer ante el éxtasis de aquellas caricias llenas de agresividad. 

-más, por favor más. 

le pidió al castaño, quien simplemente le tomo por la cintura nuevamente , presionándole aún más contra su sexo, sintiéndose perder ante la sensación y la rapidez de los movimientos.

se sentía mareado ya, más no podía dejar de moverse ante el éxtasis, gotas de sudor resbalaban por su cuello, rosando aquella campanilla que no paraba de sonar, asiendo compañía a los gemidos descontrolados de Shion, mismo que sintiendo un gran temblor en su cuerpo, se detuvo un momento intentando controlar su respiración, mordiendo los labios de su amado, cambiando de postura de nuevo, dejándose caer de pecho a la cama, levantado la cintura, sonriendo al sentir de nuevo las manos de Dohko sobre sus cuerpo, como su sexo entrar una vez más, siguiendo con aquellas embestidas, quien a su vez, masturbando su sexo y jugando con sus pezones con su mano libre,   sintiendo la presión aumentar.

-quítame la campanilla. 

dijo entre jadeos, sintiendo como Dohko la arrancaba de su cuello, sin dejar un momento las envestidas como de masajear su sexo, sintiendo que muy pronto ambos llegarían al clímax. 

-mi… ha!!!.. mira dentro de ella.

miro con rapidez, sonriendo con alegría al ver lo que había dentro, leyendo un par de palabras escritas en  ella. 

-Shion….

el ritmo de sus movimientos, fue incrementando aun mas  por la emoción del momento, haciéndole enderezar a su carnero para besar su espalda,  mordiendo ligeramente su cuello, sintiéndole estremecer una vez más pero con más violencia ante la sensación que dando un extra aumentaba el hecho que su miembro aun estuviera siendo acariciado entre su mano. 

un último suspiro salió por sus labios al sentir su interior siendo llenado con un fluido espeso y caliente, causándole sentir su piel estremecer ante un relajante momento que el mismo secundo manchando la mano de su amante con su propia semilla. 


pese de querer seguir su cuerpo le rogo por un descanso, aquello había sido demasiado para ser su primera vez, así que sin más se dejaron caer en la cama,  Dohko encima de Shion, la respiración de ambos era agitada, más eso no impidió que las caricias continuaron, haciendo que Dohko regresara a colocarse entre las piernas de Shion, recostándose en su pecho, intentando recuperar su respiración. 

-dame tu mano. 

Pronuncio Shion, ya un poco más calmado tomando aquella campanilla en su mano, arrancando dentro de si un pequeño anillo.

-cásate conmigo, ¿si?

Coloco lentamente aquel anillo en el dedo de su amado, desando su nuca, viéndolo aferrarse más a aquel abrazo, tanto como si esperara que no solo fueran las palabras de su boca las que estuvieran presentes, si no también el latido de su corazón.

-claro que si Shion, claro que quiero casarme contigo, no hay nada que más desee en la vida que unir nuestras almas de esta manera… solo me gustaría que tu maestro pudiera haber organizado la boda, se que tu hubieras querido eso. 

Shion sonrió, acariciando la cabellera de Dohko, entrelazando sus manos 

-él fue un padre para mí, pero no está, ahora solo  estamos tu y yo y no necesitamos más. 

Cerro sus ojos un segundo sintiéndose totalmente feliz por aquel momento, por sentir el calor de su lemuriano como el sonido de su corazón que poco a poco comenzaba a tranquilizarse. quedándose en silencio un minutos, más aun despierto, Dohko sin poder dejar de escuchar el sonido del corazón de Shion, mientras este, acariciaba su espalda y su cabellera, sintiendo algo extraño en su pequeño tigre, no solía proyectar la misma sensación que lo hacía siempre después de hacer el amor. 

-¿estás bien Dohko?

Asintió con la cabeza, levantándose un poco alcanzando los labios de Shion, mirándolo algunos segundos a los ojos, tomando su mano cuando el mayor acaricio su mejilla

-no vuelvas a dejarme nunca. 

Soltó aquellas palabras sin pensar, aferrándose más a la mano de Shion. 

-me sentí solo, triste, desesperado, todo el tiempo  aun que tenía que vigilar en los 5 picos, lo que en verdad mi miraba hacia era búscate, esperar que volvieras a tomar una taza de té a mi lado, sentados abrazándonos frente a la cascada, mientras tarareabas viejas canciones para mí, note mentiré Shion,   pensé muchas veces en morir al ya no tenerte a mi lado, pero solo me quede porque alguien tenía que vigilar a los espectros, pero eso ya fue, ahora que por fin podemos por favor, no vuelvas a irte, no podría soportarlo. 

Un nudo se creó en su garganta al escuchar esas palabras llenas de melancolía revuelta con un poco de nostalgia, desde que había vuelto a la vida  en su apariencia joven no había podido hablar de eso con Dohko, más podía imaginar su tristeza, maldiciéndose a si mismo de no haber tenido la fuerza necesaria en aquel entonces para defenderse y así poder morir a su lado como tenía que haber sido, pero eso ya no le importaba, aquel momento nunca lo iba poder cambiar.

-no lo hare, me quedare a tu lado hasta que mi corazón deje de latir, esta vez nada, ni los mismos dioses podrán separarnos, lo juro. 

Sello aquella promesa con un beso, estirando su mano para colocar una cobija sobre sus cuerpos desnudos, acomodando a  Dohko entre sus brazos, acercándolo a su pecho con ternura. 

-nunca, volverás a estar triste porque no esté a tu lado,  te amo mi tigre.

 - y yo a ti Shion.

Sus ojos comenzaron a cerrarse al sentir el calor de su amante, más su sonrisa no podía borrarse….

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Bueno sentí el cap. más romántico que hard, ahora que lo estoy releyendo pero entiendan mi Dohko era primerizo jeje  y sinceramente ame escribirlos, no se, me gusto mucho esta pareja, que creo que me enfoque mas en su amor, igual espero les haya gustado.


  














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