9. Un día especial; Lo que nadie puede ver
Capítulo narrado por Michael:
Una mañana muy fría. Lía duerme apacible temblando mucho a pesar de que le puse más cobijas para que no sintiera el frío. Me encanta verla dormir, es una de las cosas que más he disfrutado desde que volví aquí para estar junto a ella, lástima que no se da cuenta que realmente estoy aquí, existiendo nuevamente gracias a ella.
La bella sonrisa que dibuja en su rostro al dormir me basta para querer estar siempre a su lado, quisiera saber qué es lo que pasa en sus sueños para que sonría de esa manera, quisiera poder verla así por siempre, pero es imperdonable lo que le hice ayer, no pude decirle la razón por la cual le dije aquellas palabras tan hirientes, espero que algún día entienda mis verdaderos motivos por los cuales se las dije. Perdón, Lía.
¿Qué más puedo hacer mientras duerme? Sólo me queda esperar a que nuevamente abra sus hermosos ojos negros que tanto me encantan mirar cuando ella no se da cuenta. De verdad estoy aburrido, quisiera poder dormir un rato. En ocasiones, me pongo a recordar a mis pequeños, quisiera poder estar con ellos, volver a verlos por lo menos una vez más, ¿es demasiado pedir?
—Michael...—susurró aún dormida
Sigo sin entender cómo puedo verla a la cara sin sentir este sentimiento que me carcome por dentro, lentamente día tras día, aunque sea por su bien no logra entenderlo y me muero por decirle lo que tanto quiere saber pero no, aún no. Ahora solo puedo observarla en este momento dormida donde parece que nada la puede dañar, así quisiera que fuese para siempre, poderla admirar sin medida de tiempo porque aunque yo sea la persona que la atormenta con mis duras palabras. «Yo la quiero. No, corrección. La amo». La amo como nunca había amado en mi vida.
Ahora yo no soy nada sin ella, es mi todo. Todo lo que mueve mi ser sin repercusiones, es tonto todo lo que pienso pero es lo que ahora quiero.
—«Parezco un psicópata mirándola sin pudor mientras duerme tranquilamente.»—digo mientras me sostengo sobre mi brazo para no aplastarla.—¿Qué puedo hacer para olvidarte? —susurro sobre su pelo dejándome llevar por el momento, sin pensar si me escucha porque ya no puedo con todo esto que siento, una y otra vez me asfixia en todo momento que siento que la pierdo.—¿Qué haré? —hablo con una gran desesperación que no me deja seguir.
No sé cómo actuar. No lo consigo, sólo siento que me cortan el oxígeno de nuevo.
Escucho su suave respiración pausada mientras me acomodo un poco más en la cama. Muchos dirán que estoy mal por estar aquí con ella mientras me he portado como un imbécil, pero la verdad es que sólo a su lado puedo estar en paz sin que la atormenten estos demonios que la persiguen sin cesar, no puedo imaginarme cómo ha sufrido por ello casi toda su vida.
Lo único que puedo ofrecerle es mi amor sin medida aunque sea un idiota que la hace sufrir y llorar, pero eso cambiará de una vez por todas. Ya me he decidido, no la voy a perder por nada del mundo. De ahora en adelante lucharé por ser alguien mejor para ella, aunque eso amerite que yo tenga que mostrar quien soy en realidad, sabiendo que eso me destruirá en algún momento. Cuando sepa que sólo existo para ella saldrá muy lastimada. Tendré que irme tarde o temprano, pero por ella soy capaz de hacer todo con tal que permanezca a mi lado.
—...Dios...¿qué sucede? —dijo mientras iba despertando —¡Michael! —gritó mientras era golpeado por una almohada a gran velocidad.
—¡¿Pero qué te pasa?!—le dije mientras era tirado de la cama
«Lo juro, a veces me pregunto porqué es tan agresiva »
—¿Qué diablos haces en mi cuarto? —cuestionaba mientras me golpea una y otra vez de manera incesante hasta arrinconarme en una de las esquinas de la habitación.
—¡Espera!...Yo...—me cubría intentando protegerme de las almohadas —¡Basta! —Le digo mientras se las arrebataba —¡Lo siento! —grité consiguiendo que parara en seco —¿Me perdonas?
Se calló un momento, como si estuviera debatiendo en qué decirme
—¡No! ¡Y ahora sal de mi cuarto! —me dice con un gran grito que me hace salir del cuarto sin más.
Ahora me encuentro recostado en su puerta pidiendo perdón una y otra vez sin ninguna respuesta, extrañamente esta vez no podía entrar con libertad, supongo que de alguna manera ella literalmente, tiene poder sobre mi.
Me levanto sin más y comienzo a caminar por toda la casa desesperado.
(...)
—«Dios ayúdame con esto porque si no funciona soy hombre muerto» —digo en un susurro mientras estoy escondido detrás de la puerta de la cocina.
Sólo espero que baje en algún momento porque ni modo que se esté en su habitación todo el día, aunque pensándolo bien...sería capaz.
Escucho un ruido venir desde las escaleras así que me escondo un poco más hasta no estar a la vista, espero un poco más hasta que entra completamente por la puerta.
—¡Aa! —gritó del susto —¡¿Qué te pasa, estás loco o que te sucede?! —dice mientras se sostiene del desayunador para luego comenzar a caminar hacia el refrigerador.
Voy detrás de ella mientras pienso que es momento. Es ahora o nunca.
—Oye po...podrías...
¿Qué me pasa? ¿Por qué actúo de ésta manera? Nunca me había pasado esto, yo nunca tartamudeo.
—¿Te encuentras bien? —dice mientras me mira extraño
—¿Eh? ¡Ah! Si, ¿qué decías? —le digo mientras me acerco un poco más a ella hasta quedar a solo unos centímetros de distancia de su rostro.
—Que si...te...te...encuentras bien —dice un poco nerviosa mientras trata de salir de donde la tengo aprisionada —. Michael, muévete —me dice mientras me empuja con sus manos hacia atrás.
Pero eso es imposible ya que no tiene la fuerza suficiente para lograrlo.
—Déjame salir —dice un poco enojada.
—¡No hasta que escuches lo que tengo que decir! ¿De acuerdo? —la amenazo mientras me alejo de ella.
Me mira con cautela mientras acepta con un movimiento de cabeza. Comienza a moverse despacio hasta el desayunador de tal manera que queda de frente a mi. Observa atentamente mientras yo no puedo con estos nervios que me hacen estar desesperado, espero un momento. Siento como mis manos empiezan a temblar y a sudar, Dios dame fuerza por favor.
Bueno ya es momento. Ahora.
Levanto mi cabeza hasta solo mirar sus ojos, me siento mal haciendo esto, ya no puedo pero debo, si no la voy a perder.
—Ten un cita conmigo —solté desesperado y con miedo.
Pude ver sorpresa en su mirada ante mi petición. No dice nada y comienzan a volver los nervios porque tal vez no quiere.
¿Qué pasa? ¡¿Por qué no responde?!
¡No puede ser! Me siento muy mal, ¿ahora qué hago?
Entonces escucho su voz después de ésta tortura que por fin, ha terminado de una vez.
—¿Te...sucede algo? ¿Te sientes bien? ¡Oye! responde —reía sarcástica mientras tocaba mi frente para comprobar si estaba bien.
Tomo sus manos delicadamente ocasionando que me mire de manera un poco extraña .
Quiere hablar pero no se lo permito, sólo me observa detenidamente mientras muevo mi cabeza de un lado a otro hasta detenerme para volver a mirar sus ojos, de manera que mi vista está completamente seria.
—¿Quieres salir conmigo esta noche? —pregunté más seguro de mi mismo.
—¿Por qué quieres salir conmigo? No puedes tenerme más paciencia —contestó recordándome lo que había dicho —Creo que para ti soy una de las peores personas que existe, te tengo encadenado con ésta esquizofrénica —decía mientras bajaba la mirada, susurrando cosas que no lograba entender.
—¡¿Por qué haces esto?! —grité hartado —¿A caso te gusta verme sufrir una y otra vez? ¡¿Que no tienes suficientes con ver cómo me desmorono con cada palabra que sale de tu boca?! —cuestioné con lágrimas en los ojos mientras se levanta y empieza a sollozar
—¡Fueron tus palabras! ¡No las mías!
—¡¿Y no has pensado por qué lo dije?! ¡Me rehusaba a seguir estando contigo porque entre más tiempo pasa, más me enamoro de ti!
Sus ojos cristalinos se convirtieron a ojos de sorpresa dicho esto, pero al parecer no me creyó puesto que negó con la cabeza nerviosa
—¡¿Y tu no has pensado por qué no quiero tomar mi medicamento?! ¡Si lo tomo no te volveré a ver! —finalizó entre lágrimas
Me quedé sorprendido. Cuando me di cuenta, comenzaba a caminar de regreso a su habitación. No reaccionaba a lo que acababa de ver y escuchar.
¡¿Pero qué demonios me pasa?!
Salgo corriendo tras de ella, la observo y me adelanto para alcanzarla pero di un pequeño tropezón en le proceso de correr, no tomé en cuenta las escaleras, pero no importa qué me pase, no pensé que ella me ha dado tanta vida como para sentir que tengo cuerpo propio.
Sigo corriendo, la tomo entre mis brazos para nunca soltarla. Nunca más.
Comenzó a forcejear una y otra vez, rogaba porque la dejara ir pero no lo haré.
No me queda más remedio que levantarla.
Comienzo a adentrarme a su habitación dejándola suavemente en su cama, sostengo su cara con mis manos para que deje de llorar.
—Escucha...sé que soy un egoísta que no tiene derecho a pedirte algo, pero ya no puedo más con esto que tengo aquí. No me deja seguir, ahora ya no soy el que decide sobre mi si no tu —confieso mientras sostengo sus manos acariciándola con mis pulgares.
—De acuerdo —dijo con una sonrisa en su rostro
—¡¿Dijiste que si, en serio?! —contesté con asombro ante lo que acababa de escuchar, no lo puedo creer.
Soy tan feliz que no puedo dejar de sonreír.
(...)
Soy consiente que solo ha pasado un par de horas desde lo que sucedió, pero aún no puedo creer que todo esto sea real, se siente como si fuera un sueño del cual no quisiera despertar. La emoción y los sentimientos encontrados que tanto suprimí por largo tiempo comenzaban a salir.
Agradecía a Lía por permitirme verla dormir, aún faltaba mucho para el amanecer
Siento como comienza a hacer efecto el sueño en mi por primera vez, comienzo a observar cómo todo se comienza a oscurecer poco a poco hasta que termino cerrando los ojos.
(...)
Se siente algo cálido que me invade despacio hasta darme cuenta que es la suave luz del sol que entra por la ventana. El hermoso rayo de sol que llena todo de alegría provocando una sonrisa en mi a pesar de que hace mucho tiempo no era así, extrañaba a mi familia, pero ahora podía entender que sólo puedo ser real en la mente de Lía.
Nunca había sentido tanta felicidad en mi vida, recuerdo que sólo lo hacía por aparentar ante los demás. Desde luego que todos las creían a pesar de que sólo eran huecas y forzadas para esconder lo que en realidad era, sólo la felicidad con mis hijos era real.
Pero eso ya quedó atrás de manera definitiva, ahora solo quiero ver y sentir lo que es amar y ser amado por la única persona que fue capas de descubrir mi ser, y la única que pudo traerme a la vida.
Le di un beso en la frente y comencé a descender la escalera aceleradamente porque hay mucho que hacer para ésta tarde, no se por dónde empezar. Estoy muy nervioso como para estar tranquilo.
(...)
Mi día ha estado un poco agitado pero estoy contento y feliz con el resultado que obtuve por fin, me había costado un poco arreglar todo.
Me dispongo a esperar mientras llega para comenzar con todo, había dejado una nota con la dirección pegada a la pantalla de su celular, sigo esperado aún y no sé qué hacer, ya ha pasado dos horas y no estoy seguro si vaya a llegar.
Será mejor que me vaya de este lugar.
Sabía que era muy bueno para ser cierto y mi corazón no puede más, tal vez sea mejor que me olvide de que pasó.
Comienzo a caminar por el sendero de manera lenta con la cabeza agachada, la gran decepción que tengo en este momento no podía irse sin herirme, sólo quiero irme a descansar y despejarme de todo esto.
(...)
Por fin llego a su casa, entro y escucho las discusiones de sus padres. Paso como si nada aprovechando que no pueden verme y entro a su habitación. Después de tanto caminar estoy a punto de entrar en él cuando escucho una voz que grita mi nombre fuera de la casa una y otra vez de manera más clara. Cuando por fin puedo divisar a la persona que me llama junto a la ventana. Era ella, mi cara de asombro se hizo presente al percatarme de lo increíble que podía verse el jardín, lleno de luces brillantes y una linda mesa para dos.
No puedo reaccionar estoy pasmado por lo que veo frente a mi hasta que no la veo más ante mi, creo que venía al cuarto.
Salí afuera pero no la encontré.
Cubro mi cara con mi mano mientras observo a mi alrededor, creo que me estoy volviendo loco, todo estaba muy hermoso. Pero no había rastro de Lía.
Vuelvo a caminar por todo el lugar hasta que siento algo que no me deja avanzar, entonces desciendo mi mirada hasta mis zapatos.
—Dios...¡¿que haces ahí?! —le pregunto mientras levanta su cara del suelo
—¿Qué no piensas ayudarme? —cuestionaba mientras soltaba una carcajada
Me suelta del pie para comenzar a levantarse suavemente del piso.
—¿Pensabas quedarte ahí, sólo mirando mientras yo estaba tirada...o qué te pasa? —dice mientras mueve sus manos y hace muecas raras una y otra vez.
Solo soy consciente de que es verdad que esta junto a mi hablando cosas que no comprendo. Acababa de darme cuenta que estaba tirada porque se había caído del árbol tratando de colocar las últimas luces.
Comienzo a temblar de manera sutil mientras la abrazo de pronto haciendo que pusiera una cara de sorpresa
—¡Nunca me vuelvas a hacer esto! Pensé que no vendrías —contesto mientras respiro su cabello una y otra vez para tranquilizarme.
Me despego despacio de su cuerpo para observarla mejor, y es cuando me doy cuenta de que su cabello estaba lleno de hojas y su cara de tierra. Pero no me importa ella esta aquí conmigo.
—En teoría no fui, pero quise compensar mi falta dándote esta sorpresa —sonrió feliz
La tomo de la mano y es cuando me entero indirectamente del porqué no había ido, sus muñecas estaban vendadas. De inmediato levanté la mirada con enojo hacia ella.
—Lo siento...—susurró triste
Me acerqué dándole un beso en la frente y decidí no decirle nada, no sabía lo que había pasado, pero no podía enojarme con ella sin saber lo que pasaba por su mente.
Nos sentamos en unas lindas hamacas mirando el cielo, sigo sin creer que estoy en una cita con ella. De pronto siento cómo algo me cae sobre la cabeza, no le doy importancia pero tardé en darme cuenta que era una señal para que comenzara a llover ocasionado que todo se echara perder.
(...)
A pesar de la lluvia seguimos estando fuera de su casa, sentados en aquella mesa con un gran paraguas para no mojarnos, no estaba lloviendo mucho, así que no era para preocuparse, había preparado unas hamburguesas.
—Soy vegetariano —la miré con burla
—Pues quítale la carne —alzó una ceja soltando una carcajada
Reímos y comenzamos a comer, no dejaba de verla a la cara, se le notaba que estaba feliz, pero estaba completamente seguro que no podía estar más feliz que yo.
—Me encanta estar contigo —solté feliz
Ella me miró, fue en ese momento cuando sus mejillas se enrojecieron.
—Y a mi contigo —contestó tímida —Aunque...ya sabes...
—¿No sea real? —completé su frase —¿No eres feliz al verme? —pregunté ganando que me mirara con sorpresa
—¡Claro que si! —dijo al instante
—¿Por qué no sentirte bendecida? Ves cosas que nadie puede ver, y yo soy una prueba de ello -le sonreí seguro
Inesperadamente ella sonrió muy contenta
Este...era el mejor de nuestros días.
(...)
—¡Vez! no te paso nada por probar ¿o si? —dice mientras se burla en mi cara una y otra vez —Pobres de mis hamburguesas —hizo una mueca
Ya lleva mas de media hora riéndose de eso, pero aunque sea de mi, me hace feliz.
—Para ser sincero no estuvo mal —digo mientras comienza a saltar frente al auto de su padre.
Siento que no me dejará vivir por un largo tiempo en paz, le gusta hacerme bromas.
—¿Sabes en qué estaba pensando? —preguntó mientras me miraba como una niña pequeña —Ahora que estamos junto al auto de mi padre...
—¡¿Qué?!
—Eso no pervertido —me dio un codazo burlona —¿Podrías cantar...?
—A Place With No Name —contesté de inmediato, creo que había leído sus pensamientos —Me da pena...—dije nervioso mientras rascaba la nuca
Lía puso una cara tierna que no podía dejar de ver
—Por favor —decía haciendo pucheros —¡Quiero oír cantar a Michael Jackson en persona!
—...está bien...
As I drove across on the highway
my jeep began to rock.
I didn't know what to do so I stopped and got out
and looked down and noticed I got a flat.
Comencé a cantar mientras ella me miraba muy atenta, podía sentir la alegría de una niña pequeña sobre ella, se notaba que le encantaba escucharme cantar.
I walked down towards the end of the road.
and in the fog a woman appeared.
She said don't you worry My friend I'll take care.
Take my hand, l'll take you there.
Take me to a place without no name!
Take me to a place without no name!
Bastaron unos instantes para comenzar a escuchar su dulce voz al compás de la mía.
She started liking me kissing me and hugging me.
She didn't really, really want me to leave.
She showed me places I've never seen,
things I've never done.
This place really looks like a lot of fun.
Terminó la canción y, más que contenta, me dio un enorme abrazo. Lo único que pude hacer en ese momento era seguirle el abrazo y esbozar una enorme sonrisa a sus espaldas.
(...)
No se si sea el momento pero no puedo esperar a otro, es ahora o nunca .
Estoy decidido .
Observo como comienza a avanzar hacia su casa.
—¡Espera! Vuelve tengo algo que decirte —dijo mientras estaba apoyado en la puerta del auto de su padre
Comenzó a caminar de regreso a donde estoy yo, hasta estar frente a mi para observarme determinadamente mientras espera .
—No se si te enojarás —hice una pausa nervioso —...pero me arriesgaré de todos modos —completé mientras me observaba intrigada.
Estiro mi brazo hasta tocar su cara de manera delicada, mientras acerco mi rostro poco a poco hasta unir nuestro labios en un beso delicado. Al principio no me seguía pues estaba estupefacta, pero después...Si. Esto es lo mejor que he hecho en mi vida, quisiera poder morir en sus besos.
Suavemente nos separamos.
No dijimos nada, sólo estamos sonriendo el uno al otro para después darle otro beso, pero comienzo a sentirme observado sin dejarla de besar. Miro hacia su casa y alcanzo a ver una figura en la habitación de su madre.
Nos separamos para mirarnos como si fuéramos dos adolescentes enamorados. Nos adentramos a la casa tomados de las manos, pero no podía dejar de sentirme incómodo. Estoy seguro de que era su madre la que miraba en ese momento, sólo espero no traerle problemas a mi pequeña Lía, aunque estaba dispuesto a todo con tal de que no le pase nada.
Continuará...
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