11. ¿Dónde estás, Michael?
Maratón [2/3]
Encontrar la foto de cuando era pequeña tirada en el piso entre los vidrios rotos me hizo sentir nostalgia. No solía tener muchas fotos mías, así que esta era un poco especial, pero la duda de saber a dónde se había ido Michael me dejaba pensando mucho, ¿por qué se fue justo en estos momentos? Aunque tal vez pudo haber pasado algo de lo que yo aún no me he enterado, dudo mucho que me haya abandonado en estos momentos tan críticos.
—¿Michael? —lo llamé esperanzada a que apareciera en el cuarto
Hice una mueca y me dediqué a recoger los vidrios rotos, en cualquier momento vendría Marie, mi mejor amiga para platicar, ambas habíamos estado separadas por mucho tiempo, desde que sus padres decidieron meterla a una clínica de rehabilitación.
—¡Lía! —gritó mi madre desde abajo
—¡Voy! —respondí al igual que ella
Bajé rápidamente hasta la sala donde me llevé una gran sorpresa
—¡Mickey! —corrí a abrazarla con mucha fuerza —¡Te extrañé hermana!
—¡Igual que yo!
—Las dejo niñas, tengo que salir —dijo mi madre contenta —Te la encargo Marie
No le dimos importancia y subimos a mi cuarto, extrañaba mucho a mi hermana del alma, claro que se había ido por cuestiones de salud.
—Tienes mucho que contarme —me senté feliz en una esquina de la cama al igual que ella
—¿De qué quieres que te hable? —preguntó con una sonrisa en su rostro —¿Del viaje? No, no creo porque fue muuuuuy aburrido
—Me gusta lo aburrido
—¿Entonces por qué aún no vas a la escuela? ¿Aún no te dan de alta?
Negué con vergüenza
—Que mal...—bajó la mirada —Oye...¿esa es una de tus fotos? —señaló el cuadro roto del piso —¿Qué pasó?
—No lo sé, sólo...se cayó —me encogí de hombros —. Pero no te preocupes, lo voy a remplazar —dije restándole importancia
—Bueno...—divagó la mirada —¿Entonces? ¿Quieres ver una película?
—Seguro —contesté sin mirarla
—Entonces vamos —me tomó de la mano saliendo de la habitación
Bajamos a la cocina para preparar un refrigerio, no podían faltar las bromas de ella haciéndome reír, era imposible no disfrutar su compañía, aunque casi siempre me quedaba a su lado sin decir nada, ese era uno de mis defectos, que a veces no suelo mantener una buena conversación con nadie
—¿Y Logan? —arqueó una ceja —Te dejé muy enamorada de él —guiñó un ojo
—No —negué entre risas —Él era el que me quería, yo jamás le correspondí —rectifiqué
—Si ajá —rió sarcástica —Quisiera verte en un futuro casada con él para decirte en la cara "Te lo dije" —me señaló graciosa
—No gracias —dije restándole importancia
No quiero tener familia, le daría muchos problemas a mi esposo, ¿Hijos? La esquizofrenia es hereditaria y no quiero que pasen por lo que paso a diario
(...)
—Enserio, ¡me volvería loca ahí! —gritaba a media película —¿Cómo puede gustarte eso? —preguntaba sorprendida
—Desde que vi Saw, empiezo a valorar mi vida —respondí obvia —Además las trampas que hace son muy originales, debes admitirlo
—Qué graciosa ¿Te aplaudo? —me vio amenazante —Bueno ya, ¿Cuántas faltan para terminar toda la saga?
—Pues...apenas vamos en la tres, faltan cinco —la miré entre risas
Me dio un ligero golpe con el codo y se levantó
—Oye, tengo que irme, ya es tarde, vendré mañana ¿puedo?
—Claro, siempre estoy sola en casa
—¡Genial! —brincaba —entonces nos vemos mañana, aprovecharé porque en unas semanas volveré a irme —añadió desganada
—Entonces lo aprovecharemos —la abracé
La acompañé hasta la puerta, nos despedimos y cerré la puerta, subí hasta mi habitación poniendo un poco de música para no aburrirme.
Al ver el reloj mi ánimo se tornó algo neutro, ya casi era la hora de mi medicamento, mi mamá no tardaba en llegar al igual que mi padre.
(...)
Preparé todo y me metí al baño a tomarme una ducha, el agua solía relajarme siempre que estaba estresada, pero hoy era diferente, ni siquiera estaba tensa, lo único que sentía era preocupación, no había visto a Michael desde que llegamos del psiquiátrico, y aquél escandalo...
Flashback
—No mires a los lados —habló furioso —No dejes que gane
Mi mandíbula comenzaba a temblar
—Michael...—susurré temerosa
—No ganará —dijo para desaparecer
Me sorprendí ante tal acto levantándome de donde estaba
—¿Pasa algo Lía? —preguntó con cinismo
—...Nada
—¿Podemos continuar?
Fin del Flashback
Desde ese momento ya no apareció, lo único que pasó después fue que le hablaron a mi psiquiatra porque un paciente se había salido de control, ¿habrá sido Jeiden? Creo que ya es oficial, no podría estar más confundida, pero no sería la primera vez.
—Michael —hablé consiguiendo sólo escuchar mi propio eco dentro de la gran casa en la que estaba
¿Qué pasaría si ya no lo veo nunca?
«Por ello no quiero tomar mi medicamento» —dije en un susurro —No quiero dejar de verte Michael...
—Pues no lo tomes —contestó aquella voz a la que tanto temía
De inmediato salté de lo sorprendida, estaba frente a mi aquélla persona, aquélla que aparecía entre la oscuridad de cada noche. Mi temor estaba parado frente a mi de forma malhumorada.
«Cuando Michael está, ellos desaparecen» —recordé —«Michael no está, ellos vuelven »
—Tu no...no...—intentaba hablar pero los nervios se apoderaban cada vez más de mi
—No...no...—repetía con burla —¿Vas a terminar tus frases? —decía sarcástico —¿Creíste que no volveríamos a vernos? —dijo mientras se sentaba en una de las sillas del baño
Rápidamente tomé una toalla y salí de la bañera toda enjabonada
—No existes —exclamé con seguridad frente a él
La risa tenebrosa llena de furia comenzó a salir de él: —No existes —arremedó —¡Para ti existo! —gritó haciendo que mis oídos dolieran —¡¿Crees que podrías deshacerte de mi?! —se acercó mientras retrocedía intentando no romper en llanto —¡Yo soy para ti! ¡Al igual que tu para mi! —me dio una bofetada haciendo que me estampara en el piso
—¡No! ¡Por favor! ¡Para! —gritaba acercándome a un rincón como niña pequeña
—¿Paro? No, no, no —decía burlón —¡Tu nos olvidaste! ¡Nos cambiaste por alguien que te ha abandonado! —voceó rasgando mis manos fuertemente
—¡Ay! —chillé mientras miraba como mi sangre iba saliendo poco a poco
—¿Qué pasa? ¿Dónde está quien te juró protegerte? —inquirió satisfecho
—¡Eso no te importa! —lo enfrenté decidida logrando que me golpeara fuertemente en la cara
—¡¿Has decidido hacerle caso a él?! ¡Nosotros hemos estado contigo más que él! —dijo mientras me sujetaba con fuerza logrando dejar fuertes marcas en mis brazos —¡Mira! ¡Te ha abandonado! —clavó su mirada ardiente en mis ojos
—¡Ustedes no son reales!
—¡Ni él tampoco! —terminó arrojándome contra el gran espejo del baño
Mis quejidos de dolor salieron al instante mientras la sangre cubría parte de los vidrios rotos del piso, me levanté como pude con la misma seguridad de enfrentarlo
—¿Aún quieres más? ¿Cuántos castigos quieres por este desacato? —cuestionaba mientras se acercaba
—¿Y tu? —se escuchó de repente la voz de Michael —¿Cuántos castigos quieres por dañarla? —preguntó apareciendo ante él
No...
Ahora estaban frente a frente...
Continuará...
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