Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XXXVII

Luego de que Ari se fuera, Mike caminó de manera muy campante a su salón de clases, pero no sería tan fácil, ya que Trollino se cruzó por ahí. Se veía entre molesto y relajado.

—Veo que no respetas nuestra relación —reclamó el pelinegro.

—Y tú no respetas una promesa, ¿Cómo te atreves a mentirme? —cuestionó Mike con enfado.

—¿A mentirte? ¿A qué te refieres?

—¡No seas imbécil! Esa promesa de dejar a Ari tranquilo, ¿Cómo es que planeas matarlo? —dijo con un nudo en su garganta.

—¿¡Matarlo!? ¿Q-quién dijo eso? —fingía demencia¹ el de ojos azules.

—¡Tú, idiota! ¿¡Quién más a de ser!? ¡Te escuché en la fiesta, aún no se me olvida!

—M-Mike, entendiste mal —intentaba convencerlo.

—Ajá, no soy tan ingenuo —cruzó sus brazos y se puso firme—. Escúchame, si tú te acercas a MI Ari, ten en cuenta que pasarás mucho tiempo en un lugar llamado prisión —amenazó—. Ya eres lo suficientemente grande para responder a una denuncia, Javier.

Dicho eso, Mike continuó su rumbo hacia el salón.
Todo el plan de Trollino se estaba jodiendo, pero tal vez aún le quedaba una escapatoria de ese aprieto.

[...]

A la hora del descanso, el rubio buscó a su mejor amiga; Ela. Por lo que había entendido, ella hablaba inglés, entonces le serviría para hacer una traducción más exacta de la carta de despedida.

Buscó y buscó, hasta que la encontró en unos talleres haciendo su tarea. Sin más que perder, fue directo a ella.

—Hola —saludó el de ojos grises—, ¿Estás muy ocupada? —preguntó viendo los escritos de la otra.

—No, ¿Por qué? —igual interrogó ella, siguiendo con la mirada al rubio, quien tomó asiento a su lado.

—¿Es tarea para ahorita?

—No.

—¡Muy bien! —expresó Mike y sacó la carta junto con su diario—. Necesito tu ayuda.

—¿Ayuda con qué? ¿Qué es esto? —tomó el sobre de papel en sus manos.

—Es... E-es...

El mayor de ambos no sabía si decirle, pero sería mejor que entendiera la situación por si las cosas empeoraban con su psicólogo.

Entonces suspiró y soltó las palabras.

—Es la carta de despedida de Jayden —apretó los ojos después.

—Excuse me? —se sorprendió la menor.
"¿Perdón?"

Él abrió los ojos al no entender.

—¿¡Qué quieres que te diga!? ¡Es eso!

—¿Pero qué le pasó a él?

—Se colgó en su departamento y esta carta puede decirnos el porque —explicó el rubio algo decaído.

—Ay no. Jayden era alguien importante para Ari. Cuanto lo siento por él —dió Ela las condolencias.

La pelicastaña abrió el sobre, sacó la carta y empezó a leer. Mientras hacía eso, preguntó:

—¿Ari no ha hecho ninguna locura?

—Por el momento, no —respondió Mike.

Ella asintió y siguió leyendo.

Sin emitir palabra, Ela agarró el diario de Mike, su pluma y empezó a escribir sobre una página en blanco la traducción.
El de ojos grises no quería ver hasta que estuviera acabada.

Unos minutos después, la de ojos verdes terminó su labor.

—Listo —enunció dejando la carta devuelta en el sobre.

—¿Ya? —volteó y vió su cuadernito—. ¿L-lo leemos juntos?

—Léelo tú, yo ya lo hice —contestó con su voz quebrada.

—Bien —suspiró—, aquí voy.

"Hola, Ari.

No sé como te encuentres o si me odies por lo que te hice pasar, pero tengo mis razones.

Esa noche, te ví algo juguetón con el chico, tu paciente. Sinceramente, me sentí mal por eso, recordé años anteriores, aquel tiempo en el que íbamos a la Universidad y... Nos obsesionamos uno del otro.

Pensando en eso, siempre quise pedirte perdón por haberte hecho vivir un infierno. Tú eres libre de decidir con quien quieres estar y si estás más cómodo con Miguel, que seas feliz, muy feliz.

¿Lo recuerdas?
Cuando llega la mañana
Cuando vemos en lo que nos hemos convertido
En la fría luz del día somos una flama en el viento, no el fuego que comenzamos.
Cada pelea, cada palabra que no podemos retirar, porque con todo lo que ha sucedido, creo que ambos sabemos la manera en que la historia termina.

Tal vez te preguntes el porqué te estoy dejando ir y es debido a que estuve tomando terapia psicológica, sí, terapia, hubiera sido lo mejor para los dos, pero como dije, ahora serás libre de decidir y serás libre de mí.

Solo quiero que mantengas esos bonitos recuerdos que pasamos, esa noche que nos conocimos bien. No olvides nada de eso.

Lamentablemente, mi corazón no puede más y mi alma tampoco.

Solo por un minuto quisiera cambiar mi manera de pensar, porque esto no se siente bien para mí.
Quiero levantar tu ánimo. Quiero verte sonreír, pero sé que eso significa que tengo que irme.

Mucha suerte, Ari. Cuida a ese pequeño, aunque no lo traté de la manera más amable.
Cuida de Lillian también, es... Buena amiga.

Esa niña, Daniela, aunque no me quiera, le deseo lo mejor. Ojalá se gradue con honores.

También, espero resuelvas ese conflicto con tu madre. La verdad, nunca me agradó.

Fue un verdadero gusto haberte conocido, al igual que fuiste una de las personas más importantes de mi patética vida.

Te amo, Ari Gonzalo.

-Jayden Berman"

Al voltear a ver a Ela, Mike se dió cuenta que ella tenía sus ojos cubiertos por sus manos, pues estaba llorando.

—¿Elita? ¿E-estás bien? —dejó el diario, se acercó y la abrazó.

—S-sí, más o menos —sollozó—. No sabía que Jayden sabía de mí, pero supongo que en un punto, Ari le informó eso.

—También él pidió que Ari me cuidara, al igual que a Lillian y que no le caía bien mi suegra —bromeó.

—Jaja —rió la menor y limpió sus ojos—, tú y tus bromas, Mike.

El de ojos grises también sonrió por un momento, aunque después recordó que a su pareja no podría ocultarle las cosas.

—Hay que entregarle la carta a Ari —comentó el mayor de los dos.

—Le va a doler mucho —contestó Ela.

—La verdad duele y no lo podemos evitar.

El timbre sonó para indicar que todos debían volver a su salón, entonces el rubio se separó de su amiga, guardó sus cosas y se levantó de su asiento.

—Nos vemos a la salida, Elita —se despidió Mike, para luego retirarse.

La pelicastaña igual recogió sus cosas y fue a su salón, sin nada más.

[...]

Y tal como se dijo, Mike junto con Ela pudieron reunirse cuando salieron de la Universidad.

El rubio esperaba por Ari, aunque él nunca le dijo que pasaría a recogerlo.

—¿Qué buscas, Mike? —inquirió la de ojos verdes viendo como el otro divagaba con su mirada.

—El auto de Ari —le respondió sin ponerle mucha atención a ella.

—Ah, sí, respecto a eso... —se resignó a sacar su celular y buscar en los mensajes.

—¿Qué? ¿Qué pasa?

La menor le enseñó unos textos a su amigo; una conversación con el de ojos bicolor.

—Dice que no vendrá por ti, ya que recordó que tus padres llegaban esta tarde y no quiere provocar inconvenientes —explicó Ela lo ya mostrado.

—¡Agh! —expresó Mike como queja—. Yo quería que viniera.

—Sí, pero él también te respeta mucho.

—Lo entiendo —dijo y se dispuso a caminar en sentido contrario de su casa—. Bueno, no queda de otra más que ir con mi amorcito.

—Tú no tienes remedio, ¿Cierto? —le reclamó la menor desde lejos.

—¡Nop! ¡Definitivamente no!

Así, Mike terminó por irse de la Universidad a la casa del castaño.

[...]

—¡BUENAS! —gritaba el de ojos grises, a la par que tocaba el timbre de la casa de su pareja.

Algo aturdido por el ruido, Ari no tuvo de otra más que ir a abrir la puerta y al hacerlo, se llevó una grata sorpresa.

—¿M-Mike? ¿Qué haces aquí? Pensé que irías a tu casa. Tus padres llegan hoy, ¿No?

—Sí, pero creo que aún tengo algo de tiempo, así que, ¡Wiiiii!

Fue como se expresó y luego se aventó a los brazos del mayor, cayendo ambos al suelo.

—Ow, jaja, se ve que te emocionas mucho cuando vienes a verme —decía entre risas mientras sujetaba al menor de la cintura.

—¡Sí! —replicó, se quitó la mochila y la aventó lejos—. Si te soy sincero, mi felicidad acabaría si te vas o si simplemente no estás.

—Je, ¿En serio?

Sip, lo juro.

Debido a que sus caras estaban tan cerca, Mike se inclinó aún más, hasta que besó al especialista. Por la muestra de afecto, Ari empezó a pasear sus manos por la espalda del otro, provocándole algunos suspiros y sonidos que no se entendían.

No se pudo negar que casi había algo más, pero el castaño lo detuvo con una sonrisa y viendo a los ojos a su pareja.

—Mmm —emitió el mayor y trató de sentarse—. ¿T-tienes hambre?

Mike asintió igual sonriendo, dando paso a que Ari se levantara y fuera a la cocina.

[...]

5:00pm; el psicólogo ya se encontraba llevando a su paciente directo a su hogar, pues el tiempo se les pasó rápido e incluso olvidaron que los padres de Mike llegarían.

Al estacionarse frente a la vivienda, ambos bajaron del vehículo aún riendo por la situación, aunque eso les duraría poco.

A nada de que el rubio abriera la puerta, el Sr. Bernal hizo la acción primero, sorprendiendo tanto a su hijo como al acompañante.

—Miguel, no esperaba que vinieras a casa con... Tu psicólogo.

Solo silencio se pudo percibir, pues Mike estaba paralizado por los nervios.

_____________________________________

[N/A]

-Vocabulario-

¹ Para la medicina y la psicología, la demencia es un deterioro progresivo e irreversible de las facultades mentales, que genera importantes afecciones en la conducta de la persona que la padece.

Técnicamente, "fingir demencia", es fingir una enfermedad mental y en este caso, para escaparse de la verdad.

[...]

[🖤🥀] Que lindo, Ari conocerá a sus suegros... (• ▽ •;)
No sé que tan bien salga.

¡¡¡Bye!!!

-AshleyHgoRdz

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro