XVII
Persona que dejaría que me pegara 🥴
¿Y mi tocayo¹? ¿Mike?
Flex
No sé, esta vez no fue a la Universidad.
Tal vez le dieron el día libre o
está enfermo, tampoco le he llamado
Persona que dejaría que me pegara 🥴
Pues llámale, ocupo saber de él
Flex
¿Y el milagro?
Persona que dejaría que me pegara 🥴
No pues... Na' más 🕴🏻
Flex
Solo puedo decirte una cosa, ha
estado yendo al psicólogo
Persona que dejaría que me pegara 🥴
¿Al psicólogo para qué?
Flex
Porque su papá así lo quiso
Persona que dejaría que me pegara 🥴
Ehh, mis dudas se quedarán
sin resolver :v
Flex
Pues las mías también, porque
no sé exactamente la razón
Persona que dejaría que me pegara 🥴
En fin, ¿Cómo va con su problema
de Javier?
Flex
No menciones a ese hijo de
puta porque soy capaz de
partirle el hocico en cuanto lo vea
Persona que dejaría que me pegara 🥴
¡AHHH! Como me encantaría
haber escuchado eso 😩
Persona que dejaría que me pegara 🥴
Me emocionas 🌚
Flex
Deja de estar de caliente... Que me
lo pegas 🥵
Persona que dejaría que me pegara 🥴
Ven a mi casa, baby 👉🏻👌🏻🔥
Flex
No-
Persona que dejaría que me pegara 🥴
Culero. Se cancela el modo
horno 🤸🏻
Flex
JAJAJA, no te la creo XD
Persona que dejaría que me pegara 🥴
En fin, si algún día puedes hablar
con Mike y sabes algo, me avisas
Flex
Bueno, yo te aviso, guapo 🕶️🤏🏻
Persona que dejaría que me pegara 🥴
Aviso: Se reactiva el modo horno 🔥
Flex
A que la... Que se cayó por
asomarse
Flex
¡Hey! Veo que viene Mike
Persona que dejaría que me pegara 🥴
Lo saludas por mi, porfi
Flex
Está bien, amor, nos vemos después
Persona que dejaría que me pegara 🥴
Si, chiquitito ️❣️
El peliazul apagó su celular, lo guardó y corrió con Mike, llamando su atención con un pequeño grito.
—¡Mike! ¡Aquí! —nombró alzando una mano.
El rubio volteó a verlo, sonrió y fue con él.
—Hola, Flex, ¿Qué pasó? —cuestionó acercándose.
—No, nada, solo que... Hace algo de tiempo que no hablamos y quería saber el porque.
—¡Ay! Lo siento mucho, es que he estado preocupado por un examen que debo hacer en unos días —explicó—. Además de que tengo otro problema con el cual lidiar.
—¿Cuál problema? —preguntó Flex.
—Un psicólogo.
—Ohh, Ela me comentó de eso, pero no sé porque estás yendo.
—Porque le dije a mi papá que me gustaban los hombres y pensó que estaba, ¿Enfermo? Si lo puedo decir así.
—¿Es en serio? ¿Y por qué accediste?
—Porque si no lo hacía, mi papá iba a curarme a golpes —mencionó Mike torciendo la boca y viendo hacia otro lado.
—Ay, que mal, Mike. Ojalá pudiera ayudarte de alguna forma —dijo y también desvió la mirada un poco—. Y, ¿Cómo vas? —consultó para romper tensión.
—Ya ha pasado casi un mes y siento que no avanzamos mucho.
—¿Por qué?
—Porque... Hace muchas cosas, si, pero no hay solución concisa.
—Oh, ya. Los psicólogos son así, empiezan despacio y ya depende de ti.
—Yo no me he liberado mucho con él, así que igual y es mi culpa —se lamentó un poco.
—Ehh, por una parte si y por otra no, pero ahora sí que yo no debo meterme en el camino de un profesional.
Mike se quedó pensando unos segundos y había una frase que Ari siempre le decía: "Hasta luego, Miguel, o hasta nunca", y sonreía abriendo la puerta del consultorio. Sinceramente nunca preguntó porque decía eso, pero parecía más que obvio; al rubio no le gustaba estar con el psicólogo.
También, cuando el rubio llegaba al consultorio después de la escuela, el especialista le ofrecía su ayuda con las tareas, más el estudiante pensaba que él no estaba calificado para comprender esas cosas. Ari solo encogía los hombros y se sentaba en su silla.
Desde ahí, siempre preguntaba por el día de Mike, ¿Cómo le iba? ¿Qué había desayunado? ¿Qué había aprendido? Si hacía algún amigo más o si existían más problemas del tipo que sean. El rubio se limitaba a contestar y eso sí hacía que Ari se decepcionara de si mismo, ninguno de sus pacientes le ha tenido confianza.
Tanto estaba pensando el rubio que no se dió cuenta cuando agua empezaba a caer del cielo y Flex advertía:
—¡Mike! Parece que va a haber una tormenta o algo así, ¡Házme caso! —regañó el peliazul y sacudió al rubio de los hombros.
El rubio volvió en sí y sintió más gotas cayendo en su cabeza.
—¿Q-qué? ¿Qué dices? —preguntó parpadeando varias veces.
—¡Que está lloviendo, sordo!
—¡Y yo iba de camino con Ari! —exclamó soltándose de Flex y echándose a correr—. ¡Nos vemos, Flex! ¡Fue un gusto saludarte!
—¡Igualmente! —se despidió de lejos con su mano y visualizó como desaparecía su silueta—. ¿Y ahora? Lo único que me queda cerca es... La casa de Silvio. Maldición —se quejó en voz baja y comenzó a avanzar.
[...]
Mike iba llegando al consultorio de Ari y la recepcionista le dijo que entrara, el psicólogo no tardaría en llegar.
Él hizo caso y se fue a sentar al diván, poniendo la mochila que cargaba en sus hombros ahora en sus piernas.
Bastaron unos minutos para que el castaño de ojos bicolor llegara al consultorio con unas bolsas en sus manos y todo empapado por la lluvia.
—¡Buenas! —saludó con una hermosa sonrisa y todo el cabello en su cara—. ¿Qué tal?
—¿Qué le pasó? —cuestionó Mike viéndolo irse a la silla de su escritorio.
—Pues está lloviendo mucho y me mojé —contestó avergonzado, dejando las bolsas en el suelo.
—¿Quieres algo para secarte?
—Mmm, ¿Qué traes?
—Cuando llegué, la recepcionista me dió una toalla, por si la necesitabas —indicó ofreciéndole la tela mencionada.
—¡Gracias! —se deleitó y tomó la toalla, desatando su cabello para secarlo con la misma.
—De nada —contestó y sacó un cuaderno.
Mike vió de reojo a Ari y este dejó la toalla en su cabeza mientras prendía su ventilador de aire caliente, para quitarse el saco dejándolo cerca del aparato.
Siguió secando su cabello con los brazos alzados y algo había cambiado o el rubio nunca lo había notado; Ari, a pesar de estar "viejo", tenía formado el cuerpo y su camisa mojada lo delataba.
Sin darse cuenta, a Mike le ardieron las mejillas y rápidamente se le pusieron rojas. Su homosexualidad le permitía disfrutar la vista de aquel especialista.
El psicólogo terminó de secarse y vió al menor, preocupándose por el sonrojo que tenía.
—¿Estás bien, Miguel? T-tu cara está muy roja.
—¿Eh? —preguntó para si mismo y tocó sus mejillas—. Ah, si, si, c-creo que si.
—Bueno, si tú lo dices —sonrió y también puso la toalla a secar.
—"¿Qué me pasa? Si, está formado, guapo y lo que quieras, pero... ¿Me estoy volviendo loco por mi psicólogo? No, sería algo ilegal para ambos y de quien estoy enamorado realmente es de Javier, aunque no hable conmigo" —pensó.
—Miguel, estás muy raro —dijo viendo al rubio que no despegaba la mirada del suelo—, ¿Seguro que estás bien?
—Si, s-seguro —respondió sacudiendo su cabeza y regresando la vista al cuaderno.
—Por cierto, ¿Has avanzando en el diario?
—Mmm, un poco.
—Me alegra —volvió a sonreír y se sentó en su silla.
—También —agregó Mike subiéndose las mangas de su sudadera—, dejé esto de lado y, aunque tengo cicatrices, n-no hay nuevas.
El mayor lo miró con ternura y después volteó su silla hacia la ventana, no quería que su paciente viera como unas lágrimas salían de sus ojos.
—¿Está... Bien? —preguntó el rubio levantándose del diván y yendo con él.
—S-si —sollozó el castaño—, n-no es nada.
Mike trató de entender su alegría y lo abrazó por sus hombros.
—Gracias.
Ari levantó una mano y palmeó unas veces el brazo del menor.
—G-gracias a ti.
El rubio vió el cabello caído del mayor por sus hombros y no pudo evitar sonrojarse otra vez.
[...]
—¿Qué estás haciendo, Miguel? —preguntó Ari viendo como el rubio leía su cuaderno.
—Estudiando —contestó sin más.
—Oh, ¿Para qué? Si puedo saber.
—Para un examen.
—Y, ¿Por qué no estudiaste en casa?
—Es aniversario de mis padres y no planeo estar en mi casa para escuchar cosas que no debo —explicó y vió al especialista con una ceja levantada—. ¿Qué tal?
—Jaja, está bien, está bien, no te preocupes. Sé lo incómodo que es.
—¿En serio?
—Si, ¿Los has oído?
—No y tampoco es que quiera hacerlo, sería asqueroso.
—Si, es asqueroso y sobre todo a los 11 años —sonrió Ari forzadamente.
—"Ay. Me han dicho que esos son traumas y me alegra no haberlo vivido" —razonó—. Lo siento mucho por usted.
—No te preocupes, ya fue hace mucho tiempo.
Mike regresó la vista a su cuaderno y continuó estudiando sus apuntes.
[...]
—Ya ha dejado de llover, Miguel, creo que puedes irte —notificó el especialista echándole un vistazo a su ventana y después yendo a la puerta.
—¿Me está corriendo? —bromeó el rubio guardando sus cosas y también yendo a la puerta.
—No, solo es que no puedes quedarte aquí para siempre, con alguien a quien no quieres —recordó y abrió la puerta.
—Oh, si, t-tienes razón —titubeó y salió del consultorio—. A-adiós.
—Hasta luego, Miguel, o hasta nunca —sonrió y cerró la puerta.
—"Mierda".
El rubio hizo la misma rutina de siempre y mientras iba en el transporte de camino a casa, se le ocurrió regresar al lugar en el horario que Ari saliera de su trabajo; tenía planeado seguirlo hasta su vivienda.
_____________________________________
[N/A]
-Vocabulario-
¹ Persona que tiene el mismo nombre de pila que otra.
[...]
Mike: Está viejo, está sabroso... Si me conocen, me hackearon 🏃🏻.
¡¡¡Bye!!!
-AshleyHgoRdz
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