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Narrador
-Miguel/Mike-

El beso que Ari me estaba dando de verdad era increíble, era el mejor hasta ahora y aunque estuve coqueteando con él sobre esto en varias ocasiones, no me sentía bien, ¡Estaba en pánico!

Al sentir sus manos tan firmes deslizarse por dentro de mi playera, supe que lo tenía que parar... Pero tampoco quería y lo terminé haciendo.

—Ari, Ari, Ari —me separé—, ¿No vamos algo rápido?

—Pues yo no lo siento así~.

Al querer besarme otra vez, terminé por salir corriendo al baño. Quizá fue una grosería, ¡Pero sí me alarmé mucho!

Ya ahí entre cuatro paredes, me relajé un poco más y así nada más, comencé a buscar algunos consejos para una primera vez sobre una pareja de dos hombres; hasta eso, existen diferentes pasos.

Indagando más, acabé en una página pornográfica y viendo vídeos de gays follando entre ellos.

Dejé eso de lado e hice uno de los consejos que leí: Mantenerme limpio. Al lado estaba la regadera, así que despojé mis prendas y fui midiendo la temperatura del agua.
Luego, me dí aquella ducha.

[...]

Ya había terminado pero seguía asustado en el baño, viendo el espejo y preguntándome como llegué a esto.

Sin nada más que hacer, seguí buscando aún más consejos en el celular y ví algunas cosas "básicas". Ejemplo: Un lubricante a base de agua, ¿¡Dónde diablos se supone que voy a conseguir eso ahora!? ¿Y si usa saliva? ¿No es lo mismo?

Condones... ¿Quedaré embarazado o qué?
Ah no, enfermedades. Yo no tengo nada. Además, ¿Esos también de dónde los voy a sacar?

Pasaron unos minutos más y finalmente me decidí a salir. Aún tenía algo de miedo, más no tanto como antes.
Cabe aclarar que solo me quedé en bóxer y sentí poco a poco mi miembro levantarse. No lo hizo del todo, pero sí un poquito.

Finalmente llegué a la habitación con los ojos cerrados.

—¡A-Ari! Ya estoy listo para que me uses como quieras.

Pero al verlo, ya estaba dormido.

—¡Fiu! —solté el aire que me guardé por los nervios—. Creo que me salvé hoy.

Caminé hacia la cama y después me senté en el suelo a un lado del mueble, empezando a hablar solo.

—A pesar de los chistes que le dije y las insinuaciones que hacía... Da miedo. Una cosa fue dar un paso pequeño al ser su pareja, pero este es un paso muy grande.

   »Yo sabía que las personas ebrias son una cosa muy diferente y, ¡Literalmente él cambió mucho! De un ser pacífico, pasó a ser alguien consumido por la lujuria.

   »Al menos esta noche ya pasó y me conservaré virgen.

Terminando de hablar y razonar conmigo, tomé mi celular que estaba a un lado mío, todo para seguir viendo tonterías.

Aquellas pequeñeces resultaron nuevamente en ver pornografía, haciendo que me excitara de a poco.

Observé el bulto en mi ropa interior e inmediatamente me sonrojé recordando esos años cuando lo hacía solo, aunque ahora no quise.

Apagué mi aparato y me levanté del suelo, viendo que Ari mantenía su misma posición todavía durmiendo.

Algo dentro de mí me invitó a mirar en su entrepierna, así que eso hice... A mucha honra. ¡Se le marcaba HERMOSO en el pantalón! Tomando en cuenta que seguía llevando su traje. Mi calentura y yo tuvimos una "genial" idea.

Me arrodillé a un lado de esa parte de su cuerpo y sin perder más tiempo, bajé el cierre de su prenda; una tela menos, faltaba otra.
Abrí el hueco que el bóxer tenía ya para finalizar el sacar ese pedazo de carne.

Lo medí con mis dos puños cerrados sosteniéndolo en medio; eso medía y aún sobraba la punta.

Según las recomendaciones de Internet, era bueno empezar con un masaje o caricias hacia arriba y abajo, técnicamente como si uno se estuviera masturbando solo.
Inicié con eso, sintiéndome bien en el proceso.

Otra recomendación, para ya experimentados, era usar la boca; algo conocido como "felación". También intenté hacerlo, pero no sabía como no meter los dientes, ya que están ahí pegados.

Estuve un rato pensando en la mejor manera para realizar eso y terminé por darle una lamida a todo el largo desde la base hasta la punta. No podía describir su sabor exacto, entonces consideré el seguir llenando su pene con mi saliva.

Poco a poco fui avanzando y de verdad me estaba gustando, tanto que ya comenzaba a chuparle la punta como se debía. Sentí igualmente que me ponía duro, así que saqué mi "cosa" y mientras seguía con una mano en el suyo, yo también me provoqué satisfacción.

Supongo que debido al ruido y a que prácticamente le estaba "lubricando" una parte de su cuerpo, Ari terminó por despertarse.

Cuando lo volteé a ver, se estaba sentando y tallando sus ojos. En segundos, dejé de hacer eso e igual me senté frente a él.

—¿Ari?

Lo llamé y ahora sí me volteó a ver, pero seguía algo ebrio, lo cual me pareció un milagro.

—¿Mike? ¿Qué estabas haciendo?

—Ehh —comencé a jugar con mis manos por los estúpidos nervios—, ¿N-nada? —fue lo único que le atiné a contestar.

—¿Nada? —volteó abajo—. ¿Y por qué tengo mi pene mojado?

—Agh, bien... Te la estaba chupando, ¡Solo por mera curiosidad! —confesé alarmado por lo que podría hacerme; adiós virginidad.

—¿Chupando? C-creí que no querías.

—Tengo miedo, ¿Sí? Lamento los coqueteos, no estaba del todo listo para esto —rasqué mi brazo y desvié la mirada.

—Entonces, si no estás listo, ¿Por qué lo haces?

—Era solo un pequeño experimento, pero, si estás dispuesto... —agregué y me acerqué más a él, dejando mi boca en su oído—. Puedes tomarme; ya me empiezo a acostumbrar.

—¿Estás seguro?

—¿Qué tan malo puede ser?

Muy malo.

Me separé de donde estaba y sin esperar más, me motivé a besarlo, sintiendo que su lengua entraba salvajemente en mi boca. Con algo de dificultad le terminé correspondiendo eso.

Lentamente me fue recostando contra el colchón y me empezó a acariciar el torso. Fue grandiosa la idea de solo dejarme el bóxer, siento que me estoy mojando.

Ari dejó de besarme los labios y pasó a besarme el cuello, parece que también a succionarlo. Esos eran los famosos chupetones o como decían en la escuela en años anteriores: Marcar territorio; ni que fuera perro.

La respiración de él me estaba dando algo, me excitaba más de la cuenta y ruidos, titulados gemidos, empezaron a sonar, al igual que respiraciones entrecortadas.

Como yo estaba prácticamente sin ropa, quise hacerle lo mismo a Ari, pero de un momento a otro me acomodó en cuatro y me pegó una pequeña nalgada, para luego sacarme lo único que me cubría.

—¡Ah! ¿Q-qué haces? —reclamé—. E-esto es horriblemente vergonzoso.

Pero en vez de contestarme, se puso a buscar en algunos muebles de su habitación, hasta que encontró una botella y regresó a la cama.

—¿Ari? —cuestioné.

—Mi pequeño rayito de sol, si entro en ti sin lubricarte, lo más probable es que desgarre tu interior y empieces a sangrar sin ningún control aparente.

Mis ojos se abrieron como platos al oír eso.

—Pero con esto —sentí el líquido escurrirse por mi parte trasera—, resbalará más fácil.

—¡AH! E-está frío —comencé a temblar y apretar las sábanas.

—Solo será por unos segundos.

Oí que dejó lo que traía a un lado y sin más previo aviso, sentí que masajeó mi "entrada" o correctamente llamado ano.

Me quejé mucho pero no de dolor, si no de, ¿Placer? Esos largos dedos que me acariciaban y apretaban de vez en cuando se sentían tan bien; sus dedos firmes. Los dos más largos empezaron a querer entrar, más por el miedo, lo impedí.

También pude escuchar que Ari se reía. Ya después me dejó besos en mi espalda para relajarme, lo cual funcionó. Pero ahí no acabó, para más "relajación", él tomó con otra de sus manos, igual de firmes, mi miembro en ella. ¡Ahhh! ¡Sentí tan rico! ¡LO JURO!

Ese placer lo representé con gemidos más sonoros y suplicando que "parara"; siempre quise decirlo.

—A-Ari, ¡Ah~! S-se siente raro, p-para, ¡Ahhh~!

—¿Por qué~? Tu cuerpo no parece decir lo mismo —me masturbó más rápido.

Hice que dijera lo que quería y en cuestión de segundos, me terminé corriendo en las sábanas. Yo soy de esas personas que se emocionan rápido.
Me caí de lado, llamando la atención de Ari.

—¿Ya? ¿Tan rápido? —dijo él acomodándome otra vez boca arriba.

—P-pues sí —contesté agitado—. ¿Cómo no hacerlo si te estoy viendo?

—No me estabas viendo, Mike —se rió—. Bueno, una de las cosas que recuerdo que me hacías, era chuparme —aclaró.

—Oh, ¿Y lo hice mal~?

—No tanto para ser tu primera vez.

Al mencionar eso, me abrió las piernas de lado a lado, dejando otra vez mi miembro al aire. Observé como lo agarró con una mano y luego acercó su boca, dejando un beso en la base de este.

—Ahora déjame darte una breve lección~.

Ahora él me estaba haciendo una felación a mí, ¡Increíble! Por cierto; sabía usar la lengua. Hubo un punto en el que se metió todo y no sé si se estaba ahogando o solo fingía, pero ese sonido imbécil fue lo que me "reanimó", por decirlo de una manera.

De igual forma está bien decir que, con la mano libre, me apretó los pezones de una manera suave y que aún así lograba sacarme los gemidos.

Por algún tipo de instinto raro, puse mi mano sobre su cabeza e igual le acariciaba el cabello, mientras él se lo retraía para que no estorbara.

Después de unos minutos, dejó de chuparme y solté un largo suspiro de alivio.

—Mmm —expresó con sus labios y luego los lamió—, ¿Lo sentiste~?

—¿Y cómo no? Si eres increíble. Quisiera sentirlo otra vez, pero yo quiero hacerte lo mismo a ti~.

—¿Seguro? ¿Estás listo~?

Esa voz que me retaba me incitaba a no seguir esperando.

—Por supuesto~.

Sin ninguna otra palabra más, Ari se acomodó sentándose bien y desabrochó bien su pantalón, aunque no se lo bajó.

Regresé a mi punto de inicio. Igualmente me posicioné correctamente para agarrar ese cacho de carne tan tentador y grande. Entonces comencé elaborando lo que ya sabía hacer. Con algo de trabajo, logré llegar casi a la mitad y veía a Ari que de verdad lo estaba disfrutando... ¿O solo era amable? Aunque estaba ebrio.

Me enojó que no gemía, se los aguantaba y solo hacía sonidos con la garganta, además que dejaba salir uno que otro aire. Habría que añadir que él no se quedó conforme con solo lo que pasaba, si no que se inclinó para volver a meter sus dedos en mí; demasiada excitación.

Tantos fueron mis gemidos, que terminé por rendirme con el miembro de Ari y me quedé en su entrepierna gritando a más no poder.

—¡Ari! Mmm~ ¡Y-ya deja de hacer eso, s-solo me estás calentando! —dije en voz alta y me quedé ahí sin moverme.

—¿Qué? ¿Quieres que entre ya, entonces~? —me provocó acariciándome la cintura y un poco mi trasero.

—"¿Podré con esto?" —me pregunté en mi cabeza—. ¡Sí! —grité sin medir.

—Bien.

Él me cargó y yo rodeé su cintura con mis piernas, luego pegó sus labios a los míos de una forma apasionada, así que no pude evitar corresponderle otra vez. Después, me dejó caer en la cama mientras iba a buscar otra cosa.

—Acomódate como hace rato que te la estaba chupando yo a ti —dijo y revisó un cajón.

—P-pero... —interrumpí.

—Cállate y obedece —me mandó de una manera más recta.

Esa era una de las cosas que el Ari sobrio JAMÁS me hubiera dicho... Definitivamente necesitaba ponerlo así más seguido.

Al encontrar lo que estaba buscando y regresar conmigo, ví que se estaba poniendo un condón, ¿¡De dónde este hombre saca eso!? Mejor decidí preguntarle.

—Y, ¿Por qué tantas preparaciones? ¿Ya lo esperabas o qué? —mencioné con un tono burlón.

—No del todo —respondió—, pero ya lo había pensado y solo por quitarme una curiosidad, compré todo eso, o al menos lo básico —explicó y terminó de prepararse—. ¿Listo, Mike~?

Con esas manos firmes que ya me estaban encantando e igual he mencionado tantas veces, tomó con seguridad mis dos muslos y los separó un poco más. Cabe mencionar que él estaba de pie y yo recostado a una orilla de la cama.

Asentí lentamente para que seguido de eso, Ari soltara una de mis piernas y tomara su pene, acercándolo a mi entrada. El arrepentimiento cruzó por mi cabeza, pero no, lo dejé que continuara.

Al fin me penetró y yo sentí un dolor indescriptible. El plan de Ari de que resbalaba más fácil funcionaba; era cierto, excepto que aún dolía. Tal vez por el tamaño.

—¡AHHH! A-ARI, ARI —nombré para que me hiciera caso.

—¿Qué pasó? —me volteó a ver y se detuvo.

Yo ya estaba llorando.

—D-duele... Y bastante —sollocé—. ¿P-podrías ir más despacio, p-por favor?

Su sonrisa tierna apareció y luego dejó un beso en mi mejilla húmeda.

—Tranquilo, iré despacio aunque vas a acostumbrarte en un rato.

Suspiré y ya con la mitad dentro, comenzó a moverse hacia adelante y atrás; en esa posición, parecía controlarse que tanto se metía.

Luego de unos segundos de esas embestidas, sí me adapté, gimiendo aún más alto. A fin de cuentas, mis lágrimas de sufrimiento se convirtieron en unas de placer.

Ahora sí, Ari estaba empezando a gemir igual que yo. Esa maldita voz tan gruesa en ese estado, me provocaba más.
Como todo lo estaba haciendo por instinto, incluso volví a colocar mis tobillos alrededor de su cadera, sintiendo sus movimientos aún más profundos.

A la par que él seguía penetrándome,  aumentando la velocidad, aumentando el sonido, ¡Empezó a chupar también mis pezones! ¡Era lo máximo que aguantaba!

Todo en conjunto era una maravilla.

—Ahh~ Mmm, A-Ari, ¡Ari! —gritaba su nombre porque era el primero y sería el único que me haría sentir así.

Cuando lo llamé, enseguida se separó pero no se detuvo, continuó aún más rápido.

—Mgh, ¿Sí? —habló.

—Agh, mmm~ S-siento que te mueves tan... B-bien, ¡Ah~!

—¿Sí, mi amor? E-eso me complace~.

Unas cuantas embestidas más fueron suficientes para que yo volviera a correrme en mi pecho y Ari sonriera, saliendo de mí.

Volteé a verlo para preguntarle:

—¿Y tú no?

—Aún no estoy del todo satisfecho.

Oh oh.

[...]

Eran ya las tres de la mañana y cuando fui por él a la sala era la una.

Durante el trayecto, convencí a Ari de que se sacara el condón y sí lo hizo. Se sentía mucho mejor así, sentía bien la carne perforarme el interior.

La posición en la que estábamos era que yo me coloqué encima de Ari, así como habíamos empezado con el beso, solo que esta vez me penetraba hasta adentro.

Estando así, llegaba a sentir un pequeño bulto en mi estómago, a la vez que estaba caliente y mi ano estaba dilatado... Igual adormecido por el tiempo que había estado haciéndolo.

Esto era el verdadero "hacer el amor".

Finalmente logré que Ari estuviera satisfecho y terminara por correrse dentro de mí; también yo en su pecho por cuarta o quinta vez. No sabía que podía hacerlo tantas veces, pero ya estaba realmente cansado.

—Ah, ah, ah —respiraba entrecortado y me dejé caer sobre mis fluidos—. ¿Y-ya?

—Ahh —suspiró—, no sabía que necesitaba esto tanto.

—M-me alegra saber.

—Mike... Te amo mucho —sentí que besó mi cabeza.

—Aw, yo también, Ari y mucho más que tú —le contestaba con unas ganas enormes de dormir.

—Mmm, espero no te sientas tan mal mañana.

Yo cerré mis ojos y ya no supe ni de mí ni de él.

-Narrador omnisciente-

Después de que Mike cayera rendido por toda la acción, el especialista lo levantó en brazos para llevarlo a limpiar al baño.
Lo dejó sentado sobre el inodoro de una manera que no se cayera, mientras él mojaba unas toallas con agua tibia. Agregando algo de jabón, pudo limpiar el resto de semen que el menor tenía en el cuerpo, incluso el de su trasero.

Al mayor ya se le había bajado un poco el estado de ebriedad, más no del todo.

Terminó de limpiar a su pareja, le colocó ropa interior limpia, cambió las sábanas y cobijas de la cama para dejarlo descansando ahí. Luego, él se fue a dar una ducha completa.

Por el contrario de Mike, Ari sí se colocó una pijama y ya con todas las luces de la casa apagadas, fue plácidamente a dormir al lado del de ojos grises.

—Buenas noches, pequeño —susurró y lo atrajo de la cintura para abrazarlo.

El castaño se acomodó y por fin pudo quedarse dormido.

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[N/A]

-Simbología-

¹ Este símbolo (🔞) quiere decir que una escena sexual está por describirse, así que depende del lector quedarse a leer algunas palabras explícitas.
*Porque se sorprenden de que escribo "pene"*

[...]

[🖤🥀] 2700 palabras aproximadamente de pura acción (⌐■-■) De nada.

Otra cosa, otra vez, me pidieron el diseño de Lillian, así que aquí está en:

✨Formato Gacha✨

'Ta chiquita :3
Además, se parece a Vilma de Scooby Doo "^^ Todo por andar viendo trajes en Pinterest.

¡¡¡Bye!!!

-AshleyHgoRdz