El especialista se presentó en la habitación un rato después y tomó asiento al lado de su ex pareja.

—Entonces... ¿T-tienes algo que decir al respecto? —cuestionó nervioso el menor.

—Ehh, sí —respondió un tanto serio—. Me quedé pensando en que nunca he sido el hijo perfecto, o al menos el que mi mamá quiere.

—¿Qué? ¿A qué te refieres? —entonó preocupado y con miedo.

—A que... Esto estuvo mal, Miguel.

—No puedes estar hablando en serio —reclamó, aumentando su molestia—. ¿De verdad?

—Es que, ¿No crees que es hora de seguir con nuestras vidas? ¿Cada quien por su lado? —sugirió Ari.

—... ¿¡Así nada más!? ¿¡DESPUÉS DE LO QUE HICIMOS!? —gritó el de ojos grises para después relajar la voz—. Me siento usado.

—N-no quise que esto pasara, Miguel; y-yo no te usé.

—¡Ya lo sé! ¡Es lo que me da más coraje porque no te puedo reprochar nada!

Mike se levantó de la cama, empezó a vestirse y continuaba regañando al otro.

—Todo mi esfuerzo se fue a la basura en un segundo, ¿Te das cuenta? —comenzaba a sollozar y se le cortaban sus palabras.

—Tú tuviste la idea de tener relaciones —mencionó excusándose.

—¡Y tú me seguiste el juego, Ari!

—¿Qué hubiera pasado si te rechazaba? ¿Eh? —habló modificando su expresión a seriedad—. ¿No intentarías...?

—¡Por supuesto que no! —interrumpió—. ¿¡Quién crees que soy!?

—¡No lo sé! ¡No te conozco! —alzó un poco el tono y luego tomó aire—. Lamento que no estés en mi memoria.

—Eso es culpa mía —suspiró—; yo provoqué el accidente que casi te mata —terminó de colocarse sus prendas.

Ante esa noticia, el psicólogo se puso pálido y abrió los ojos en símbolo de sorpresa.

—... ¿Por qué lo hiciste? —preguntó tembloroso.

—P-porque mi padre m-me quería separar de ti. Ahora eso ya no importa —se resignó, agarró una mochila y caminó a la salida—. Que seas feliz en tu matrimonio. Adiós, Ari.

Finalmente el rubio abandonó el dormitorio, cerrando la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido.

Por su parte, el castaño también se vistió, con la diferencia de que él permaneció en la cama y al poco rato cayó dormido.

[...]

2:39.
El menor volvía con su ex pareja y al verlo desprotegido, solo sonrió. Al instante recibió un mensaje donde le explicaban que debía retornar¹ de su viaje para tratar un asunto de suma importancia.

Este se acercó a su contrario y le besó la frente.

—Creo que es mi última oportunidad de corregir las cosas, Ari —le susurró—. Te amo —dijo al final.

Empacó todas sus pertenencias y salió, para posteriormente irse del hotel hacia su hogar.

Al día siguiente sus amigos intentaron localizarlo, pero al no tener éxito, regresaron a sus casas, más debido a que el psicólogo tenía un compromiso alrededor de las 17 horas.

[...]

15:55.
El grupo estaba terminando de arreglarse, porque aún no se rendían en cuanto a reparar la relación entre Ari y Miguel; irían acompañados de Lillian también.

—¿Y qué vamos a hacer con Mike? —les preguntó Ela a los demás—. No contesta el celular desde que salimos del hotel.

—¿Estará planeando algo por su cuenta? —aportó Silvio a sus teorías.

—No lo dudo, sinceramente —respondió Flex—. Mike es una persona muy decidida y dedicada a cumplir sus objetivos.

—Pues en estos momentos no se ve con muchas ganas, ni siquiera de levantarse —volvió a hablar la pareja del peliazul.

—Vamos a buscarlo a su casa —dió la idea Daniela—. Quizá sus padres saben qué pasó con él.

—Sería ya, porque tenemos una hora antes de que la ceremonia inicie.

—¡Corran! —gritó Javier, arrastrando a Sparta de su lado.

Los otros se quedaron expectantes, pero al segundo agarraron sus cosas de valor y salieron detrás del pelinegro.

[...]

El grupo se paró frente al domicilio, uno hizo resonar el timbre y quien atendió fue Paula, sonriendo con un sentimiento de alivio al verlos.

—Hola, chicos —les saludó—. Creo que me imagino a qué vienen.

—Sí. A Mike no lo hemos visto desde ayer y pensamos que estaba aquí —informó el de ojos azules oscuro.

—Pasen.

La rubia los dirigió a la sala y de inmediato se observó a su amigo tirado boca arriba con sus extremidades extendidas. Junto a él se hallaba una botella de alcohol a la mitad, al igual que su celular.

—No reacciona por más que su padre y yo intentamos hablarle —dijo la Sra. Montes—. Tal vez ustedes puedan ayudarlo.

—Claro. ¿Nos deja solos con él? —inquirió la pelicastaña.

La mayor salió del espacio y los demás pusieron manos a la obra.

—¡Órale, cabrón! ¡Párate! —le exigió el mexicano a Miguel y lo arrastró—. Tenemos que llegar a una iglesia.

—¿Ya para qué? —contestó desanimado—. Ari prefiere a su mamá sobre mí y la noche que compartimos no valió una mierda; nos entregamos sin razón.

—What? —dudó desconcertado el extranjero.
"¿Qué?"

—Nada —lo calmó Trollino algo nervioso.

—¿¡Y!? ¡Él te necesita! —siguió jalando su brazo—. ¡Sabes que su madre es una culera! ¡Ari corre peligro!

—Me mandó mensaje Lillian diciendo que su amigo tenía las documentos de lo que le pasó a Rafael —mencionó y su amigo lo soltó—, por eso me dí por vencido.

   »Sé que Ari no está a salvo con su mamá y menos ahora que formará una familia, pero incluso yo podría morir en el proceso.

—¿¡Eso cuándo te ha importado!? —regañó su tocayo—. ¡Literalmente odias a tu suegra y te importa poco lo que ella piense o haga!

—Además, créeme al contarte que él nunca ha sido feliz conviviendo con su madre —añadió la de ojos verdes—. Ari se la pasaba desahogándose en su consultorio, sin nadie que le escuchara, ¿Piensas que estará mejor sin ti?

—Somos un equipo, Mike —intervino Carlos—. Es nuestro deber ayudar a que Ari deje sus problemas atrás.

—Tú que te enamoraste de él, eres primero —volvió a decir Silvio.

—... Lo que más me duele es que no me recuerde —sollozó—. ¿C-cómo voy a aprender a vivir con eso?

—Podemos reconstruir los buenos momentos de su vida y así, es posible que recupere su memoria —animó el de ojos negros.

—Ahora vete a bañar porque apestas a un señor vagabundo y ebrio.

Entre los dos mayores del grupo lo levantaron y lo acompañaron a su baño. Después, le pidieron a Paula que les buscara un traje para que Mike lo usara y llegara como un verdadero novio a interrumpir la boda.

[...]

El de ojos grises se miraba en el espejo, dando los últimos retoques a su aspecto. Mientras lo hacía, le venían a su cabeza aquellas situaciones que compartió con su psicólogo y también que estuvo a punto de tirar todo a la basura.

Él salió, fue otra vez a la sala y sus amigos rápidamente lo halagaron.

—Miren ese galán —comentó el mexicano—. Te ves chingón cuando te bañas —bromeó.

—Cállate —reclamó y volteó a ver a sus padres, que estaban presentes—. ¿Q-qué opinas, papá? —inquirió temblando.

El mayor suspiró.

—Sé que nuestra relación no fue la mejor al revelar tus preferencias, pero quiero que sepas que ahora te apoyo al 100% y... Deseo verte feliz, no importa si es con alguien que casi te dobla la edad —sonrió—. Estoy orgulloso de ti, hijo.

—Awww —expresaron sus amigos al unísono.

De un segundo a otro, Miguel abrazó a las personas que lo criaron y soltó algunas lágrimas.

—Esperaba que lo dijeras —susurró—. Y-yo también los amo mucho y gracias por apoyarme en cada paso.

Desde fuera se escuchó la bocina de un auto. Todos se asomaron y notaron a Lillian en una patrulla.

—¿¡Ya nos vamos!? —gritó ella hacia los demás.

—¿Vas a ir? —le cuestionó Ela.

—¡Por supuesto! ¡Ari merece ser feliz a su manera y tenemos lo necesario para que la señora Vera obtenga lo que le corresponde! —mostró la carpeta de investigación²—. ¡Apresúrense!

El coche de policía se movió al frente de otro color gris, indicando que no les quedaba mucho tiempo.

—B-bueno —el rubio tomó las llaves—, estoy listo.

—Cuidado con lo que hagan —dijo la rubia mayor.

—Claro, mamá.

El grupo subió al auto de su amigo y se pusieron en marcha hacia la ceremonia; se sentían decididos en terminar la pesadilla.

Al estar frente a la iglesia, vieron que otro hombre también llegó. Daba la casualidad que era la pareja de Olivia y solo buscaba recuperar a su novia.

—Que empiece lo chido, banda —decretó Silvio tronando los dedos de sus manos.

Dentro del lugar se escuchó el típico:

—Si existe alguna persona que se oponga a este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre.

De un estruendoso golpe y fuerte empuje, Mike abrió las puertas, proclamándose.

—¡Yo me opongo, hijos de puta!

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[N/A]

-Vocabulario-

¹ Regresar o volver al punto de partida, ya sea un lugar, una situación o una ocupación determinada.

² Expediente que va registrando de manera ordenada, sistemática y evolutiva todas las actuaciones relacionadas con la investigación de un delito.

[...]

[🖤🥀] Amo hacer estas entradas épicas >w< Y amo ser una criminalista/perito en proceso 😗✌🏻.

¡¡¡Bye!!!

-AshleyHgoRdz