II
Mike había dejado a su amigo en las mesas de la cafetería, mientras él iba en dirección a los sanitarios.
En el camino, él se encontró con la persona que tenía embobado a Trollino.
—¡Hola! —saludó ella amablemente.
—¿Hola? —él le devolvió el saludo, pero su presencia lo había desconcertado—. ¿Ocupas algo?
—No, nada, pero solo quería saludarte, ¿Acaso es malo?
—N-no, para nada, lo siento.
—No te preocupes —dijo y extendió su mano hacia él—, mi nombre es Daniela, pero puedes llamarme Ela, ¿Y tú?
—Ehhh —dudó pero estrechó su mano con la de ella—, Miguel, pero puedes llamarme Mike.
—Encantada, Miguel —se separó.
—L-lo mismo digo, Daniela.
—¿Vas a algún lado?
—Si, debo ir al sanitario.
—Ay, cuanto lo siento, y yo interrumpiéndote —se disculpó y apartó del camino.
—Tranquila, solo querías presentarte —la calmó para después seguir su ruta.
—¿Te puedo acompañar?
—¿Qué? —cuestionó y la volteó a ver—. ¿No eso lo hacen las mujeres solamente? El que se acompañen entre sí.
—Pues soy mujer.
—Pero yo no, no es necesario que me lleves del brazo —reclamó para voltear y seguir caminando.
Ella se adelantó hasta al lado de él y siguió insistiendo.
—Ándale, por favor.
—Ya para que me preguntas, ya vienes conmigo —contestó aún más fastidiado.
—Awww, eres un bello.
—¿Gracias?
[...]
—Ya terminé —avisó el rubio a la de cabello castaño—. ¿Ves que no era tanto tiempo, ni necesario acompañarme?
—Pero tampoco tiene nada de malo.
—Eres muy insistente —dijo terminando de secarse las manos, botó el papel a la basura y caminó.
—Lo sé, me lo dicen seguido —contestó sin molestarse para seguirlo.
—¿No tienes a nadie con quien pasar el descanso? —preguntó como una indirecta para que se fuera.
—No. Todas mis amigas están con sus novios y yo no tengo para presumir con ellas —explicó con cierto tono de desilusión.
—Ah, que lástima —dijo Mike sin prestarle mucha importancia.
—Si, ¿Tú tienes novia?
—No.
—¿Por qué?
—Porque nadie me quiere.
—¿¡Qué dices!? ¿E-es en serio? —le cuestionó ella con sorpresa; no se lo creía.
—Si, ¿Por qué te sorprende tanto?
—Porque, por tu aspecto, imaginé que tenías a varias mujeres detrás de ti.
—No —volvió a negarle alargando la vocal.
—Es increíble, ¿Y por qué?
—No lo sé, pregúntales a ellas, a mi no.
Ela, como se pudo apreciar, era bastante curiosa y obediente, entonces cuando Mike le contestó así a su pregunta, ella no dudo en también cuestionarle a todas las mujeres de su alrededor.
El rubio la observó e inmediatamente fue con ella para tomarla de un brazo.
—¿¡Qué crees qué haces!? —preguntó, enojado.
—P-pues lo que me dijiste —se excusó "echándole" la culpa.
—No lo decía literalmente.
—¿Ah sí? Jeje —rió avergonzada y soltándose del rubio—, supuse que decías en serio lo de preguntar a cada una de ellas.
—No y ahora por tu culpa, si tendré a varias interesadas detrás de mi. Gracias por nada.
—Ay, no te preocupes, puedo ser tu administradora.
—¿Administradora de qué?
—¡De citas! —le respondió feliz—. Estoy segura que tendrás varias.
—Si, claro.
Entre ambos se hizo una pausa y reinó el silencio por unos segundos, hasta que Mike volvió a hablar.
—Oye, debo regresar con mi amigo. Gracias por la compañía, supongo.
Mike comenzó a caminar pero Ela lo seguía persiguiendo. Él volteó y ella se quedó quieta. Volvió a caminar, ella lo siguió, volteó y se quedó quieta.
Así pasaron ellos dos un par de veces hasta que el rubio se hartó.
—¡Ya! ¿¡Qué quieres!? Te dije que ya me iba.
—¿Puedo ir contigo? —contestó ella sonriendo y poniendo sus manos detrás de su espalda.
—¿Venir conmigo? ¿Para qué?
—Conocer a tu amigo puede ser una de las razones.
—¿A mí amigo?
En ese momento, él recordó lo mucho que a Trollino le había gustado ella a primera vista, entonces se negó.
—No, definitivamente no se puede —dijo a la chica y siguió caminando.
—¿¡Qué!? ¿Por qué no? —cuestionó con una mezcla de emociones entre curiosa y enojada, mientras lo seguía.
—P-porque él es muy tímido y no le gusta socializar —contestó acelerando el paso.
—¿En serio?
—En serio.
Y en ese momento, la solución al problema de Mike; sonó la campana.
—Owww, ¿Tan pronto? —se quejó Ela, deteniéndose.
—Oh sí —dijo también deteniéndose y volteando a verla—. Cuanto lo siento, Ela, será tal vez para la próxima.
—Claro, Mike, fue un gusto conocerte.
—El gusto fue mío.
Dicho eso, Mike corrió a su salón de clase riéndose por el camino.
Él no era grosero, pero no soportaba que lo molestaran tanto tiempo y tan seguido, era poco paciente.
Al llegar a su salón, en su pupitre lo esperaba Trollino completamente serio.
—Se puede saber, ¿Dónde estabas? —regañó al rubio.
—Orinando.
—¿¡Orinando!? ¡Te tardaste todo el descanso vaciando tu maldita vejiga! ¡Me dejaste solo!
—¿En serio? Pensé que tenías compañía.
—Deja de hacerte el gracioso, ¿Dónde estabas? —dijo de una manera más seria.
—Ehh...
—¡Miguel!
—¡Ya! Está bien, está bien —contestó tratando de calmarlo—. Estaba con tu ángel.
—¿Ángel? ¿Cuál?
—¿¡Cómo cuál!? La señorita de cabello castaño que te dejó idiota... Más de lo que ya estás.
—¿¡En serio!? —cuestionó sorprendido—. ¿¡C-con ella!?
—Je, claro.
—¿¡Qué te dijo!? —volvió a preguntar levantándose del pupitre.
—Nada, solamente supe que se llama Daniela, pero le gusta que le digan Ela.
—¡No puedo creerlo! Dijiste que no estabas interesado en nadie de aquí.
—Pues estás en lo correcto, ella no me interesa.
—¿Entonces? ¿Por qué hablaste con ella?
—Porque ella me habló primero y no tuve de otra más que contestarle.
—Bueno, eso no importa, lo importante es que ahora vas a poder acercarme a ella —replicó feliz—, ¿Qué te parece mi plan?
—Que es absolutamente una burrada —burló.
—¿¡Qué!? ¿¡Por qué una burrada!?
—P-porque... Ella es muy extrovertida y tú odias a las personas extrovertidas, ¿No?
—Agh, ¿En serio? —habló desilusionado.
—Si, si, yo jamás te mentiría.
Trollino volvió a sentarse y poner una mano sobre su cabeza. Confiaba en su amigo.
Era cierto que tanto a él como a Mike, le molestaban las personas extrovertidas, pero tal vez, solo tal vez, podría darle una oportunidad a esa señorita.
—Ni modo, Trolli, te quise ayudar —dijo Mike en tono de victoria; no le quitarían a su amigo.
—Podría hacer una excepción con ella.
—¿¡Qué!?
—Si, me le puedo acercar y si es demasiado para mí, lo dejo por la paz.
—No, no, no, no —susurró el rubio con preocupación—. Esto está mal, muy mal —se agarró la cabeza y caminaba de lado a lado.
—¿Mike? ¿Estás bien? —le seguía con la mirada.
—¡Si! Excelentemente... Mal.
—¿Mal por qué?
—P-porque me dan, ¿Nervios? ¡Agh! No sé —se detuvo y se cruzó de brazos—. No me hagas caso.
Trollino se levantó de donde estaba sentado y fue con Mike para agarrarlo de los hombros, obligando a mirarlo.
—Mike, dime, ¿Qué te pasa? —habló en un tono más calmado.
—N-nada, s-son tonterías.
—Mike... Soy tu amigo, dime.
—N-no, solo te llevaré a conocerla y se acabó —afirmó para separarse y sentarse en su pupitre.
—¿Se acabó? ¿Te refieres a algo más allá?
—Ehh... Probablemente, ¿Ya me dejas en paz?
—Mike, yo nunca voy a dejar de ser tu amigo.
—S-si, eso quisiera verlo.
El profesor correspondiente a la clase llegó al salón, mandando a sentar a Trollino y ordenando a los demás sacar sus materiales de trabajo. Mike, por otro lado, siguió pensando en el termino de la amistad entre él y el pelinegro.
____________________________________
[N/A]
[🖤🥀] La historia va bastante bien :D Agradezco a todos por el apoyo brindado.
¡Bye, bye! 🌹
-AshleyHgoRdz
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro