Pasaron unos días tras la ruptura de aquella pareja que fue unida un buen tiempo y luego de meditarlo, al fin decidieron hablar para despedirse correctamente.

Ambos estaban sentados sobre el césped de la casa de Ari y, con justa razón, se sentían incómodos.

—So... How have you been? —preguntó Jayden, jugando con sus manos.
"Entonces... ¿Cómo has estado?"

—Good. Thanks —respondió viendo al suelo.
"Bien. Gracias."

Fue la única interacción que tuvieron al reunirse. Después de 20 minutos de intentos de convivencia más raros, el de ojos bicolor tomó la iniciativa.

—Jayden —alzó su cabeza hacia él—, lamento haberte ocultado la verdad desde que iniciamos nuestra relación; no sabía cómo reaccionarías.

—Pensé estos días y te entendí, Ari. Tú y yo sabíamos desde el principio que siendo novios, solo nos dañamos —mencionó y suspiró—. Nosotros nacimos para ser amigos y ya.

—¿No estás enojado?

—Solo un poco, jaja.

—Eso no me ayuda —sonrió apenado.

—I'm sorry.
"Lo siento."

—Sin problema.

Tras unos segundos, el de ojos azules emitió palabra de nuevo y con una noticia un tanto difícil de asimilar.

—Ari... También vine para decirte algo más.

—¿Qué pasa?

—... Voy a regresar a Estados Unidos —le confesó.

—¿Qué? ¿Por qué? —inquirió preocupado.

—I want to resume my studies by going to school —comentó medianamente nervioso.
"Quiero reanudar mis estudios yendo a la escuela."

—Ow —expresó desanimado el otro—, entiendo, Jayden.

—Mi vuelo sale mañana y quería avisar.

—Significa que no nos vamos a ver tan seguido.

—Sí, pero hablaremos por teléfono, ¿No? —trató de calmar.

—Eso creo.

El castaño oscuro estaba muy desconcertado, aunque su mejor amigo sabía qué hacer.

—Come here —el rubio estiró sus brazos.
"Ven aquí."

Rápidamente, Ari abrazó con fuerza al extranjero y, sin control, empezó a llorar, lamentando con cada lágrima no haber sido lo suficiente para esa persona.

El asunto terminó en un "adiós" de la ex pareja y los dos yéndose por caminos separados.

[...]

Después de un par de semanas, Miguel presentó más interés en su compañero que llevaba la carrera de Artes y que de igual manera impartía su taller favorito. Claro que el de ojos heterocromáticos se dió cuenta, así que habló con su aprendiz.

Su cita la tuvieron en la cafetería, sentado uno delante del otro.

El de ojos grises llegó con un café y así iniciaron su conversación.

—Hola, Ari —le saludó.

—Hola, Mike —devolvió el castaño oscuro.

—¿Qué me querías decir? —cuestionó su contrario.

—Pues... Después de lo que pasó con Jayden, siento que te me has acercado más.

—¿Y hasta ahora te das cuenta, guapo? —dió un sorbo a su bebida caliente—. ¿En serio?

Ari reaccionó con una risa de vergüenza, entonces el rubio continuó su diálogo.

—Me lo imaginaba —sonrió—. Creo que te lo dí a entender desde que estuvimos en tu casa haciendo alfarería, ¿No?

—Más o menos.

—¿¡Cómo "más o menos"!? Eres un poco lento, Ari —regañó leve.

—Será porque nunca tuve pareja y aunque coquetearon conmigo, siempre me hacía el que no sabía nada por temor a meter la pata —se explicó.

   »Cuando Jayden se declaró, fue directo; sin rodeos.

—Ah —expresó Mike ingenuo—, ¿De verdad?

El de ojos bicolor asintió y el otro suspiró.

—Está bien. Ari Gonzalo —nombró para que le volteara a ver—, yo, Miguel Bernal, quiero una relación saludable y estable contigo, a pesar de que eso me tome unos cien años extras, ¿Vale?

—Ehh... —incrementó su pena y su sonrojo en un segundo—. ¿S-seguro? ¿N-no crees que t-tienes que pensarlo m-mejor? Digo, no soy mucha cosa.

—Para mí lo eres todo.

Miguel se levantó de su asiento, pasó su cuerpo sobre la mesa, agarró con ambas manos las mejillas de su amado y besó directamente los labios de este. El pelicastaño correspondió simplemente cerrando sus ojos mientras seguía el ritmo.

Al separarse, hubo espacio para un par de palabras adicionales.

—Te amo, Ari. Prometo conocer cada detalle tuyo conforme avancemos —enunció el de ojos grises.

—B-bueno —titubeó—, s-solo que aún no puedo definir un "te amo", ¿Me entiendes?

—Por supuesto que sí; demos tiempo al tiempo, mi vida.

Los dos rieron y se dieron un beso más corto, para luego seguir la plática de algún otro tema.

[...]

Un mes pasó de manera inesperada y esa pareja que se formó en la cafetería de su Universidad, se convirtió en una de las más apreciadas por todo su círculo social.

Cuando Trollino se enteró, realmente lo sobrellevó muy bien, pues entendía que no debes forzar a nadie a que haga o sea algo que no desea.

Tocando el tema de "obligar", podemos pasar a la primera noche juntos que tuvieron Ari y Miguel.

Narrador
-Miguel/Mike-

Los amores de la vida, esos que te elevan al cielo y luego te dejan caer como si fueras mierda de pájaro.

Al menos con Ari no me siento así, pues es de las personas más puras que pude llegar a conocer.

Nuestra relación está yendo bastante bien, pero todavía tengo una inquietud y es averiguar cómo se comporta en la intimidad, aunque me tachen de pervertido.

Una noche como cualquier otra, él se encontraba solo en casa, ya que me avisó sobre un viaje que hicieron sus padres para visitar a sus abuelos.
Ari no quiso ir por el hecho de que no le gusta faltar a clase, entonces se quedará una semana sin compañía y debo cuidar a mi novio en cualquier momento, incluso en la comodidad de su domicilio.

Planeamos una cita para ver películas e hicimos de todo menos ver la maldita pantalla.

Las horas pasaron normales hasta que Ari comenzó a quedarse dormido, pero no podía permitirlo.

🔞

Yo tenía mi cabeza recostada sobre sus piernas y él estaba sentado, así que procedí.

Con mucho cuidado me levanté un poco e igualmente le bajé su pantalón hasta el muslo, porque quitárselo por completo era imposible sin despertarlo. Como cualquier bóxer, el suyo tenía una abertura en esa zona y saqué su miembro, masajeándolo un poco con mis manos de arriba a abajo.

Déjenme destacar que si yo no hacía esto, él tampoco.

Escuché sus suspiros y la lujuria se apoderó de mí, provocando que introdujera ese falo en mi boca. Chupaba de la misma manera en que lo toqué e intentaba que quedara bien lubricado para que Ari reaccionara si me sentaba en eso, pero no pasó; abrió los ojos antes.

Me miró y se exaltó.

—¡M-Mike! ¿P-por qué...?

Dejé de ensalivar y le masturbé.

—Porque te estabas durmiendo y así no es divertido, amor. ¿No crees que es tiempo de recorrer nuestros cuerpos con nuestras manos? —pregunté, observándolo de reojo.

—Y-yo... C-claro que no es la primera vez que lo hago, p-pero me ponía nervioso c-cada que sucedía.

—Voy a preguntar algo —me separé y me empecé a desvestir—, ¿Eras el que daba o el que recibía?

—Ehh... A-ambos —contestó.

Obvio que me sorprendí.

—¿Cómo?

—S-sí. E-en ocasiones, Jayden me pidió que también aportara y m-me mantuve versátil.

—Vale... Esta vez serás el de arriba, porque estoy acostumbrado a ser el pasivo —confesé.

—Con lo que t-tú estés más cómodo, Mike —sonrió.

—¿Y qué esperas? ¡Quítate la ropa! —mandé.

—Ah, ¡Sí, sí! P-perdón.

Terminamos de desnudarnos y ahora fue Ari el que tomó el control de la situación.

Narrador
-Ari-

Lo fui recostando en el sillón hasta que me posicioné encima de él y comencé besando sus suaves labios que me encantan. Me correspondió paseando una de sus manos sobre mi espalda, mientras que la otra bajó a juntar ambos miembros para seguirlos estimulando.

Nos besábamos entre gemidos. Agrego que marcamos los cuellos con chupetones y mordidas, pues la pasión iba en aumento.

Yo quise prepararnos mejor, pero Mike alegó que se encontraba listo y que su saliva sería suficiente. Creí en él ciegamente, me acomodé, separé un poco sus piernas, alineé mi polla y penetré, haciendo que se quejara.

—¡AGH! ¡AH! ¡A-Ari, duele! —sollozó y luego botó lágrimas—. N-no pensé que dolería tanto, mgh.

—¡Lo siento, amor! —salí y limpié su cara—. S-solo que así me lo pediste.

—Lo sé, lo sé —soltó un suspiro—. V-vuelve a entrar, por favor.

—¿E-estás seguro? ¿No prefieres que...?

—No, no —me interrumpió—. De esa forma me voy a acostumbrar más rápido.

—Mmm, s-si tú lo dices.

Le obedecí otra vez, ingresando despacio y agarrando su mano, pues él apretaba cada que se sentía mal.

Después de un rato dijo que ya podría moverme con libertad, aunque de todas maneras seguía yendo lento.

Al pasar unas cuantas embestidas, Mike comenzó a suplicar para que la velocidad incrementara y ya con la calentura a flor de piel, accedí. Iba aumentando el ritmo a la vez que el volumen de nuestros gemidos, provocando que perdiéramos la mente de a poco.

Sugerí que cambiáramos la posición y él aceptó; yo me senté, incitando a que se dejara caer en mi falo.

—Mmm~. Ari~. —emitió cerca de mi oído.

—¿Sí, amor? —respondí dudando.

—Debo confesarte que es el sexo más apasionado que he tenido con nadie.

—¿A sí~?

—S-sí. E-eres bueno para estas cosas.

—Mejor demuéstrame lo hábil que eres para montarme, cariño~.

Le dí una nalgada y el empezó a penetrarse, gimiendo con más escándalo. También se aferró a mis hombros en lo que continuaba.
Cada rebote eran unas palmadas en su trasero y a consecuencia de los azotes, esa zona se tornó roja; un color que me excitaba verlo marcado, ya que relucía en su piel pálida.

Admito que se cansó en muy poco tiempo, así que hice mi mayor esfuerzo por complacernos. De un momento a otro lo coloqué en cuatro y entré de una, embistiendo fuerte, profundo y rápido, sacándole varios gritos. Al mismo tiempo el choque de pieles resonaban por la mayoría de la casa.

Tenía firmemente agarrada la cintura de Mike y alternado entre velocidades, iba besando su espalda o azotando con la palma de mi mano sus glúteos.

La presión y la excitación nos ganó a ambos, haciendo que en unos cuantos minutos termináramos eyaculando. Yo lo hice en su interior y él manchó el mueble.

—Ahh~. —se dejó caer, haciendo que nos alejemos unos centímetros—. M-me cansaste, Ari.

—Es lo que veo —analicé la escena—. Creo que debo buscar algo para intentar limpiar la tela.

Él giró su cuerpo para que crucemos miradas, estiró sus brazos, me acerqué y abrazó mi nuca.

—Te amo, Ari~.

—Y yo a ti, Mike.

Nos dimos varios besos cortos, para que después pidiera una segunda ronda; casi amanecimos en ese sillón.

🔞

-Narrador omnisciente-

Finalizaron su acto de intimidad a eso de las 5, organizando todo su desastre.

Ya a lo último, subieron a la habitación del de ojos bicolor, se acostaron en la cama, se acurrucaron juntos y el rubio durmió primero.

Por su parte, el castaño oscuro se mantuvo pensante por lo maravillosa que era su vida en ese momento. Tenía unos padres increíbles, estudiaba la carrera que siempre quiso sin importar nada, un enemigo que se hizo su amigo, una compañera que lo atendió bien desde el primer día, un ex novio maduro que aceptó su ruptura de una excelente forma y, ahora, contaba con una nueva pareja que se dispuso a amarlo completamente.

Con esas ideas en su mente, fue cerrando los ojos poquito a poquito con una sonrisa dibujada en su rostro, suspiró profundamente y al fin empezó su descanso.

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[N/A]

[🖤🥀] Y fin de la historia secundaria :3

Debo decir que es muy "random" la trama, pero espero que les haya gustado a pesar de todo.

Al inicio dije que estaba representada en forma de sueño, aunque creo que no fue la manera correcta de describirlo "^^

Otra cosa es que este capítulo fue escrito por puro capricho, porque fácilmente me hubiera saltado el delicioso y habría salido un final más "normal", pero bueno, también quería volver a hacer estos relatos :D

En fin. Yo dejo esto por aquí y me retiro a continuar la historia principal.

Los aprecio, quiero y amo mucho 🤗.

¡¡¡Bye!!!

-AshleyHgoRdz