En vez de juzgar sus sentimientos y la tormenta que pasaba por su mente, Mike decidió sentarse a un lado de su maestro, recargando su cabeza en el hombro de este.

—Se ven tan unidos, que nunca pensé que no te habías enamorado lo suficiente de él —habló el rubio.

—E-es que... Sinceramente me siento m-muy solo. E-estuve 19 años de mi vida s-sin una pareja y creo que seguiré a-así hasta que me muera —sollozó Ari, secando su cara con las mangas de su camisa—. Aunque no está mal eso.

   »Mi mamá dice que no debo depender de nadie, mucho menos de un compañero amoroso, claro que...

—Es inevitable —interrumpió y completó Miguel—, porque si no tienes a alguien así a tu lado, no te sientes querido —suspiró—. Piensas que algo no va bien contigo.

—Sí, tienes razón. Quizá deba hablar con Jayden en cuanto llegue.

—¿Viene para acá? —le preguntó.

—Mis papás lo invitan a cenar de vez en cuando y hoy es una de esas veces —explicó el castaño oscuro.

El de ojos grises no dijo otra palabra, haciendo que su contrario regresara al trabajo.

—Ya deben estar listas las tazas —avisó, se levantó del suelo y fue a revisar.

Mike igualmente se puso de pie, siguiendo con la mirada a Ari.

[...]

Al cabo de 15 minutos, la familia del de ojos heterocromáticos, junto con su novio, entraron en el domicilio, siendo recibidos por quien ahí se encontraba.

—Hola, mamá. Hola, papá —saludó su primogénito.

—Hola, hijo —correspondió el mayor—. ¿Qué tal tu tarde?

—Ehh... Interesante, por decir lo menos.

—Bueno. Trajimos comida, así que siéntense —ofreció Rafael.

—Claro.

El extranjero hizo un intento por abrazar a su pareja, más este se apartó.

—Jayden... I need to talk with you —dió a entender.
"Jayden... Necesito hablar contigo."

—About what? —cuestionó.
"¿Sobre qué?"

Sin instrucción, Ari guió al de ojos azules hacia el patio frontal del hogar. Cabe destacar que otro rubio los siguió, ya que aún permanecía como visita.

Al llegar a donde quería, el pelicastaño se detuvo y cruzó los brazos.

—Jayden... There's no easy way to tell you this, but I need to do it.
"Jayden... No hay manera fácil de decirte esto, pero necesito hacerlo."

—Okay? You're scaring me —enunció el otro.
"¿Está bien? Me estás asustando."

—I don't think our relationship is going very well, you know?
"No creo que nuestra relación esté yendo muy bien, ¿Sabes?"

—Yeah —se incomodó y miró el suelo.
"Sí."

—Also, something interesting happened today, so I realized something you're not going to like.
"También, hoy pasó algo interesante, por lo que me dí cuenta de una cosa que no te va a gustar."

—What is it? —inquirió volviendo a levantar la cabeza.
"¿Qué es?"

Con todo el dolor de su corazón y sabiendo que Jayden era una persona algo sensible, optó por ya no ocultarle la verdad.

—That I felt too lonely to reject you —confesó, apretando los ojos y soltando lágrimas.
"Que me sentía muy solo como para rechazarte."

—Reject me? What do you mean? —el rubio se acercó, colocándose frente a frente con el de ojos bicolor.
"¿Rechazarme? ¿A qué te refieres?"

—We have to break up, Jayden —dijo finalmente, haciendo que su voz se cortara y comenzando a llorar.
"Tenemos que separarnos, Jayden."

La noticia impactó demasiado en el extranjero, quien también acompañó al otro con unas gotas saladas recorriendo sus mejillas.

—What? What are you saying? —preguntaba herido—. D-did I do something wrong?
"¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¿Hi-hice algo mal?"

—Of course not. I feel very confused and because of that, I don't want to hurt you anymore.
"Claro que no. Me siento muy confundido  y gracias a eso, no quiero hacerte más daño."

—I thought we were a nice c-couple.
"Pensé que éramos una bonita p-pareja."

—M-me too, b-but now I don't have the capacity to continue —terminó su diálogo, tratando de entrar en casa.
"Y-yo también, p-pero no tengo la capacidad para seguir."

Antes de irse, Miguel se presentó con la ahora ex pareja.

—Eh, hola —saludó con su mano a los dos.

—¿Q-qué pasa, Mike? —le consultó a la par que limpiaba su rostro.

Jayden se mantenía indiferente, con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

—Aparte de que tus padres los llaman para cenar, no pude evitar escuchar su... Conversación —relató un poco nervioso.

—¿En serio? ¿Por qué? —cuestionó molesto el extranjero.

—Porque no pude evitar sentirme un tanto culpable.

—¿Cómo "culpable"? —remarcó Ari.

—Y-ya sabes, p-por lo de hace un momento.

El pelicastaño no quería que nada de lo que había pasado en su taller saliera a la luz, pero Miguel no contuvo aquellas palabras.

—Yo lo siento mucho, Jayden —dijo de antemano el de ojos grises—. Ari es buena persona, eso te lo puedo asegurar.

—¿Qué dices? No estoy para que bromees así —advirtió.

—E-es que... Él y yo n-nos besamos —también dió su confesión.

—WHAT!? —gritó, aumentando su enojo—. HOW DARE YOU CHEAT ME LIKE THAT!?
"¿¡QUÉ!? ¿¡CÓMO TE ATREVISTE A ENGAÑARME DE ESA MANERA!?"

—I... I... —titubeaba el de ojos bicolor en un intento por explicarse.
"Yo... Yo..."

—I don't want to listen to you anymore —suspiró—. I'm going home.
"Ya no quiero escucharte. Me voy a casa."

Por su parte, totalmente decepcionado, el de ojos azules comenzó a avanzar hacia el departamento que alquilaba en esa ciudad. Antes de perderlo, el castaño oscuro lo llamó por última vez.

—JAYDEN! I'M SO SORRY —se lamentó con una mano sobre su pecho.
"¡JAYDEN! LO SIENTO MUCHO."

Y así fue como se rompió una relación.

Ari regresó corriendo y llorando a su habitación, ignorando por completo a sus progenitores; su amigo lo siguió, pidiendo permiso para pasar. Los mayores accedieron, preocupándose de que Jayden no ingresó.

Fuera del cuarto se encontraba Mike, golpeando levemente la puerta.

—¡Vete! ¡N-no me apetece verte ahora! —solicitó a gritos el estudiante de Artes.

—¿Por lo que acaba de suceder? —inquirió sarcástico.

—¿¡Es broma!? —reclamó—. ¡Terminé con la persona que menos se lo merecía por TU culpa!

—Auch —expresó en voz baja—. Aunque tampoco merecía que continuaras con la mentira, ¿Cierto?

Hubo un corto silencio por parte de su contrario, haciéndole entender que tenía razón.

—¿Ves? Ahora —aclaró su garganta—, ¿Me permites entrar a darte un abrazo? (Y posiblemente un beso) —guardó en su mente lo último.

Su maestro abrió, dándole paso a su dormitorio. De inmediato, el rubio rodeó con sus brazos la espalda ajena y apretó un poco mientras sonreía.

Ari no tuvo de otra más que corresponder y mojar con más lágrimas los hombros de su aprendiz.

—Tranquilo —trató Miguel de calmarle—, al menos ahora le dijiste la verdad.

—La verdad duele, Mike.

—Lo sé —acarició su espalda.

Ambos tomaron asiento a la orilla de la cama, separándose de aquel abrazo.

—¿Mejor? —preguntó el de ojos grises al otro.

—Sí. A-ahora no me siento tan mal —respondió tras soltar un suspiro.

—Este es un proceso, así que poco a poco lo superarán —aconsejó— y me tienes a mí para apoyarte.

—Je, gracias —mostró una sonrisa de lado.

Por aquel estado de ánimo que él presentaba, fue imposible para Mike resistirse, así que le robó otro beso al de ojos heterocromáticos, solo que mucho más corto. Este mismo bajó la mirada avergonzado.

—L-lo siento —se disculpó el primero—. No es fácil para mí simplemente fingir que no estás aquí, ¿S-sabes?

—Un poco. ¿Puedo hacerte una pregunta? —dudó Ari.

—Supongo que sí.

—¿Cómo fue que te enamoraste de mí? No convivimos mucho tiempo, entonces no encuentro explicación.

—Oh, e-eso... Tampoco yo lo sé, jaja —soltó una pequeña risa y se recostó con sus manos sobre su nuca.

—¿¡Qué!? Eso no tiene sentido, Mike —le vió.

—Jaja, ¿Qué quieres que te diga?

—Algo más razonable, por lo menos.

—Tal vez no creas en el amor a primera vista, pero fue algo parecido —relató—. Llamaste mi atención en el primer segundo que fuiste amable conmigo, así que intenté acercarme más a ti y gracias a Javier, fue tarea difícil.

—Entiendo.

—Cuando empezaste con el taller que tienes en la Universidad, lo ví como una oportunidad única para estar más cerca de ti y debo decir, orgullosamente, que funcionó —declaró feliz—. Eres alguien excepcional, Ari.

—Con lo que acaba de suceder, no me siento de esa manera —bajó la mirada hacia el piso.

—Oye —volvió a incorporarse y tomó una de sus manos—, deja esto de lado, por favor. Piensa que fue lo mejor, por más que les duela a ambos. El tiempo se encargará de curar sus heridas.

El pelicastaño asintió con su cabeza y recargó esta misma en el hombro de su contrario.

—Gracias otra vez, Mike.

—De nada, Ari.

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[N/A]

[🖤🥀] Lamento romper la relación así tan cruel, pero no hallé otra manera, ya que empecé con una pareja perfecta y esas son imposibles de separar... Al menos desde mi punto de vista :c

En fin, quedan menos capítulos de esta historia secundaria, porque se viene lo que muchos esperan :D

¡¡¡Bye!!!

-AshleyHgoRdz