Cuando las clases en la Institución finalizaron, Ela salió y encontró a Jayden afuera, esperando por su pareja. Se le hizo muy extraño, ya que según ella, Ari no se había presentado. Cabe destacar que una pelirroja estaba al lado del de ojos azules.

La curiosidad venció a la pelicastaña, así que se acercó al extranjero y habló con él.

—¿Hola? —enunció la menor acercándose lentamente—. ¿T-tú eres a-algo de Ari? —preguntó con miedo.

Ambos amigos vieron a Daniela y a esta le dió más miedo.

—Who are you? —inquirió el extranjero.
"¿Quién eres?"

—Ho-hola, otra vez... M-me llamo Daniela, o Ela, c-como quiera usted, jeje —rió nerviosa.

—Hola, me llamo Lillian —se presentó la de ojos negros—. ¿Necesitas algo?

—Este...¡Sí! S-sí, necesito saber algo sobre A-Ari.

—¿Qué pasó con él? ¿Se metió en alguno problema? —cuestionó el rubio.

—E-es que... Ni siquiera se metió a la Universidad.

—¿Cómo? Si nosotros mismos lo trajimos —se extrañó la más grande.

—N-no lo sé; nadie lo vió.

—Veamos si regreso a casa —sugirió Jayden.

Lillian y él agradecieron el aviso, para después irse al hogar del castaño oscuro.

[...]

Los dos mencionados con anterioridad ingresaron al domicilio de quien buscaban y fácilmente lo encontraron en la cocina. Se veía muy tranquilo como para no haber entrado a la escuela.

—Babe? What are you doing here? —preguntó el de ojos azules a su pareja.
"¿Bebé? ¿Qué estás haciendo aquí?"

—Oh, es que me sentí mal y... Pedí que me mandaran a casa —formulaba su respuesta algo nervioso—. M-mis padres estuvieron de acuerdo.

—¿Y por qué no nos avisaste? —interfirió la pelirroja.

—P-porque no lo creí necesario. I'm sorry.
"Lo siento."

—Don't worry, honey —sonrió Jayden y fue a abrazar al otro—. Yo soy feliz sabiendo que estás bien —depositó un beso en su frente.
"No te preocupes, amor."

—Sí, jeje, muy... Muy bien —afirmaba aún recordando lo vivido en la escuela.

Su amiga se cruzó de brazos mientras los observaba con una sonrisa en la cara, pero se preocupaba internamente por el maquillaje que su amigo se había colocado en el cuello. Lo sabía por la diferencia de tonos entre su piel de la cara y la piel de la otra zona.

[...]

Lo que quedó de esa semana, más la que seguía, Trollino continuaba con los abusos hacia el de ojos heterocromáticos y cada vez se hacía más imposible esconder las pruebas.

En cada ocasión que Jayden preguntaba al pelicastaño que le había pasado, este ponía un montón de excusas baratas:

"Me caí."

"Estaban mojadas las escaleras y resbalé."

"Un compañero abrió la puerta del salón, no me fijé y me golpeé."

"Mis compañeros jugaban fútbol y por accidente me pegaron."

"Hubo una riña y soltaron un golpe sin pensar."

"Me caí de mi cama."

"Me caí en la ducha."

"Mi mamá volteó y me golpeó cuando hacia el aseo en casa."

Lógicamente el rubio ya no le creía nada, pero por el simple hecho de no pelear con el castaño oscuro, lo ayudaba a curarse sin pedir más explicación.

Un día de tantos que Ari salía de la Universidad con heridas, el extranjero lo jaló nuevamente adentro y caminaron hasta la oficina de quien era la directora. Llegaron fuera de la dirección y simplemente Jayden abrió la puerta, sin golpear con anticipación.

—Disculpe, ¿Nadie le ha enseñado modales? —inquirió la mujer, molesta y despegando la vista de unos documentos.

—Y a usted nadie le ha enseñado a estar al pendiente de sus alumnos —reclamó.

—¿A qué se refiere?

El de ojos azules le mostró las heridas y golpes del de ojos bicolor a la mayor; su expresión cambió a una de sorpresa.

—¿Eso le ha pasado en estas instalaciones? —cuestionó la directora levantándose de su silla para ir a ver al estudiante.

—¡Claro que sí! De la nada, él empezó a llegar con golpes.

Mientras la autoridad revisaba a su alumno, este evitaba tener contacto visual con ella.

Jayden estudiaba psicología, entonces sabía que algo estaba muy mal.

—¿Quién te hace estas heridas? —preguntó la mayor al menor.

—N-nadie —respondió y seguía sin querer verla a los ojos—. S-son accidentes que me han ocurrido.

—No, joven. Estos son golpes provocados por alguien más.

—P-pero le juro que n-no miento.

—Now say it without stuttering —habló el rubio.
"Ahora dilo sin tartamudear."

—Jayden, please —dijo Ari en forma de súplica.
"Jayden, por favor."

—No "please". I've been very tolerant of you, but I don't believe any of the excuses you've told me before.
"Nada de "por favor". He sido muy tolerante contigo, pero no creo ninguna de las excusas que me has dicho antes."

—Por el día de hoy vayan a casa —mandó la autoridad apartándose del estudiante— y mañana trataremos con más tranquilidad este asunto.

La pareja aceptó y se fueron al hogar del de ojos bicolor.

[...]

—Ari, we need to talk —dijo el extranjero entrando a casa y cerrando la puerta.
"Ari, necesitamos hablar."

—Talk about what? —consultó el anterior nombrado dándole la espalda.
"¿Hablar de qué?"

—About your wounds. It is not normal how they are appearing.
"Sobre tus heridas. No es normal cómo están apareciendo."

—But I've already told you; I hurt myself —contestó y lo miró.
"Pero ya te lo he dicho; me lastimo solo."

—I don't believe you anymore. Is someone hurting you at school? Are they asking you not to tell me anything? I know you and you're not like that.
"Ya no te creo. ¿Alguien te lastima en la escuela? ¿Te piden que no me digas nada? Te conozco y no eres así."

—I'm so sorry, my love, but I can't tell you the truth —enunció el castaño oscuro y subió corriendo a su habitación.
"Lo siento mucho, mi amor, pero no puedo decirte la verdad."

Jayden siguió con la mirada a su pareja hasta que lo perdió cuando entró en su dormitorio. Suspiró y se quedó sentado en la sala, esperando a sus suegros.

[...]

Al día siguiente, el rubio iba pasando por la Universidad de Ari y a lo lejos escuchó una voz que lo llamaba, entonces volteó. Se confundió al ver que era el otro rubio, compañero del de ojos bicolor.

—Hola —saludó el de ojos grises—, ¿Puedo preguntar por qué no vino Ari hoy?

—Yo le permití faltar —respondió—. En estos últimos días no ha estado bien.

—¿Por qué?

—No sé si te digo —lo pensó el de ojos azules.

—No se preocupe, pero he visto a Ari muy distante conmigo; no me saluda ni me dirige la palabra.

Jayden pensó por unos segundos la situación, entonces le dió a conocer a Mike su teoría.

—¿Tiene tu novio algo que ver? —preguntó.

—¿Perdón? —dudó algo molesto—. ¿En qué te basas para culparlo?

—Tu novio ha estado molestándolo a Ari los últimos días, justo cuando él regresa golpeado de la Universidad.

—¿Golpeado?

—Y además parece intimidado, como la vez que tu novio lo agarró aquí fuera.

—¿Piensas que lo tiene amenazado?

—I don't know, Ari no me ha querido decir nada —el de ojos azules se encogió de hombros.
"No lo sé."

—Gracias —agradeció el estudiante, dió media vuelta y se fue.

El extranjero también retomó su camino a casa y en ese trayecto se convenció más de que Javier era quien tenía al pelicastaño bajo amenaza.

[...]

Miguel iba llegando a la casa de su pareja, hizo resonar el timbre y este abrió. Estaba feliz porque había recibido la visita del otro.

—¡Amor! Pasa, adelante —invitó el pelinegro—. Sabes que estás en tu casa.

—G-gracias, Javi —entró al domicilio—. Mira, iré directo al grano... ¿Has estado lastimando a Ari?

Trollino se quedó quieto y sin palabras ante la pregunta, ¿Cómo es que se enteró de eso?

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¡¡¡Bye!!!

-AshleyHgoRdz