A la hora de la salida, Jayden pasó por su pareja a la Universidad y lógicamente le preguntó por su primer día.

—Hi, Ari, how did you do in school? —preguntó tomándolo de las manos.
"Hola, Ari, ¿Cómo te fue en la escuela?"

—Mal —dijo con una mezcla de risa y tristeza.

—Why?
"¿Por qué?"

—Porque me metí en problemas con el novio de un compañero, je —rió en tono de vergüenza.

—Ay, Ari —lo atrajo y abrazó—, ¿Pero tú estás bien? ¿No te hizo nada?

—No, por supuesto que no —se separó y le sonrió—. Nada más, como puedes ver, intercambiamos de ropa.

El rubio vió mejor al pelicastaño.

—¿Y por eso te pusiste una camisa sucia? —alegó un poco enfadado.

—E-era la única forma de ayudarlo. Sorry.
"Perdón."

—Don't worry, honey. I know you are a person who likes to help others and stay out of trouble —calmó Jayden.
"No te preocupes, cariño. Sé que eres una persona a la que le gusta ayudar a los demás y no meterse en problemas."

—Gracias por entender —se relajó el de ojos bicolor con el comentario.

—Ahora vámonos a casa —enunció y empezó a caminar.

El americano fue seguido por su pareja y ya a la par, se tomaron de las manos para seguir su rumbo.

A lo lejos, esos dos eran observados por Mike, quien se dió cuenta que su compañero tenía una persona un tanto especial. Analizó mejor y queriendo seguirlos, fue interrumpido por Trollino para que regresaran a su hogar.
Al de ojos grises no le quedó de otra más que aceptar.

[...]

—Quítate la camisa para poder lavarla y que se la lleves a tu compañero —mandó la pareja del castaño mientras le escogía otra.

—Je, s-supongo que sí, amor.

Ari obedeció la orden y se deshizo de la prenda superior, dejando al descubierto su pecho.

—Here's your shirt, babe —volteó el rubio y mostró lo dicho.
"Aquí está tu camisa, bebé."

Sus instintos más bajos reaccionaron y tomó a su contrario por la cintura.

—Holy shit~ —dijo en un tono un tanto seductor.
"Diablos~."

—Ni te emociones —recalcó el de ojos heterocromáticos.

—¿Por qué~?

—Porque ya me has visto así —le recordó, pintando sus mejillas de carmesí por los nervios.

—¿Y? Nunca puede ser suficiente para mí~ —susurró en oído ajeno.

Acto seguido, el rubio recostó a su pareja en su cama y solamente le alcanzó a hacer un pequeño chupetón, ya que Rafael apareció en casa.

—¡Ari! ¡Llegué! —llamó ese mismo avanzando a la cocina.

—I'm here, sir! —se destacó Jayden.
"¡Estoy aquí, señor!"

—¡Hola a ti también! —volvió a saludar.

—Y... Me salvé —le hizo saber Ari al otro—. Ahora déjame vestir, por favor —ordenó.

—Okay, okay, you win —sonrió y se apartó.
"Está bien, está bien, tú ganas."

—Thank you —devolvió la sonrisa y se colocó su prenda.
"Gracias."

Cabe destacar que esa relación era puro respeto mutuo; ninguno haría algo así si el otro no está de acuerdo.

[...]

—Créeme cuando te digo que no hace nada de frío, Ari —le reclamó Ela—. ¿Por qué traes eso? —señaló la bufanda cubriendo cuello ajeno.

—Bueno, tú no tendrás frío, pero yo sí —regresó el regaño.

La pelicastaña miró con los ojos entrecerrados a su amigo.

—No me voy a comer tu mentira.

—Oh, pues ni modo; te aguantas —respondió.

Luego, él se fue a sus clases, dejando a la otra confundida, feliz y enojada a la vez. Total que también terminó por irse.

Más tarde, en descanso, Ari se topó a Mike de nuevo en la cafetería.

—Hola, Ari —saludó el de ojos grises a su espalda.

—¡Ay! —se asustó y volteó rápidamente—. ¡Ah! Eres tú —sonrió.

—¿Quién más pensaste que era o qué? —interrogó levantando una ceja, sonriendo y cruzando los brazos.

—Nadie, nadie. Solo que mi primera amiga aquí me saludó también con un susto.

—¿La de cabello castaño y vestimenta rosa?

—Sí; Elita —dió el nombre.

—¿Así se llama?

El castaño asintió.

—Y... ¿Ella es algo más que tu amiga o podría serlo? —preguntó, cambiando su sonrisa amplia por una de lado.

—¿¡Qué!? —expresó nervioso—. N-no, no, no, p-para nada, jeje.

—¿Entonces por qué te pones nervioso? ¿Eh?

El otro tuvo que agarrar aire para calmarse y explicar.

—A mí no me gustan las mujeres; s-solo los hombres.

—Ohh, al igual que yo —comparó el rubio.

Ahora, ambos podrían entenderse mutuamente, porque compartían gustos.

El ambiente nuevamente fue interrumpido por Trollino, quien llegó abrazando a su pareja de forma protectora e intimidando al estudiante de Artes con la mirada.
Este último pasó saliva por el miedo.

—¿Qué haces? ¿Otra vez tratando de manchar la camisa de Mike? —inquirió serio.

—¡No! Por supuesto que no, nada más estábamos platicando —habló con la voz temblorosa.

—¿Seguro?

—C-claro que sí.

—¿Entonces qué sigues haciendo aquí? Ya vete —ordenó el de ojos azules.

—S-sí, c-claro —dió media vuelta el de ojos bicolor.

Antes de retirarse, recordó que debía entregar algo, así que abrió su mochila y sacó la prenda de Miguel de su interior. Luego, giró su cuerpo otra vez y estiró su brazo hacia el mencionado anteriormente.

—Toma, Mike —sonrió levemente—. Ya la lavé ayer.

—Oh, muchas gracias —recibió su pertenencia y la revisó—. Quedó muy bien.

—Bueno... Realmente el crédito se lo lleva otra persona; él me ayudó —rió.

—¿Quién? —cuestionó guardando su camisa.

—Jayden... M-mi pareja —se sonrojó un poco tras mencionarlo.

—¿Jayden? —se metió Javier en la conversación—. ¿No es muy extraño ese nombre?

—No, porque él viene del extranjero —explicó Ari.

—Entendido.

—En fin. Era todo lo que quería hacer, así que adiós —se despidió y salió de la cafetería.

Por su lado, el de ojos grises se quedó confundido con la revelación. Apenas se había enterado que esa persona tan amable y sumisa era homosexual, y ahora le agregaban que ya tenía pareja; su cabeza dió mil vueltas, aunque no sabía porque se ponía así.

—¿Estás bien, Mike? —habló el pelinegro.

—¿Eh? —reaccionó y lo vió—. Sí, claro, ¿Por qué no habría de estarlo?

—Es que me preocupas, porque de repente te vas mentalmente y andas ahí divagando —informó.

—Agh, claro que no —cruzó los brazos como negación.

—Claro que sí~ —sujetó mejor al otro de su cintura, poniéndose cara a cara.

—Que no~. Y no está a discusión —recargó sus manos en pecho ajeno.

—Bueno —besó su nariz—, ¿Desayunamos ya?

El rubio asintió y se acercaron a pedir unos alimentos.

[...]

Ya a la hora de la salida, Trollino alcanzó a Ari para platicar un poco con él.

—No sé porque siento que tú eres un poco raro —habló el de ojos azules a su espalda, siguiéndolo.

—¿Raro? ¿Raro en qué aspecto? —inquirió continuando con su camino, sin prestarle tanta atención.

—Me parece que nadie es tan amable —dudó—, ¿Buscas algo a cambio?

—¿Qué podría necesitar?

—Quien sabe... Tú dime... —dejó el suspenso.

A fin de cuentas, ambos terminaron por salir de la Universidad. En ese instante, el castaño volteó a ver al pelinegro.

—Mira, no entiendo que clase de persona crees que soy, pero puedo asegurarte que no busco nada a cambio... Ni siquiera un "gracias" —remarcó.

—Es que sencillamente nadie hace las cosas de gratis.

—Pues quizá yo sí —alzó más la voz—. N-no todas las personas son como tú, que te la pasas intimidando a los demás.

—Vale. Solo te advierto una cosa —se acercó Javier y lo jaló bruscamente de la playera—, aléjate de Mike.

—¿M-Mike? P-pero si n-nada más es m-mi amigo —contestó temblando.

—Ni amigo ni otra cosa, simplemente no te le acerques, ¿Estamos claros?

Antes de que Ari pudiera volver a contestar, su novio Jayden hizo presencia en la Institución, llamando la atención con un grito.

—Hey! ¡Suéltalo! —igualmente se acercaba—. Si no quieres que se te rompan los dientes.
"¡Oye!"

—¿Y tú quién eres? —vió Trollino al extranjero.

—Yo soy el novio de quien estás agrediendo, así que te ordeno que lo sueltes.

—¿Tú me ordenas a mí? ¿En serio? —soltó al castaño y se enfadó más por el hecho de que lo mandaran.

—Of course —respondió riendo—. Necesito que le muestres más respeto a mi pareja.
"Claro."

Rápidamente, Ari se fue a refugiar en brazos del extranjero de ojos azules y este le correspondió acariciando su espalda para calmarlo.

—Esta es la última vez que te veo lastimando a Ari —advirtió Jayden—. La próxima no tendré mucha consideración.

Al dar el aviso, esos dos se fueron a casa del de ojos heterocromáticos.

Por detrás de Javier, Miguel se le acercó hasta darle un pequeño golpe en la cabeza. El primero volteó algo confundido y prestó atención al de ojos grises.

—¿Cuál es tu problema? —cuestionó Mike, cruzado de brazos.

—Ninguno, ¿Por qué?

—¡Acabas de volver a querer intimidar a alguien! —se quejó—. ¿Cuándo será el día en el que tengamos una relación normal? Donde yo no deba estar tras de ti, como un dueño cuidando de su mascota.

Tras regañarlo, el rubio se fue bastante enojado y siguiéndolo como perro estaba el pelinegro, rogando su perdón.

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[N/A]

[🖤🥀] ¿Qué tal? ¿Les está gustando la historia? ^^

Sinceramente esto debería ser muy corto, pero tomando en cuenta cuanto voy a dejar a Ari de la historia primaria en coma, pues esto deberá alargarse a como dé lugar :'>

¡¡¡Bye!!!

-AshleyHgoRdz