Capítulo 42
⚠Aviso: Colocar canción cuando se le indique(Ahora que te vas de Christian Daniel)⚠
Narrador
Durante el resto del día Bill durmió tranquilamente y para el alivio de Dipper su fiebre bajó un poco estabilizándose en 200°C era un gran avance considerando que por tres días rodeo el rango de 220°C. Por lo que mucho más tranquilo y agradecido con Irina pudo cuidar de su demonio al mismo tiempo que pensaba en las vivencias que tuvo con él durante estos casi 6 meses.
Los siguientes 3 días la fiebre fue mejorando, aunque pasara la mayor parte del día durmiendo y delirando por la fiebre, los otros síntomas fueron menguando lentamente. Ya no necesito que el castaño le colocara tantos paños fríos cuando se mantuvo en los 200°C y si se despertaba era todo menos consciente.
A Dipper le llego a agradar el comportamiento tan honesto del demonio, cuando deseaba su compañía o un abrazo se lo pedía abiertamente con algunas gotas de timidez que hacía imposible al humano negarse. También estaba las veces que mimaba al rubio acariciando su cabello o dejando besos apenados en sus pecosas mejillas o frente, esas acciones parecían derretir al poderoso demonio dejándolo como una masa mansa de ronroneos y bastante complacido.
Esos días Dipper considero que en alguna otra vida Bill debió ser un gato considerando como se comportaba a su alrededor con 0 consciencia racional casi restregando su cabeza en su mano en los momentos que acariciaba su cabello o cuando se acurrucaba contra su cuerpo más dormido que despierto murmurando su apodo con cariño abrazándolo en lo que él leía algún libro o jugaba ajedrez con Сосна.
Definitivamente para Dipper fueron días pacíficos donde mantuvo siempre contacto físico con Bill, cuido y veló por su salud por sobre todas las cosas, obligándose a preocuparse por sí mismo considerando lo molesto que estaría si se entera de que no ingería comida alguna. Sin embargo, tenía al pequeño conejo para recordarle eso sintiéndose aliviado de confiar en él para cuidar del demonio en lo que buscaba algo de alimento.
Ahora siendo el cuarto día desde la visita de Irina cierto demonio de ojos dorados se sentó en su cama muy desorientado, recordaba muy vagas imágenes de lo que pasó con la visita de su tía y casi todas estaban nubladas. Frunció el ceño tratando de recordar que había pasado y en qué momento cayó dormido.
Al girar un poco su cuerpo enfocó sus ojos en un hermoso joven durmiendo a su lado que provocó que los colores se le subieran al rostro, su tierno Agapē se veía tan lindo en su cama junto a él que sintió su corazón acelerarse guardando esa imagen en su mente como un tesoro sagrado.
Cuando la emoción de ver a Dipper dormir a su lado empezó a pensar en lo que había pasado durante su resfriado pasó una mano por su frente notando lo caliente que estaba preguntándose en cual sería el rango de su temperatura para estar tan consciente de su entorno.
Fue que notó algo, era de mañana y durmió quien sabe cuántas horas, pero eso no fue todo, sino unos pocos recuerdos de haberse pegado a Dipper como un pequeño gatito perdido en busca de mimos. Pasó su mano por su rostro conmocionado por sus acciones, estaba detestando con cada fibra de su ser su estado de salud, ya que si las memorias que invadían su mente eran ciertas existía la posibilidad de que no haya pasado un día, sino que más desde que lo visitó Irina.
-Maldito infierno -Se quejó sonrojado.
Bill gimió angustiado al ver que seguía semidesnudo aliviado de que por lo menos Pinetree tuviera un pantalón o en realidad se sentiría mortificado o más de lo que se sentía ahora al saber que pudo ser una molestia para su Agapē y causarle muchos problemas.
Y no podemos olvidar que ahora Dipper sabe sus sentimientos por el recuerdo que le mostro y no solo eso, no, ahora él, de todas las personas que se pudieron haber enterado sabe que es su Agapē. Sabe lo que él le provoca, lo mucho que adora sus mimos o quedarse pegado a su cuerpo por su resfriado que permitió que no hubiera ningún tipo de filtro entre sus deseos y acciones.
-¿Bill?
Se sobresaltó al escuchar su voz, dirigió sus ojos hacia él sintiéndose mortificado al verlo tan cerca y recordar al mismo tiempo todo lo que hizo. Claro que eso no significó que no hiciera cortocircuito cuando Dipper voluntariamente paso una de sus manos por su mejilla y frente, se recordó con fuerza que solo estaba revisando su temperatura y que no debería emocionarse al pensar que lo estaba mimando.
¡Todo era profesional y por su salud! Se gritó a sí mismo.
-Estas muy consciente -Lo miró fijamente.
Bill casi gimió al darse cuenta de las cosas que pudo haber hecho y como actuó para que Dipper pudiera diferenciar en su estado alucinógeno por la fiebre y su estado plenamente consciente de sus acciones y control sobre si mismo porque vaya que le estaba carcomiendo el deseo de apegarse a su cuerpo y no soltarlo más.
-Lo estoy -Desvió la mirada sintiendo un colapso mental y emocional, demasiado que procesar.
- ¿Cómo te sientes?
Puede asegurarle a quien sea que hizo un esfuerzo del tamaño de una galaxia retener el suspiro casi ronroneo que quiso escapar de si al sentir una caricia tan rica y cariñosa en sus cabellos rubios, tuvo que tensar cada músculo de su cuerpo para no acercarse a esa agradable sensación.
-Bien -Murmuró.
-¿Seguro? -Buscó su mirada.
-Solo tengo un poco de hambre -Se dignó a mirarlo.
-Es normal considerando que no haz comido nada en una semana.
-¿Una semana? -Lo miró alarmado separándose a regañadientes de esa caricia.
-Los primeros 3 días antes de que viniera tu tía y los tres posteriores, contando este serían cuatro lo que harían una semana desde que te resfriaste.
Bill estaba entrando en pánico al darse cuenta de que le falta más de la mitad de los recuerdos de los 7 días, se sintió tan mortificado y asustado de lo que puso haber hecho durante este tiempo rogando a cualquier entidad existente por piedad.
-¿De verdad a pasado tanto? -Susurró con un hilo de voz.
-Sí -Aseguró confundido por el pánico y conmoción que sintió y vio en esos ojos dorados.
-Bien -Susurró bajando la mirada.
-Iré a traerte algo de comer.
-Puedo ir yo -Trató de levantarse siendo evitado por Dipper.
-Quédate aquí, no has estado consciente desde hace días y primero quiero asegurarme de que estés bien antes de cualquier cosa.
-Bien.
Aunque su respuesta resultó ser tan plana no concordaba con el caos que provocaron las palabras de Dipper sintiendo un revoltijo de emociones casi sin aliento al pensar que su Agapē se preocupaba por él, se sintió querido por un momento, pero trató de no hacerse ilusiones y pensar que solo lo hacía para no lidiar con un demonio enfermo.
-Volveré en un momento -Dejó un beso en su frente.
Bill se paralizo sonrojándose al recibir un beso de su Agapē, estuvo tentado a agarrar su mano y jalarlo para recibir otro, pero contuvo su impulso muy confundido por la repentina muestra de afecto.
-¿Por qué fue eso? -Se atrevió a preguntar cuando lo vio levantarse.
-Irina dijo que el contacto físico puede ayudarte a mejor.
-Ah sí, por supuesto.
El demonio trató con todas sus fuerzas no sonar tan destrozado como se sentía, por supuesto que Dipper jamás le daría ese tipo de afecto porque quisiera, sabe que se han besado algunas veces, pero fueron siempre iniciadas por él mismo. Se sintió tan herido al darse cuenta de que su Agapē nunca le daría afecto solo porque sí, siempre habría una excusa, un motivo para impulsar ese comportamiento.
Y dolió, dolió mucho.
Dipper confundido antes de irse se volvió y se sentó junto a Bill buscando su mirada, pensó que él se encontraría saltando y ronroneando de felicidad como lo ha estado haciendo en los últimos días por ese pequeño beso que tanto le costó darle estando consciente. Sin embargo, sus expectativas fueron destrozadas cuando sintió un dolor constante en su pecho, no era normal ya que al darle ese besito pudo sentir la emoción de inmediato.
-¿Bill? -Lo llamó colocando una mano en su hombro.
-¿Sí? -Levantó la mirada con una sutil sonrisa.
-No hagas eso.
Dipper se sintió ofendido y enojado con el demonio, se había acostumbrado a ver la honestidad de sus acciones, poder ver claramente sus deseos sin tener que hacer un rompecabezas con sus emociones o inferir por el brillo de sus ojos lo que significaban sus palabras faltantes de pistas. Durante esta semana pudo ver por completo los deseos e impulsos de su demonio, pero ahora consciente no había nada de eso, vio de nuevo esa brillante sonrisa que no llegaba a sus ojos opacos.
-¿Hacer qué? -Lo miró confundido.
El castaño pensó por un momento que el rubio mantenía su actitud, pero se dio cuenta de que a pesar de que se dijera que era más tímido e inseguro esa jamás sería la verdadera cara de su demonio, puede que fuera una parte, sin embargo, Bill siempre sería alguien coqueto, atrevido y que ocultaría todas sus emociones bajo capas de burla y sarcasmo, nunca sería completamente honesto con sus verdaderos deseos, nunca permitiría que él supiera sus más grandes anhelos y por todas las cosas jamás buscaría realizarlos ahogándose en el dolor de sus propios pensamientos y acciones,
Todo eso lo molestaba, deseaba poder tener la confianza y comodidad de Bill para que él se relajara en su presencia y fuera honesto con sus verdaderos deseos, anhelaba ver que su demonio se abriera que le dijera lo que quería sin trucos y sin vueltas. No obstante, sabe que eso será muy difícil considerando cuanto se ha esforzada por esconder sus emociones e intenciones, cuanto se esforzó para asegurarle a todo el mundo que él no es nada suyo.
Sabe que sin que él le diera el permiso Bill no se movería para acercarse o intentar conquistarlo, podría protegerlo, darle apoyo, pero jamás delataría sus sentimientos, nunca pediría un abrazo a menos que se estuviera desmoronando y le dolía. Le dolía mucho que él se esforzara por ignorar su conexión, pasar por alto sus verdaderos sentimientos y emociones a favor de que nadie se entere de lo que son.
Se siente tan frustrado ver que la honestidad que vio en el gatito que fue Bill fue un privilegio que no regresara, que no volverá a ver como él se acurrucaba a su lado con una gran sonrisa, pudo verlo tan relajado, pudo verlo sonreír lleno de dicha a pesar de su resfriado Bill parecía más feliz que nunca.
-¿Pinetree? ¿Por qué lloras?
Pudo escuchar su voz afligida, como trataba de secar sus lágrimas y se enfureció como Bill se enfocaba tanto en él y pasando a llevar sus propias dolencias, sus propios sentimientos. No pudo soportarlo ¡Bill literalmente estaba ignorando su dolor! ¡Podía sentirlo! Podía sentir un dolor profundo en su pecho y verlo ahí preocupado por él, le dolió.
¿Cuánto llegó a sufrir Bill para ser capaz de ignorar de esa manera sus sentimientos? ¿Cuánto debió dolerle para acostumbrarse a eso? Se sintió tan mal, se sintió molesto de que tuviera que pasar por tanto y restringirse con él cuando es su fuerza, cuando es su Agapē.
-Pine... ¡¿?!
Bill se sobresaltó cuando sintió un repentino abrazo de su Agapē quien se trepo sentándose en su regazo abrazándolo tanto con brazos como sus piernas y a la vez llorando tan desgarrado que le partió el corazón. Comiéndose sus sentimientos lo abrazó con fuerza contra su cuerpo dejando caricias en su espalda.
-Pinetree -Susurró afligido, odiaba escucharlo llorar.
Dipper se apegó más a su cuerpo prometiendo en silencio que si él no ponía atención a sus emociones él lo haría, si notaba que él deseaba apegarse a su cuerpo lo haría, si se daba cuenta de que Bill deseaba un abrazo él lo abrazaría con todas sus fuerzas.
No dejaría que su demonio sufriera de esa forma nunca más.
>...<
Pasaron unos pocos minutos en los que Bill consoló a Dipper sin saber que todo el dolor que provocó su llanto fue debido al golpe de realidad que fue sometido cuando vivió en carne propia todos los anhelos del demonio que jamás mostro, había colapsado por la información que nunca había procesado.
-¿Estas bien Pinetree? -Preguntó preocupado.
-Sí -Susurró bajo.
-¿Seguro? -Preguntó tratando de no presionar, pero queriendo asegurarse de eso.
-Completamente -Dejó un suave beso en su cuello.
Bill se estremeció ante el contacto, mientras Dipper mucho más relajado pudo apoyarse en su hombro sintiendo ese fresco aroma que ha sentido toda la semana de forma consistente y fuera, ahora siendo mucho más sutil, pero que seguía gustándole esa fragancia, aunque no lo admitiera en voz alta.
Fue el el tranquilo momento fue interrumpido cuando Dipper escuchó un fuerte gruñido, se separó para ver a Bill quien se sonrojó al darse cuenta de que ese sonido era debido a su hambre totalmente justificada.
-Al parecer tienes hambre -Le sonrió leve.
-S-sí.
-¿Quieres algo especifico de comer? -Preguntó saliendo de encima sonrojado.
-Con cualquier cosa me conformo.
-Bien, recuéstate y descansa mientras regreso.
Bill asintió viendo a Dipper salir de su habitación, cuando se aseguró de que estuviera lejos se dio vuelta y se recostó de estómago enterrando su rostro en la almohada y cerrar sus ojos dejando de lado algunos pensamientos para enfocarse más en los recuerdos de la última semana.
Narra Bill
(Colocar canción)
No sé cuánto tiempo pasó, pero pude ver lo que hice en la última semana, principalmente de lo que no fui consciente y me sentí tan avergonzado sintiendo mi rostro arder por comportarme como un maldito cachorro abandonado con falta de cariño. ¡Literalmente me pegaba a su cuerpo exigiendo caricias!
Joder, estoy odiando y amando ser tan cariñoso y afectuoso en mi estado, además por la fiebre que me permitió estar de esa forma con Pinetree, aunque no me arrepiento de nada de lo que hice solo mortificándome de lo avergonzado que estoy por ni siquiera tener un poco de filtro con mis deseos de ser consentido por él.
Maldición, él cumplió con una sonrisa todo lo que pedía, me mimó tanto esta semana que estoy deseando poder experimentarlo por mi mismo, aunque muerda de vergüenza y me cueste siquiera pedir un abrazo, quiero intentarlo, quiero...quiero lo que vi.
Me siento demasiado bipolar ahora recriminándome lo que hice en mi estado de cachorro inconsciente, pero a la vez adoré cada recuerdo. ¿Seré capaz de pedirlo? Quiero que me preste atención, aunque con él sabiendo que es mi Agapē también deseo consentirlo, hacerle ver que lo amo tanto, que...haría cualquier cosa por mantenerlo conmigo, siendo su amigo o cualquier cosa, sin ser mi pareja siquiera, solo quiero que se quede.
Sé que lo he ocultado todos estos años, pero deseo tanto que se quede, que me permita lo que hice en esta semana ¿Me seguirá recibiendo en sus brazos sabiendo lo que es de mí? ¿Si ya no estoy enfermo dejará de consentirme? Joder, por esto no quería que lo hiciera, definidamente me acostumbre a la atención, me será muy difícil contenerme ahora.
Aunque me desanima hacer todo lo que quiero por sus palabras ¿Hizo todo eso solo por mi refriado? Sé que literalmente le exigía las caricias y su atención cuando estaba despierto, puede que le haya molestado mi insistencia ¿Y si me recrimina lo que hice?
Suspire angustiado ante eso ¿No podré pedir más caricias? Adoro como pasa sus dedos por mi pelo se siente tan relajante ¿Ya no podré recibirlo? Quiero más, quiero tenerlo conmigo, deseo tanto recibir de esas miradas tan brillantes, verlo sonreír y estar cómodo conmigo ¿Si quiera lo está ahora?
Solté un quejido al darme cuenta de que es posible de que no pueda volver a hacer nada de lo que hice ¿Será imprudente hacerlo de todas formas? No quiero que me odie, ni se aleje, me quedaría las noches nuevamente para estar a su lado, sé cuánto le gusta dormir conmigo ¿Será esa la única instancia que tendré para estar a su lado?
Sacudí mi cabeza tratando de alejar esos pensamientos, no quiero ver las variables de lo que pueda suceder por mis acciones imprudentes, disfrutaré ver esa convivencia en mis memorias, aunque fuera por el resfriado las apreciaré mucho cada momento. Serán mi pequeño tesoro.
-Bill.
Me sobresalté sentándome en el acto, no me había dado cuenta de en que momento había llegado, me extraña que no notara su presencia cuando trae una bandeja que huele tan bien ¿Habrá cocinado algo?
-¿Estas bien? -Se sentó a mi lado.
-Sí -Le sonreí, de verdad que ahora lo estoy.
-Traje fideos con salsa, espero te guste.
-Seguramente lo hará -Hablé animado.
Él me entregó un plato con una montaña de comida, puede que este terriblemente hambriento, pero disfrutaré de cada bocado que preparó Pinetree para este... ¿Desayuno? ¿Almuerzo? Ni siquiera sé qué hora es o el día, pero me da igual, estoy con Pinetree.
Pude notar su mirada durante nuestra silenciosa comida, sé que quiere preguntarme algo... ¿O me reclamara? No Bill, tranquilo, te estas volviendo paranoico, él no me echará en cara algo de lo que yo no tenía absolutamente nada de control ¿Verdad?
-¿Puedo preguntarte algo?
-Ya lo estás haciendo, pero adelante.
-¿Cuándo me devolverás mis recuerdos?
-¿Disculpa? -Lo miré entre alarmado y sorprendido ¿A qué ha venido eso?
-Me los sellaste y...
-Por el motivo que están sellados es que así se van a quedar.
-Son míos.
-Lo sé.
-Los quiero de vuelta -Me exigió.
-No te los daré -Lo miré con firmeza- Te los quité por una razón.
-Ya sé que soy tu Agapē, deberías...
-No sabes por qué te selle la memoria, que lo sepas o lo ignores no cambiara nada -Me incliné hacia él- Te dije que si fuera capaz de sellarte lo que sabes lo haría.
-No puedes hacer eso.
-¿A no? -Alcé una ceja curioso levantando mi mano hacia su frente.
Pude ver con cierto dolor como él se levantó de un saltó de la cama, no deseaba tener una conversación así ahora que deseo tanto que se quede, que me deje estar cerca. Sin embargo, si pudiera ser capaz de sellar su memoria lo haría, daría lo que sea para que él esté a salvo.
-¡No puedes hacer eso! ¡T-Tú!
-Lo sé.
-¿Qué?
-Deberías agradecerle a mi alma, cuerpo y magia que conserves esos recuerdos.
-¿A qué te...? -Me miró confundido sentándose cauteloso.
-Aunque quisiera no puedo seguir sellando tu memoria, podría con mucho esfuerzo sellar una semana, pero casi 6 meses será imposible.
-Explícate.
-Pinetree pasé cuatro años lejos de ti, agonice sin estar a tu lado y anhele que me recordaras, ahora con casi 6 meses de respaldo no puedo sellar tu memoria, sería una agonía para mi ver que no me recuerdas -Bajé la mirada sintiendo mis ojos picar- Ver...v-verlo me destrozara.
Traté de respirar e ignorar el creciente dolor en mi pecho, solté una risa amarga para levantar la mirada enfocándome en sus ojos.
-Solo pensarlo me causa dolor, no seré capaz de hacerlo y aunque pudiera mi magia me impediría completarlo -Reí leve- Ni siquiera me dejará pronunciar el hechizo sin que todo mi maldito ser me contradiga.
Me sobresalté cuando volví a sentir sus brazos a mi alrededor, temblé al pensar que si sello su memoria olvidará todo lo que pasamos juntos, no recordará estos casi 6 meses y esta semana donde estuvimos juntos.
Lo abracé con fuerza y solloce, no quiero volver a tocar su mente, no quiero sellar su memoria. ¡No quiero! No quiero, no quiero hacerlo. ¡Quiero estar con él! Quiero estar como otras parejas, poder conquistarlo, poder cortejarlo, abrazarlo cuando me plazca, tomar su mano, besarlo...anhelo tanto esto ¡QUIERO ESTO!
Sentí un leve empujón y me estremecí, no, no quiero, me aferré más al calor que me provocaba tenerlo cerca ¿Me quiere alejar? No... ¡No!
-¡Bill!
Jadee tratando de calmarme, respira Bill él...él no me dejará ¿Verdad? No, tranquilo él está contigo, él peleo contra el sello, Pinetree no quiere olvidarme... ¿Verdad?
Narra Dipper.
Me sentí un verdadero imbécil, él me dijo que estaría más emocional de lo normal, que estaría más inseguro ¿Y qué hago yo? Le tiro una bomba preguntando sobre mi memoria, sé mucho cuanto le afecto alejarse de mí, pero escuchar lo destrozado que estaba cuando insinuó que yo no lo recordaba.
Acumular todo eso con un resfriado lo quebró, apenas abrazarlo empezó a llorar temblando de pies a cabeza aferrándose a mi como si fuera el único flotador en medio del océano. Y eso solo empeoro, no sé en qué rayos está pensando, pero no ayudo cuando lloró más fuerte tan desgarrador y por dios ¡Su magia!
Su magia fue energía pura que sentí, no destrozó nada, pero sé que si fuera otra persona sería asfixiante, ella me rodeo y me pegó más a Bill, pude sentir todo ese poder desbordante, pero también el dolor. Bill está sufriendo tanto, agonizó cuatro años sabiendo que yo no lo recordaba y con estos meses juntos insinuar que volvería a ese estado lo quebró.
Traté de llamar su atención, pero no podía, lo abracé sequé sus lágrimas y grité su nombre, nada pareció traerlo de vuelta y el dolor que está experimentando no cesa confirmando mis sospechas de lo mucho que debió agonizar para que esta conversación lo quebrara.
-Bill, por favor.
Al ver que empeoraba y sin saber que más hacer rodee su cuello acercándolo a mi para besarlo, lo bese reiterativamente 5 veces hasta que hubo un atisbo de consciencia cuando correspondió leve, me separé y volví a besarlo de inmediato sintiendo mi rostro arder, pero aliviado de que esté funcionando.
Jadee cuando el hizo más fuerte su agarre en mi cintura y me beso casi desesperado, podía sentir una necesidad quemar mi pecho y le permití tomar por completo el control del beso, mientras pasaba mis manos por su cabello casi sonriendo ante el suspiro que salió de sus labios.
-Pinetree -Jadeo separándose luego de un rato.
-¿Qué...?
-No -Ocultó su rostro en mi cuello- Solo...so-solo... ¿Pu-puedes que-quedarte as-así?
Sentí como mi corazón se quebró al escucharlo tan roto y vulnerable, por eso lo abracé con fuerza dejando un beso en su cuello siguiendo con las caricias en su cabello tratando de calmarlo.
-Me quedaré contigo.
Esas 3 palabras parecieron traerlo más a tierra aferrándose con más fuerza a mi cuerpo, no sé qué pensó, pero no dejaré que se derrumbe de nuevo, existe la mínima posibilidad de que se aleje de mi al mostrarme esta debilidad, pero por cómo se aferra a mi cuerpo con su magia acariciando mi piel sé que voluntariamente no se alejará.
Algo quebró su alma, reuniré cada pedacito y lo abrazaré, le demostraré en cada acción que deseo que este junto a mí, que no tiene que suplicar de esa manera para que me quede. Será difícil que se abra y entender mis propios sentimientos aún en proceso de aceptación y reconocimiento.
Sin embargo, estaré con él en todo momento, seré su fuerza.
Continuará
Hola gente!
Esto no estaba planeado, la canción que ocupé para escribir, escuchando esto fue el resultado del capitulo emocional, sienti que me superé a mi misma con esto, hasta estuve al borde de las lágrimas en algunas ocasiones.
Espero de corazón que les haya gustado este capitulo, a mi en lo personal me llego todo lo que escribí sobre las dos perspectivas y lo expresado en el capítulo, espero que a ustedes también.
Sin más que decir y asegurando esta publicación como día Domingo, nos vemos el lunes con el último capítulo del maratón. Cuídense y no se olviden de tomar agüita.
Bye bye 💕✌
Maratón 9/9
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro