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Capítulo 40

Narrador

Hace unos cuantos minutos que ambos llegaron a la cocina, Dipper preparaba algo de comer mientras Bill se mantuvo sentado en una de las sillas cercana a la encimera. El demonio temblaba sutilmente con una manta cubriendo su cuerpo la cual era sacada y puesta consecutivamente dependiendo si sentía frío o calor.

Durante esos minutos Dipper se dio cuenta que la fiebre de Bill solo aumento con el paso del tiempo llegando a perder cierta consciencia racional por breves periodos siendo causado por el calor.

-Pinetree tengo calor~ -Trató de llamar su atención.

Dipper giró a a verlo al escuchar su voz adormilada y baja, se sorprendió cuando lo vio sacarse la playera temblando sutilmente. El castaño dejó de lado la preparación de la sopa para acercarse al demonio preocupado, apenas llegó frente a él puso su mano e su frente sacándola casi de inmediato.

-Estas ardiendo. -Volvió a colocar su mano.

-Pinetree.

Bill apoyó su cabeza en la mano de Dipper, casi suspirando por el toque frío en su frente. El castaño sintió al otro temblar, sabía que sentía frío, pero el calor superaba con facilidad esa temperatura dejando al demonio con un permanente sonrojo.

De vez en cuando Dipper notó que Bill tiene sus momentos de lucidez identificándolos cuando se avergonzaba con una disposición a apartarse sin que él lo dejara. Sabe perfectamente que su compañía es casi un remedio para el demonio.

Dejando aquel comportamiento de lado un momento, Dipper se empezó a preocupar por la temperatura de Bill, esta seguía subiendo y no sabe cómo bajarle la fiebre.

-Tengo hambre -Se quejó tosiendo suavemente.

-Ya casi esta listo -Acarició su mejilla.

Bill se quejó abiertamente cuando Dipper se apartó de su cuerpo, el castaño se sorprendió de que mostrara su inconformidad por la distancia entre ellos, ya que generalmente tiene que inferir lo que en verdad quiere el rubio. Se emocionó de ver que el demonio fuera mucho más sincero expresando con naturalidad lo que en verdad quiere, lo atribuye por sus defensas claramente bajas.

Siguió con su caminó buscando un paño, rastrojeo un par de muebles hasta que encontró uno. Al tenerlo en sus manos fue directamente al lavaplatos para mojarlo con agua fría, una vez completamente empapado le sacó el agua y volvió con Bill para colocar el objeto en su frente.

-Esta frío -Se quejó estremeciéndose.

-Tengo que bajarte la fiebre Bill.

Sin alejar su mano de su frente presionando el paño contra esta, tomó la olvidada manta y rodeo el cuerpo del demonio con ella. Él aprovechando la cercanía pasó sus brazos por su cintura abrazándolo con los ojos cerrados dejando escapar un suspiro de alivio ante el cuerpo frío de su Agapē.

Narra Dipper

Bill empeoraba con cada segundo que pasa, me preocupa mucho su fiebre que no hace más que aumentar. De repente se removió en mis brazos, empezó a separarse hasta conseguirlo, levantó un poco la mirada, su sonrojo no sé si es por la fiebre o lo avergonzado que esta. Aunque gracias a eso puedo ver con mucha claridad sus hermosas pecas.

-Lo siento -Desvió la mirada.

Bill se tapó un poco más con la manta, hasta que cayó en cuenta del paño en su cabeza ¿Cómo lo supe? La forma en que lo tocó con una expresión confundida que no duró mucho cuando dio un bostezo.

Acaricie su cabello enterrando mis dedos, él no tardó en suspirar cerrando los ojos casi de inmediato, se ve bastante somnoliento ¿Será la fiebre o la falta de sueño?

-¿Qué puedo hacer para bajarte la fiebre?

-No mucho, tú cercanía mitiga un poco los síntomas -Suspiró bajo- Detesto esto.

-No es tan malo.

-Deliro por la fiebre Pinetree. -Me miró con cierto reproche.

-Pero te gusta estar así conmigo ¿No? -Le sonreí.

Pude ver con claridad como sus ojos cambiaron de dorado a rosado, no fui capaz de ver ese color por mucho tiempo cuando el bajó la mirada.

Creo que me iba a decir algo, pero no pude saberlo cuando repentinamente desapareció. Aprovechando que no estaba fui a revisar la comida para apagarla, no pude hacer mucho cuando escuché un ruido junto a mí.

Al bajar la mirada encontré a Bill sacando la nieve de su cabello temblando sutilmente con las mejillas aún rojas. Me sobresalté al escuchar un fuerte ruido, me giré buscando la causa y encontré el refrigerador flotando unos pocos centímetros para caer nuevamente.

-Lo siento -Murmuró llamando mi atención.

-¿Por qué te disculpas?

-Las molestias de todo esto.

-No es tu culpa.

Me agache a su altura pasando mi mano por su cabello hasta posar mi mano en su frente. Él la apartó para apoyarse en mi pecho, puedo sentir a través de la ropa lo caliente que esta, es preocupante que su temperatura aumentara de esa forma.

-¿Qué sientes ahora? -Pregunté preocupado- ¿Síntomas?

-Me duele la cabeza, siento mucho calor, pero también frío. -Se acomodó más cerca- Me siento...sin fuerza alguna lo cual es extraño.

-Eso es por la fiebre -Acaricie su cabello sacándole un suspiro.

-¿También los delirios? -Se quejó.

-Sí.

-Ya no quiero.

-En lo posible deberíamos bajarte la fiebre para que eso se estabilice.

-Bien...

-Ven, te llevaré a la cama.

Él no opuso resistencia alguna y se levantó al igual que yo. Gracias a eso pude sostenerlo cuando se tambaleo sin fuerza alguna apoyándose en mi cuerpo.

Con parte de su peso en mis manos caminé lento y con cuidado por la casa, costó un poco subir las escaleras en su estado, pero logramos llegar a la habitación.

Al sentarlo en la cama puso bastante resistencia en dejarme ir, aunque no fuera muy consciente de eso al tener los ojos semiabiertos.

-Bill -Lo llamé pasando mi mano por su mejilla.

-¿Hmm?

El parpadeo un poco frunciendo el ceño claramente confundido, se giró a verme y un brillo rosado pasó por su mirada provocando que se apartara un poco de mi cuerpo.

-¿Tienes un termómetro?

-¿Termómetro?

-Quiero saber cuánta temperatura tienes, para eso necesito un termómetro.

-No tengo uno -Se acomodó en la cama.

Me sobresalté cuando levantó su mano izquierda y chasqueo los dedos, en sus manos apareció un termómetro digital, me lo entregó cerrando los ojos un momento.

-¿Estas bien? -Pregunté preocupado.

-Sí, solo algo cansado.

Cuando volvió a abrir los ojos pude ser capaz de pedirle abrir la boca para colocar el termómetro, él me hizo caso de inmediato cerrando la boca cuando estuvo en su lugar.

Me senté a su lado esperando el tiempo suficiente para que el termómetro me indicara su temperatura, él me miró somnoliento para luego apoyarse en mi hombro abrazándome por la cintura.

Curioso empecé a dejar caricias en su cabello, me sorprendí al sentir como se apegó más a mi cuerpo. Sonreí leve al ver que con sus defensas tan bajas demostraba lo mucho que le gustaba que estuviera cerca de él.

Permanecimos de esa forma los 3 minutos que tenía que esperar para saber su temperatura. Me entretuve acariciando su cabello sedoso y suave, él no se movió ni un poco a veces frotando su mejilla en mi hombro con una leve sonrisa asomada.

Una vez saqué con cuidado el termómetro él se sobresaltó mirándome de inmediato, luego parpadeo con cierta confusión hasta que se apartó un poco de mi cuerpo desviando la mirada.

-Me consientes demasiado. -Murmuró bajo.

-No es tan malo, además estas resfriado.

-¿Me tratarás así lo que dure? -Me miró con cierto brillo en sus ojos.

-Tal vez -Le sonreí.

Lo miré inspeccionando si los síntomas son más severos, pero creo que se ha mantenido solo con la fiebre en ascenso, pasé mi mano por su frente confirmando que su temperatura está un poco más elevada.

-¿Cómo es que lograste resfriarte? -Lo miré curioso, ayer no hicimos nada para que él quedara en este estado.

-Anoche...-Se apegó otro poco a mi cuerpo- Llego un encargo.

-¿Qué? ¿Y por qué no me dijiste?

-Estabas dormido y no te quise despertar.

-¿De qué trataba?

-Tengo que cuidar un espécimen -Bostezó.

-¿Y por qué te fuiste de la dimensión?

-Tenía que conseguir su comida en la dimensión Z780 y no pensaba llevarte conmigo era demasiado peligroso. -Me miró serio- El motivo de que enfermara es que pasé una semana en clima caluroso, pero frío con lluvia constante y vientos helados, pasar tanto tiempo en ese lugar con los síntomas de lejanía encima y evitar morir por las criaturas y plantas que había, gracias a eso se me fue difícil conseguir su comida.

Al escuchar la explicación de donde estuvo por una semana comprendí porque enfermo y el motivo de no llevarme, aunque fue muy peligroso que no lo hiciera considerando que estuvo 7 días alejado de mi ahora entiendo por qué me abrazó de esa manera y estuvo desesperado por contacto físico.

-Debiste ser un poco más cuidadoso.

-No hubo tiempo.

No respondí y solo bajé mi mirada al termómetro en mi mano para ver cuanta fiebre tiene, casi lo dejo caer al ver los números que salen en la pequeña pantalla. Lo normal en una persona para que tenga fiebre es de 40°C el máximo, pero Bill tiene 57°C me siento aliviado de que él sea un demonio, de lo contrario estaría muerto por el calor que debe estar sintiendo.

-Pinetree~ -Me abrazó con una sonrisa.

Puedo sentir a través de la ropa lo caliente que esta, necesito sacarle algunas prendas de ropa para no alimentar esa fiebre, además necesito que se recueste. Con eso en mente lo levanté y lo dejé apoyado contra la pared en lo que sacó las frazadas y el cobertor dejándolo en el suelo cerca del ventanal el cual aproveché y abrí un poco.

Cuando logré despejar un poco la cama me acerqué a Bill quien no se movió ni un solo centímetro de su lugar, apenas entré en su campo de visión volvió a abrazarme murmurando mi apodo, como pude lo arrastré a la cama para dejarlo acostado y empezar a sacar su ropa, él cooperó muy poco solo centrado en abrazarme siéndome casi imposible sacarle los pantalones.

Una vez logré sacarle toda la ropa extra, a excepción del bóxer, fui al baño a remojar el paño que estaba caliente, cuando logré que volviera a una temperatura bastante baja volví a la habitación encontrando a Bill sonrojado y jadeando en la cama removiéndose bastante incómodo. No dudé ni por un segundo en colocarle el paño frío en su frente viendo con sorpresa como salía un poco de vapor.

-Tengo calor -Se quejó adormilado, no parecía 100% consciente.

-Pronto bajara, trata de dormir Bill -Acaricie su mejilla.

-No quiero -Me miró con sus ojos cristalinos.

-¿Por qué no? -Me senté a su lado.

-Porque si duermo...-Sollozo sobresaltándome- Cuando despierte no estarás aquí Pinetree.

Al escuchar sus palabras comprendí que él creía que todavía estaba en esos días que no estaba con él. Pude ver el dolor reflejado en sus ojos y supe lo duro que fue para él pasara cada día y todas las noches deseando mi compañía, dormir solo en esta gran cama cuando antes lo hacía conmigo, despertar sin tenerme a su lado debió provocarle tanta agonía.

Al verlo llorar teniendo en cuenta todo lo anterior no dude en dejar unas caricias en su cabello tratando de llamar su atención en lo que seco sus lágrimas sintiendo una presión en mi pecho al ver que sus ojos antes dorados cambiaron a azules al igual que su cabello.

-Bill estoy aquí.

-Pe-pero te i-irás y dijiste que es-estarías conmigo, que no me dejarías...y lo has hecho tantas veces.

Sabía que se refería a algo que debí haber dicho hace 4 años, pero me duele verlo tan destruido llorando frente a mi totalmente fuera de si olvidando que estoy frente a él y no me iré. Lo abracé unos momentos para luego pasar mis manos por sus mejillas húmedas viéndolo fijamente.

-No me iré Bill, me quedaré a tu lado.

-¿Lo prometes? -Me miró tosiendo un poco.

-Lo prometo.

Él sonrió bastante satisfecho cerrando los ojos un momento, para luego abrirlos como si estuviera confirmando que no me iré, repitió la acción varias veces hasta que en un momento me abrazó contra su cuerpo bastante feliz. Sentí un poco de calor encontrarme pegado a su cuerpo un tanto sudado y muy caliente, sin embargo, me quedé ahí, hasta que me separé para cambiar el paño de su cabeza.

Bill puso cierta resistencia a dejarme ir, pero al comprobarle que solo iba al baño me dejo, tomé el paño de su cabeza y volví a remojarlo en agua helada, cuando logré que tomara una temperatura baja busqué un elástico deportivo para salir y encontrarlo en la misma posición mirándome fijamente.

Fui a mi habitación con velocidad sabiendo que estaré con él bastante tiempo, al entrar encontré a cierto conejito durmiendo tranquilamente en mi cama, lo dejé de lado para tomar el libro que me regaló Bill para mi cumpleaños junto con otro para volver a la habitación encontrándolo en el mismo lugar mirando por donde me fui hasta que sus ojos se enfocaron en mí.

Me acerque para colocar el paño en su frente y con el elástico lo mantuve en su lugar para asegurarme que no se saliera si Bill llegaba a moverse. Al terminar mi tarea me recosté en el lado libre de la cama acomodándome cerca de él.

-Duerme un poco Bill, me quedaré aquí.

Él se me acercó y cerró los ojos dejando escapar un suspiro que chocó conmigo, dejé que se me pegara para abrir mi libro empezando a leer, pero manteniendo mi mano libre en su cabello dejando caricias en el para hacerlo dormir algo que no fue muy difícil, solo espero poder bajar su fiebre.

Al mirarlo pegado a mi cuerpo con una leve sonrisa quise saber que era lo que pasamos hace cuatro años, quiero recuperar mis recuerdos y saber lo que hice, lo que sentí a su lado. Solo espero que me los devuelva algún día.

>...<

Había pasado toda la mañana en la habitación de Bill cuidándolo, traje a Сосна quien duerme en una almohada a los pies de la cama, ya le expliqué la situación, por lo que se quedará tranquilo sin acercarse mucho a Bill, mientras él no le ha bajado tanto la fiebre, pero estuve monitoreando su estado cambiando el paño húmedo cuando este se calentaba.

Aburrido de levantarme a cada rato al baño traje un tarro de agua con mucho hielo junto con otro paño, fue un buen método donde un paño se encontraba enfriándose mientras el otro era ocupado fue mucho mejor esto que estar gastando agua.

Me levanté lento de la cama, me di cuenta de que apenas alejarme él tendía a despertarse, pero no duraba mucho tiempo consciente, esta fue una de esas porque fui a la cocina a calentar la sopa que le hice. Al volver él seguía durmiendo, dejé los platos en el velador para empezar a despertarlo.

-¿Pinetree? -Me miró somnoliento.

-Traje sopa.

-¿Sopa? -Se sentó lentamente- ¿Para qué?

-Tienes que comer algo, no has comido nada en toda la mañana.

Le entregué su plato él empezó a comer en silencio, mientras yo hacía lo mismo con dos rebanadas de pizza, mantuve un ojo en Bill preocupado de que se fuera por la inconsciencia de las alucinaciones por el calor.

-¿He dormido toda la mañana? -Me miró una vez terminó de comer.

-Sí.

Él bajo la mirada dejando el plato a un lado con un sonrojo en sus mejillas, no sé si es por el calor o por la vergüenza, ya que noté que estaba mirando si estaba vestido encontrando la negativa junto con la falta de frazadas y el cobertor.

-¿He dado muchos problemas? -Me miró apenado.

-No, solo has dormido.

-Bien.

-Colócate esto -Le entregué el termómetro.

Mientras terminaba de comer el tiempo pasaba para ver en cuanto iba su fiebre, cuando sonó él se lo sacó y me lo entrego en lo que se recostaba a mi lado dejando escapar un jadeo, debe tener mucho calor. Miré la pantalla del termómetro y casi me ahogo al ver los números que aparecen ¿Es normal que tenga 100°C? ¿Cómo es que está vivo?

-¿Qué pasa? -Llamó mi atención- ¿Es tan malo?

-¿Cómo es que estas consciente?

-¿Cuánto salió?

-100°C

-No es tanto -Se apegó un poco a mi cuerpo- Antes he alcanzado los 200°C

-¡¿Qué?

-No grites -Hizo una mueca de dolor.

-Lo siento, pero ¿200°C?

-Soy demonio Pinetree tenemos una gran tolerancia al calor, pero cuando tenemos fiebre nuestro cuerpo alcanza temperaturas demasiado altas, escuche que un demonio tuvo 400°C y siguió con su vida una vez se recuperó.

-No es la idea que alcances esas cifras ¿No pueden tomar algún medicamento?

-Los medicamentos humanos...-Sacudió un poco la cabeza- Esos no hacen efecto en nosotros.

-¿Por qué?

-Aunque nos veamos como ustedes nuestro cuerpo es diferente, simples medicamentos no harán nada con nosotros, hasta es posible que se derritan antes de que hagan efecto. -Explicó somnoliento.

-Perdón, debes estar cansado -Pasé una mano por su cabello.

-No, está bien -Susurró levantando un poco la cabeza hacia mi mano.

Sonreí al ver como inconscientemente buscaba mi toque, por lo que seguí con las caricias en su cabello pasando de vez en cuando por su mejilla, él parecía derretirse dejando escapar unos cuantos suspiros y apegándose de vez en cuando a mi cuerpo.

De repente se alejó de mi cuerpo mirándome bastante apenado, lo miré confundido por su reacción ya que hace solo unos segundos parecía un gatito recibiendo mis caricias, parecía disfrutarlo bastante.

-¿Sucede algo?

-¿Por qué haces esto? -Me miró confundido y bastante sonrojado.

-¿Hacer qué exactamente? -Levanté mi mano sacando el paño de su frente y levantándome a buscar otro.

-¿Por qué te comportas así conmigo? -Habló en voz baja- ¿Por qué me cuidas?

-Estas enfermo Bill, no puedo dejarte ahí tirado delirando por la fiebre -Me giré a verlo con reproche.

-Pero...

-Oye -Me senté a su lado colocándole el paño sacándole un suspiro de alivio- Yo ya sabía que yo era tu Agapē.

-Eso no es...

-A eso gira tu pregunta -Aseguré acercándome a su rostro provocando que se alejara- No crees que yo pueda cuidar de ti, consentirte y mimarte.

-Es que...-Desvió la mirada- No entiendo ¿Por qué lo haces? ¿Sabes quién soy no?

-Lo sé perfectamente, he vivo contigo casi 6 meses -Lo hice mirarme- Te he conocido estos meses, puede que no tenga recuerdos de lo que vivimos juntos, pero eso no impide lo que he visto estos meses, me has cuidado y protegido durante años, me has mostrado lugares tan hermosos solo para divertirnos ¿Cómo yo no podría cuidarte cuando has hecho tanto por mí? ¿Por qué no consentirte cuando eso es lo que más deseas?

-Pe-pero...

-Bill me gusta hacerlo -Acaricie su mejilla- No hago esto por estar obligado a cuidarte, si mi cercanía es lo que necesitas para mejorar no me moveré de aquí porque yo quiero estar para ti esta vez, quiero hacer todo esto.

Él bajo la mirada bastante sonrojado y fue bastante claro para mi sentir una emoción y felicidad suaves nacer en mi pecho que sé que son de Bill. Sonreí sin poder evitarlo, puede que su personalidad es bastante diferente, pero sigue siendo el mismo, aunque es muy tierno verlo tan tímido conmigo cuando él es el atrevido de los dos.

Me sobresalté cuando repentinamente me abrazo contra su cuerpo, lo sentí temblar ligeramente enterrando su rostro en mi cuello. Curioso del repentino abrazo correspondí manteniendo una de mis manos en su cabello dejando caricias, durante estos meses supe que le encantaba que tocara su cabello lo relaja bastante.

-Gra-gracias...-Susurró bajo.

-No tienes que agradecer.

-Claro que sí -Me apegó más a su cuerpo- Estas haciendo mucho por mí, aunque no deberías consentirme tanto.

-¿Por qué no? -Casi me quejé por el tono de reproche que uso.

-Harás que me acostumbre -Murmuró.

-¿Y?

-Después de esto...no creo que lo sigas haciendo.

-¿Y quién dice eso? -Pregunté sintiendo como se tensó- Yo hago lo que quiera.

-O sea...-Se separó mirándome con esa maldita sonrisa coqueta- ¿Harás lo que quieras conmigo? ¿Hasta qué punto llegarás Pinetree?

No pude evitar sonrojarme por sus palabras, claramente le vio otro lado a lo que yo le dije, yo solo quiero consentirlo, dejar que este pegado a mi si así lo quiere, dejar unas cuantas caricias en su suave cabello y quien sabe besar esas tiernas pecas.

-Después de todo te gusta consentirme ¿Verdad? -Sonrió con suficiencia.

Él se acercó lo suficiente para dejar una caricia en mi mejilla, sentí sorprendido que su piel está bastante caliente, fue que comprendí que él de alguna manera está conteniendo su resfriado, no ha alucinado nada y debería haberlo hecho.

-De verdad te preocupas por mi Pinetree -Ronroneo mi apodo sonrojándome.

-Y-yo...

-No seas tan tímido Pinetree -Se acercó más a mi rostro, pero pude ver como su cuerpo tembló ligeramente.

-Sa-sabes que no soy el único a-así -Me quejé, pero casi sonreí al ver que su sonrojo se oscureció.

-Puede ser -Dejó un suave beso en mi mejilla.

Lo miré sorprendido y sonrojado, no había esperado que él se atreviera a besarme en su estado cuando su personalidad ha cambiado, lo confirmé cuando me miró con cierta inseguridad, pero no pude hacer nada cuando me estremecí al sentir su aliento caliente chocar con mi cuello, no sé en qué momento se acomodó ahí.

Nervioso incliné la cabeza a un lado para besar su mejilla, él no tardó en verme a los ojos y pude ver una conmoción en ellos como si estuviera peleando consigo mismo.

-Te ves tan tierno con un sonrojo Pinetree -Volvió a acariciar mi mejilla.

Me dejé hacer y él pareció muy feliz de poder tocarme, me apoyé en su mano notando lo cálida que estaba, lo miré enfocando mis ojos en los suyos que brillaban bastante.

-¿Por qué tan callado Pinetree? -Susurró más cerca de mi rostro sobresaltándome.

-De-deberías po-ponerte el termómetro de nuevo -Susurré bajo.

-¿Por qué? -Me miró alzando una ceja.

-Porque esto ya no está frío y no hace mucho que te lo puse -Comenté tocando el paño que está en su frente.

-Estoy bien -Le restó importancia sacándose el paño, eso no es bueno.

-La última vez que revisé alcanzaste los 100°C -Le reproché- Deberías estar descansando.

-Pinetree estoy bien -Me aseguró acercándose y apoyando su frente en mi hombro.

-Te creería si no estuvieras temblando y ya te has quejado más de una vez, te duele ¿A qué te resistes?

-No me resisto a nada -Comentó de inmediato.

-Recuéstate -Puse una mano en su hombro tratando de alejarlo- Bill.

-No quiero.

-No me iré a ningún lado. -Dejé una caricia en su cabello- Solo necesito revisar cuanto aumentó tu temperatura.

-Estoy bien. -Se apegó más a mí.

-Bill sabes que no es cierto, déjame cuidarte.

Él refunfuño y se separó sin dirigirme la mirada, pero aceptó el termómetro en lo que se levantaba, me preocupe mucho cuando consiguió estar de pie y se tambaleo.

-¿A dónde vas? -Me acerqué al borde de la cama.

-Baño. -Mencionó colocándose el termómetro en la boca.

Me sonrojé cuando me dio la espalda y pude ver los diversos tatuajes que la decoraban, desvié mi mirada para no seguir viendo su cuerpo, no es justo que sea tan atractivo ¿Acaso todos los demonios son así o solo es Bill? Aunque ahora que lo pienso, todos los que he visto hasta ahora son lindos.

Agité mi cabeza alejando esos pensamientos, bastante tengo ya con tener a Bill medio desnudo desde la mañana, lo que me lleva a que estuve con él acostado semidesnudo aquí todas esas horas y hace apenas un rato tuve a ese coqueto y atractivo demonio pegado a mi cuerpo.

-¡Me halagas Pinetree! -Gritó desde el baño

-¿Qué...? ¡Hicimos un trato! -Me quejé sonrojado.

-¡No es mi culpa que grites tus pensamientos Pinetree!

-¡Pe-pero!

Amplié mis ojos al comprender porque él puede leer mis pensamientos, acordamos que él no podría hacerlo por cualquier medio consciente, pero que no habría ninguna represalia o contención sino fuera capaz de controlar su poder.

-Es cierto -Salió del bañó pasando una toalla por su cuello- No soy capaz de controlar ninguno de mis poderes, tal vez si me esfuerzo puedo ocupar algunos básicos, pero como dice el trato, puedo leer tu mente en casos puntuales como este.

-¿Lo sabias?

-No tenía conocimiento que me enfermaría contigo estando aquí, solo fue para asegurarme de que si me pasara algo y no fuera capaz de controlar mis poderes no tendría que esforzarme en contenerme a leer tu mente.

-¿O sea que leerás mis pensamientos? -Me alarme.

-Me llegaran naturalmente, depende de cuan presente este mi poder -Se encogió de hombros sentándose a mi lado.

Él me entregó el termómetro, yo aproveché para colocarle otro paño frío en su frente, él no se opuso en ningún momento hasta llego a suspirar de alivio. Dejando que él se recostara desvié mi mirada a los números en la pantalla y casi lo suelto al ver lo que aparecía.

-¿Estas bien?

-Lo estoy.

-Bill hablo en serio -Me giré a verlo, acercándome- Tienes 120°C en estos momentos.

-Ya te dije que he alcanzado los 200°C -Rodó los ojos.

-Eso no significa que estés bien -Acaricie su mejilla notando de inmediato su alta temperatura.

Él no mencionó nada solo estiró su mano agarrando mi muñeca y tiró con muy poca fuerza, lo escuché gruñir bajo tirando de nuevo. Sonreí al ver que me quería más cerca y le concedí el deseo acercándome más a él, me sobresalté cuando pasó sus manos por mi cintura y me levantó dejándome sentado en su abdomen.

-¿Bill? -Lo miré sonrojado, no esperaba que hiciera esto.

-¿Puedes quedarte así? -Desvió la mirada.

Sentí cierto alivio al ver que estaba tan nervioso y tímido como yo en esta situación, por lo que para que él no siguiera viendo mi fuerte sonrojo me acomodé en su pecho ocultando mi rostro en su cuello podía sentir, estando de esta forma sobre él, lo caliente que esta le vendría bien una ducha de agua fría.

-Gra-gracias -Murmuró abrazándome y dejando unas caricias lentas en mi cintura- Estas helado...

-No creo que lo esté.

-Es refrescante tenerte encima -Me apegó más a su cuerpo.

Él debería tener mucho calor en este momento para encontrarme frío cuando yo debería estar en temperatura normal. Levanté mi mirada comprobando que este bien, su temperatura pude sentirla un poco más elevada, pero al parecer a él eso no le importa desde aquí puedo ver lo cómodo que está conmigo y lo relajado que esta.

Me estremecí al sentir una caricia en mi espalda y cintura, no puedo saber si las caricias que estoy recibiendo son conscientes para Bill quien ha mantenido sus ojos cerrados dejando escapar uno que otro jadeo. Me estoy preocupado la fiebre que él pueda alcanzar y solo tengo un paño frío para contenerla ¿No hay una manera de bajarle la fiebre?

-¿Qué pasa? -Murmuró somnoliento- Me has estado mirando mucho.

-Tienes mucha fiebre -Pasé una mano por su mejilla comprobándolo.

-Estoy bien -Jadeo abriendo los ojos.

-Eres muy terco -Me senté levantándome- Tienes fiebre.

-Puedo soportarlo -Pasó lento sus brazos por mi cintura negándose a soltarme.

-Deberías descansar -Toqué el paño aliviado de que aun este algo frío.

-Estoy descansando.

-Estas forzándote a estar consciente cuando con esta fiebre deberías estar durmiendo.

-No quiero -Frunció el ceño.

-Bill me quedaré contigo

-Pero podríamos hacer algo -Trató de sentarse, pero se lo impedí.

-No, necesitas descansar.

El bufó, sé que está acostumbrado a estar bien y que hagamos muchas actividades durante el día, pero en su estado solo puede empeorar su resfriado y es lo que menos quiero.

Me sobresalté al escuchar un jadeo de su parte, toqué el paño y lo sentí caliente. Me salí de encima teniendo mucha resistencia suya, pero logré hacerlo sacándole el paño de la cabeza y colocándole el termómetro, no creo que su temperatura haya alcanzado cifras más altas, sin embargo, tengo que comprobarlo.

-¿A dónde vas? -Se sentó lentamente.

-Voy a remojar este paño y no te saques el termómetro hasta que suene.

Lo escuche refunfuñar en su lugar en lo que exprimía el paño frío, solo espero a que este dure mucho más que el anterior, aunque depende enteramente de la temperatura que tiene Bill en este momento y espero que por lo menos haya bajado un poco.

Me senté a su lado colocándole el nuevo paño en su frente escuchando un suspiro de alivio de su parte, mientras lo acomodaba en su frente él aprovechó eso para apegarse a mi lado pasando uno de sus brazos por mi cintura. Cuando logré poner por completo el paño él se acomodó mejor y puso su frente en mi hombro dejando escapar un jadeo.

-¿Estas bien? -Acaricie su cabello provocando un suspiro.

-Sí, solo tengo un poco de calor, pero tu estas tan helado -Se apegó otro poco entregándome el termómetro cuando sonó.

Tomé el vendito aparato en mis manos para ver si su temperatura bajó un poco, fruncí el ceño sintiendo una alarma correr por mi cuerpo al ver que los números no bajaron, sino que subieron más quedando en 143°C ¿Cómo es posible que en solo estos minutos subiera tanto?

-¿Estas bien Pinetree? -Murmuró somnoliento- Te tensaste.

-Tu temperatura subió.

-¿Y?

-¿Cómo que "y"? ¡Bill debería haber bajado!

-No grites -Se quejó.

-Lo siento, pero...

-Tranquilo, en algún momento parará de subir.

Apenas dijo esas palabras somnolientas sus brazos perdieron mucha fuerza, lo miré con cierta alarma, pero suspiré aliviado de ver que por fin se quedó dormido. Aprovechando eso me estiré lento y con cuidado para no despertarlo hasta que mis dedos tomaron su celular que se encontraba en el velador.

Una vez en mis manos desbloqueé el celular y no tardé en entrar en contactos buscando entre los pocos que tiene el de su hermano. Al encontrarlo marqué de inmediato esperando unos cuantos tonos.

-¿Bill?

-Soy Dipper

-¿Qué sucede Dipper?

-Pinetree~ -Ronroneo mi apodo entre sueño apegándome más a él

-¿Ese es Bill?

-Si -Pasé una mano por su cabello tratando de mantenerlo dormido.

-¿Él está bien?

-Bill se enfermo

-¿Qué? ¿Estás seguro?

-Hace unas horas sus poderes se descontrolaron, cuando ellos se calmaron empezó con fiebre, deliró unas cuantas veces y durmió toda la mañana.

-¿Algo más?

-Desde que volvió a despertar no ha dejado de subirle la fiebre y parece muy somnoliento, necesito tu ayuda, no sé cómo bajar su temperatura.

-Quisiera ayudarte, pero esta no es mi área y lo único que sé podría ayudarle es una planta, pero no hace efecto con él y existe la posibilidad de que empeore.

-Debe haber una manera.

Preocupado bajé mi mirada hacia Bill que parecía tan tranquilo durmiendo, me hubiera relajado si no escuchara su respiración que es más pesada mezclada con unos pocos jadeos, por suerte solo estamos tratando con su fiebre y no sus poderes que se han estabilizado bastante, es un alivio que no haya desaparecido, no sé lo que pasaría con él si fuera a caer en esa dimensión fría de nuevo.

-Creo que es momento de llevarlo al médico.

-A Bill no le gustan, dice...

-Estoy de acuerdo con él, pero no me refiero a llevarlo con uno, sino con nuestra tía.

-¿Su tía? ¿Es la misma con la que creo esta dimensión? -Pregunté haciendo memoria.

-Es la misma, ella se especializa en magia curativa y es la única que puede tratarlo.

-¿Por qué?

-Bill es demasiado poderoso lo que hace que sus resfriados sean severos y problemáticos, ella siempre trata sus resfriados teniendo resultados positivos.

-¿Entonces puede ayudarlo? -Sonreí esperanzado.

-Sí

-¿Pinetree? -Murmuró removiéndose.

Alejé el celular para mirarlo, reanudé las caricias en su cabello y me atreví a dejar uno que otro beso en su pelo rubio, él pareció relajarse hasta volver a dormirse apegado a mi cuerpo.

-¿Ha estado durmiendo?

-Logré que durmiera y no quiero que despierte aún.

-Mantenlo dormido.

-¿Por qué?

-Nuestra tía se encuentra en la dimensión M602 y Bill no irá voluntariamente a verla.

-¿Por qué?

-A Bill le trae malos recuerdos -Suspiró- Hace años ocurrió una guerra y demasiados conflictos en la dimensión a causa de Lucifer y unos de los contratos que realizó que no estaba cumpliendo, en ese entonces Bill era parte de la milicia junto con uno de sus amigos más cercanos.

-No me digas que...-Miré a Bill alarmado.

-Nunca lo escucharas hablar de él, Berthold Weber era su nombre y murió ese día, aún después de todos estos años Bill sigue afectado por su muerte y por ningún medio consciente irá a esa dimensión.

-¿Entonces que haremos?

-Aprovechemos que está durmiendo para llevarlo, no dejes que se despierte voy para allá.

No pude decirle una respuesta cuando cortó la llamada, bajé el celular poniendo mi atención en Bill quien seguía aferrado a mi cuerpo durmiendo. Mirándolo tan tranquilo durmiendo me hace pensar en todo lo que ha sufrido a lo largo de su vida, perder a su amigo más cercano en una guerra debió haber sido tan doloroso para él.

Antes de que siquiera pudiera profundizar ese pensamiento vi a Will aparecer frente a nosotros al mismo tiempo que Bill se sobresaltaba y se sentaba a mi lado alejado, pude ver una alarma en sus ojos que no duró mucho tiempo al enfocarse en su hermano.

-¿Will? -Lo miró confundido.

-Por supuesto estarías atento a cualquiera que llegase a tu dimensión -Murmuró por lo bajo.

-Espera...-Jadeo desviando la mirada hacia mi- Si él esta aquí...significa...

Me sobresalté al ver que Bill se alejó mucho de Will y de paso de mi tocando su cabeza tosiendo levemente, me preocupé por él mucho cuando lo escuché toser y jadear al mismo tiempo, no es bueno que se exalte.

-Bill tranquilo solo...

-¡No voy a ir! -Gritó interrumpiendo a Will.

Viendo que su estado empeoró cuando sus poderes se hicieron presentes cuando la casa tembló brevemente, no dude en acercarme pasando mi mano por su mejilla tratando de llamar su atención y desviarla hacia mi para que no se concentrara en Will.

-Bill tenemos que ir, tú temperatura es demasiado alta y sigue subiendo.

-No me importa -Se apartó de mí- No iré.

Miré a Will buscando alguna solución ante la negación de Bill que importándole menos que nada que su hermano quiere ayudarlo se recostó en la cama dándole la espalda.

-No puedo hacer nada.

-¿Por qué? Bill esta...

-Es su dimensión, no puedo sacarlo de esta sin su autorización, aunque quisiera llevarlo no puedo obligarlo. -Bajó la mirada- Lo siento Dipper.

Lo vi irse resignado, si es cierto lo que dice solo queda convencer a Bill de ir a ver a su tía, pero viéndolo acostado sonrojado mirándome serio sé perfectamente que será imposible hacerlo sin que él este de acuerdo.

-Bill...

-No -Me dio la espalda- Me niego a ir y digas lo que digas no me convencerás.

Suspire, sé que tiene razón, aunque use su estado en su contra él simplemente lo soportará mientras yo esté a su lado y apartarme le hará más un mal que un bien por lo que solo me queda tratar de bajar su fiebre con compresas frías.

Levantándome fue por otro paño helado para su frente e iré por más para colocar en su cuello y muñecas, tal vez de esa manera pueda lograr bajar o mantener su fiebre.

Solo espero que no empeore.

Continuará

Hola gente!

Sé que debí publicar este capitulo ayer, pero no alcancé a editarlo ni mucho menos terminarlo, debido a eso este día recibirán dos publicaciones. 

En fin, no tengo mucho que decir, nos vemos en unas cuantas horas, espero les haya gustado el capítulo. Cuídense.

Bye bye 💕✌

Maratón: 7/9.

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