Capítulo 39
⚠️ADVERTENCIA: CAPÍTULO EXTREMADAMENTE EXTENSO⚠️
Narrador
Durante el día ambos hicieron diferentes actividades, desayunaron, fueron a patinar en hielo, almorzaron, leyeron un poco para relajarse y luego cenaron.
Fue un día muy productivo para ambos y estuvieron juntos en todo momento, Dipper velando que Bill estuviera perfectamente bien y que ante cualquier cosa que sintiera estaría lo más cerca de él para que ninguna visión perturbara su paz.
Hasta que llegó la noche cuando ambos volvieron a dormir juntos, el rubio intento disuadirlo de su decisión, pero no lo logró y terminó una vez más durmiendo juntos.
El rubio se quedó un momento despierto observando al castaño dormir tranquilamente apegado a su cuerpo, sonrió leve acariciando su cabello muy feliz y agradecido con su Agapē, sin él estaba seguro que se estaría revolcando en una pesadilla con su muerte, herido en aquella habitación, lo que le recordaba que gracias a él ya no estaba herido y sus cicatrices desaparecieron.
Se acurrucó apegándolo a su cuerpo con el propósito de dormir, toda su disposición a esa acción se arruinó con el sonido del timbre. Gruñó enojado, sabe que tiene que atender, ya que no muchos saben dónde vive y los pocos siempre vienen por algo en específico.
Antes de que el timbre sonara de nuevo y despertara a Dipper se levantó de mala gana chasqueando los dedos para cambiar su pijama a un traje formal y de mala gana salió de su habitación asegurándose de que su lindo Agapē siguiera durmiendo.
Una vez llegó a la puerta la abrió, frunció el ceño de inmediato al ver a una demonio de rubios cabellos y ojos café claro, usaba un pantalón negro ajustado y un suéter café muy claro con una bufanda verde. Bufó enojado de verla una vez más.
(Créditos)
Ella es un demonio de trato conocida, su especialidad al igual que sus anteriores clientes eran criaturas y plantas exóticas. La conoció hace algunos siglos y tiene que decir que prefiere que esa arrogante y coqueta demonio este lo más lejos de él como fuera posible.
-¿Qué quieres Reiko?
-¿Por qué tan enojado Bill, cariño? -Le sonrió acercándose a él.
-¿Qué haces aquí?
La chica frunció el ceño al chocar con un campo, fue claro para ella que él no la quiere ni tocar en ese momento, de lo contrario nunca pondría una de sus barreras para separarlos. Tomó todo su autocontrol para no explotar, ya que sabe perfectamente donde se encuentra, sería suicida atacarlo en su propia dimensión.
-Escuché que haces encargos.
-Depende de cual -Se cruzó de brazos.
-¿No me invitas a pasar? -Sonrió altanera.
-A ti, nunca -Gruñó enojado- Al grano o te echo.
-Bien, bien -Se inclinó sonriendo- Tengo un pequeño espécimen que necesito que cuides.
-¿Por cuánto?
-Unos días, tal vez semanas.
-¿Qué es? -Preguntó serio.
-Es un Weißes Böses.
El rubio se tensó considerablemente, odiaba a esas criaturas, vivían en un ambiente muy salvaje y peligroso, eran caníbales y su aspecto físico podía variar entre horrendo o hermoso, generalmente el primero, y una constante es que siempre eran blancos, como si fueran puros, algo completamente erróneo.
(Son así) (Créditos)
-¿Y quieres que cuide una de esas cosas? ¿Por qué aceptaría?
-Te deberé un favor -Sonrió tranquila.
Bill frunció el ceño, la propuesta era simplemente jugosa, que un demonio te deba un favor es algo que se tiene que sacar provecho, ya que eso no suele suceder a menudo, por no decir que nunca.
-¿En qué condiciones esta?
-En perfecto estado -Sonrió ampliamente.
-¿Tienes su comida?
-Lamentablemente lo recibí hace apenas unas horas, por lo que no tuve tiempo de conseguirla.
-¿Y quieres que lo haga yo? -Alzó una ceja curioso.
-Sí.
-Serán dos favores de lo que yo quiera -Se inclinó cerca con una sonrisa burlona, pero con ojos muertos y fríos- Y no puedes negarte a ninguno de los dos o buscar alguna salida de estos favores ¿Quedo claro?
-Por supuesto -Sonrió sonrojada.
Bill se alejó de ella de inmediato, odiaba a esa demonio por unos cuantos motivos, uno de ellos es que hace unas décadas ella lo perseguía como si su vida dependiera de ello, ya que él siendo sádico y loco en ese tiempo se desquitó con ella cuando estaba enojado ¿El problema? Ella es masoquista por lo que rogó por más.
Ahora teniéndola frente a él le provocaba asco, después de todo tiene a su Agapē a unos cuantos metros en el segundo piso, siquiera tocarla o imaginar que ella lo tocaba su cuerpo temblaba del más puro rechazo, le repudiaba estar a esa distancia de ella, pero tiene que contenerse y ser profesional.
-¿Algo más que quieras?
-Quiero muchas cosas ¿Me concedes lo que deseo? -Lo miró con lujuria.
-Referente al encargo -Se alejó otro poco, sentía su magia removerse por alejarla.
-No, solo cuídalo, aliméntalo y cuando venga a buscarlo este en perfectas condiciones, entonces tendrás tus dos favores.
-Ambos serán ilimitados y podré pedirlos cuando yo quiera -Aclaró serio- ¿Trato?
Ella sonrió descaradamente y estiró su mano envuelta en llamas cafés, mientras la de Bill en llamas azules. Ambos estrecharon sus manos cerrando de esa manera el trato, cuando se completó el rubio no tardó en separar sus manos de inmediato.
-¿Dónde esta? -Preguntó serio.
-Aquí -Se sacó un collar de colores blancos- Lo encerré aquí con un simple hechizo de cerrado, no creo que tengas problemas para romperlo.
-En absoluto -Lo tomó en sus manos- Ya puedes irte.
-Gracias Bill~
La demonio desapareció, él por fin pudo relajarse al tenerla lejos, nunca le dio una buena espina y mientras más lejos este ella de su cuerpo mejor. Dejando escapar un suspiro resignado cerró la puerta y llevó el collar a su sótano, empezó a bajar iluminando todo con un poco de su fuego, chasqueando los dedos cambió un poco el ambiente para que la criatura fuera capaz de adaptarse al lugar en lo que Reiko volvía.
Una vez terminó se alejó hasta las escaleras para lanzarle al objeto en el pasto el hechizo para romper su captura, la criatura no tardó en salir muy desorientada y hambrienta. Bill aprovechando su estado de confusión salió del lugar cerrando tras de sí y colar un montón de hechizos y encantamientos de cerrado y aislamiento para que ni por accidente aquel espécimen saliera.
-Ahora solo tengo que conseguir tu comida -Suspiró agotado.
Bill abrió un portal y respiró hondo preparándose para el dolor que sentirá por la lejanía, rogando que Dipper no se despierte dio un paso dentro de la dimensión, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo siendo solo una advertencia. Sabiendo que no expondría a su lindo Agapē a tal peligro donde se dirigía ingresó por completo cayendo de bruces al suelo.
El demonio empezó a respirar agitado tocando su pecho con una mueca de dolor, los síntomas regresaron de golpe con hasta el triple de fuerza. Antes hubiera podido resistirlo, pero se había acostumbrado tanto a estar cerca de Dipper que sentir su corazón muerto y el horrible frío sacudió por completo todo su cuerpo y consciencia.
-So-Solo te-tengo que re-resistir.
Bill apenas siendo capaz de resistir los síntomas de lejanía se levantó con dificultad y empezó a buscar casi desesperado la comida de aquella criatura manteniéndose tan calmado como fuera posible. Tiene que contenerse a hacerse daño o responder a todo lo que siente, sabiendo que fracasaría se apresuró a buscar lo que necesitaba.
>...<
Dipper se sobresaltó sentándose de golpe en la cama, tocó su pecho sintiendo un dolor sofocante y agudo, era demasiado para ser bueno, buscó con su mirada a Bill y se espantó al no verlo por ningún lado. Saltó de la cama para correr a la habitación de puerta azul abriéndola casi sacándola, prendió la luz y sintió como su alma regreso a su cuerpo cuando no vio al demonio ahí.
Esa calma no duro mucho cuando una punzada de dolor más fuerte que otras recorrió su pecho y que decir del frío que estaba sintiendo, frunció el ceño confundido y preocupado. No podía ser que esos síntomas se presentaran tenían que estar lo suficientemente lejos y él lo sabe perfectamente, debido a eso empezó a buscar a Bill por todos lados gritando su nombre desesperado.
Con Сосна a la siga de él igual de preocupado buscaron al rubio por toda la casa sin encontrarlo, Dipper empezó a preocuparse cada vez más al no verlo y sentir las emociones del rubio ir en picada sin detenerse. Miró al conejito preguntándole exaltado y desesperado si sabía dónde estaba o si tenía algo pendiente, el animalito asustado y preocupado negó con su cabeza con sus ojos cristalinos.
El castaño desesperado volvió al segundo piso para asegurarse de que la habitación de puerta azul siguiera vacía, aunque se encontraría aliviado de encontrarlo, esperaba que fuera en cualquier lugar menos ese. Ya entrando en crisis al no verlo consideró llamar a uno de sus hermanos para que lo ayuden a encontrarlo.
No alcanzó a tomar ni el celular cuando las emociones cambiaron radicalmente, el dolor se transformó en una necesidad quemante, no tuvo tiempo de procesar el cambio cuando escuchó un fuerte estruendo en el primer piso. Ni siquiera dudo en abandonar la habitación y correr con todas sus fuerzas hacia el lugar.
Bill por su parte, se encontraba jadeando totalmente sucio, sudado y mojado. No sabía cuánto había pasado en su dimensión, pero donde antes estaba fue una semana demasiado larga para él. Apenas pudo contener el impulso de lastimarse para aliviar el fuerte dolor y frío que experimento, estaba exhausto, buscar el alimento de esa criatura, esquivar los peligros potenciales y soportar los síntomas fue demasiado para él.
Se dejó caer en el suelo respirando agitado tomando su pecho con fuerza sintiendo una necesidad quemar su cuerpo, pero no tiene la fuerza de siquiera mover un músculo. Al sentir unos pasos lejanos apenas fue capaz de mover su mano izquierda para limpiar su cuerpo, ropa y demás imperfectos temblando considerablemente.
-¡Bill!
Todo su cuerpo se sacudió al escuchar su nombre en boca de su Agapē, ni siquiera sabe de dónde sacó la fuerza para levantarse, pero lo consiguió viendo a Dipper acercarse corriendo hacia él, eso estremeció por completo su ser siendo incapaz de contenerse se transportó cerca estrechándolo en sus brazos.
Bill mando al demonio todo con el secreto, las memorias selladas, le importó menos que nada y solo se abrazó a Dipper aferrándose a su cuerpo respirando agitado, su cuerpo tembló con fuerza y el mínimo dolor y frío que sentía desapareció, sus latidos volvieron con fuerza dejando un cálido sentimiento en su pecho.
Dipper pudo sentir lo desesperado que estaba Bill por su contacto no solo por lo que sentía, sino por la forma en que su demonio se aferró a su cuerpo ocultando su rostro en su cuello, como suspiro aliviado y por cómo estaba temblando asegura que la necesidad no era poca.
-¿Dónde rayos te metiste? -Lo abrazó con fuerza.
-No importa -Murmuró frotando su mejilla en su hombro aspirando su aroma.
-Bill mira como estas, no dejas de temblar.
El rubio no respondió absolutamente nada, estaba exhausto y quemante de necesidad de estar cerca de él, apenas podía contenerse de hacer una locura y por la bruma en su mente asegura que no podría responder algo racional en este momento.
Dipper se sobresaltó cuando su espalda chocó con algo blando, miró alrededor sorprendido de encontrarse en la habitación. Dirigió sus ojos al demonio quien se encontraba sobre su cuerpo aferrando a su persona y ocultando su cabeza en su cuello aún temblando.
Dejando escapar un suspiro al ver que Bill no estaba en condiciones para responder a todas sus dudas, por lo que empezó a dejar unas cuantas caricias en su cabello escuchando de inmediato un sutil suspiro del rubio.
El castaño no detuvo las caricias manteniéndose tan cerca como le fuera posible sintiendo sorprendido de paso el exquisito y fresco aroma a lluvia del demonio. No quiso decir nada o reclamarle estar sobre su cuerpo, lo dejó hacer lo que quisiera, después de todo el rubio es cálido y hacía mucho frío ¿Cómo desaprovechar su pequeña estufa demoniaca?
Durante los siguientes minutos Dipper se sorprendió de que el tenso demonio se relajara y posteriormente se quedara completamente dormido sobre su cuerpo, él mismo empezó a sentir sueño al estar mucho más relajado con tener a Bill cerca, su aroma y su calor.
Ambos con laadrenalina fuera de sus cuerpos se relajaron uno junto al otro sin saber que eldía de mañana les esperaba más sorpresas. Y quién sabe, estas podrían darle unpoco de ayuda.
>...<
Dipper fue el primero en despertar, abrió lentamente los ojos viendo sin sorpresa una melena rubia en su campo de visión. Al parecer no cambiaron de posición en toda la noche, aunque tampoco le molesto, solo pidió perdón a los músculos de su cuerpo.
Una vez pudo despertar por completo empezó a mover suevamente al rubio corriéndolo para acostarlo a su lado, costó un poco que lo soltara y se dejara llevar a un lado, pero logró conseguirlo en unos cuantos minutos.
Dipper dispuesto a hacer el desayuno para ambos salió de la habitación mirando al rubio dormir plácidamente, aún tiene varias preguntas sobre lo que pasó anoche y la repentina desaparición del demonio, pero esperaría a que este despertara y comiera algo.
El castaño no tardó en preparar un desayuno ligero y simple para subir con todo a la habitación, apenas cerró la puerta vio al rubio sentarse como resorte en la cama, pareció buscarlo hasta que se giró y su mirada se cruzó con la suya, pudo ver cierto alivio expresado en sus ojos dorados.
-Buenos días -Saludó acercándose.
-Buenos días.
Antes de que alguno de los dos dijera algo o se moviera el rubio estornudo bajo, este se extrañó por su acción seguido de un escalofrío que recorrió su espalda. Dipper también lo vio curioso, muy pocas veces, por no decir nunca, escuchó al demonio estornudar.
El castaño se sobresaltó cuando con otro estornudo el demonio desapareció de la cama y quedó sentado a unos metros de la puerta color azul, ante esa reacción Bill amplió los ojos exaltado al suponer lo que le sucede.
-No puede se... ¡ashú!
Dipper se sobresaltó cuando el tiempo pareció detenerse, pero no se detuvo ahí, apenas el rubio se movió las puertas y ventas se deformaron por breves segundos para luego volver a la normalidad. Miró al demonio preocupado por los poderes que estaba expresando, no tuvo tiempo de preguntar que sucedía cuando al girarse a hablarle, este no estaba.
Bill por su parte, cayó con ropa y todo a su piscina, nadó de inmediato hacia la superficie sintiéndose entumido, no era buena idea nadar con el invierno tan cerca. Cuando creyó que podía llegar a la orilla se transportó una vez más quedando a un lado del castaño que se sobresaltó por la repentina aparición, pero eso pasó a segundo plano cuando vio al demonio completamente mojado.
-¿Bill? ¿Qué pasa? -Lo miró preocupado.
-Yo...solo -Se abrazó a su cuerpo estornudando quedito.
Apenas ese sonido abandonó su boca se encontró cayendo a metros de altura, sintió el viento correr por su cuerpo provocándole mucho más frío del que ya tiene, sin embargo, no pudo detenerse o devolverse a su posición anterior cuando de repente atravesó una fina capa de hielo y terminar en agua tan fría que hasta era doloroso.
No pudo ni pensar en los posibles síntomas o el frío que caló su cuerpo cuando volvió a quedar sentado a un lado de Dipper tosiendo en busca de aire y sacar un poco el agua que estuvo a punto de tragar, su cuerpo se sacudió con fuerza buscando entrar en calor.
Dipper al ver que Bill llegó en peor condición que antes quiso agacharse y ayudarlo, pero este volvió a desaparecer. Sabiendo que eso podía repetirse se apresuró a dejar el desayuno apoyado en uno de los veladores, mientras que el demonio terminó cayendo en la nieve de alguna dimensión, el solo contacto lo hizo estremecerse de frío, quiso alejarse y lo consiguió, pero terminó chocando con la muralla de su habitación.
Luego de 2 apariciones más y que Bill quedara completamente empapado y cubierto de nieve los repentinos transportes a otra dimensión se detuvieron. Dipper se alegró de eso, quiso acercarse al cuerpo del demonio, pero no alcanzó a dar un paso cuando este chocó con su pecho.
-¿Bill?
-L-lo si-siento -Se apartó temblando de pies a cabeza.
Ninguno de los dos fue consciente de lo que estaba haciendo la magia de Bill con la habitación, muchas cosas fueron deformadas, quemadas o cambiadas por otras, el proceso se repetía, pero siempre volvía al estado original. El demonio cuando supo lo que pasaba intentó apartarse, pero no funcionó, se acercó nuevamente al cuerpo del castaño.
-¿Qué te sucede? -Preguntó preocupado.
-Lo que pasa es...
Bill no pudo terminar de hablar cuando repentinamente volvió a desaparecer, esta vez volvió a quedar empapado en el mismo lugar que anteriormente cayó. Sintiendo su cuerpo entumido nado hacia la superficie, pero no tuvo que hacer mucho esfuerzo cuando terminó chocando con Dipper lo que provocó que ambos terminaran sobre la cama uno encima del otro.
-Lo siento -Se apartó quedando sentado a un lado.
-¿Decías?
-L-lo que pa-pasa es que, al igual que los humanos, los de-demonios ta-también podemos enfermar, solo que es muy di-difícil lograrlo, y si su-sucede su-suelen ser ba-bastante se-severos -Explicó temblando totalmente entumido.
-¿Y eso qué tiene que ver con tu... estado? -Preguntó casi derrotado al verlo desaparecer.
Luego de unos pocos segundos Bill volvió a aparecer, pero esta vez con nieve en su cabeza, este se sacudió un poco sin dejar de temblar siendo visto por un preocupado castaño.
-Res-respondiendo a t-tú pre-pregunta, es-estoy en-enfermo, resfriado, como qui-quieras llamarle.
Dipper se sobresaltó e impresionó al comprender esa información, no sabe cómo rayos el demonio pudo haberse resfriado si en ningún momento quedó expuesto a un clima frío. Eso sin contar que estaba actuando bastante extraño, tendía acercarse a su cuerpo y sus poderes estaban casi descontrolados.
-¿Síntomas?
-Ge-generalmente es fi-fiebre, es-esca-escalofríos, tos, mis po-poderes estarán in-incontrolables, ese es el mo-motivo de que desaparezca re-repentinamente y mi personalidad...cam-cambiara un po-poco -Susurró frotando sus manos en sus brazos.
-¿Alguna forma de ayudar a tu resfriado?
-No mu-mucho -Cerró un momento sus ojos, repentinamente cansado- Se pu-puede dejar que pase solo, lo cual dura unas semanas, o que mi A-Agapē pu-pueda ayudar a mitigar y calmar los síntomas, a-además ayudara a estabilizar mi magia y poderes... ¡ashu! ta-también di-dicen que cuando lo encuentras tiendes a ir en su dirección, una necesidad que nuestros po-poderes in-incontrolables cu-cumplen.
Bill tartamudeando casi todas las palabras debido al frío no tuvo tiempo ni de procesar lo que decía por el frío que estaba sintiendo, aunque tampoco pudo decir algo más cuando repentinamente desapareció.
Dipper por su parte sonrió alegre por la información, podía ayudar a Bill con su resfriado. Además de eso, por fin comprendió porque el demonio tendía a acercarse repentinamente a su cuerpo siendo incapaz de controlarlo.
Con una idea en mente extendió los brazos pensando fuertemente en Bill, este no tardó en aparecer a 2 metros y caer en sus brazos. El demonio al sentir una calidez venir de algún lado se acurrucó contra esa fuente de calor, hasta que le llegó un aroma que conoce perfectamente y fue que se dio cuenta de donde estaba.
-L-lo si-siento -Trató de apartarse siendo negado por el castaño quien lo apegó a su cuerpo importándole poco que estuviera lleno de nieve y completamente mojado.
-No hay cuidado -Lo miró preocupado- Estas muy helado.
Antes de que Dipper pudiera apegarlo más a su cuerpo fue Bill quien voluntariamente se salió de encima sentándose a su lado sacudiendo la nieve de su cuerpo sin dejar de temblar con uno que otro estornudo que por suerte no lo llevó a otro lugar helado como lo había estado haciendo.
-¿Qué tanto cambiará tu personalidad? -Preguntó genuinamente curioso.
-Bueno...-Lo miró dudoso.
-Estaré contigo todo el tiempo, dudo que puedas esconderme el cambio -Se apresuró a decir sabiendo que el demonio dudaría en decirle.
-Suelo ser más inseguro, tímido y menos atrevido -Comenzó a enumerar- También me vuelvo más meloso o pegado a las personas, posesivo y me avergüenzo con facilidad, piensa más en una contraparte de mí, pero sin parecerme a Will.
Bill se sentía bastante incómodo de revelar algo así, siendo un síntoma que suele afectar a ciertos demonios revelando una parte de su personalidad que no concuerda consigo mismos, él lo sabe perfectamente cuando hace varios años atrás sufrió un resfriado y como aún no encontraba a su Agapē se apegó a las únicas personas que reconocía y sentía cariño por ellos; sus hermanos. Aún recuerda con vergüenza esos 3 días que estuvo casi con 0 consciencia racional y Phill sigue recordándoselo hasta el día de hoy.
Dipper por su parte, notó que Bill no quiere decirle nada de eso, quiso darle un poco de fuerza y ánimo, pero se sobresaltó al escuchar un ruido muy cerca, se giró a ver qué pasaba encontrando casi todos los muebles de la habitación del rubio deformados y con llamas azules que por increíble que parezca no destruían absolutamente nada.
Quiso preguntarle a Bill si el despliegue de poderes podría controlarlo una vez más calmado, sus palabras murieron cuando no lo encontró, preocupado por el tiempo de lejanía entre ellos estiró los brazos en los cuales apareció el demonio lleno de nueve temblando de pies a cabeza. Se preocupó mucho por lo helado que estaba, teniendo en cuenta que sabe que su raza no es buena para ese tipo de clima y temperatura, estaba seguro de que solo empeoraría si no conseguía hacerlo entrar en calor.
-¿Por qué vo-voy a si-sitios ta-tan fr-fríos? -Se quejó apegándose a su cuerpo.
-¿Te has resfriado antes?
-Tres veces, esta es la cuarta.
-¿Y dónde te llevaban tus poderes en esas ocasiones? -Preguntó sacando la nieve de su cuerpo.
-Las pri-primeras dos veces fueron a climas cálidos, pu-pude identificar que a las dimensiones a las que fui estaban en pri-primavera o ve-verano -Recordó frunciendo el ceño- La última vez que me resfríe fui a climas más temblados, supongo que fue en otoño.
-Al parecer vas por estación, esta vez te toco invierno.
-Fa-Fantástico -Se quejó estremeciéndose.
-Sácate eso -Lo miró con seriedad.
-¿Qu-qué? -Levantó la mirada sobresaltado, ya mucho tiene con estar sobre su Agapē ¿Y le pide que se saque la ropa?
-Estas completamente empapado, si sigues con esa ropa mojada solo empeoraras y no podrás entrar en calor.
Bill quiso refutarle que estaba bien como estaba, pero no pudo decir nada cuando estornudo bajo lo que provocó que desapareciera. Dipper sabiendo lo terco que es el demonio se levantó trayendo con él una toalla y una manta dejándola en la cama, una vez listo con eso y recordando lo que hizo el rubio por él hace unos meses empezó a sacarse la playera de polar que usaba para dormir, la cual estaba algo húmeda, pero esa no fue la razón de que se la sacara.
El castaño quedando con torso descubierto, apenas pensar en Bill este apareció sentado cerca del armario abrazándose a sí mismo temblando y maldiciendo. No le tomó importancia a lo que decía acercándose a su cuerpo y agachándose a su altura, pasó sus manos por su cadera buscando el fin de la playera.
Bill al sentir las manos de su Agapē en su cuerpo se sobresaltó y se alejó de él cuando interpretó sus movimientos, no pudo evitar sonrojarse un poco al verlo semidesnudo conservando solo el pantalón. Sin embargo, no pudo llegar muy lejos cuando Dipper afirmó con suavidad su brazo viéndolo fijamente algo que lo inquietó bastante.
-¿Qu-qué ha-haces? -Trató de apartarse.
-Ya te dije, necesitamos sacarte eso, empeoraras -Comentó acercándolo a su cuerpo, pero obtuvo bastante resistencia de Bill.
El rubio se negaba a estar en esas condiciones frente a él sabiendo que tendría que sacarse toda la ropa mojada. Costó mucho soltarse de su agarre, pero se arrepintió de lograrlo cuando desapareció, apenas su cuerpo toco la nieve volvió a su anterior posición siendo observado por el castaño.
-Es-esta bi-bien -Tiritó apretando los dientes, sino lo hubiera hecho se escucharía el castañeo de sus dientes.
Bill sintiendo sus manos temblar hizo un esfuerzo por sacarse la playera empapada que se pegaba a su cuerpo, cuando lo logró sintió mucho más frío que antes. Repentinamente se apegó al cuerpo del castaño, al sentir su calor se apoyó en su hombro temblando, Dipper notó cierta diferencia en la actitud del demonio, fue que se dio cuenta que el cambio de personalidad empezó a manifestarse, después de todo el rubio no tenía dificultad alguna en estar semidesnudo para él, ese pensamiento lo avergonzó bastante.
Bajó sus manos sujetando la tela del pantalón, Bill al sentir ese toque se alejó de inmediato negando, Dipper no tuvo que hacer mucho para convencerlo cuando despareció y al volver completamente empapado y entumido se dejó hacer.
El rubio un tanto sonrojado se sacó el pantalón con cierta ayuda de Dipper al ver que la prenda casi se adhería a su cuerpo sin contar que las manos del demonio no dejaban de temblar haciendo la tarea muy difícil para él.
Dipper se estiró a buscar la toalla para taparlo, al tenerla en mano se giró a cumplir con lo que pensaba, sin embargo, el demonio no se encontraba eso lo preocupó mucho considerando lo helado que estaba creía firmemente que podría darle hipotermia si no conseguían que entrara en calor pronto.
Cuando volvió en peores condiciones de las que se fue no tardó en envolver su cuerpo con la toalla, frotó su espalda tratando de secarlo se sorprendió al ver como Bill se apegó al toque temblando con fuerza y abrazándose a sí mismo. Este podía sentir las manos de su Agapē en su cuerpo, trataba de tranquilizarse y pasarlo por alto, sus esfuerzos fueron en vano cuando sintió el cuerpo de Dipper mucho más cerca.
-¿Qu-qué ha-haces? -Lo miró apenado alejándose sutilmente.
-Necesitas entrar en calor.
-C-con la to-toalla ba-basta -Murmuró tiritando.
-Sabes que no es verdad -Lo abrazó apeándolo a su cuerpo.
Bill puso cierta resistencia, pero se rindió con rapidez cuando sintió el calor que emanaba el castaño, apenado y bastante tímido se apoyó en su hombro dejando escapar un suspiro tembloroso, el aire frío chocó con el cuello del castaño que se preocupó mucho por el estado del demonio.
Dipper lo miró de reojo y sonrió leve enternecido, se dio cuenta de inmediato del cambio de actitud por completo de su coqueto demonio, se veía bastante tímido y por el leve sonrojo en sus mejillas aseguraba su vergüenza.
-¿Po-por qu-qué ha-haces e-esto?
Dipper meditó sus palabras mientras Bill lo veía expectante sintiendo una de las manos del castaño frotarse en su espalda. Se permitió relajarse un momento estornudando bajo estremeciéndose ante la diferencia de temperatura de su cuerpo con la mano que acariciaba su espalda.
Narra Bill.
En estos momentos me siento tan bien con tener a Pinetree cerca de mí, puedo sentir su calor a través de la toalla. Me siento muy feliz de que me esté abrazando, aunque me siento morir de vergüenza por estar semidesnudo y él en casi las mismas condiciones, lo pasaré por alto para estar cerca de él, después de todo él puede estabilizar mi magia y controlar un poco mis síntomas, gracias a eso pude lograr que la habitación regresara a la normalidad.
-¿Por qué? -Me apegó más a su cuerpo- Solo quiero que estés mejor.
-Pe-pero...
-Además puedo devolverte el favor, lo que hiciste por mí ese día que ingrese a esa agua helada ¿Recuerdas? Hiciste lo mismo por mí.
-Lo re-recuerdo. -Me acurruqué más en la toalla.
-¿A dónde te has trasportado?
-¿Re-Recuerdas que te dije que había una dimensión muy fría? -Lo vi asentir- Fui ahí, en estos momentos están en invierno, por lo que la te-temperatura varía entre -200 y -400 grados bajo cero, sin contar que yo aparecía en el agua que es peor.
-Con razón estas tan helado -Me miró preocupado.
Apreté los ojos abrazándome a mí mismo, sentía tanto frío en estos momentos que lo único que pude hacer fue apegarme a su cuerpo buscando su calor. Me aparté de golpe tomando mi cabeza soltando un quejido, había olvidado por completo mi don.
Apenas se presentaron unas cuantas imágenes cuando repentinamente sentía algo cálido en mi mejilla, me giré a verlo cuando terminó la visión, sentí mi cara arder al tenerlo tan cerca ¿Acaso beso mi mejilla? Bajé la mirada reteniendo el impulso de acercarme más a su cuerpo, me sobresalté al quedar pegado a su pecho repentinamente, no dudé en alejarme sin dirigirle la mirada.
-L-lo si-siento -Murmuré.
Antes de que pudiera colocar más espacio entre nosotros, él agarró mi mano y me jaló hacia su cuerpo siéndome imposible separarme cuando me abrazó. Me dejé ser por el momento tratando de que su calor me ayudara a que mi temperatura suba.
-Ven.
Me sobresalté cuando me ayudó a levantarme y sin soltar mi mano me hizo caminar hacia la cama, frené de inmediato, no pienso acostarme a su lado, así como estoy. Lo escuché suspirar y girarse a verme, fruncí un poco el ceño confundido cuando su mirada... ¿Me ve con ternura? Sacudí mi cabeza alejando esos pensamientos, ya mucho tengo con soportar mi timidez, será peor si pienso que él me ve de esa manera.
-¿Puedes secarlo? -Apuntó la única prenda que me queda.
No hable, pero lo intente, chasqué los dedos pensando en lo que quiero, suspiré aliviado de que pudiera secarlo. Quise preguntarle el motivo de que yo hiciera eso, no pude hacerlo al verlo acostarse en mi cama, miré confundido como se acomodó estirando su brazo por completo.
Me sobresalté cuando repentinamente aparecí sentado a su lado, antes de que fuera consciente de que me encontraba en el sitio donde se encuentra su brazo, él apoyó una mano en mi pecho haciendo la suficiente presión para recostarme.
Lo miré confundido y exaltado, creo que esto del resfriado me está afectando la cabeza, no creo que Pinetree sea capaz de usar mi estado en mi contra para atraerme a su cuerpo, él podría hacerlo si supiera que es mi Agapē, pero sé que es imposible que lo sepa.
Pero si fuera de esa manera ¿Cómo supo que la forma de acostarme a su lado sin usar ni una técnica física? ¿Cómo lo logró? Sacudí mi cabeza alejando esos pensamientos, no puede ser posible, tuve mucho cuidado en no revelar mucho sobre ese tema en particular.
-Te preguntas porque pude atraerte a la cama ¿Verdad?
-Sí -Acepté de inmediato- ¿Cómo lo lograste?
Me sobresalté cuando me atrajo a su cuerpo, quise apartarme ya mucho tengo con estar así acostado a su lado. Al parecer Pinetree no piensa lo mismo, cuando sentí su mano en mi cintura y me apegó a su cuerpo me sonrojé, no pude alejarme por cómo me abrazó luego de eso, aunque tampoco me quejo, siento que me estoy congelando y su cuerpo es considerablemente cálido.
-Sé que hay una forma de lograrlo y lo ocupé.
-¿Cuál? -Pregunté apoyándome en su pecho es tan cálido.
-Para usarla tenía que saber algo en específico.
-¿Y eso es? -Me apegué otro poco a su cuerpo.
-Antes de decírtelo, ¿Puedes usar todos tus poderes a voluntad?
-No, en este estado no soy capaz de usar ninguno de mis poderes, tal vez si me esfuerzo pueda ocupar algunos básicos.
-¿Y los demás?
-Están fuera de mi control, en estos momentos no se activarán, se medio apagan para que no cause un desastre ¿Por qué preguntas?
-Debía asegurarme de que no fueras capaz de sellar mi memoria.
Me tensé por completo cuando dijo esas palabras, me separé por completo sentándome para ser capaz de mirarlo. No, él no puede ser capaz de recordar que yo puedo hacer eso, ¿Acaso él? No, es imposible, me asegure de no revelar mucho de esa área de mi poder. A menos que él sepa...no, no, no puede saberlo.
-¿A qué te refieres? -Pregunté con un hilo de voz.
-Por la forma en que me estas mirando sé que supones lo que diré.
Negue de inmediato, no importa lo que diga, debo parecer ignorante sobre el tema, aunque se me complica demasiado por los diferentes sentimientos y emociones que estoy sintiendo en este preciso momento, una mezcla entre temor, ansiedad y felicidad.
-Hace unos meses te mencioné que soñaba con diferentes cosas, con alguien en particular -Comenzó, no me gusta hacia donde se dirige- Todos me dijeron que solo eran sueños, algo inventado por mi mente, pero yo no lo creía, me negaba a hacerlo, se sentía demasiado real.
-¿Por qué me dices eso? -Me removí incómodo, no debo sentirme tan ansioso y feliz por esto ¡Se supone que no recuerde eso!
-El chico con el que soñé por 4 años y los sueños se repetían, algunos me parecían demasiado familiares, por lo que empecé a escribir mis sueños al notar que repentinamente los olvidada.
¿Qué él hizo qué? Bajé mi mirada pensativo, bueno mi Agapē es muy listo y terco, si tuvo una mínima duda de que sus sueños eran reales y que repentinamente los olvidaba buscaría una forma de no hacerlo ¿Por qué no pensé que podría anotarlo? Debí asegurarme de que no hubiera forma de que recordara algo, aunque no creo que fuera capaz de hacer algo cuando sellaba sus recuerdos a distancia para no tentarme.
-Bill -Me llamó sobresaltándome.
-Te estoy escuchando -Me apresuré a decir.
-¿Sabes? -Se inclinó cerca, sonrojándome- Físicamente te pareces mucho a él.
-¿A quién?
-Al chico con el que soñaba, tienes sus mismo ojos dorados y cabello rubio, solo que él se veía mucho más joven ¿18 años? Creo que esa era su edad.
-Ha-hay muchas pe-personas con ese tipo de características. -Me estremecí, tengo tanto frío.
-¿De verdad?
-Sí -Aseguré enterrando lo nervioso que me siento al tenerlo tan cerca.
-Solo conozco a una persona que es capaz de expresar sus emociones por el cambio de color en sus ojos -Estiró su mano dejando una caricia en mí mejilla- Y por lo que tengo entendido es una característica exclusivamente tuya.
-¿Es-eso que tiene que ver? -Me alejé maldiciendo internamente cuando volví a acercarme.
-Un sueño frecuente que tuve, nunca supe lo que se decía, pero sus ojos cambiaron, fue una combinación de celeste y plateado.
-N-no soy el único que pu-puede hacer eso -Aseguré desviando mi mirada.
Siento que estoy entrando en pánico, no puede ser capaz de reconocerme y mucho menos encontrar esas similitudes conmigo, me aseguré de que me olvidara, aunque me doliera que no me recuerde hice todo de mí para que él no tuviera la oportunidad de relacionarme con el chico con el que soñaba.
-Puede ser -Tarareo- Pero yo sé que él eres tú.
-Es imposible Pinetree -Le resté importancia sintiendo mi cuerpo temblar y no de frío.
-Sé que es posible, tanto como sé que tú sellaste mis recuerdos.
-Eso no es cierto -Me alejé bufando cuando volví a acercarme- No soy él único demonio de la mente y sueños.
-¿Recuerdas la primera vez que evolucionó tu don?
Fruncí el ceño, claro que lo recuerdo, me sentía desfallecer ese día cuando vomité demasiado y la única solución que encontró Phill es que mi don evolucionó y tenía que pasar tiempo con Pinetree para estabilizarlo. También fue el día en que quiso entrar en la habitación azul y a la vez quedarse en mi casa. Pasaron muchas cosas ese día.
-Lo recuerdo.
-Ese día estabas tan mal por la evolución de tu don, no parabas de vomitar y sabía que no te detendrías pronto, asustado llamé a la única persona que sentía podría ayudarme, tu hermano Will -Me tensé al recordar ese hecho- Hablé un poco con él, se escuchó muy preocupado cuando le conté tu situación.
-L-lo recuerdo -Murmuré temeroso.
-Insistí demasiado y lo presioné, tal vez fue eso y tu estado que lo llevó al límite, me dijo algo en particular, algo muy importante para un demonio, al principio no lo creí, pero durante el día fui confirmándolo.
Me tensé y con cada palabra que salía de su boca entraba en pánico, no puede ser que él, no, debe ser otra cosa, mi hermano sabe muy bien por qué le selle la memoria no sería capaz de decirle a Pinetree lo que significa para mí.
Sin embargo, si lo que puedo inferir de sus palabras es verdad, él lo ha sabido durante 5 meses y medio, todo este tiempo supo lo que en verdad es para mí, que yo sellé su memoria. Eso explicaría porqué me dejó estar cerca de él ¿Cuántas cosas hizo solo por saber que es mi Agapē? No, sé cómo es Pinetree, él no haría nada que no quisiera, entonces... ¿Todo lo que hizo fue a voluntad sabiendo eso? Agité mi cabeza, hay demasiadas variantes ¿Y si lo que pienso solo son suposiciones?
-Will me lo dijo -Interrumpió mis pensamientos- Esperé pacientemente a que tú me lo dijeras, pero no lo haz hecho ¿Por qué? ¿Cuándo me lo ibas a decir Bill?
-No sé de qué hablas -Lo miré seguro.
Aunque me sentía morir por todo lo que provocan sus palabras tengo que mostrarme firme, después de todo sé perfectamente a lo que se refiere y al parecer estoy en lo correcto, él lo ha sabido todo este tiempo, supongo que no dijo nada por el temor que le sellara la memoria.
Amplié mis ojos al recordar cuando pidió hablar con Сосна, estoy seguro de que él le advirtió que no mencionara nada, que se guardara todo para él ¿Cuánto pudo haber recordado en estos meses y no me di cuenta? Bueno, ahora tiene sentido que hiciéramos un trato para que yo evitara leer su mente, de lo contrario me hubiera enterado mucho antes de que lo sabe, aunque gracias a eso no he sufrido por sellar sus memorias.
-Sabes perfectamente de lo que hablo.
No pude seguir pensando con claridad cuando se recostó y dejó ambos brazos estirados, ni siquiera pude retener mi poder cuando ya me encontraba sobre su pecho. Él no me dejó ir, me abrazó impidiendo que me alejara.
Suspiré cuando sentí que nos tapó a ambos, al parecer la forma en que temblaba no pasó desapercibida por él, ahora me encuentro sobre Pinetree rodeado de su calor y aroma. Me acomodé mejor sobre él encantado con estar tan cerca y poder relajarme cuando empezó a dejar caricias en mi cabello húmedo.
Sé perfectamente que no puedo negar lo que ha dicho o desviar el tema y no soy capaz de sellar su memoria o disipar sus pensamientos, si lo hago en este estado empeoraré mucho y no sé lo que pase conmigo si consigo sellar todos estos meses, que no me recuerde...el solo pensarlo me duele.
No quiero seguir ocultándolo, quiero decirle tantas cosas, no soportaré sellar sus recuerdos, ver que no me reconoce o que olvidará todo lo que hemos pasado juntos, me destrozaría y lo sé perfectamente. Ya no quiero más, quiero estar junto a él.
-¿Por qué no me lo dijiste?
-Ya te dije que no sé de qué hablas.
Lo sentí tensarse y parar las caricias para luego suspirar, sé que sabe que miento, yo mismo me siento desfallecer en una mezcla de sentimientos que rodean el temor y felicidad. No pude entrar en profundidad cuando me sentó a su lado, bajé de inmediato mi mirada, sabiendo que este maldito resfriado me ha dejado más sensible de lo normal y que mis ojos van a revelar como en realidad me siento.
-Bill -Me llamó sentándose, me sentí incómodo que me sentara a su lado, me gustaba estar pegado a él.
-¿Qué?
-Sé que lo sabes.
-No, no lo sé.
-No puedes negarlo cuando me lo dijiste inconscientemente -Tomó mi mejilla haciendo que lo miré.
Me estremecí cuando sentí repentinamente mucho calor entre tanto frío ¿Acaso me está dando fiebre? No pude concentrarme mucho en mi estado actual cuando lo vi acercarse demasiado a mí, quise alejarme y refutarle algo, pero todas mis palabras murieron cuando se acercó lo suficiente y me beso.
Al sentir sus labios con los míos, además de sorprenderme, él eliminó todas mis defensas, estuve muy tentado a apartarlo y no darle más motivos de asegurarle que es mi Agapē, pero mis intenciones murieron cuando dejó una suave y cariñosa caricia en mi mejilla. Me rendí por completo, pasé mis manos por su cintura y lo apegue a mi cuerpo con cierta timidez que me molesto.
Una vez que estuvo lo suficientemente cerca lo levanté y senté en mis piernas, tuve que contener el despliegue de vergüenza que me provocó tenerlo de esta manera sobre mi cuerpo en las condiciones en las que estamos, pero hice un buen trabajo para pasarlo por alto y seguirle el beso, extrañaba mucho sus labios.
Me estremecí cuando rodeo mi cuello con sus brazos dejando caricias en la zona para pasar a mi cabello, tuve que contener el impulso de timidez y pavor que me embargo, maldito resfriado. Cansado de la posición en la que estoy me recosté llevando a Pinetree conmigo dejándolo sentado en mi abdomen, pero sin romper en ningún momento el beso.
El aire empezó a faltarle y tuvimos que separarnos, hice lo posible para mantener la calma, sé porque me besó y agradezco en parte ese impulso, pudo estabilizar un poco mis poderes y magia, de lo contrario hubiera sido un verdadero desastre por la influencia de las emociones.
- ¿Y bien? -Llamó mi atención.
-¿Y bien qué? -Desvié mi mirada.
Pareció meditar algo, no sé muy bien que está pensando, pero tampoco pude inferir sus pensamientos por la repentina punzada de dolor en mi cabeza ¿Por qué hace tanto calor? ¿No que tenía frío? Joder, ahora me está dando fiebre, lo que me faltaba.
-Bill -Se sentó lentamente, no me digne a mirarlo.
-¿Qué? -Susurré bajo.
-Yo soy tu Agapē.
Ni siquiera dudé en mirarlo sobresaltado, sentí algo tan cálido asaltar mi pecho, mi corazón se detuvo por un momento para solo saltar muy animado, seguido de eso sentí un escalofrío recorrer mi espalda. No puedo creer que haya dicho eso... ¿Acaso sabe lo difícil que fue para mi hacer como si no lo fuera? ¿Esconder todo lo que siento por él? Ahora se me hará imposible sellar su memoria...solo pensarlo me causa mucho dolor.
-Lo sabes mucho antes que yo -Acarició mi mejilla- ¿Por qué?
-N-no l-lo e-eres -Susurré apenas audible sintiendo un dolor punzante en mi pecho por mis propias palabras, maldito cuerpo apóyame.
-Hay muchas cosas que me dicen que lo soy, puedo enumerar un montón ¿Quieres que lo haga? -Me miró con intensidad.
-No creo que...
-Tú actitud hacia mí, la necesidad que tienes por tenerme cerca, la forma en que me proteges y no podemos olvidar que en este instante estoy calmando los síntomas de tu resfriado ¿Cómo podría hacerlo si no fuera tu...?
-Ya, ya, basta -Supliqué sintiendo mi rostro arder.
-¿Y bien? -Sonrió, maldito desgraciado se está aprovechando de mi estado.
-Sí -Murmuré tapando mis ojos con mi brazo- Lo eres.
-¿Desde cuándo lo sabes?
-Hace cuatro años -Susurré.
-¿Sabes que la separación te dolería?
-Lo tenía más que claro, iba a agonizar por la distancia entre nosotros, pero eso no me detuvo, te sellé la memoria y no me arrepiento de lo que hice.
-Sufriste mucho ¡Intentaste suicidarte Bill!
-Da igual, no iba a morir, aunque lo intentara sabía perfectamente que si yo moría tú lo sentirías y si llegara a pasar te dolería, no quería eso, es la única razón por la que sobreviví, aunque quería morir y dejar atrás el insoportable dolor, fuiste mi razón de permanecer con vida. -Murmuré bajo.
-Si sentías todo eso, de-debiste decirme, sacar el sello -Habló con la voz temblorosa.
-De todas las cosas es lo que menos haría, te selle la memoria con el propósito de que no me recordaras, quería que encontraras a alguien más, que vivieras una vida normal sin mí en el camino -Apreté los ojos reteniendo las lágrimas que querían salir- Me lo hiciste muy difícil cuando inconscientemente rechazabas el sello, varias veces tuve que reforzarlo, pero de la misma manera conté con muchas oportunidades para romperlo y no lo hice.
-¿Por qué? ¡¿Por qué?!
-Tengo prohibido encontrarte, sabía perfectamente lo que significaba haberte encontrado, no estaba dispuesto a perderte, por eso desde que lo supe no hice nada, traté con todas mis fuerzas ignorarte y pasar por alto lo que tu misma existencia significaba para mí, fue muy difícil no encariñarme contigo, me estaba volviendo loco no poder estar junto a ti, tocarte, protegerte...simplemente colapsé un día.
-Bill...
-Sabía perfectamente el peligro que yo representaba para ti, tenía que impedir que...m-mu-murieras, la única solución que encontré era alejándome, pero sé lo terco que eres, buscarías la forma de llegar a mi ¿Y si no me recordabas? -Mencioné tragándome el dolor y el nudo en mi garganta- Supongo que recuerdas haber soñado con un claro lluvioso, ese día me despedí de ti, no podía borrarte la memoria, por eso la opción que más se acercó a mi ideal fue sellarte la memoria, la única persona que podría romper el hechizo que te coloque sería yo, nadie puede romperlo o ver tus recuerdos, tú lo podías hacer por lo que eres de mí.
Él se quedó en silencio un momento yo tomé esos pocos segundos para poder respirar y tragarme el dolor que me provoca recordar que los dos meses que estuvimos juntos él no lo recuerda. Tuve que forzar a mi cuerpo respirar con normalidad para no sucumbir a todas las emociones que estoy sintiendo, nunca pensé que llegaría el día en que le diría todo esto, escogió el peor donde emocionalmente mi resfriado me deja por los suelos en el sentimentalismo.
Encontrando a Pinetree distraído con todo lo que he dicho lo aproveché pasa sacarlo de encima y sentarlo a mi lado, listo con eso me tape por completo ocultándome de sus ojos, puede que sea capaz de hablarle como antes, pero ya no puedo soportar mis propios sentimientos teniendo en cuenta la forma en que estábamos y ya mi nerviosismo llegó a nuevas alturas, necesito calmarme.
Me recosté de estómago afirmando las frazadas y mantas asegurándome que no me destape, necesito calmar el revoltijo de sentimientos que estoy sintiendo. Hoy no estaba preparado para confesarle todo esto, pensé que sería un día normal donde solo tendría que explicarle mi reacción al ir a otra dimensión y terminar como lo hice.
Sin embargo, aquí estoy diciéndole lo que he ocultado por casi 5 años, pero ya no pude soportarlo, siempre quise que lo descubriera, aunque debería sellarle la memoria por eso no puedo...y no quiero, deseo tanto quedarme a su lado...¿Puedo quedarme con él? ¿Puedo estar con Pinetree?
-Bill.
-¿Qué?
-Pasaste todo eso, me sellaste la memoria para protegerme, sufriste por cuatro años... ¿Todo eso por mí?
-Sí, no me arrepiento de nada.
-Sufriste demasiado -Escuché su voz temblar.
-No fue tanto...-Traté de tranquilizarlo.
-Tú mismo me dijiste lo insoportable que era.
-Solo fueron los síntomas por estar alejado de ti.
-¿Síntomas?
-No es solo dolor lo que sentía, bueno sí, admito que eso era insoportable, pero también se le agregaba un horrible frío que nunca se iba, la necesidad de tenerte cerca se volvió inquietante que gracias al hechizo de protección que te tengo lo mantuve a raya -Enumeré haciendo memoria- No tenía apetito y apenas podía dormir sin...tener pesadillas, lo que provocaba que me dañara físicamente y una última cosa que dolía.
Estiré mi mano tomando la suya y la acerqué a mi pecho algo apenado, pero tenía que sentir la forma en que late mi corazón, algo acelerado, pero es algo ya común considerando lo cerca que estamos.
-¿Lo sientes? ¿Sientes como late?
-S-sí.
-Esos cuatro años latía con suerte una vez al mes -Lo sentí estremecerse- Durante ese tiempo deseé que volviera a latir como antes dejando un sentimiento tan cálido, pero cuando lo hacía solo me provocó dolor y aumentó la sensación de frío.
Repentinamente sacó todas las mantas que me cubrían y me abrazó con fuerza, apenas pude esconder como me estremecí al tenerlo tan cerca. Lo dejé de lado cuando lo sentí temblar, lo abracé dejando caricias en su espalda tratando de calmarlo.
-Lo siento...
-No hiciste nada malo, la decisión fue mía.
-Debí...
-No tenías que hacer nada, no era tu obligación hacer algo para mí.
-¡Pero sufriste tanto!
Me estremecí al escucharlo llorar, lo separé exaltado y pude verlo...pasé mis manos por sus mejillas húmedas tratando de secar sus lágrimas, no me gusta verlo llorar.
-Pinetree no llores.
-Su-sufriste...
-Yo lo decidí, cuando te sellaba la memoria te negaste con fuerza -El me miró sorprendido- Todos estos años rechazaste lo que yo hice, peleaste contra mí sello, no tienes que sentirte culpable por lo que pasé cuando tratabas de recordarme, ir conmigo.
-Aun así...
-No me recordabas y cuando lo lograbas yo lo sellaba, no es tú culpa todo lo que sufrí, yo lo decidí.
Él se ocultó en mi cuello, sé que debe afectarle descubrir con más detalles todo lo que sufrí, por eso le permití lo que quisiera, me dediqué a acariciar su cabello y espalda tratando de tranquilizarlo y que dejara de llorar.
Estuvo así un rato hasta que voluntariamente se alejó, lo miré buscando cualquier imperfecto, fruncí el ceño un momento al sentir una punzada de dolor en mi cabeza, maldita sea olvide por un momento mi resfriado.
-¿Por qué tu corazón late tan rápido?
-Es debido a ti -Desvié la mirada apenado.
-¿Yo provoco eso?
-Sí.
-¿Cada vez que me acercó late de esa manera? -Habló con emoción ¿Esta...feliz con eso?
-Generalmente -Murmuré avergonzado.
Pinetree guardó silencio un momento mirándome fijamente a los ojos, me inquieté y me puse nervioso por su mirada, quise alejar ese sentimiento, pero se inclinó más cerca empeorándolo.
-¿Qué significa el color plateado?
Me tensé al descubrir que ese es el color en el que estoy, sutilmente cubrí mis ojos con mi brazo, apenas lo hice, sentí la intención de Pinetree con despejar mi vista, pero me resistí, no quiero que vea mis ojos.
-¿Bill?
-Pu-Pureza -Susurré bajo- Significa que una acción o lo que diga no tienen engaños, es una forma de asegurar de que no estoy mintiendo, también que experimento un sentimiento verdadero y puro.
Con forme hablaba mi voz se iba apagando, fruncí un poco el ceño y tuve que apartar mi brazo de mis ojos para poder estornudar, por lo menos es solo eso y no estoy congestionado, eso sí que sería incómodo.
Me sobresalte al sentir un suave toque en mi mejilla, levanté la mirada y me encontré con los ojos de Pinetree viéndome fijamente, me sonrojé al caer en cuenta de que me está mirando con mis ojos plateados. Aparte la mirada de inmediato removiéndome un tanto nervioso.
-¿Por qué querías saber eso?
-Me gusta poder identificar la emoción que sientes con el color que tienes -Me hizo mirarlo- Tengo que admitir que ese plateado se te ve muy bien.
-Gracias supongo -Murmuré sintiendo mi cara caliente ¿Será la fiebre o sus palabras?
Él permaneció un poco en silencio, yo me dedique a mirarlo, estoy impresionado de lo bien que se está tomando ser mi Agapē, aunque ya lo sabía, pensé que preguntaría muchas más cosas.
-Bill -Me llamó- Tengo algunas preguntas sobre ser tu Agapē.
Me estremecí al escuchar esas dos últimas palabras, me llena de dicha y felicidad escucharlo de su boca que las veces que yo lo llamaba así en mi mente, mi hermoso Agapē.
-Si me dices las preguntas podré responder. -Me senté lentamente.
-¿Qué te provoca que yo lo sea? ¿Algún síntoma? ¿Necesidad? -Se sentó a mi lado.
-Bu-bueno...-Desvié la mirada- Siendo un demonio completo nosotros deseamos sentir a nuestro co-compañero...estar cerca de él, de ahí viene la necesidad de querer estar pegado a ti, necesito contacto físico contigo, cualquiera puede servir, hasta un mísero roce de manos.
-Si es así de necesario ¿Por qué nunca lo hiciste?
-Se supone que tú no deberías saberlo -Me quejé- Desde que supe que eres de mí evité tanto como pude el contacto físico.
-¿Qué? ¿Eso no te haría mal?
-Pues sí, me estaba volviendo loco, hace cuatro años evitaba por todos los medios posibles tocarte, tenía que aparentar que no eras nada de mí, fue un martirio permanecer a cierta distancia con mi cuerpo vibrando y deseando tu cercanía.
-¿Cómo fue que soportaste?
-Antes solíamos dormir juntos, aprovechaba esa instancia para poder tocarte y relajar la necesidad.
-N-no lo sa-sabía -Se sonrojó.
-No lo recuerdas -Me encogí de hombros.
-¿Cómo fuiste capaz de...aguantar estando aquí y yo en Gravity Falls?
-No fue fácil, había días en los que tenía que aferrarme a la dimensión para no ir por ti.
-Pudiste...
-No vamos a entrar en ese tema ¿Qué más quieres saber? -Lo interrumpí.
-En estos meses me di cuenta de que cuando estamos mucho tiempo separados y volvemos a vernos tiendes a verme muy fijamente ¿Por qué? -Me miró curioso y un tanto sonrojado.
-Oh eso es porque los demonios somos sobreprotectores con nuestros compañeros, considerando mi situación ese sentimiento de protegerte es más fuerte que el promedio.
-¿De verdad?
-Sí, es algo insoportable, hay veces que quiero saber si estas bien y tiendo a comprobarlo.
-¿Es fuerte esa sensación?
-Demasiado -Me removí incómodo.
-¿Y cómo lo soportaste?
-Durante mi estadía contigo te coloqué un hechizo de protección -Levanté mi mano dejándolo a la vista sorprendiéndolo- Gracias a esto pude estar tranquilo, cuando la necesidad de ver y comprobar que estabas bien era insoportable yo aumentaba su poder.
-¿Por eso veía una sombra azul claro? -Me miró confundido.
-Me sorprende que seas capaz de verlo, pero teniendo en cuenta que tú también deseabas mi compañía es algo que aprendes a ver.
-¿Aprender a ver qué?
-Mi magia, eres bastante sensible a ella, al ser humano no puedes verla por completo, pero si la sientes y si veías una sombra significa que la potencia del hechizo es alta.
-No sabía que podía hacer eso -Murmuró mirándome sorprendido.
-Bueno, es algo que puedes hacer siendo mi Agapē, teniendo en cuenta que estas emparejado conmigo, un demonio poderoso, tus cualidades son más fuertes.
-¿Cualidades?
-Sí, supongo que puedes ver muy difícilmente mi magia y sentirla casi naturalmente -Lo miré curioso- Aún no estoy muy seguro, pero por la lejanía y la forma en que sufrí...creo que desarrollaste cierta afinidad hacia mis emociones ¿Puedes sentirlas?
-S-sí, aunque siento con más naturalidad las negativas que las positivas -Murmuró bajo desviando la mirada.
-Bueno, ahora entiendo como asegurabas que estaba mal.
-Sí, sobre eso... ¿Qué te paso anoche?
-¿Anoche? -Lo miré confundido.
-Desapareciste, sentí...un dolor sofocante que no era mío, te busqué por todos lados y no te encontré ¿Dónde fuiste?
-Anoche llegó un encargo, tengo que cuidar a un espécimen, el cual necesitaba comida y tuve que ir a buscarla a otra dimensión lejana a esta -Me volví a recostar- Debido a la distancia y el tiempo que pasé lejos de ti desencadenó los síntomas por lejanía.
-¿Por qué no me llevaste?
-No te llevaría a esa dimensión, es muy peligrosa -Lo miré serio.
-¡Pero te dolió!
-Eso fue porque me quede una semana allá.
-¿Qué?
-El tiempo varia dependiendo de la dimensión, mientras acá pasaron unas cuantas horas, allá fue una semana.
-¿Estas bien? -Me miró preocupado.
-Además de este resfriado, estoy bien, los síntomas desaparecieron apenas estuve en contacto contigo.
-Te veías desesperado por tenerme cerca, no estuviste bien -Me regañó.
-Pero ahora lo estoy.
-¿Cómo esta tu resfriado? -Me miró preocupado como si lo hubiera recordado.
-Estoy empezando con fiebre y sigo con algo de frío.
Pinetree miró un momento serio, me removí un tanto nervioso por su mirada, me sobresalté cuando se acercó más a mi rostro ¿Qué planea?
-Tengo mis recuerdos sellados ¿No?
-Ehh sí.
-¿Me dejas ver uno de los tuyos?
-¿Qué? -Me senté mirándolo sorprendido- ¿Quieres ver un recuerdo mío?
-Por favor, necesito ver y escuchar uno.
-¿Cuál?
-Cuando me sellaste la memoria -Me tensé al escuchar eso.
-No, ¿Por qué quieres verlo Pinetree?
No puedo dejar que vea ese recuerdo en especial, no me molesta que vea como le selle la memoria, sino lo que dije ese día ¡Literalmente me confesé! ¡¿Y quiere que se lo muestre ahora que estoy así?! No, me rehúso a morir de vergüenza en estos momentos.
-Porque soy tu Agapē. -Me miró con sus ojitos brillando.
-¿Es-eso qu-qué tiene que ver? -Desvié mi mirada.
¡No puede usar esas palabras contra mí de esa manera! ¡No es justo! Sacudí mi cabeza alejando esos reclamos, de nada me sirve quejarme de esa forma cuando puedo evitarlo, solo tengo que negarme.
-Por favor.
Claro que no me lo dejaría fácil, está usando esa carita que tanto uso contra mí en el pasado, sus ojitos cristalinos, un puchero tan jodidamente tierno. Desvié mi mirada sintiendo mi cara arder ¿Cómo alguien podría resistirse a una carita tan adorable como esa?
-Es-está bien -Me rendí.
Busqué en mi velador mi esfera, cuando la encontré la saqué junto con unos guantes que le entregue, no estoy en condiciones de mostrarle el recuerdo yo mismo, así que ella lo hará por mí.
-Ponte los guantes, si tocas mi esfera con tu piel dejará de funcionar.
-De acuerdo -Me sonrió tan feliz, maldito descarado- ¿Puedes dejarme escuchar todo lo que se diga en el recuerdo?
-¿Es necesario? -Lo miré con cierta timidez- Dije...algunas cosas ese día.
-Me hago una idea.
-N-no me re-refiero a eso -Desvié la mirada de inmediato, maldito resfriado.
-¿Qué dijiste exactamente?
-Uhm...y-ya lo ve-veras.
Apoyé mi mano en la esfera y pensé en el recuerdo que deseaba que se mostrara, solo fueron unos pocos segundos donde de repente ya estaba, le entregué la esfera al tiempo que reproducía el recuerdo él no tardó en prestarle atención.
Mientras él empezaba a ver el recuerdo y estar muy atento a cada palabra que se decía yo me recosté de estómago tapándome por completo, no creo ser capaz de verlo en este instante.
Me inquieté cuando fui capaz de escuchar lo que estaba viendo Pinetree e inconscientemente cerré mis ojos recordando por mi cuenta ese día donde todo cambio para ambos.
Flash back. (Dipper escuchará tanto la conversación como los pensamientos de Bill)
Sentado en el pasto me encontraba en aquel claro, sentía como la lluvia mojaba cada parte de mi cuerpo, mis ojos picaban y las diferentes emociones me estaban sofocando, fue que noté la presencia de Pinetree.
-¿Qué haces aquí? -Pregunté sin dirigirle la mirada
-Te estuve buscando.
-Eso lo sé, ¿Cómo me encontraste?
Teniéndolo cerca...solo quiero ser sincero con Pinetree, por eso me saqué los lentes de sol que estoy usando para revelar mis ojos, sé que deberían estar de color celeste en estos momentos por las diferentes emociones que siento predominando la tristeza.
Al no escuchar una respuesta de su parte me giré a verlo, fruncí el ceño al ver en sus brazos pequeñas raspaduras al igual que en sus rodillas con sus pantalones rasgados y llenos de lodo. No dudé en acercarme a él aliviado de que se haya sentado a mi lado, gracias a eso fui capaz de arremangar sus jeans lo suficiente para ver las diferentes heridas que tiene, menores por suerte.
-¿Qué te paso? -Lo miré.
-Me caí varias veces al correr hasta aquí.
-No debiste seguirme -Puse mis manos sobre sus heridas con mucho cuidado.
-Claro que sí.
- No, sé dónde está la cabaña, no era necesario que me siguieras.
Pinetree guardó silencio, agradecí eso cuando me concentré en curar todas sus heridas, pude ver sin sorpresa como de mis manos irradiaron una luz azul, aun cuando me enfoco en curarlo puedo sentir su mirada en mi cuerpo.
Cuando terminé arreglé su ropa aprovechando de sacar el barro de sus prendas. Ya listo con eso me alejé volviendo a mi anterior posición sin mirarlo del todo.
-Bill -Me llamó
-¿Qué pasa?
-¿En verdad te sientes solo? -Buscó mi mirada.
-No te debería importar eso, soy un demonio -Suspiré.
-Me importas Bill ¿Qué tiene que seas un demonio? Demostraste que eres mucho más que eso.
-No debiste traerme a la cabaña, solo causo problemas.
-No es verdad -Tocó mi brazo.
-Es verdad y lo sabes -Me aparté- Apenas llevo dos meses aquí y ocurrieron varios desastres, casi hago que te maten dos veces.
Me detuve y tomé aire tratando de calmarme, estoy demasiado exaltado con todo lo que ha pasado hoy, sin mencionar la pesadilla que soñé no hace mucho.
-Vuelve a la cabaña Pinetree -Me levantó dispuesto a serenar mi mente en otro lugar.
Cuando me levanté no tardé en sentir la mano de Pinetree con la mía evitando que me fuera, solo quiero un poco de paz ¿Por qué no me deja ir?
-No me iré sin ti.
-¡¿Por qué no lo entiendes! ¡Yo no quiero regresar! -Me giró a verlo- ¡Déjeme solo!
Me solté de su agarre, sin apartar mi mirada y ese fue el problema, Pinetree pudo ver mis ojos, sé perfectamente que me estoy destruyendo a mi mismo por tratar de alejarme de él, pero necesito unas cuantas horas solo sin volverme loco con su sola compañía.
-Bill no lo haré -Me miró serio a los ojos- Puedo asegurarte de que yo no te dejaré solo, me quedare a tu lado aún cuando tú no me quieras cerca.
-¿Por qué lo haces tan difícil? Me complicas las cosas Pinetree -Le sonreí con tristeza.
-¿Bill?
-¿Sabes? La he pasado muy bien contigo estos dos meses y yo...perdón -Le sonreí apenado.
-¿Por qué te disculpas?
-Es increíble para mi descubrir como terminé atado a tu persona sin que me diera cuenta antes, poco a poco empezaste a ser muy importante para mí que no permitiré que te hagan daño, acepto que me tomó tiempo descubrir y aceptar lo que siento por ti y no me arrepiento de eso.
-¿De qué? -Me miró con un leve sonrojo.
-Lo mucho que te quiero Pinetree -Le sonreí sincero.
Pude notar lo sorprendido que estaba por mis palabras, no les tomé mucha importancia cuando sentí el cambio de color de mis ojos mientras hablaba, supongo que es de color plateado, no por nada siento...cada palabra que dije sin ni un deje de mentira.
-No quería decirte nada, pero te lo había dicho hace tiempo, un demonio se enamora una sola vez en la vida y lo que yo siempre espere lo tengo frente a mi -Me acerqué mucho más a su cuerpo.
-¿Qué? Yo...yo soy -Tartamudeo sonrojado.
-Tú eres mi Agapē, Dipper -Sonreí entre feliz y aliviado, por fin lo dije.
Sin demora pasé mis brazos por su cintura y lo apegué a mi cuerpo, sentí como colocó sus manos en mi pecho mirándome con un fuerte rojo en sus mejillas, se ve tan lindo sonrojado. Sonreí más cuando al inclinarme más cerca y dejar un beso en su mejilla se sonrojó todavía más, subí una de mis manos para dejar una suave y lenta caricia en su mejilla.
-Lamento mucho no haberte dicho antes, pero quería que lo supieras antes de lo que haré.
-Bill yo...
-No tienes que decir nada -Puse un dedo en sus labios- Quiero que sepas que hago esto por tu bien, lamento mucho hacerte esto, pero espero que en lo profundo de tu memoria recuerdas lo mucho que yo te quiero mi hermoso Agapē.
Anulé el poco espació que había entre nosotros con un lento y suave beso. Sonreí internamente cuando sentí a Pinetree rodear mi cuello con sus brazos correspondiendo.
Al principio pensé que me empujaría, grande fue mi sorpresa cuando rodeo mi cuello y me correspondió. Apreté los ojos y lo apegué más a mi cuerpo tratando de no arrepentirme de lo que estaba a punto de hacer.
Sellar sus recuerdos.
Tenía que hacer esto. Todo lo que pasamos juntos desde que me encontró hasta el día de hoy, dos meses de memorias las estoy sellando, reemplace el primer recuerdo con que fue al bosque, pero en vez de encontrarme se tropezó y calló al suelo quedando inconsciente.
Con cada segundo que pasaba sentía como su cuerpo iba perdiendo fuerza a lo largo del beso, como se aferraba a mi cuerpo, sentí la pelea de su mente tratando de conservar sus memorias, pero logré sellar todas. Cuando terminé él se desmayó en mis brazos una de las consecuencias de hacer este proceso forzado sin el consentimiento de la persona.
Lo abracé contra mi cuerpo, no pude evitar llorar, lágrimas salían de mis ojos mezclándose con la lluvia, lloré por lo que significaba lo que hice y no me arrepiento, pero duele y me va a doler mucho más luego.
Contuve las lágrimas que peleaban por salir y cargué a Pinetree en mis brazos. Cerré los ojos para concentrarme en transportarnos a ambos afuera de la cabaña, secando su cuerpo, no iba a permitir que se resfriara.
Sin más preámbulo ingrese a la cabaña, la primera en recibirme fue Shooting Star quien caminaba de un lado a otro en la entrada. Se giró a vernos ante el sonido de la puerta y su alivio paso a preocupación cuando vio a su hermano desmayado en mis brazos.
-Tranquila Shooting Star él esta bien -Le sonreí- Necesito que hagas algo por mi.
-¿Qué quieres que haga? -Preguntó más tranquila.
-Reúne a los demás.
Ella fue a búscalos. No queriendo mojar más el lugar me sequé a mi también y aparecí en la habitación de Pinetree, cambié su ropa por su pijama y lo arropé dejando un beso en su frente. Nunca pensé que dolería tanto una despedida.
Salí de su habitación cerrando tras de mi. Toqué mi pecho no extrañado con notar un pequeño dolor crecer en la zona como pequeñas apuñaladas. Esto me advierte que debo quedarme y estar a su lado, sin embargo, no puedo hacerlo es necesario lo que haré, aunque me duela.
Me repetía una y otra vez que esto estaba bien, que era necesario hasta que llegué abajo resistiendo las ganas de dirigirme a la habitación de Pinetree y quitar los sellos.
Me encontré con el resto de la familia Pines, Shooting Star hizo un excelente trabajo al reunirlos a todo.
-Quiero que me hagan un favor.
-¿De qué se trata? -Preguntó interesada.
-No le digan a Pinetree de mi estadía aquí estos dos meses.
-¡¿Qué?! -Gritó exaltada.
-Yo tengo un poder que no me gusta -empecé a explicar- Con el puedo saber cuándo, como, donde y el motivo de la muerte de una persona, incluyendo ver su asesino, ese es uno mi otro poder que va de la mano es ver el futuro, es por eso que los protegí tanto.
-Estas diciendo lo que creo que estás diciendo -Me miró serio Half Moon.
-Vi sus muertes, la de todos ustedes incluyendo a las amigas Shooting, la pelirroja y Soos.
-No puede ser...-Murmuró cerebrito.
-Sus muertes me afectaron más de lo que pensé y no quiero que mueran -Suspire.
-Todo lo que dices es mentira.
-Puedo proyectar sus muertes si quieres, pero la más dis-distinta es la de Pinetree, cambia mucho al igual que su futuro...
Saqué el aire retenido en mis pulmones, tenía que mostrarme firme y controlar el tono de mi voz, no podía seguir demostrando lo mucho que me afecta eso último.
-No les estoy pidiendo que me crean o perdonen por lo que les hice hace años, solo les ruego que cuiden a Pinetree -Levanté la mirada.
Sabía que con muchos más hechos que verifiquen cosas podrán hacer lo que quiero, lo que yo no podré hacer de ahora en adelante.
-Un demonio se enamora una sola vez en su vida a eso se le llama Agapē -Comencé a explicar- Después de toda mi vida hasta este momento yo lo encontré y es Dipper, tienen que entender que yo no puedo soportar que algo le suceda a su persona, es mi razón de vivir por eso ver su muerte aún cuando no es verdad me afecta y para que eso no ocurra -Tomé aire- Me iré de aquí.
-Vete sin tanto preámbulo, tú no puedes amar.
-Tienes razón, yo no podía amar hace mucho que yo no conozco ningún tipo de sentimiento, sin embargo, Pinetree me ayudo con eso -Lo miré serio- A lo que iba, me iré, les pido que no le digan nada de lo que les dije o el tiempo que a pasado, sellé sus recuerdos.
-¡¿Qué?! -Gritaron.
-Para poder irme y que él no me siga le sellé sus memorias, el día en que nos encontramos lo reemplace, el despertara recordando que caminaba por el bosque se tropezó en algún punto y se desmayó, le tienen que decir que tu Shooting Star lo encontraste y con ayuda de Half Moon lo trajeron a la cabaña.
Ellos guardaron silencio tratando de procesar lo que les estaba diciendo y no era para menos, era mucho que digerir.
-Si dices que es tu Agapē ¿Qué pasara si te alejas de él? -Preguntó preocupada Shooting Star
-Voy a agonizar, experimentaré tanto dolor que será un milagro si llego a sobrevivir, pero eso no me interesa quiero que él este a salvo aún si yo estoy al borde de la muerte, lo soportaré -Los miré serio- Espero que cumplan, cuídenlo no quiero enterarme de que le paso algo saben de lo que soy capaz de hacer.
Una advertencia fue suficiente para recibir un coro de "Sí", me hice invisible para ver que decían al respecto al pensar que ya me había ido.
-Se va justo cuando uno le agarra cariño -protestó Shooting Star- En fin, tenemos trabajo -Sonrió motivada.
-Yo no creo ni una sola palabra de lo que nos dijo, estoy seguro de que Dipper bajara preguntando por Bill.
Sé que ese anciano se las arreglara para tratar de ver en la mente de Pinetree o hacerle algo cosa que no permitiré. Me fui a la habitación de Pinetree donde seguía desmayado, coloqué una mano en su frente y le puse un hechizo, nadie más que yo puede entrar en su mente, leerla y ver sus recuerdos. A menos que pueda evadir mi sello, cosa casi imposible, no podrá recuperar sus recuerdos ya que soy el único que puede sacarlo.
Casi me hago visible del susto que me dio cuando se sentó de golpe, aleje mi mano justo a tiempo antes de que la tocara cuando toco su propia frente, para luego bajar su mano a sus labios con una expresión confundida. No tardo en levantarse lento y dirigirse al piso de abajo, no lo dude ni por un segundo en seguirlo sorprendido, se suponía que despertaría mañana.
-Hola...-Saludo llegando abajo.
-¿Dónde está Bill? -Le pregunto el idiota.
-¿Bill? ¿Quién es Bill? No conozco a nadie con ese nombre -Preguntó confundido, rayos como había dolido eso.
-No recuerda a Bill -Pensó Shooting Star- ¡Dipper que bueno que despiertas! -camino hacia él y lo abrazó con fuerza- ¡Me tenías muy preocupada Bro-bro!
Deben darle un premio a esa mocosa, sí que actuó de maravilla, estoy seguro de que ella evitara que Ford meta la pata de nuevo al igual que su hermano que miraba a Shooting Star con orgullo.
-¿Por qué? ¿Paso algo?
-Cuando saliste te encontramos inconsciente unas horas después en el bosque -le explico Half Moon.
-¿Cuánto tiempo estuve así? -Los miro impresionados y sorprendido
-Dos meses -Se separó de él.
-¿Dos meses? ¿Cómo es que sigo vivo?
-Te aplique unos experimentos para que no perdieras tu forma y así mantenerte estable -Dijo entre dientes.
-Gracias Tío Ford -Le sonrió- ¿Pueden ponerme al día de lo que me perdí?
Sabía que se sentía extraño de que se le olvidaba algo, pero no escarbo en eso y trato de ponerse al día con su familia. Yo por otro lado me fui a mi dimensión, apareciendo en mi casa, no tarde en dejar que las lágrimas salieran con libertad por mis ojos apoyando una mano en mi pecho el dolor en la zona aumentaba poco a poco.
Tendría que soportar esto, todo lo que sentiría de aquí en adelante...Todo por mi hermoso Pinetree, mi Agapē.
Fin flash back.
Apenas escuché eso último dejé de reproducir ese recuerdo, no quiero que me vea de esa forma, mucho tengo con que sepa que sufrí mucho con su lejanía, no quiero mostrárselo.
Saqué una de mis manos para tomar la esfera de las suyas y dejarla en el velador, no tardé en volver a taparme estremeciéndome por el escalofrío que recorrió mi espalda, estornudé bajito, odio este resfriado.
-Bill.
-¿Que?
-¿Hiciste eso por mí? -Preguntó con la voz cortada.
-¡Ashu! Sí -Me apegué un poco a su cuerpo.
-Hasta usaste a mi familia.
-Tenía que asegurarme de que no recordaras nada.
Él permaneció en silenció, yo aproveché para apoyar mi frente en mis brazos soltando el agarre de las mantas dejando escapar un suspiro, mi cuerpo está helado, pero mi cabeza la siento ardiente.
-Lo que dijiste...
-Cada palabra es ve-verdad si es lo que te preguntas -Murmuré con timidez.
-Y-yo...
-No es necesario que digas algo -Lo interrumpí de inmediato.
-¿Acaso no te importa lo que yo diga?
-Claro que me importa.
-¿Entonces por qué no me dejas...?
-¿Cuál es la probabilidad de que sientas lo mismo que yo? -Susurré con un hilo de voz- Quise que vivieras una vida normal sin mí, que te enamoraras de alguien más, di por sentado que...te olvidarías de mí y seguirías con tu vida.
Mis palabras me dolían más de lo que pensé, sentía mi pecho tan apretado que apenas podía respirar, de repente sentí el saque brusco de las frazadas, pero no hice nada para mirarlo, no ahora.
-Te duele. -Acarició mi cabello.
-Lo sé.
-¿Por qué lo dices? ¿Acaso sabes mis sentimientos? ¿Lo que pienso referente a esto?
-No creo que este tan alejado de la realidad.
-No puedo creer que te rindas así de fácil conmigo.
-Solo acepto la realidad, no puedo estar junto a ti.
-¡¿Quién decidió eso?!
-Lucifer.
-¡Él no puede...!
-¡Si te encontraba él personalmente te mataría! -Me senté mirándolo agitado- ¡No pensaba perderte! ¡Hice lo necesario para mantenerte a salvo!
-¡Pero sufriste mucho por esa decisión!
-No me arrepiento de lo que hice y créeme, si en estos momentos fuera capaz de volver a sellarte la memoria lo haría.
Me dolió como se alejó de mi cuerpo, pero necesito que me odie, que me tema, aunque mis palabras me duelen más de lo que pensé, es necesario.
-Mientes.
-No miento, si no estuviera resfriado te hubiera sellado la memoria, te lo dijo Сосна ¿No es así? Si yo me enteraba de que recordabas algo, te sellaría eso.
-¡No puedes hacer eso!
-¿Me estas probando? -Lo miré con seriedad- Si estuviera en mejores condiciones no tendríamos esta conversación ¿Quién sabe? Podrías estar con tú familia en estos momentos sin saber nada de mí.
Lo vi levantarse mirándome entre enojado y exaltado, repentinamente me agarró por los hombros acercándome a su rostro, mi personalidad se sacudio con fuerza, la influencia de mi resfriado golpeó con fuerza mi mente, pero repelí todo lo que pude la vergüencita, inseguridad y timidez.
-Te duele decir eso.
-¿Crees que eso me importa? Agonicé por 4 años, eso continuaría si ese día no hubiera cometido el error de visitar ese claro.
-¿Acaso nuestro encuentro...?
-¿Por qué te querría cerca Pinetree? -Sonreí burlón- Te necesito para vivir, es la única razón por la que sufrí, no puedo dejarte morir humano.
Enterré tanto como pude el dolor y el asco que me provocaron mis propias palabras, necesito verme seguro y demostrarle que esos son mis verdaderos sentimientos. No me sorprendí cuando sentí un fuerte golpe en mi mejilla, dirigí mis ojos a él y tuve que contener el impulso de apegarlo a mi cuerpo cuando vi su mirada cristalina.
-Te odio.
Contuve el jadeo y el intenso dolor que provocaron sus palabras, me destrozaron y mi corazón se estrujo dejando de latir por un momento. Apenas fui consciente de cómo se alejó de mi cuerpo, tuve que retener el impulso de apegarlo a mí de nuevo, solo lo vi salir de la habitación.
Sentí las lágrimas bajar por mis mejillas, mi cuerpo empezó a temblar y el dolor se estaba acumulando más rápido de lo que esperé. Fue estúpido hacer todo eso ahora que mi resfriado recién empieza, pero tenía que hacerlo.
Apenas fui capaz de encadenarme a la muralla cuando sentí el empuje de mi cuerpo de querer ir con Pinetree, eso se repitió un par de veces hasta que terminé en el suelo temblando, mis poderes se están descontrolando sin su presencia.
Contuve por poco un grito de dolor ante el fuerte ardor en mi cuerpo, un dolor punzante y sofocante, me faltaba el aire y apenas era consciente de lo que pasaba a mi alrededor, solo se mantuvo fuertemente en mi cabeza sus palabras, su mirada molesta.
Escuché un murmullo con mi nombre, pero no le preste atención dejé que mis poderes hicieran lo que quisieran, no me siento muy bien para retenerlos. Debido a eso termine flotando en agua tan helada, miré mis manos y no me sorprendí de que la que estaba atada a la cadena me anclara a mi dimensión pasando por el portal.
De repente caí al suelo totalmente empapado, empecé a toser buscando llenar con aire mis pulmones, aunque cada respiración dolía mucho. Todo esto me lo merezco, le he hecho mucho daño a mi lindo Agapē, mis anteriores palabras, que este en peligro por mi culpa.
Sentí otro fuerte jalón que me indicaba que mi decisión no fue aceptada por mi cuerpo, por mi magia que buscaba ir con Pinetree, no puedo creer todo el dolor que estoy sintiendo solo con sus palabras, con esta sutil lejanía ¿Por qué? Soporté años lejos de él ¿Por qué duele tanto?
Me dejé caer exhausto a un lado, mi cabeza duele mucho y siento que cada parte de mi cuerpo esta frío ¿O es calor? Agité fuera esos pensamientos tratando de soportar el nuevo dolor, después de todo, necesito acostumbrarme a esto, ya que no creo que Pinetree me deje estar cerca otra vez.
Narra Dipper.
Me sentí tan herido por sus palabras, ¿Me sellará la memoria de nuevo? Cada una de sus palabras me lo confirmaban, cargadas de una frialdad que nunca lo escuche hablarme con sus ojos tan opacos sin ese característico brillo. No lo soporte.
Salí de ahí sintiéndome sofocado, me dolía...no, ¿Nos duele? Apenas cerré la puerta fui consciente de los sentimientos de Bill ¿Cómo pude ser tan ingenuo? El maldito estaba tratando de apartarme, trataba de que yo lo odiara, no pueden ser sinceras sus palabras con todo lo que hemos pasado juntos.
Todos estos meses estuve con él, vi ese hermoso brillo en sus ojos al mirarme, como me protegía, las diferentes dimensiones que me mostro ¡Su regalo! El hermoso libro que escribió a mano para mí ¿Cómo haría eso si solo me está ocupando para vivir? No dejaré que se salga con la suya.
Me sobresalté cuando sentí la magia de Bill demasiado alocada e inquieta, traté de abrir la puerta, pero se sentía bloqueada traté diferentes formas para entrar, pero nada resulto, me empecé a preocupar cuando las emociones de mi estúpido demonio decayeron demasiado.
Empecé a entrar en pánico cuando escuche varios golpes, necesito entrar. De repente la puerta se abrió de golpe, encontré a Bill tirado en el suelo mojado con una cadena en su muñeca enrojecida que lo conectaba con la pared.
Alejando los recuerdos que me asaltaron corrí hacia él tomando la olvidada toalla en la cama y lo envolví en ella empezando a secarlo, él soltó una serie de quejidos sin siquiera abrir los ojos. Lo abracé con fuerza muy preocupado por todo el dolor que está sintiendo, lo apegué mucho a mi cuerpo tratando de que entrara en calor, está muy frío.
-Lo siento Bill -Murmuré.
Verlo en pésimas condiciones me está preocupando ¿Por qué esta tan mal? ¿Fueron mis palabras? No menciono que algo así puede pasar, varias veces en broma le dije eso y nunca reaccionó así, bueno se me pegaba besándome ¿Acaso el rechazo es así de doloroso para Bill?
-¿Pinetree?
Bajé mi mirada encontrando sus ojos un poco más brillantes mirándome, frunció el ceño tratando de apartarse de mí, pero no lo dejé moverse mantuve el abrazo.
-Su-suéltame -Se removió en mis brazos.
-No lo haré, estas muy mal.
-Da igual -Susurró.
-No es cierto, estas muy helado y mojado.
Froté mi mano en su espalda tratando de que entrara en calor, él solo se estremeció y se apegó sutilmente a mi cuerpo, lo dejé hacerlo sin replica alguna, debo ser una buena fuente de calor para él en estos momentos.
-¿Por qué estás aquí? -Murmuró bajo.
-¿Por qué será? -Lo miré enojado, él se tensó- Eres un mentiroso.
-No mentí.
-Sé que existe la posibilidad de que cuando te recuperes me selles la memoria de nuevo, pero la razón que diste fue mentira.
-No lo...
-¿Acaso no recuerdas que puedo sentir tus emociones? -Recalqué mirándolo molesto.
-Lo recuerdo.
-Sentí tu dolor apenas atravesé la puerta ¿Por qué hiciste esto?
-Te-tenía que in-intentarlo.
-¿Intentar qué? ¿Apartarme? Bill eres un idiota.
Él no dijo nada se apegó a mi cuerpo, me encuentro un tanto aliviado de que el sofocante dolor y tristeza disminuyeran considerablemente, pero eso no quita la mueca de dolor que él hizo.
-¿Por qué te duele tanto?
-Tus palabras...me dolieron más de lo que espere -Susurró bajo casi a regañadientes.
-¿Puedo hacer algo para ayudarte? -Lo miré preocupado.
Lo sentí removerse hasta que acabó sentado frente a mí, no pude preguntarle que sucede cuando me beso, me sonroje por el tierno y suave beso. Correspondí rodeando su cuello con mis brazos, no pude profundizar mucho cuando se separó y se apoyó en mi hombro dejando escapar un suspiró.
Me sorprendí al no sentir el dolor, lo miré buscando alguna explicación, pero nada, se quedó de esa forma muy tranquilo apegado a mi cuerpo temblando sutilmente.
-¿Por qué el beso?
-Me ayudó -Murmuró bajo.
Repentinamente se levantó, hice lo mismo viendo cómo se cubría con la toalla, casi olvido que su personalidad esta algo cambiada a la que conozco por su resfriado.
-¿A dónde vas?
-Quiero ponerme algo.
-¿Qué necesitas? -Pregunté colocando una mano en su mejilla.
Me sorprendí al sentir su mejilla un tanto caliente, curioso y preocupado toqué su frente donde me confirmé la fiebre que tiene. Bill se apoyó en mi mano dejando escapar un suspiró, se ve mucho más tranquilo y algo adormilado.
-Lo qué sea que elijas está bien.
Lo llevé a la cama y lo dejé sentado para proceder a buscar un buen cambio de ropa para él, me sentí un tanto apenado por registrar su armario, pero no creo que esté en condiciones para hacerlo él. De entre todo escogí un bóxer blanco con pinos, pantalones sueltos negros y una playera manga larga amarilla.
Con todo en mano me giré a verlo, él me miraba con cierta confusión, sacudió la cabeza pasando su mano por ella, preocupado me acerqué dejando mi mano apoyada en su frente escuchando de inmediato un suspiro, su temperatura está aumentando.
-¿Hace cuanto estas aquí? -Me miró confundido.
-No hace mucho ¿No lo recuerdas?
El frunció el ceño un momento para luego sonrojarse y apartar la mirada, al parecer recordó que me beso hace no más de un minuto, como también la pequeña conversación que tuvimos.
-Sí.
-Te traje esto para que te cambies, trata de secarte bien antes de ponértela.
-Lo sé -Tomó la ropa que le ofrecí.
-Me giraré.
Al verme pude ver como su sonrojo se oscureció dándome la oportunidad de ver más claramente sus pecas, se ve bastante lindo así si dejamos de lado su formado y atractivo cuerpo tatuado.
-Deberías ponerte algo de ropa Pinetree.
Me miré dándome cuenta de que sigo sin la mitad de mi pijama el cual se mojó gracias a Bill, aunque no lo culpo, sus poderes han estado descontrolados.
-Lo haré cuando me asegure de que estés vestido.
Levantándome le di la espalda para que tuviera la suficiente privacidad para cambiarse sin morir de vergüenza.
Narrador
Bill al asegurarse de que Dipper no estaba viendo se secó con magia para luego levantarse y tomar los bóxeres, no pudo evitar sonrojarse por el diseño que escogió. Soltando un quejido interiormente empezó a colocarse la ropa con velocidad vigilando varias veces que el castaño no se girara a verlo.
Apenas terminó de colocarse la playera sus poderes se presentaron con fuerza cuando repentinamente quedó pegado a la espalda del castaño quien al sentir el repentino choque se giró a verlo.
-Si que has estado pegado a mí.
-No es mi intención -Trató de apartarse sin mucho éxito.
-No me molesta Bill -Tomó su mano y lo jaló hacia su cuerpo- Tenerme cerca te ayuda ¿Verdad?
-S-sí -Murmuró bajo ocultando su cabeza en su cuello sintiendo el aroma de su Agapē- Lo siento.
-¿Por qué te disculpas?
-Lo que dije...lo siento.
-No vuelvas a intentar hacer algo así.
-Bien.
-Ahora que arreglamos eso ¿Sabes dónde esta Сосна? No lo he visto desde la mañana.
-Le advertí que si mis poderes se descontrolaban y se presentaban síntomas de un resfrío me dejara solo.
-Si es así ¿Dónde ha estado?
-Supongo que en tu habitación -Chasqueo los dedos sutilmente, fue que sintió el peso de una prenda en mi cuerpo.
-Gracias.
-De nada -Susurró.
Dipper pasando un brazo por la espalda de Bill lo incitó a caminar, este lo miró curioso tratando de descifrar porqué su lindo castaño quería abandonar la habitación.
-¿Quieres comer algo? Debes tener hambre.
-¿Por qué eres tan gentil conmigo? -Lo miró curioso- Sé que mi resfriado puede...
-Quiero compensarte todo lo que has hecho por mi -Lo interrumpió- ¿Qué mejor forma que cuidarte en tu resfriado?
Bill un tanto sonrojado desvió la mirada para empezar a caminar seguido del castaño quien mantuvo una sonrisa, ver al demonio tan tímido le provocaba cierta ternura, se vio entonces bastante emocionado de ser capaz de ver cuanto cambio el rubio gracias al resfriado.
Solo esperaba que un resfriado demoniaco no fuera tan severo.
Continuará.
Hola gente!
Aquí un nuevo capitulo, tengo que decir que lo cambie bastante del original considerando los otros cambios que hice alrededor de la historia, para los que leyeron la versión original espero les haya gustado.
Siento mucho que el capitulo sea tan largo, pero no podía cortarlo y esto fue lo que quedo y entre edición salió más largo de lo que considere(14700), pero por fin llegamos a la parte que seguramente varios habían estado esperando
Deseando que les haya gustado este capitulo nos vemos mañana, cuídense y no se olviden de tomar agüita.
Bye Bye 💕✌
Maratón 6/9
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro