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Capítulo 33

Narra Dipper

Pude ver con claridad su mirada sorprendida y feliz casi esperanzada cuando le dije directamente que puede estar tan cerca de mí como quisiera. Aunque sigue dudoso de acercarse y debido a eso su cuerpo sigue tan tenso por contenerse a temblar.

-Bill -Lo llamé provocando un sobresalto.

-¿De...verdad? -Murmuró apenas audible.

-Sí, así que...

Me giré para verlo mejor y extendí mis brazos a los lados invitándolo a un abrazo, me sorprendí cuando escuché ruido arriba mío, supuse que la magia que estaba empleando se extinguió por completo, pero no pude ponerle la atención suficiente cuando sentí el impacto de su cuerpo con el mío.

Me sonroje mucho cuando él me alzó y me sentó en sus piernas abrazándome con un poco de fuerza contra su cuerpo ocultándose en mi cuello temblando de pies a cabeza.

Confirmé con su acción que tenerme tan cerca y no poder tocarme lo estaba enloqueciendo y desesperando demasiado que contenerse debió ser un martirio para él, por eso tiembla tanto, estar conteniendo el impulso de acercarse a mi es demasiado para su cuerpo que tenía que expresarlo de alguna manera.

-Pe-perdón -Murmuró suavemente.

-¿Por qué te disculpas? -Lo abrace por el cuello.

-No puedo dejar de temblar -Se quejó frotando un poco su mejilla en mi hombro.

-Ahora entiendo porqué estabas tan tenso -Pasé mi mano por su espalda en una caricia- Estabas evitando temblar ¿No es así?

-Sí.

Podía sentir sus músculos tensos tratando de dejar de temblar o contenerlo. Recuerdo que cuando le sequé el pelo hace unas horas él temblaba de esta manera, pero luego dejó de hacerlo con contacto físico. Con una teoría en mente subí una de mis manos y acaricié su cabello dejando unas cuantas caricias tratando de enfocarme en eso y no en que estaba sentado sobre él abrazándolo.

Él permaneció en silencio, pero nunca detuve mis caricias y me siento satisfecho que el temblor de su cuerpo con forme pasaron los minutos fue menguando y la tensión en sus hombros como en el resto de su cuerpo desapareció.

Además de permanecer sentado en sus piernas en este tiempo pude escuchar con claridad el movimiento de los utensilios, me sorprende que pueda seguir preparando la comida sin siquiera ver lo que esta haciendo. Aunque tengo que admitir que me gusta más verlo cocinar a que lo hiciera con magia.

-Quiero ir -Murmuró repentinamente con una voz adormilada.

Me sorprende mucho el efecto que tengo en él y como se puede relajar conmigo a su lado, hasta pareciera que en cualquier momento se dormirá en mis brazos ¿Por qué? Siento mucha menos fuerza en su agarre que antes y eso ya es mucho decir.

-¿A dónde? -Pregunté confundido.

-A esa biblioteca de la que hablaste -Se removió un poco acomodándose.

-Bill no es...

-Quieres ocupar esa habitación que tengo en el segundo piso, es pequeña con una especie de cama con varios cojines y una ventana en el fondo -Susurró bastante adormilado.

Además de escucharlo hablar casi arrastrando las palabras me sorprendió que supiera lo que en verdad quiero y quise preguntarle hace casi una hora ¿Cómo lo sabe?

-Bill yo no...

-No intentes negarlo -Bostezó- Lo leí, lo siento, pero de verdad tenía curiosidad del motivo del porque querías ir a comprar libros -Me apegó otro poco a su cuerpo- Quieres que te lea un libro.

-N-no y-yo qu-quería que le-leyéramos los dos y...

-Fue lo que leí en tus pensamientos, no puedes contradecirte a ti mismo Pinetree -comentó con cierta diversión en su voz.

-¿Cómo es que lo leíste si no he pensado en eso?

-Si sobre eso...entre un poquito en tu mente.

-¿Qué tanto? -Pregunté con temor.

-Mmm creo que unos cuantos recuerdos atrás, solo busqué el recuerdo exacto en tu mente, el momento preciso en donde me lo ibas a preguntar, pero no pudiste decírmelo por lo que leí lo que en verdad querías.

-Pa-para hacer todo eso... ¿Tienes que entrar en mis otros recuerdos?

-No puedo leer tu mente con libertad debido al trato, solo pude tomar una puerta trasera.

-¿A qué te refieres?

-Los demonios de trato como yo buscamos puntos frágiles en nuestros propios tratos, como podemos tomar ventaja de nuestras restricciones y explotarlas -Bostezó frotando otro poco su mejilla en mi hombro- Es algo que aprendemos y usé ese conocimiento para doblar un poquito el trato a mi favor.

-¿Qué tanto? ¿Qué hiciste? ¿Cómo lo lograste?

-Veras me dijiste que no leyera tu mente a voluntad ¿Verdad? Fue un trato demasiado abierto y no especificaste las condiciones de esa "Voluntad" o los factores que indican que yo lea tu mente sin ser consciente o capaz de retener mi don ¿Cierto?

-Sí -afirme sorprendido, tengo que aprender a hacer tratos, no di ni siquiera un limitante.

-Bien, teniendo esa libertad, hace un tiempo me diste permiso de que leyera tu mente solo con lo que intentabas decirme, agregando que pudiera escuchar cuando me hablabas directamente para mi, teniendo en cuenta esos factores podía buscar todo lo que yo quisiera en tu mente, pero únicamente lo que estuviera relacionado con el tema principal y si intentaba leer otro recuerdo el trato se manifestaría siéndome imposible hacerlo.

No puedo creer que tuviera tanta libertad con mi trato, pudo leer lo que quiera sobre el tema y yo ni cuenta me di de que se metió en mi mente.

-¿Podemos modificar el trato?

-Se puede, pero tendrías que darme algo a cambio, ya que tu parte se cumplió y la mía es constante por lo que necesitas intercambiar algo.

-¿Cómo puedo hacer buen uso de mi trato?

-Agrega más limites -Se acomodó contra mi cuerpo- Piensa bien en lo que no quieras que lea, las restricciones que quieres ponerme, pero debes tener en cuenta que como demonio de la mente restringirme un poder fundamental será costoso.

-¿Co-costoso? -Pregunté temeroso.

-Piensa en un sándwich mientras más cosas le agregues su sabor será mejor, pero el precio de ese simple pan será más caro ¿no? Es lo mismo para un trato mientras más pidas tendrás que equilibrar el costo.

-¿M-me co-costará mucho?

-Los tratos modificados no se ven a menudo, un mismo trato ya es una sentencia de muerte para un humano, ya que lo que pide lo paga de dos maneras, equilibrio en costo o el deseo del demonio.

-¿A qué te refieres?

-Si quieres más, pagas la misma cantidad, pero si el demonio desea algo ocupara su necesidad para que su actual contrato cumpla con lo que desee velando por sus intereses.

-Por eso no me cobraste nada.

-Lo que pides es costoso ¿Restringir el poder fundamental de un demonio de la mente? Eso es muy caro, pero como deseaba algo fue técnicamente un trato gratis a tu favor -Bostezó adormilado.

-¿Por qué me lo explicas?

-Tú preguntaste -Contestó confundido.

-Sí, pero eres un demonio ¿No deberías aprovecharte de mi ignorancia?

-Jamás te haría eso -Se quejó enojado- Además los vacíos en tu trato son insignificantes, solo tengo ventaja en contadas ocasiones.

-Usaste el vacío por curiosidad.

-Sí, pero pude saber lo que querías.

-¿Qué me pedirías si quiero modificar nuestro trato?

-Depende de las modificaciones que quieras darle.

De repente se separó de mi para mirarme fijamente, viéndolo de cerca se ve mucho más relajado que hace un rato, además de que pareciera que en cualquier momento se caerá a un lado y dormirá en el frío suelo.

-¿Qué modificaciones quisieras hacerle?

-De partida no quiero que leas mi mente sin mi permiso, ni lo hagas a voluntad.

-¿Algo más?

-Si te doy permiso para leer mi mente solo puedes escuchar mis pensamientos referentes a ese tema.

-Eso no puedo hacerlo -Frotó uno de sus ojos- Los pensamientos son volátiles, vienen y van como se les plazca, por lo que si en alguna otra ocasión me permites leer tu mente me llegaran todos tus pensamientos de golpe.

-¿Puedes contenerlo?

-Sí, es difícil, pero con el trato puedo aislar la línea de pensamientos.

-Entonces si te permito que leas mi mente no quiero que accedas a mis recuerdos. -Al mencionar aquello lo sentí tensarse mirándome bastante sobresaltado.

-Esa es un área diferente y no influye en tu trato.

-Explícate.

-El área de recuerdos es una zona completamente diferente y compleja, los pensamientos son volátiles y repentinos, los recuerdos son constantes y se mantienen en una sola línea.

-Pero nosotros olvidamos...

-Tu parte consciente no recuerda tu niñez, cuando naciste, tus primeros meses de vida ¿Cierto? Cierto, pues la mente mantiene esos recuerdos gravados en tu memoria, pero no puedes acceder a ellos, pasa eso a menudo.

-¿Cómo puedo recordar esos recuerdos?

-Que un demonio de mi clase te ayude a recordar y estimular tu memoria o recordarlo por ti mismo, algo muy complicado de hacer sin ayuda.

-Quiero agregarlo al trato.

-No -Me miró serio- Tu trato es modificable dentro de las clausulas preestablecidas; no leer tu mente, guía tus limitaciones referente a ese punto.

-¿Y que entres en mi mente?

-Depende del camino que elijas puedes seguir ese rumbo.

Fue una tortura modificar el trato, no podía creer todas las limitaciones que tiene un trato ya hecho y uno quiere limitar a la contraparte, Bill adormilado y todo me ayudo a lograr que el trato fuera perfecto.

Quedamos en que no podría ingresar a mi mente a menos que tuviera mi permiso, lo mismo con mis pensamientos, que no los leerá a menos que algo fuera de su control le impida controlar su poder.

Entre otros puntos pude tener un trato más completo con más limitaciones que protegen mis memorias de ser selladas y a Bill de agonizar de dolor por sellarme la memoria. Sin embargo, cuando acabamos de establecer las nuevas limitaciones para él venía la parte donde yo tengo que darle algo a cambio.

Medité mucho que puedo ofrecerle a él con todo lo que hizo por mi, pero simplemente no se me ocurrió nada. Bill por el contrario no me dio mucho trabajo en eso y pidió otra salida con una mirada brillante, pensé que me pediría algo más, pero él dijo que no podía darle lo que en verdad desea por lo que se conformaba con pasar tiempo conmigo, su comentario solo me hizo sonrojar fue un alivio que él no se diera cuenta de eso.

Me sorprendió que con lo costoso que es limitar un poder fundamental me pidiera solo una salida a cambio. Estoy seguro de que si yo no fuera su Agapē me hubiera hecho pagar el precio de la modificación con creces.

Me siento culpable de limitarlo y que él reciba una porquería de vuelta, aunque me hace feliz que durante todo este tiempo el no diera ni un indicio de separarse de mi, hasta lo pude ver bastante feliz con su petición, intente que me pidiera algo más, pero se negó de inmediato.

-¿De verdad estas bien con mi parte del trato? -Pregunté una vez más.

Nunca pensé que en verdad Bill pudiera relajarse conmigo, pero lo logré, ahora mismo sigue abrazado a mi cuerpo más dormido que otra cosa, estando totalmente tranquilo, hasta la tensión en su cuerpo desapareció por completo.

Claro que entre eso sentí como se nos unió Сосна él parece igual de feliz que yo por el progreso que he tenido con Bill. El pequeño conejo se frotó en mi pierna como agradeciendo por lo que hice, yo solo atiné a sonreírle.

Ahora Bill se encuentra muy somnoliento, había dejado de usar magia, por lo que supe que había terminado la cena, pero no daba ni un solo indicio de separarse o dejarme ir, aunque no me molestara su cercanía, tengo hambre.

-¿Qué dijiste? -Murmuró adormilado.

-Si estas conforme con tu petición, puedo darte otra cosa -Pasé mi mano por su cabello.

Nunca creí que en verdad me gustara su cabello, además de ser rubio la suavidad de el es primordial, me encanta dejar caricias y enterrar mis dedos en su pelo mientras hago círculos y nudos para luego deshacerlos.

Bill ante lo que hago no se ha quejado ni una sola vez, hasta por un segundo lo escuché suspirar, al parecer le gusta que juegue con su pelo, pero es solo una suposición.

-¿Ah? -Se removió un poco- Sí, estoy conforme.

-¿Seguro? -Traté de mirarlo- Siento que es...

-Estoy bien con mi parte -Se separó dando un bostezo- ¿Por qué tú no?

-Siento que es muy poco lo que te estoy dando en comparación con lo que tú cumples con el trato.

-Oh así que es eso -Se estiró un poco- ¿Acaso te sientes culpable de pedir tanto Pinetree?

Aunque siguiera bastante adormilado pudo hacer esa maldita sonrisa entre divertida, traviesa y burlona. Solo atiné a desviar mi mirada para que no me viera sonrojado y yo no perderme en sus lindos ojos dorados.

-E-es que n-no es justo.

-Deberías ser más codicioso y aprovechar que el trato esta a tu favor -Rio.

-No es justo -Me quejé.

-¿Acaso quieres que lo doble para que yo salga beneficiado? -Inquirió sin borrar su sonrisa.

-Bu-bueno es que...

-No lo quieres, solo deseas que tenga más para equilibrar un poco tus costosas limitaciones

-No lo digas así -Me quejé culpable.

-Bueno~ -Tarareo tomando mi cintura y sentándome a su lado- si quieres que pida más ofréceme algo que quiera.

Me sonroje al pensar en las diferentes cosas que puede desear Bill siendo yo su Agapē ¿Qué puede hacerlo feliz? Sé que tenerme cerca relaja la necesidad que tiene de tocarme, pero no sé mucho sobre el tema de ser su compañero de vida, exceptuando lo que mencione ¿Hay algo que él desea que yo pueda darle?

Quise preguntarle hipotéticamente hablando si yo fuera su Agapē que quisiera hacer conmigo, pero descarte la idea de inmediato, sería demasiado sospechoso eso, además que lo mas probable es que muera de vergüenza primero.

-¿Quieres comer? -Preguntó interrumpiendo mis pensamientos.

-¿Eh? S-sí.

-Bien.

Lo vi levantarse y estirarse no sin antes dejar una caricia en la cabeza de Сосна quien lo miró bastante animado. Al ya estar de pie se estiró otro poco más dando un bostezo, en verdad se ve adormilado y muy relajado, nunca pensé verlo así.

-Ya esta lista la comida -Revisó las ollas.

-¿Qué hay de comer? -Me levanté.

-Arroz con salsa y de postre galletas.

Antes de que pudiera tomar los platos y por lo menos poner la mesa él se me adelanto haciéndolo con magia, me sentí inútil, pero no pude reclamar solo pude seguirlo mientras lleva todas las cosas flotando al comedor.

Narrador

Los siguientes minutos ambos comieron en un tranquilo silencio cada uno metido en sus pensamientos, Dipper en lo que puede ofrecerle al demonio, mientras este repasaba en su memoria con tranquilidad las nuevas visiones exprés que no se habían manifestado por un tiempo hasta ahora.

El castaño halagó bastante la comida del demonio quien mantuvo una sonrisa en su rostro al estar feliz de que a su Agapē le gustara su comida, mientras que su conejo solo comió sus zanahorias con entusiasmo, nunca había visitado la dimensión del compañero de su amo y ahora tendría la oportunidad.

>...<

No tardaron mucho en que ambos terminaran de comer con Bill mucho más calmado con la necesidad no tan severa con una que otra visión exprés, pero que lo pasó por alto al ser solo unos pocos milisegundos.

Ahora el rubio espera con su conejito en brazos a que el castaño baje con sus cosas, las cuales consiste en una mochila y documentos para poder ir a la biblioteca que desea.

-¿Estas listo? -Preguntó con cierta inquietud el demonio.

Bill puede que le haya mencionado esa pequeña necesidad de tenerlo cerca, pero no pudo decirle el instinto protector que tiene, esto claramente sobrepasa lo normal en un demonio común y debido a esa potente diferencia hay veces que el rubio necesita ver si el castaño esta bien, sintiéndose enormemente aliviado de que el poderoso hechizo de protección que tiene sobre Dipper funcione tan eficazmente con la posibilidad de aumentar su poder para relajarse.

Sin embargo, Bill se retuvo a fortalecer el hechizo removiéndose inquieto por comprobar que el castaño esta bien, no habían pasado más que unos 10 minutos desde que se separaron para prepararse, pero fueron los suficientes para inquietar al demonio.

Dipper a punto de responderle notó que Bill no estaba del todo bien, inclinó la cabeza a un lado observándolo curioso y pensativo, no se notaba que era tema de la necesidad del contacto físico, pero por como paseaba sus ojos dorados por su cuerpo debe ser algo importante.

-¿Te encuentras bien? -Se acercó hasta quedar a solo 3 pasos del demonio.

Bill pestaño y sacudió su cabeza bufando enojado consigo mismo, sabe que Dipper hace menos de dos horas le mencionó que no le molestaba su cercanía y ahí estaba él conteniéndose de nuevo, puede que sea algo completamente diferente a querer contacto físico, pero lo estaba haciendo.

El rubio temeroso y aún con dudas dio un paso para estirar su brazo colocando su mano en la nuca del castaño y atraerlo a su cuerpo en un medio abrazo, ya que con el otro sostenía a su conejito quien movía su colita totalmente feliz de que su amo empezara a soltarse con su Agapē.

Dipper quedó en el pecho del demonio escuchando sus rápidos y fuertes latidos, estaba bastante agitado, cerró los ojos un momento para concentrarse en las emociones del rubio y pudo sentir algo parecido al temor mezclado con la inquietud y la ansiedad.

El castaño frunció el ceño cuando Bill se apegó más a su cuerpo dejando escapar un suspiro de alivio puro, ya que en los pocos segundos que mantenían la posición el demonio comprobó que su lindo Agapē se encuentra en perfecto estado, aunque eso no lo sabe Dipper.

-Te estabas conteniendo de nuevo -Lo regaño.

-Lo siento -Susurró bajo, aunque no parecía para nada arrepentido.

-Bill te dije...

-Lo intento -Se quejó- Es difícil para mi ¿Sí?

-¿Acaso no confías en mi? -Actuó usando una voz herida sintiendo de inmediato al rubio tensarse.

-No dije eso, solo...trato de acostumbrarme a que me dejes estar cerca -Susurró muy bajo que Dipper tuvo que esforzarse mucho para escucharlo.

-Bien -Pasó su brazo por la espalda de Bill sobresaltándolo- ¿Estas mejor?

-Sí, perdón -Se separó de inmediato.

-Bill -Frunció el ceño.

El rubio ignoró el regaño y le dio la espalda para cerrar sus ojos concentrándose en la dimensión de su Agapē, sin embargo, su concentración se fue de viaje cuando Dipper se apegó a su espalda abrazando su abdomen, su corazón dio un vuelco ante tal acercamiento.

-No me asustes así -Lo regañó, aunque puso su mano libre sobre la contraria.

No lo regañes sabes que te gusta.

-Tú no opines traidor -Se quejó sacándole una risa al castaño.

-Como quisiera poder escuchar lo que dice.

-¿Acaso también quieres molestarme? -Se giró a verlo, pero sin dejar la posición, con una sonrisa casi divertida- ¿De verdad eres tu Pinetree? Antes eras un ángel.

-Esa es Mabel, yo nunca lo fui -Desvió la mirada con un sonrojo en sus mejillas.

Tierno -Pensó embobado- Mi Agapē es muy tierno.

-¿Por qué me miras así? -Se quejó avergonzado el castaño ocultándose en su espalda.

-Solo pienso que...deberías mostrar tu marca más seguido -Comentó con una sonrisa leve casi muriendo de diabetes.

Dipper se ocultó más en su espalda cubriendo con su cabello su marca de osa mayor y acomodando mejor su gorra, Bill dejando escapar una risita por la actitud tierna de su Agapē, volvió a mirar al frente antes de que se le saliera el corazón del pecho.

El castaño una vez controló su sonrojo se asomó otra vez para ver que hacía Bill, pero antes de que pudiera preguntar dio un saltó sorprendido al ver un portal de colores azules aparecer a solo 2 pasos del demonio quien sonrió triunfal.

-¿No usaremos teletransportación?

-No es necesario, nuestras dimensiones no están tan lejos.

-¿Y las otras? ¿Por eso no ocupas los portales dimensionales?

-Puedo hacerlo, pero me canso si abro portales entre dimensiones con grandes distancias entre ellas, uso el otro método más por comodidad y que no quiero estar agotado.

-Oh comprendo ¿Vamos? -Se soltó mirándolo emocionado.

-Adelante -Sonrió dándole la pasada.

Dipper sintiéndose como una reina ante la reverencia de Bill con una de sus típicas sonrisas no tardó en ingresar al portal, mientras el demonio feliz ingreso pocos segundos después que él afirmando muy bien a Сосна.

El castaño abrió sus ojos viendo impresionado el bosque de Gravity Falls en el claro que es tan importante para él de maneras que no entiende. Se giró a preguntarle a Bill del motivo por el cual aparecieron en este lugar, pero sus palabras murieron al ver al rubio con un aura dorada a su alrededor con sus cabellos moviéndose lento.

-¿Bill? -Lo llamó embobado.

-La raza de Сосна es especialmente débil ante los cambios de dimensión, si vamos de un lugar a otro tiende a marearse y darle jaqueca.

-No lo sabía, perdón, yo debí...

-Tranquilo, él sabe los riesgos e igual quiso venir, aunque le advertí que esto pasaría.

-¿Y qué haces?

-Lo curo.

Dipper se sorprendió cuando el rubio levantó la mirada sus ojos brillantes con la pupila alargada, sus ojos de demonio pudo verlos agregando esa aura dorada que rodea su cuerpo le daba un toque realmente mágico y sobrenatural que le encantó.

-Pensé que no eras bueno en esa área.

-Y no lo soy -Bufó enojado- Trato de curarlo tanto como puedo.

Dipper no queriendo que el conejito sufriera se acercó y rodeo con sus brazos el cuerpo del demonio quien se estremeció para luego sonreír ante la consideración del castaño con ayudarle. Debido a eso fue mucho más rápido el proceso dejando como nuevo al animalito quien se removió en sus manos saltando al hombro del humano quien rio.

Ninguno de los tres se dio cuenta, pero por un segundo se vio que el aura dorada se combino con una azul formando una hermosa armonía de colores. Algo simplemente hermoso que combinaba con la naturaleza a su alrededor.

-¿A dónde esta esa biblioteca de la que hablaste?

-En California

-¿California? -Murmuró tratando de hacer memoria.

El rubio no tardó en recordar el origen de su Agapē sabiendo que huyó de sus padres y que sus tíos tomaron su custodia hace 4 años. Frunció un poco el ceño al recordar lo que le hicieron esos humanos a su castaño, este no pasó por alto esa molestia.

-¿Sucede algo?

-¿Ah? No, no -Sonrió un tanto nervioso.

-¿Seguro? Pareces molesto ¿No te gusta California?

-No es eso, solo recordé algo desagradable es todo -Forzó una sonrisa.

Bill cerro sus ojos un momento para buscar a los padres del castaño, no se iba a arriesgar a que se cruzaran en su camino, ya que si él los veía de frente dudaba ser capaz de contenerse a matarlos.

-¿Bill?

El rubio lo ignoró un momento para concentrarse en el aura de esos dos humanos, los había rastreado varias veces para que en estos cuatro años Dipper no se cruzara con ellos. Hasta en una ocasión los sintió demasiado cerca que no dudo en manipular a la distancia sus mentes para que se alejaran de la dirección de su Agapē.

Dejó ese tema de lado para no tentarse a ir directamente con esos dos humanos y matarlos al tener la posibilidad de estar en la dimensión por lo que se concentró en buscarlo antes que nada. Sonrió leve al encontrar a ambos, en diferentes distancias, pero los dos en New York.

-Bien vamos -Miró al castaño.

-¿Hiciste algo?

-Estaba tratando de ubicar California -Comentó, una mentira a medias, ya que buscó la ubicación de ese lugar de paso.

-¿Nos transportaremos?

-Es más rápido que tomar un bus ¿no? -Sonrió estirando su mano.

-¿Estas seguro de la ubicación? No quiero aparecer en medio de una avenida -Tomó su mano.

-Tranquilo, nunca me ha pasado eso -Lo apegó a su cuerpo- Y si se diera el caso tengo una contramedida para los humanos que llegarían a vernos.

-Bien -Afirmó bien al conejo al tiempo que se aferraba a Bill.

Solo con un chasquido de dedos del demonio los hizo desaparecer del lugar para aparecer en un sitio totalmente diferente, un callejón sin salida entre dos edificios departamentales. El rubio apenas llegó examinó el área asegurándose que ningún humano los hubiera visto, suspiró aliviado de que haya sido así.

-Llegamos -Informó el rubio.

El castaño se separó observando el lugar con curiosidad no sabía en que parte de California se encontraba sacó su celular un momento para buscar la biblioteca más cercana sorprendiéndose de que hay una a solo 5 calles de su posición.

-Bill -Lo llamó.

-¿Qué pasa? -Preguntó acariciando a su conejito en brazos del castaño

-¿Alguna vez estuviste en California?

-Uhm...-Frunció un poco el ceño- ¿Tal vez?

-¿Tal vez? -Lo miró serio.

-Puede que... si estuve aquí, pero fue hace demasiados años -Comentó pensativo- Gravity Falls no es el único lugar donde me invocan ¿Por qué preguntas?

-La biblioteca más cercana esta a solo 5 calles.

-¿Y? -Lo miró confundido- ¿Esta mal?

-No, solo... ¿Cómo sabías que había una tan cerca?

-La busque, una cercana con poco transito y casi sin humanos transitando en una zona con callejones -Se encoje de hombros- Mientras menos testigos mejor.

-Bien.

Dipper salió del callejón encontrando exactamente lo que dijo Bill, este no dudo en seguirlo, el conejito por su parte miró todo con curiosidad ya que nunca había visitado un reino humano y le fascinaba las diferentes construcciones y transportes.

Bill por su parte se mantenía tan tranquilo como fuera posible, pasear en una calle amplia con su Agapē lo ponía un tanto incómodo y bastante preocupado de lo que pueda pasarle al castaño, el demonio maldijo interiormente su instinto sobreprotector con su humano. Este notó que el rubio estaba algo tenso, miró curioso como estaba cerca de él, pero a una distancia prudente mirando alrededor con una expresión seria.

-¿Te encuentras bien?

Bill dio un pequeño saltito en su lugar mirando al castaño para forzar una sonrisa asintiendo, Dipper no se tragó eso, pero no entró en detalles caminando a su lado mirado las calles recordando la dirección del establecimiento con facilidad. Sonrió emocionado sin poder evitarlo al estar tan cerca de lo que planeaba fuera cumplido.

Solo tiene que llegar a la biblioteca con Bill, comprar algunos libros y regresar a la dimensión del demonio. Bastante fácil ¿No?

Continuará

Hola gente! 

Hace un tiempo que no publico y quise hacerlo hoy, aunque es de madrugada dormir nunca fue una opción. 

Este capitulo al igual que los anteriores es igual de largo, la mayoría de los capítulos de esta historia tiene esta extensión, me disculpo si se les hace tedioso leer tanto en solo un cap. 

Me gustaría saber que piensan de los capítulos largos o si quieren que los acorte un poco. Me encantaría saber su opinión. 

En fin, deseándoles buena noche, nos vemos en otra oportunidad. 

Bye bye. 💕✌

Palabras: 4521

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