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Capítulo 20

Narrador

Flash back hace 4 años

Era una tranquila tarde de verano, Bill estaba relajado en la sala viendo una serie terriblemente mala, le hubiera gustado pasar tiempo con su Agapē, sin embargo, este se estaba dando una ducha debido a una broma de mal gusto de su hermana.

Mabel le había echado una pintura con brillitos mientras leía, él lo hubiera impedido completamente, pero no se encontraba en el lugar, había ido a buscar bocadillos para ver una película junto a Pinetree, sin embargo, su hermana le jugo esa broma.

Dipper molesto con Mabel se fue a su habitación y luego al baño a sacarse la pintura del cabello y cuerpo, lo cual fue bastante difícil conseguirlo por todas las cosas que mezcló la castaña. Ella luego de cumplir su cometido salió con sus amigas a quien sabe donde aprovechando que Stan y Ford no estaban en la cabaña por ir a comprar las cosas para la semana.

Ahora una hora después se encontraba Bill aburrido en la sala escuchando por fin la regadera apagarse lo que indicaba que su lindo castaño iba a salir del baño, hubiera terminado antes si este le hubiera permitido ayudarlo a sacarse la pintura y demás con su magia, pero Dipper se había negado rotundamente.

Bill mirando la puerta frunció el ceño dejando escapar un suspiro agotado, fingir que Dipper no era su Agapē estaba costando más de lo que deseaba admitir cuando estaba creciendo un sentimiento tan rápido hacia su persona, estando completamente seguro de que se terminaría enamorando de él si es que no lo estaba ya.

Para el demonio no ser cariñoso con el castaño o demostrar cuanto lo quiere se lo esta comiendo vivo, deseaba mostrarle lo mucho que lo aprecia, cuanto podía hacer por su persona, pero solo se tenía que conformar con aparentar ser su amigo, mostrarle las maravillas del bosque de Gravity Falls, deleitándose por la hermosa sonrisa del humano, sus ojitos chocolate brillar con toda nueva criatura que veía.

Bill aprovechaba cada instante que tenía para estar junto a él ya sea jugando, las veces que iban al bosque, cuando lo acompañaba a sus salidas con sus amigos, agradeciendo por ser amigable con todos ellos, aunque quemara en celos cada vez que el castaño pasaba su tiempo con la pelirroja conteniéndose para no reaccionar algo demasiado difícil para él.

Sin embargo, lo que más le estaba costando es no tener contacto físico con Dipper, era un martirio para el tener a su Agapē tan cerca de su cuerpo y a tan poca distancia sin tener la libertad de tocarlo, estrecharlo entre sus brazos en un cálido abrazo. Considerando que la única oportunidad que tenía para poder estar a tan poca distancia es cuando dormían juntos.

Para Bill tener contacto físico con su Agapē era necesario siendo un demonio completo estos suelen desear sentir a su compañero de todas las maneras existentes posibles, aunque fuera un mísero roce de dedos estaban conformes. Sin embargo, el rubio no se permitía ni siquiera eso que solo poseía unas pocas horas en la noche para estar cerca de Dipper a gusto.

Y debido a ese poco contacto que se obligaba tener Bill con su Agapē lo estaba volviendo loco, su cuerpo vibraba y gritaba por Dipper que se estaba volviendo cada vez más difícil mantenerse alejado, al punto de estar a la distancia más corta accesible sin levantar sospechas de querer algo más. Eso aumentaba cuando ambos se dormían bastante tarde en la madrugada quedando pocas horas de sueño y contacto cuando Mabel los levantaba a las 10 de la mañana o a veces a las nueve.

El rubio suspiro inquieto al sentir otra vez la necesidad de comprobar si Dipper estaba bien, eso le solía pasar a menudo debido a que los demonios son muy sobreprotectores con sus compañeros, considerando que el suyo corría un peligro constante y eso solo por haberlo encontrado. Lo anterior creaba en Bill un sentimiento de protección hacia el castaño.

Antes de que Bill pudiera levantarse a verificar que Dipper estuviera bien, este apareció por la puerta con una toalla en el cabello húmedo tratando de secarlo, al parecer el tiempo en esa ducha si dio frutos, ya que su pelo castaño estaba libre de aquella sustancia.

-¿Estas bien?

-¿Por qué no lo estaría? -Lo miró curioso sonriendo ladino

-Te vez preocupado -Se sentó a su lado- ¿Ocurre algo?

-Nada Pinetree, todo en orden -Aseguró desviando la mirada

Dipper al ver aquello frunció el ceño durante este tiempo junto al demonio había aprendido algo de él, Bill podía mentirle a cualquier persona con mucha facilidad sin que nadie se diera cuenta o sospechara, ni siquiera él mismo. Sin embargo, cuando lo hacía con su persona podía identificar de inmediato que le estaba mintiendo.

El castaño aprendió a identificar cuando Bill le mentía por las pequeñas señales que daba, podía verse completamente confiado y tranquilo cuando lo hacía, pero su mirada jamás se encontró con su persona, la desviaba y sonreía incómodo como si mentirle no le gustara en lo más mínimo. Eso sin contar sus ojos, aunque no pudiera verlos directamente identificaba con facilidad como esos soles perdían brillo.

-Me estas mintiendo

El castaño no se sorprendió cuando recibió de inmediato la mirada del rubio que lo miró casi alarmado, sus ojos brillando con una emoción rayada en la histeria y felicidad algo contradictorio, pero completamente entendible cuando Bill se sentía tan bien que su Agapē lo conociera, que pudiera identificar cuando le mentía, aunque no debería saberlo.

-¿Cómo estas tan seguro Pinetree?

-Nunca he podido saber cuando le mientes a otras personas, lo haces ver tan natura que es alarmante, pero se ve que sabes actuar.

-¿A qué quieres llegar?

-Cuando tú me mientes es diferente

-¿Diferente? -Lo miró confundido

Bill no podía creer que su lindo castaño le estuviera diciendo eso a él cuando tuvo tanto cuidado de tratar a Dipper como trataba a todos los demás. Frunció el ceño molesto consigo mismo al no poder lograrlo, pero era compresible, él es todo su mundo, su razón de vivir. Completamente lógico y razonable que lo trataría como una reina.

-Sí, cuando tú me mientes a mí nunca me miras a los ojos

-¿Qué? -Se alarmó, eso no era bueno

-Es verdad, cada vez que me mentiste jamás me miraste a los ojos y pareces incómodo cuando lo haces

El rubio bufo enojado, no podía creer que había revelado algo así, pero no podía evitarse, él odiaba con cada fibra de cuerpo mentirle a Dipper, le incomodaba en cierto punto, pero es necesario ya que esas veces el castaño le preguntaba porque estaba tan tenso y era simplemente porque deseaba tocarlo.

-¿Es intencional? -Buscó su mirada

-No es apropósito -Bufó apoyándose en el sillón con los ojos cerrados

-¿No? Pero...lo haces mucho más natural ¿Cómo es posible?

-Es porque no me gusta mentirte -Gruñó frunciendo el ceño

-¿No? -Lo miró sorprendido

-Soy tan honesto contigo como puedo, pero algunas veces no puedo decirte lo que quiero -Se quejó abiertamente

-¿De verdad? -Se emociono sonriendo

-Sí, se podría decir que la forma en la que te miento es mucho más natural porque estoy siendo yo y no es actuado.

-Entiendo -Lo miró curioso- ¿Por eso se nota más?

-Podría ser -Lo miró frunciendo el ceño

El castaño se sobresaltó cuando el rubio se acercó mucho a su cuerpo, pero en vez de tocarlo, tomó la toalla y la puso en su cabello. Bill no quería que su Agapē se enfermara, por lo que poniendo sus manos sobre la toalla empezó a pasarlas por ella sacudiendo de paso el pelo del humano empezando a secarlo.

-¿Bill? ¿Qué haces? -Trató de mirarlo

-Te seco el pelo, te vas a enfermar si sigues así -Lo regaño- ¿Por qué no te lo secaste con esa cosa? ¿Cómo se llamaba?

-Secador -Le recordó divertido

-Sí, esa cosa ¿Por qué no te lo secaste? -Lo regaño

Dipper se sonrojo cuando Bill sacó la toalla dejándola en el suelo, estando tan cerca podía ver perfectamente el rosto del demonio, su ceño fruncido, sus brillantes ojos dorados, una mueca en sus labios y lo más sorprendente que vio en su vida. ¡Bill tiene pecas!

(Así son las pecas de Bill solo que de un tono mucho más suave que se camufla con su piel.) (créditos)

El castaño estaba sorprendido, jamás había visto eso en su vida, pasando tanto tiempo con Bill nunca vio esas pecas y se enojó consigo mismo por no haberlo notado, pero eran tan pequeñas y casi imperceptibles que si no estabas lo suficientemente cerca de ninguna manera las verías.

Sin embargo, a la poca distancia a la que estaban justo ahora pudo ver con claridad las pecas esparcidas como estrellas en las mejillas del rubio por sobre el puente de la nariz, no eran oscuras como las que había visto antes, las de Bill son de un color muy claro que casi se confundían con su piel. Completamente entendible de porque jamás las vio.

Se sonrojó volviendo a la tierra cuando Bill se acercó más y colocó sus manos por sobre su cabello, no pudo evitar suspirar de satisfacción al sentir un agradable calor envolver su cabeza en ciertas zonas, fue que se dio cuenta que el demonio le estaba secando su cabello con su poder de fuego, pero por la poca luminosidad de la habitación sabía que no estaban presentes sus llamas azules.

-¿M-me es-estas se-secando el pelo? -Preguntó apenado sin quitar su vista del rosto del demonio

-Sí

Bill lo estaba haciendo inconscientemente y sin ser consciente de lo que hacía al preocuparse de esa manera por su lindo castaño y secarle el cabello para que no enfermara teniendo toda su concentración en eso, sus ojos fijos en la melena castaña de Dipper sin notar que estaba invadiendo su espacio personal al punto de que casi rozaban sus cuerpos.

Dipper por su parte con un rojo oscuro en sus mejillas miraba embelesado el rostro concentrado del rubio y lo que más le estaba llamando la atención son las pecas del rubio, tan pequeñas y lindas que no podía dejar de mirarlas empezando a contar cuantas tenía esparcidas en los pómulos y parte de su nariz. Ya llevaba 25 y faltaban varias aún.

-Mmm -Emitió un sonido pensativo

Bill enterró sus dedos en el cabello del castaño quien pudo por poco contener un suspiro al sentir las cálidas manos del demonio en su cabeza rascando con las yemas de sus dedos su cuero cabelludo. El rubio, por su parte, verificaba que todo estuviera seco, estremeciéndose leve ante el contacto con su Agapē, encantado con sentir aquello se relajó visiblemente.

El rubio entonces fue consiente de lo cerca que estaba de Dipper y no solo eso, también que lo había tocado y secado su cabello sin su permiso, se recriminó a si mismo de disfrutarlo tanto que aún paseaba sus manos por su cabello. Se sobresaltó al recordar ese punto y que seguía casi pegado al cuerpo de Dipper.

El castaño se sobresaltó cuando Bill se alejó de golpe de su cuerpo, Dipper se quejó cuando la distancia volvió a hacerse presente, pero esta vez el demonio puso demasiada entre ellos, lo que significaba que ya no podía ver con claridad sus pecas. Eso paso a segundo plano de inmediato al poder notarlas con el fuerte sonrojo que estaba presente en las mejillas del rubio.

-¿Bill estas bien? -Se acercó

-Sí, sí, lo siento -Giró el rostro a otro lado sintiendo su cara arder

Dipper vio confundido como Bill tenía una de sus manos en su pecho apretando las prendas, se acercó lento teniendo el conocimiento de que el rubio contaba con un perfecto y sensible oído, si hacía mucho ruido lo descubriría acercándose a él. Este daba bocanadas de aire tratando de bajar su sonrojo.

-Ya deja de latir maldición -Pensó estrujando las prendas de ropa

Bill se emocionó y se avergonzó al mismo tiempo al estar cerca del castaño y desear tocarlo otro poco, completamente entendible que con eso todas las emociones explotaron en su ser con ver la tierna carita de Dipper cerca de él sonrojado. Todo eso junto pudo con él y su corazón que no dejaba de latir acelerado contra su pecho.

-¿Estas sonrojado?

-Es el calor, use mucho mi fuego para secar tu cabello -Se excusó hablando con un poco de rapidez

Dipper curioso de ver que algunos mechones de las puntas del cabello de Bill se tornaron rosa supo que significaba. Se acercó todavía más y cuando estuvo a una distancia prudente tomó una de las muñecas del demonio, se sorprendió de sentir un latido rápido, pero no duro mucho cuando el propietario de la extremidad se soltó con velocidad.

-¿Qué haces? -Lo miró alarmado

Dipper no respondió miró fijamente el rostro del rubio con un sonrojo propio. Bill sonrió leve enternecido y encantado primero por lo tierno que se ve su Agapē y segundo por la atenta mirada que tiene de él en su persona.

-¿Qué pasa Pinetree? -Preguntó inclinándose suavemente hacia él

-Pecas -Susurró

-¿Pecas? -Ladeo la cabeza confuso

-Sí, pecas

-¿Qué tienen las pecas? -Lo miró confundido

-Me gustan las pecas -Susurró apenas audible, pero sabía que Bill pudo escucharlo

-¿Pecas? ¿Y por qué me lo dices? -Lo miró todavía más confundido- ¿Quieres que te penga pecas?

-No no, es que...-Bajó la mirada avergonzado

-¿Pinetree? -Buscó su mirada

-¿Pu-puedes quedarte qui-quieto un se-segundo?

-Claro

Dipper con esa afirmativa se armó de valor para levantar la mirada y enfocarla primero en los confundidos ojos dorados del demonio que esperaba con paciencia lo que sea que haría su Agapē. El castaño por su parte, tomó aire y botándolo temblorosamente se acercó otro poco al cuerpo del rubio que se tensó conteniendo el impulso de tocarlo.

-¿Pinetree?

Antes de que el demonio pudiera formular su pregunta sus palabras murieron cuando su lindo castaño colocó voluntariamente su mano en su mejilla dejando una sutil caricia, demasiado para su corazón que se detuvo por un momento para luego latir animado y feliz. Bill por su parte dejó hasta de respirar sonrojándose en el acto de tener a Dipper cerca, que este lo estuviera tocando y acariciando ¿Estoy soñando? Se preguntó emocionado.

-¿Pi-Pinetree? -Tartamudeo casi sin aire

-Estas muy rojo -Lo miró fijamente ilusionado, pocas veces veía al demonio así

-No me puedes decir nada tu cara esta peor que la mía -Sonrió ladino

Bill por poco y cierra sus ojos relajado, casi suspirando ante las suaves y cariñosas caricias que dejaba su Agapē en sus mejillas, sentía su rostro arder y su corazón latir casi frenético, pero estaba calmado y muy feliz de lo que estaba pasando.

El rubio se sobresaltó mirando otra vez al castaño cuando puso su otra mano en su otra mejilla acariciando sus pómulos con lentitud que si fuera un gato estaría ronroneando seguramente. Aunque siendo demonio y un animal por sobre todos, tal vez tenía esa función, pero no entro en detalles disfrutando en gloría lo que sea que estaba pasando.

-¿Qué tiene que ver las pecas en todo eso? -Preguntó confuso

Dipper se sorprendió, pensó que se sentiría incomodo o algo relacionado, sin embargo, la voz que escucho del demonio era suave arrastrando cada palabra adormilado y relajado hasta lo podía ver sonreír leve casi cerrando los ojos. Sonrió feliz continuando con las caricias con más confianza al ver que a Bill no le molestaba en lo más mínimo.

-¿Aún no lo sabes? -Acarició su mejilla

-No -Lo miró

Dipper se sorprendió al ver los ojos de Bill brillar mucho más que antes dándole una vista hermosa, pero no quería distraerse con los hermosos soles del demonio que lo miraban con calma solamente a él.

-Tienes pecas -Pasó lento sus dedos por las zonas donde se concentraban- Muchas pecas

-¿Pecas? ¿De verdad? -Lo miró sorprendido

-¿No lo sabías?

-O sea sí, cuando era humano tenía muchas pecas, sin embargo, cuando me convertí en demonio jamás las vi

-¿De verdad? Pero las tienes

-Imposible

Bill a regañadientes se separó y alejó las manos del castaño de su rostro para aparecer un espejo y acercarlo a su rostro se sorprendió cuando a una distancia corta pudo ver las pecas que mencionaba el castaño, muy pequeñas de café claro apenas visibles, pero estaban.

-Son menos de las que recordaba -Murmuró desapareciendo el espejo

-¿Tenías más? -Se emocionó

-No sabía que te gustaban tanto las pecas -Lo miró alzando una ceja

-Oh bu-bueno...s-si es un gu-gusto pe-personal -Susurró bajando la mirada sonrojado

Bill se trago el comentario de "¿Me estas diciendo indirectamente que te gusto?" Para solo levantar con dos dedos su mentón haciendo que lo mire mostrándole una sonrisa cálida.

-Cuando era humano, tenía demasiadas pecas, cubrían casi todas mis mejillas y tenía esparcidas por mis hombros y parte de mi espalda y cuello -Mencionó

Bill acercó dos de sus dedos al castaño y tocar la parte posterior de su frente mostrándole un recuerdo suyo de hace muchos años atrás, usaba una playera negra sin mangas, estaba en su cabaña terminando de ordenar la habitación de su hermano. Sin embargo, lo que más importaba fue que le mostró como era siendo humano a su edad de 15 años con todas sus pecas a flor de piel, no como ahora que apenas eran visibles y eso a muy poca distancia.

(Créditos)

El castaño se sonrojó visiblemente, le parecía muy atractivo y exótico el cuerpo humano del demonio, lleno de pecas que deseaba tocar todas y cada una, repasar con sus dedos esos hermosos puntos de colores cafés y variados. Se quejó abiertamente cuando el rubio alejó sus dedos de su cabeza lo que provoco que la imagen de Bill se desvaneciera.

-¿Por qué lo sacaste? -Se quejó

-Es una memoria muy profunda en mi mente, me cuesta mantenerlo aquí adentro -Sonrió apenado

-Pero tienes el collar

-Sí, pero eso no evita que cueste hacerlo dentro de un campo de cabello de unicornio -Se quejó

Bill estaba enojado con Ford en este momento por hacer que le privara al castaño de lo que este quisiera, por él lo mostraría lo que deseara de su pasado. En especial cuando era humano.

-¿Y si salimos?

-¿Por qué estas interesado en mi cuerpo humano? -Se inclinó acercándose mucho a él- ¿Te gustó lo que viste Pinetree~?

-M-me gu-gustan l-las pe-pecas

-¿Te gustan las pecas o las personas que tienen pecas? -Alzó una ceja sonriendo altanero

-N-no es e-eso...y-yo so-solo

-Admite que te encantó mi cuerpo humano -Se acercó más- Hasta deseas volver a verlo~ -Canturreo

Dipper sonrojado y avergonzado de ser descubierto se echó hacia atrás para alejrarse, pero fue demasiado rápido y repentino que perdió el equilibrio, se iba a caer y dar contra el suelo, hubiera sucedido de no ser por Bill que tomó su cadera acercándolo a su cuerpo con rapidez, pero sacándole una risa.

-¿Oh? ¿Acaso tienes cosquillas Pinetree? -Cuestionó sonriendo travieso

El rubio se quiso enfocar en la risa del castaño que poner su atención en lo cerca que estaban el uno del otro, sus cuerpo tan juntos y pegados entre si que no había ni un solo espació entre ellos con las manos de Dipper aferradas a su ropa y su rostro pegado a su pecho le daba un sentimiento reconfortante.

-¡N-no lo so-soy! -Trató de separarlo

-¿Seguro? -Presionó su cadera con suavidad moviendo los dedos lento

-¡S-jajaja!

El castaño no pudo ni replicar o contradecir a Bill cuando este lo recostó en el sillón para más comodidad para luego pasear sus manos por su cadera, costillas y abdomen sacándoles carcajadas a Dipper quien peleaba por alejar al demonio, inútilmente cuando este se subió sobre su cuerpo evitando así sus patadas.

-¡No! ¡Jajajaja! ¡Bi-Bill!

-¿No tenías? -Se burló sin dejar de sonreír.

Bill estaba maravillado con escuchar a Dipper reír a carcajadas simplemente música para sus oídos. Curioso de igual forma paseaba sus manos por sobre su ropa buscando sus puntos débiles de cosquillas tratando de memorizarlos, sonrió alegre de encontrar varios y usarlos en contra de su lindo Agapē.

Cuando vio que su respiración era cortada y que se interrumpía con su risa se detuvo saliendo de encima permitiéndole respirar con tranquilidad, el castaño con lágrimas en sus ojos y dolor de estómago lo agradeció internamente respirando agitado entre risas.

-E-eres ma-malo -Se quejó entre risas

-Perdón no me resistí -Rio leve

-M-me ve-vengaré

-No tengo cosquillas Pinetree -Rio divertido- ¿Cómo lo harás?

-¡Y-ya lo ve-veras! -Lo miró sonrojado con el ceño fruncido.

Bill rio enternecido por el puchero enojado que tenía el castaño en su rostro que intencionalmente rozó su costado izquierdo con sus dedos sacándole una risa a Dipper que se alejó reclamándole que lo dejará respirar.

Fin flash back

Bill ido en sus pensamientos, recordó que luego de que el castaño se recuperara del ataque de risa fueron al claro donde su lindo Agapē se vengó, pero de manera diferente, le hizo mostrarle distintas etapas de su vida como humano.

Le mostro desde los 3 años a los 5 años, no se negó a mostrarle su cuerpo pecoso fascinado y emocionado de ver el interés de Dipper en su cuerpo. Quedando en que debido a lo mucho que costaba recordar algo de hace tantos años cada día el rubio le mostraría unos cuantos años de su vida humana.

Bill recuerda que Dipper estuvo muy emocionado la semana entera, encantado de ver su cuerpo humano pecoso, él no pudo estar más feliz de que su lindo Agapē le gustase su cuerpo humano, aquel que todos rechazaron por tener ojos plateados y pecas a su castaño le gustaron esas características.

Sonrió con nostalgia al recordar lo feliz que estaba el castaño con ver su antiguo cuerpo, cuando le contaba algunas cosas de su pasado, de lo que vivió siendo humano. Tardes enteras y madrugadas acurrucados en la cama contándole su vida como humano siendo escuchado atentamente por su Agapē lo llenaba de dicha.

-¿Bill?

El rubio dio un salto mirando de inmediato al castaño sobresaltado, se había hundido demasiado en aquel recuerdo de la semana antes de que le sellara sus memorias.

Casi se quejó al ser consciente de su presente donde Dipper no recordaba nada de él, no le decía lo mucho que le gustaba sus pecas permitiéndole estar cerca cuando el castaño quería verlas, lo cual se lograba a muy poca distancia casi rozando nariz con nariz.

-¿Bill?

-¿Si? -Lo miró...triste y nostálgico

-¿Estas bien? Te quedaste pegado un minuto

-Solo recordé algo -Le sonrió leve

-¿Qué recordaste? -Lo miró interesado

-Nada importarme Pinetree -Sonrió nostálgico, fueron buenos tiempos. Pensó

-¿Seguro?

-Completamente

-¡¿Qué rayos paso?! -Gritó exaltado

Ambos chicos se giraron hacia la voz que les gritó, el rubio no se sorprendió de ver a la familia Pines terminar de subir las escaleras, se lamentó de ver a Ford entre ellos, enojado de verlo, pero tenía que aparentar no sentir eso por su lindo Agapē, era su tío después de todo.

-No te alteres tanto Fordsy~ -Le sonrió burlón- Te volverás más viejo

Dipper rio disimuladamente, mientras el resto de los presentes si que se rieron ante la burla del demonio más aun cuando la cara de Ford se deformó de enojo a indignación por el comentario del rubio.

- ¿Qué sucedió? -Preguntó esta vez la castaña

-Solo me vengue de Pinetree por hacerme perder es todo -Se encogió de hombros restándole importancia

Bill se alejó un poco de su Agapē levantándose y tomando en brazos a Сосна quien llegó mirando feliz de que su amo estuviera bien. Este ya de pie tendió su mano libre al castaño que no dudo en tomarla y pararse aliviado de recuperar el aliento y que su risa se había ido.

-Ya que estamos todos ¿Desayunamos? -Preguntó la castaña hambrienta mirando al rubio- ¿Te vas a unir Bill?

-Sí

Todos bajaron y fueron a la cocina acomodándose en el lugar. Empezaron a comer con una amena charla sobre lo que había pasado en los últimos años tomando tema que tuvieron unas vacaciones en barco hace unos años, que Soos junto a Melody se casaron hace unos años y que dirigieron la cabaña ese tiempo. Sin embargo, ahora estaban en casa descansando por el embarazo de la mujer.

También se hablo los nuevos inventos de Ford, pero muy poco tomando protagonismo la extensa charla de las clases de moda de Mabel, que se graduó como diseñadora y que probaba su ropa para mascotas en Pato quien estaba afuera, demasiado grande para quedarse adentro durante el día.

Bill por su parte solo comentó sutilmente que había hecho uno que otro trato, algún encargo y pelea, nada fuera de lo normal o muy extravagante. Sin embargo, lo que más les llamó la atención a los Pines fue el pequeño conejo que permaneció todo el tiempo en su regazo a veces pidiendo atención.

-¿Y ese conejo? -Preguntó Mabel interesada

Ford si que estaba interesado en el pequeño animalito, eso solo por los colores que tenía, además del símbolo en su lomo. Deseaba saber de que especie es el conejo o si era de alguna dimensión en especifico para estudiarlo. Mientras que Mabel solo estaba enternecida queriendo tocarlo, pero fallando cuando Сосна se alejaba.

-Es mío

-¿De dónde lo sacaste?

-Lo encontré el año anterior, estaba solo y lo abandonaron por ser el más pequeño de la camada, no pude dejarlo solo, así que ahora vive conmigo

-¿Puedo tocarlo?

-A Сосна no le gusta que lo toquen personas que no conoce, es demasiado asustadizo

-¡Pero Dipper lo hace! -Se quejó cuando su hermano acaricio al conejo y este ni lo aparto, hasta disfrutó de las caricias

-Porque él conoce a Pinetree, además la raza que es Сосна los hace muy precavidos y asustadizos.

-Bien -Se quejó

-¿Qué más paso en tus encargos? -Preguntó el castaño

-Hace unos años pelee contra un demonio que podía convertirse en dragón -Recordó vagamente- Es lo más interesante que me paso en estos años

-¿De verdad? -Se emocionó

-Sí, fue una batalla muy dura

-¿Por qué? -Cuestionó Mabel

-Cuando se pelea contra un demonio de alto rango es difícil hacerlo solo, este en particular podía tomar 3 formas diferentes; humana, demonio y dragón, esa última era su más poderosa transformación que muchos tuvimos que alistarnos para vencerlo

-¿Cuántos de ustedes fueron? -Preguntó el castaño interesado

-Uhm...-Miró el techo pensativo- Fuimos a la batalla 10 mil demonios de diferentes rangos, sobrevivimos 5 mil y de esos, 3 mil terminaron con heridas graves y los otros 2 mil solo superficiales.

-¿Tan complicado fue? -Se impresión Stan

-Era muy poderoso

-¿En que rango de esos 5 mil entras tu? -Preguntó preocupado el castaño

-Tenía dos heridas graves en mis brazos

Bill se arremangó las mangas para mostrar sus brazos, paso una de sus manos por uno de ellos haciendo una ilusión de las cicatrices que tuvo que cargar por dos años hasta que se curaron desapareciendo de su piel. Dipper se impresionó al ver unas marcas de garras ir de la muñeca del demonio hasta poco antes del codo.

-¿Eso...?

-Fue un regalo de su parte -Desapareció la ilusión- Perdí bastante sangre, pero sobreviví, no fue tan grave como a otros

-¿Cómo te hizo esas heridas? -Preguntó preocupado el castaño

-Oh eso es fácil -Acarició a Сосна- Falle un hechizo

-¡¿Cómo que fallaste?! -Gritó exaltada

-Me desconcentre por un asunto especial que logré fallar el tiro, él aprovechó eso y me atacó, desorientado solo me cubrí con mis brazos y me hirió

-¿Qué fue ese asunto que logró desconcentrarte en una batalla? -Preguntó curioso Dipper casi regañándolo

-Un malestar

-Si estabas así ¿Por qué aceptaste ir contra ese demonio? Si era tan poderoso no debieron enfrentarlo -Lo regaño el castaño- ¿Lo mataron?

-No, nosotros solo lo debilitamos lo suficiente para capturarlo

-¿Por qué? -Cuestionó Ford

-Cuando Lucifer se ve igualado en poder y fuerza intenta bajar el rango de ese demonio, manda a un pequeño ejercito para debilitarlo y él terminar el trabajo, no los mata, pero si les quita un poco de poder para bajar su rango

-¿Y por qué no se negaron? -Bufo el castaño- Eso es...

-Injusto, lo sé, pero nadie se pudo oponer o reclamar al respecto porque le tienen miedo al poder de Lucifer, sus hechizos y magia de dolor es la misma muerte, son demasiado severos -Explicó con calma

-¿Qué tanto?

-¿Recuerdas lo que sufrí ayer? ¿Cómo quedé? -Le recordó

-Sí -Contesto mirando de reojo a su tío molesto

-Yo soy él único que ha sobrevivido a tal descarga de poder

-Espera...estas diciendo...-Lo miró sorprendido Ford

-Los que desafían a Lucifer siempre mueren, eso solo para demostrar su dominio y controlar a las masas -Sonrió nostálgico- Yo intente desafiarlo una vez

-¡¿Por qué hiciste eso?! -Lo regaño Dipper

-Me iba a prohibir algo muy importante para mi -Bajó la mirada- Pelee contra él, pero era el consejo completo contra mi, no pude vencerlos a todos, quede muy herido.

-¿Cómo es que viviste? -Preguntó sorprendida, mientras el castaño seguía en shock

Dipper miró a los demás extrañado de que fuera el único que se viera curioso y con ganas de preguntar que fue lo que le quería prohibir a Bill. Él no lo sabía, pero Mabel y sus tíos poseen el conocimiento de saber de lo que hablaba el demonio, supusieron que esa fue cuando Lucifer le prohibió encontrar a su Agapē.

-Le soy útil a Lucifer, de lo contrario me hubiera matado -Se encogió de hombros desinteresado

-Ese hombre debería ser más compasivo

-Mi tía política intento enseñarle modales

-¿Tía Política? -Cuestionaron confundidos

-Los demonios no tenemos mucha familia y los que son demasiado jóvenes y no tienen les asignan un familiar legal para que cuide de ellos y les enseñe ciertas cosas, ella fue la mía

-¿No tienes padres? -Cuestionó Dipper

-Murieron cuando era joven -Le restó importancia, aunque le doliera- Mi tía enfrentó a Lucifer, pero no resultó bien

-¿Por qué?

-Mató a su esposo, alguien muy importante para ella, no sé si sigue con vida o si murió, no la veo hace muchos años -Se encoge de hombros- Pero sé que de esa pelea Lucifer la uso para dar el ejemplo.

-¿El ejemplo?

-Para que no lo desafíen

Bill dirigió su mirada al castaño rogándole a través de sus ojos que no hiciera más preguntas referente al tema, eso debido a que si él seguía preguntando respondería todo lo que le pidiera, pero no podía abordar en eso debido a que si mencionaba la palabra "Agapē" podría desencadenar un recuerdo en especial si él decía la palabra.

-Oh cierto ¿Por qué tenías un celular? -Lo miró confundido

-¿Por qué no tendría uno? -Lo miró ofendido- De alguna manera me tengo que divertir e instale varios jugos para eso

-¿Juegas a menudo en tu celular? -preguntó curiosa

-Cuando tengo tiempo libre -Se encoge de hombros

-¿Me das tu número? -Preguntó con ilusión Dipper

-Oh claro

Bill sacó su celular recibiendo el del castaño para intercambiar números, aliviado de que la última vez que le selló la memoria hace unos años haya borrado su contacto del aparato. Dejando eso de lado, le hizo entrega del móvil al castaño siendo vistos por los demás, una feliz Mabel, un desinteresado Stan y un molesto Ford.

-¿Van a hacer algo ustedes? -Preguntó curiosa la castaña

-Pinetree quiere ir a mi casa -Informó

-¿Puedo ir con Bill tío? -Se dirigió a Stan ignorando por completo a Ford que lo miró ofendido y molesto

Dipper no lo entendía muy bien, se sentía recio a acercarse a su tío Ford, hasta hablarle. Estaba enojado con él, pero era una furia...como si hubiera hecho algo más aparte de haber traído a un demonio poderoso a la cabaña y que más encima este lastimara a Bill y lo hiciera sufrir. Reuniendo todo eso, también le agregaba a la sensación de que en su interior gritaba una voz que le pedía mantenerse alejado de este y le haría caso.

Bill por su parte miro eso totalmente satisfecho, escuchaba con claridad la confusión de los pensamientos de Dipper donde asegura que no quería hablar con Ford y no estar cerca de él. Eso le alegraba el día, detestaba a ese hombre que si el castaño le pidiera matarlo con mucho gusto lo hacía.

-Claro muchacho, pero vuelve para el almuerzo

-¡Gracias! -Se levantó mirando a Bill

-¿Quieres irte ya? -Inquirió el rubio tratando de ocultar su emoción

-Sí

-Bueno

Bill se levantó acariciando a su conejo bastante feliz de poder estar con su Agapē unas cuantas horas más antes de tener que separarse unos cuantos años. Alejó esos pensamientos caminando y siguiendo al castaño, pero se detuvo a medio camino afirmándose con una mano en el marco de la puerta de la cocina.

Dipper quien estaba por subir un peldaño le recorrió esa sensación de necesitar ir a un lugar en especifico. Sin siquiera pensarlo o ser consiente ya estaba de regreso y se preocupó mucho al ver a Bill aferrado al marco de la puerta con una mueca de dolor y su conejo, sabiendo que pasaba, se movía inquieto es sus brazos igualmente preocupado.

Bill por su parte sintió una punzada de dolor en su cabeza que recorrió todo su cuerpo y un malestar atravesó su anatomía combinándose con un mareo. El rubio se inquieto que al juntar ambas cosas supo que significaba, no era para nada bueno para su integridad física.

-¿Bill? ¿Estas bien? -Se acercó tratando de tocarlo

-Pi-Pinetree -Habló apenas en un susurro

Dipper vio sorprendido el cuerpo de Bill parpadear, jamás había visto eso en su vida como si...abrió los ojos como platos sorprendido de entender que el rubio traba de irse o transportarse a otra ubicación con urgencia, pero que su mal estado físico no le permitía lograrlo haciendo que su cuerpo parpadeara.

-Wi-Will...Llámalo -Jadeo apretando los ojos- No re-resistiré mu-mucho

Bill estiró su mano hacia Dipper y este recibió al pequeño animal que se removió en sus brazos, pero el rubio lo miró ordenándole que se quedara con su Agapē, ya que temía lastimarlo. El castaño por su parte, no tardó en sacar su celular y buscar el contacto del peliceleste.

-¿Qué pasa Bill? -Preguntó preocupada la castaña

El rubio no contestó siendo casi peso muerto que su única base y sustento para seguir de pie es el marco de la puerta, Dipper por su parte cuando Will contestó le explicó la situación y el estado en el que se encontraba Bill. El demonio entendió por completo la situación que cortó la llamada apareciendo a un lado del castaño provocando que todos dieran un sobresaltó por la repentina presencia del peliceleste.

-¿Qué rayos le pasa? -Pregunto confundido Stan

-Bill esta reteniendo tanto como puede la visión de ver la muerte de un ser en especifico, lo más probable es que sea uno sobrenatural por los síntomas. -Explicó el demonio acercándose a su hermano preocupado

-Will...-Lo miró alterado- Sa-sacame...de aquí

-Nos vemos

Сосна lloriqueo en los brazos del castaño cuando no fue capaz de saltar de ellos para ir con su amo el cual apenas ser tocado por su hermano provocó que ambos desaparecieran de la dimensión. Se removió en los brazos del castaño, pero no hizo ningún intento de separarse de él sintiéndose seguro en los brazos del humano.

Dipper por su parte, apenas Bill se fue sintió una presión en el pecho que le sacó el aire, ese deseo de ir a un solo lugar se intensifico como cuando lo sentía en la noche. Empezó a caminar de un lado a otro acariciando al conejo que estaba igual de ansioso que él. Ambos querían y deseaban estar junto a Bill.

Bill por su parte, fue recostado en su cama soltando uno que otro quejido, su cuerpo temblaba y lo síntomas de la lejanía con su Agapē eran más fuertes que nunca haciéndole difícil hasta respirar. Combinado lo anterior a lo que estaba haciendo al resistirse al ver esa muerte su cuerpo y su mente estaban sufriendo de mucho estrés.

-¿Puedes seguir resistiendo la visión hasta que pase? -Preguntó preocupado

-No, necesito verla

-¿Por qué?

-Porque lo que si-siento significa que la mu-muerte e-es de un de-demonio o de-demonios -Lo miró adolorido- Sabes que s-si son de a-asesinatos de nu-nuestra raza estoy o-obligado a verlos

-¡Bill no lo hagas!

Will trató de detenerlo, pero no lo pudo lograr vio angustiado como Bill cerró sus ojos dejándose llevar por su don, en el momento en que lo hizo su cuerpo se relajo. Sin embargo, solo fue una parte, los síntomas de la lejanía con su Agapē estaban creciendo, volviéndose insoportable si el demonio estuviera despierto.

Miró preocupado a su hermano, sabiendo de que raza vería la muerte le costaría mucho despertar, solo esperaba que todo resultara bien. Claro que su concentración en su hermano se desvió al insistente al escuchar el sonido de su celular sonar, contesto sin sorprenderse de ver el nombre del Agapē de Bill en pantalla, teniendo 5 llamadas perdidas del mismo castaño.

-Quiero estar ahí -Le suplicó

-Es peligroso

-No me importa, deseo estar ahí, también su conejo ¿Puedes llevarnos? -le suplicó

Will sabiendo que la compañía del Agapē de su hermano sería provechosa para que no sufriera cuando estaba viendo una visión fue uno de los puntos en su decisión de transportarse de regreso a la cabaña, buscar con su mirada al castaño y al encontrarlo, tocarlo para irse de inmediato.

Dipper ya había hablado con su familia anteriormente antes de que apareciera el peliceleste, aunque recibiera una negativa de Ford al castaño no le importo, avisó que trataría de volver lo antes posible. Ya teniendo aclarado eso solo vio llegar a Will y de un segundo a otro ya se encontraba en la habitación de Bill.

Al ya estar en el lugar, Сосна no tardó en abandonar los brazos del castaño saltando por la habitación hasta subirse a la cama, se arrastró lloriqueando y chillando en quejidos acurrucándose en el hueco que había entre el cuello y hombro del rubio del lado izquierdo acariciando con su cabeza sutilmente su mentón.

Dipper por su parte, al ver al rubio completamente quieto en su cama, se preocupó al verlo estático casi muerto si no fuera porque su pecho se movía por cada respiración que daba hubiera corrido a auxiliarlo. Él no lo sabía, pero le dio mucha paz al demonio el solo hecho de tenerlo con él en ese momento que los síntomas que lo sofocaban se fueron dejando una expresión relajada en su rostro.

-¿Cuánto tiempo estará así? -Se sentó en la cama junto al rubio

-No lo sé

-Espero que no le pase nada -Lo miró preocupado

-Tranquilo, al ser una visión no le afectara físicamente -Oh eso espero. Pensó preocupado.

El castaño no muy convencido se giró a ver a Bill, pasara lo que pasara él no se separaría de su persona, velaría que nada le sucediera. En estos momentos le importaba más su salud y que estuviera bien que saber de quien se trataba la muerte que estaba viendo el demonio.

Solo esperaba que despertase bien.

Continuará

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