Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18

Narra Dipper

Lo primero que me encontré al entrar fue una cama de dos plazas de cobertor azul oscuro en la pared derecha ubicada en el medio, al lado izquierdo de esta se encontraba un estante de madera oscura repleto de fotografías enmarcadas. Ya para el lado derecho de la cama se encontraba una mesita de noche, sobre esta una lampara pequeña junto con un celular que se veía bastante costoso.

Frente a la cama, al medio de la habitación había una mesa redonda de madera oscura y sobre esta se encontraba una bola de cristal de un tamaño mediano.

Cuando dirigí mi mirada al otro lado de la habitación pude ver que en el lado izquierdo estaba la razón por la que no quería que entrara, no había una colección de dientes o similar, sino que toda la pared lo cubría un mueble que estaba lleno de diferentes armas blancas. Iban de Katanas, espadas, dagas, cuchillos y derivados en gran cantidad, le seguían 4 bates de béisbol, unos paralizadores eléctricos de tamaño mediano y látigos de cuerda larga con filo en la punta.

Podría pasar por una habitación de armas o un cuarto de entrenamiento privado, pero lo descarté de inmediato al ver que la gran mayoría, por no decir todas, estaban cubiertas de sangre seca, en el piso y la pared más próxima también, al igual que el mueble estaba manchado con ese vital líquido rojo.

Estoy muy preocupado por esa sangre seca, aunque mi razón me dice que me vaya, mi corazón...todo mi ser grita que investigué. No es momento de ser cuidadoso, ya entré aquí y cuando Bill se de cuenta me sacará de inmediato, debo ver tanto como sea posible.

Decidido a comprobar si lo que en verdad tienen las armas es sangre, me acerqué a examinar más de cerca. Sentí nauseas al ver que efectivamente, es sangre y no era poca la que se encontraba.

Antes de salir y gritarle a Bill que significaba todo esto, algo llamó mi atención; Un papel de color amarillo que resalta por sobre las paredes negras, entrecerré los ojos tratando de leer lo que decía y por suerte estaba en mi idioma.

Me congelé abriendo los ojos sorprendido al terminar de leer lo que decía "10.710 intentos de suicidio hasta el momento" Tapé mi boca retrocediendo unos pocos pasos ¿Bill a intentado matarse? No una...no dos ni tres... ¡Son 10.710! ¿Por qué él...?

Todo mi cuerpo se sacudió con saber esto, me dolía...el pecho lo sentía tan apretado, me sentía ahogado. No entiendo, si lo ha intentado tantas veces... ¡¿Cómo es que puede sonreír así?! ¡Rió! ¡Cocino junto a mi! ¡En ningún momento mostró debi-!

Abrió mis ojos como platos...antes de que empezáramos el pastel él tenía los ojos rojos, hinchados...Y hace poco menos de dos horas lo había visto colapsar. ¿Cómo puede mostrarse tan bien luego de haber sufrido de esa forma? ¡¿Ocultó lo que en verdad sentía?! ¡¿Cuánto dolor esta conteniendo?!

Tomé mi cabello con fuerza respirando agitado, ahora entiendo la razón de que no me dejara entrar, frente a mi esta la verdad, la evidencia de que intentó matarse, que todas esas armas ensangrentadas tienen su sangre, que él las uso para suicidarse.

Frente a mi esta el verdadero dolor de Bill, lo que siente y yo...me siento tan mal, me duele de una forma que no entiendo que él se haga esto. ¡Quiero ayudarlo! ¡No quiero que muera!

- ¿Qué haces aquí?

Me giré al escuchar la voz de Bill. Vi borrosa su figura parada en el marco de la puerta de brazos cruzados con el ceño fruncido. Lo único que quiero hacer es correr y abrazarlo fuerte, quiero ayudarlo, pero mi cuerpo no se mueve, se mantiene paralizado en su lugar.

-¿Qué haces aquí? -Me repitió

-Bi-Bill...-Sollocé, pasando mis manos por mis ojos, ni cuenta me di que estoy llorando-... ¿Por qué?

-¿Por qué qué?

Él se me acercó tomando mi muñeca, empezando a arrastrarme fuera de la habitación, pero puse resistencia.

-¿Por qué quieres morir? -Pregunté con la voz rota, él se detuvo

-Supongo que lo leíste

-Sí, lo hice

-Te dije que no entraras y es lo primero que haces -Me miró serio

Entrecerré los ojos extrañado de una alarma, mi cuerpo se sacudió y tembló, no entiendo porque siento la necesidad de correr tan lejos como me sea posible de Bill. Sin embargo, su mirada poco a poco perdía su brillo, él esta mal, puedo verlo en sus ojos y no me alejaré de él.

-No tengo opción -Susurró mirándome dolido

-¿A qué te refieres? -Pregunté temeroso

-Lo siento mucho Pinetree -Acarició mi mejilla secando mis lágrimas

Antes de que siquiera pudiera decir algo se acercó y beso con suavidad mi frente. A penas se separó me sentí mareado y mi vista se empezó a nublar, pero no quería cerrar los ojos, peleé para seguir mirándolo. Sin embargo, no pude lograrlo, terminé cerrando los ojos y lo último que pude ver fue su rostro arrepentido, sus ojos dorados tan opacos con lágrimas corriendo por sus mejillas.

Y todo fue negro.

Narra Bill

Sujeté su cuerpo antes de que cayera. Lo abracé con fuerza apretando los ojos tratando de contener las lágrimas que peleaban por salir. No puedo creer que haya tenido que sellar estos recuerdos de nuevo.

Me duele hacerle esto, pero es por su bien, estará a salvo mientras no sepa quien soy, que es de mi y lo importante que es para mi vida.

Empecé a cerrar sus recuerdos con mi frente pegada a la suya. Comencé por modificar cuando me curo, sellé el recuerdo original reemplazándolo que solo me curaba y las cicatrices las verá tan borrosas como si no existieran en mi cuerpo. Lo siguiente fue lo que desencadenó ver mis cicatrices, todo lo que recordó se junto con el resto de sus memorias. Y finalmente, lo que vio en esta habitación, hasta la mera intención de abrir la puerta se fue de su memoria consiente.

Sin embargo, le dejé el recuerdo completo de cuando cortaba mi cabello, toda la información que le di permití que lo conservara. Él merece saber, aunque sea eso.

Ya terminada mi tarea me separé y lo cargue hacia la habitación, cerré la puerta azul acercándome a mi cama para recostarlo con cuidado en una posición que estuviera cómodo.

Verlo recostado en mi cama tranquilamente durmiendo me hizo sentir horrible, él ha estado buscando al chico de sus sueños por años y yo le arrebaté su más anhelado deseo. Me gustaría decirle que lo que en verdad ve; no son sueños, sino recuerdos conmigo. Deseo decirle toda la verdad, mis sentimientos, que es mi Agapē. Quiero contarle todo y devolverle sus memorias. ¡Quiero que este conmigo!

Me giré a ver a Сосна quien se restregaba en mi pierna. Le sonreí indicándole que estaba bien, aunque no lo estoy y solo trato de calmarme, no puedo pasar los últimos momentos con mi Agapē de esta forma, sé que se irá de nuevo a la cabaña y, como van las cosas, no lo volveré a ver nunca más.

Apreté mi pecho al sentir una punzada de dolor recorrerlo, tan rápido como vino se fue. Me será doloroso dejarlo ir de nuevo, no se cuantos años más pueda soportar de esta forma o si algún día colapsaré y terminaré matándome. Por eso voy a aprovechar cada segundo que tengo de paz y tranquilad junto a él antes de sentirme tan mierda como de costumbre cuando se vaya.

>...<

Pasé unos cuantos minutos a su lado acariciando su cabello castaño que tanto me gustaba tocar, traté de velar su sueño y cuidar de que no recordara nada más, si lograra hacerlo en estos instantes el solo hecho de verme cuando despierte puede desencadenar una memoria o reconocerme.

Cuando él despierte estará muy confundido o en parte, me hará preguntas y ya tengo ensayada una respuesta, entre ello, tendré que convencerlo de irse. Sé que es una estupidez tratar de hacerlo siendo que lo único que quiero es pasar tiempo con Pinetree, pero es por su bien.

Me incliné hacia su cuerpo y dejé un beso en su frente justo en su marca de osa mayor. Me levanté encargándole a Сосна la vigilancia de Pinetree, me teletransporté a la cocina para ver si el pastel estaba listo y efectivamente, lo estaba.

Saqué el pastel del refrigerador y lo dejé en la mesa para tomar un cuchillo y cortar dos pedazos iguales. Guardé de nuevo el pastel y saqué dos sodas de naranja, coloqué dos tenedores en cada rebanada y dejé todo en una bandeja.

Tomé la bandeja con cuidado y me teletransporté de regreso a la habitación justo a tiempo. Pinetree se estaba sentando en la cama tomando su cabeza, pero rápido guio su mano a su pecho. Me miró de inmediato cuando me senté a su lado dejando la bandeja a los pies de la cama.

Aunque no tuviera el recuerdo, su mirada me transmitía diferentes emociones resaltando la confusión, angustia y dolor. No me gustaba verlo de esa forma, pero supongo que todavía esta la sensación de lo que vio en esa habitación.

-¿Qué paso?

-Cuando me seguías te tropezaste y te diste un buen golpe en la cabeza

-¿Por qué no siento dolor? -Me miró sin créeme

-Te curé -Hice un gesto desinteresado

-Me siento raro...

-¿Te duele algo?

-No, es como, no, se siente...triste y doloroso, una esperanza combinada con desilusión -Me miró con intensidad- Todo eso mezclado con la sensación como si me faltara algo

Bueno es algo natural que sienta esas emociones cuando se enteró de todas las veces que intenté suicidarme. Debe sentirlo con mucha más intensidad por ser mi Agapē, eso sin contar que descubrió algo que buscó por años. Era de esperarse que se sintiera de esa forma.

-¿Me hiciste algo mientras estaba dormido? -Preguntó de repente

-Lo único que hice fue curarte y dejarte en mi cama

Él analizó por unos segundos mi respuesta, después de todo le agregué a su recuerdo que se había tropezado y golpeándose contra algo. Es muy creíble lo que digo, por lo que en su memoria sellada no habrá algo con lo que combatir mi versión.

-Bien, te creo -Suspiró más calmado- Por cierto

-¿Sucede algo?

-Esta oscuro -Miró alrededor

Mirando al rededor me di cuenta de que había oscurecido, esto de ser demonio es un privilegio que podamos ver de noche, tenemos una fantástica visión nocturna. Sin embargo, Pinetree es humano, debería estar viendo muy poco y debido a eso me tomé la libertad de chasquear los dedos prendiendo la luz.

Su mirada recorrió la habitación como si buscara recordar algo de lo que paso, pero se distrajo al ver la bandeja que deje en la cama. Me pareció tierno como se sonrojo avergonzado de que el gruñido de su estomago sonará bastante audible para mi.

-¿Quieres? -Le ofrecí dejando la bandeja entre nosotros

-¿No has comido? -Miró curioso el otro pedazo

-Es aburrido comer solo, por eso te quise esperar~ -Canturrié

Él solo asintió aún metido en sus pensamientos, le di su espació para que pensara con tranquilidad y no volví a dirigirle la palabra solo centrándome en comer esta torta que tengo que admitir nos quedo deliciosa.

-¿Te sientes bien? -Me preguntó de repente sobresaltándome

-Sí -Le sonreí, odio mentirle

-Siento que no es así -Frunció el ceño

-Estoy bien Pinetree

-Hace unas horas no estabas así

Hice una mueca, recordaba perfectamente como me encontró en medio de un ataque, me hubiera gustado que jamás me viera de esa manera.

-Eso ya pasó, estoy bien

Él me miró fijamente unos segundos para luego suspirar, ¿Se había rendido? Ojalá que no siga preguntando lo mismo, en verdad que detesto mentirle.

-Si es así ¿Puedes llevarme a mi casa?

La mención del tema me recordó que se irá y mucho antes de lo que pensé. No quiero volver a sentir los síntomas tan pronto, pero no puedo hacer nada para retenerlo aquí más tiempo, debe volver.

-Te llevaré -Murmuré sonriéndole

Hice hasta lo imposible para demostrarle que estaba bien y que su partida no me afectaba en lo más mínimo, siendo que es todo lo contrario. Bajé mi mirada a Сосна, el se frotó su cabeza en mi pierna tratando de hacerme sentir bien, pero no funcionaba. Solo forcé una sonrisa y chasquee los dedos para dejar la bandeja en la cocina, no quiero tentarme con romper los platos o enterrarme un tenedor cuando se vaya y yo tenga que quedarme solo en esta habitación.

-Bill -Me llamó

-¿Sí? -Lo miré curioso

-Tu cabello esta cambiando de color

-¿Qué?

Me levanté y me asomé viendo en uno de los espejos del baño, al verme reflejado pude notar que algunos mechones de mi cabello rubio se tornaban azules para luego aclararse quedando en un celeste oscuro. Junto a mi pelo también cambiaron mis ojos adoptando una combinación de ambos colores distribuidos perfectamente.

-Te ves extraño con el cabello bicolor -Se levantó tomando uno de los mechones largos que dejo, este en específico estaba cambiando de color.

-Sí -Afirmé

Para mi se me hizo una costumbre estar de dos colores, predominando el celeste, por lo que no se me hizo extraño.

-Pero bueno -Le sonreí- Es hora de que te llevé de regreso

No me sorprendí en absoluto cuando el celeste domino por sobre el dorado siendo más del primer color que el segundo.

-¿Sucede algo?

-No ¿Por?

-Hace un tiempo me dijiste que significaba el azul

-No tiene importancia -Desvié mi mirada

Estiré mi mano con la intención de tocarlo y llevarlo a su dimensión. Sería más efectivo abrir un portal, pero no estoy en condiciones para abrir uno y mantenerlo el tiempo suficiente para dejarlo y volver.

Claro que todas mis intenciones de llevarlo de regreso murieron cuando él se alejó de mi, fruncí el ceño resistiendo el impulso de llevar mi mano a mi pecho, se sintió incómodo y doloroso que rechazara el contacto.

-Espera un momento Bill -retrocedió más

-Tú me pediste regresar, déjame hacerlo -Traté de tocarlo

-Solo espera

-No, ya es muy tarde

Definitivamente tenía que llevarlo de regreso a Gravity Falls, sabía perfectamente que cuando la noche llegaba el dolor se hacía mucho más insoportable, era inevitable para mi no ir a la otra habitación a tratar de cambiar el dolor que sentía y no estoy dispuesto a que vea eso.

-¿Puedo quedarme?

-Ya te quedaste lo suficiente Pinetree, tú familia debe estar preocupada de que todavía no vuelves

-Mientras avisé donde estuve, el motivo de mi tardanza en llegar todo estará bien.

-No creo que a Ford le agrade que estuviste conmigo -Rodee los ojos

-No se lo diré -Aseguró

¿Por qué mi Agapē tiene que ser tan terco? Debe haber una manera de convencerlo de que se vaya.

-¿Por qué quieres quedarte? -Pregunté curioso, tal vez ahí este la respuesta o mi solución para convencerlo

-¿Y si sucede de nuevo? Lo que te pasó hace unas horas

-No va a pasar -Le mentí sonriéndole confiado- Solo vamos

-Quiero quedarme, siento que debo hacerlo

-Lo que sientes es preocupación, jamás me viste en ese estado, es obvio que sientas algo como eso ¡Pero no te preocupe! -Le sonreí- Estaré bien

-Nadie me lo asegura cuando tu cabello es completamente azul -Frunció el ceño cruzándose de brazos

-Yo te lo aseguro

Antes de que reclamara o dijera algo con las suficientes pruebas de poder quedarse conmigo, logré tomar su muñeca evitando de esa manera que se alejara de mi. No me sorprendí cuando vi el pánico reflejado en sus ojos, él sabe que con solo este contacto es lo suficiente para sacarlo de esta dimensión.

-No vomites en el vieja Pinetree~ -Canturree

Afirmé muy bien su brazo para chasquear los dedos, no tardamos en aparecer en el bosque, pero muy cercano a la salida donde podría ver perfectamente la cabaña. Me iba a ir apenas tocara él lugar para no tentarme a quedarme, ese era mi plan inicial, pero todo se fue a la mierda al ver lo que estaba sucediendo.

Fuera del campo que rodeaba a la cabaña estaba Ford, eso algo normal, estaba en su hogar. Sin embargo... ¡Ese viejo estaba hablando con Lucifer!

Sé que es más listo de lo que esta demostrando, porque nadie en su sano juicio invocaría al amo del infierno, el rey del infierno y mi jefe. Es una idiotez a gran escala, agregando que junto a él estaba nada menos que Elena Meyer, esos dos juntos en un mismo lugar es un mal presagio.

-Bill

Mi furia paso a segundo plano cuando recordé que junto a mi estaba mi lindo Agapē. Espero que Ford sepa cerrar la boca y no le dijera nada relacionado conmigo o alguna información de mi conexión con Pinetree, de lo contrario Lucifer lo matará.

-¿Sí? -Lo miré tan calmado como podía

-Estas rojo -Me miró curioso

-Sería mejor que te mantengas alejado de mi en estos momentos -Miré a Ford gruñendo molesto

-El rojo significa ira o emociones relacionadas ¿Verdad?

-Estas en lo correcto -Lo miré serio- Si ves que mis ojos toman por completo el color, incluyendo la cornea aléjate lo más rápido que puedas ¿Entendido?

-Sí

-Otra cosa, nos vamos a acercar y en estos momentos tu tío esta haciendo algo idiota

-Solo esta hablado con ese hombre -Lo apuntó confundido

-Él es Lucifer -Me miró sorprendido y aterrado- Cuando lleguemos no te alejes de mi, mantente detrás y no te vayas a acercar a él

-Entiendo

Empecé a caminar rápido hacia ellos con Pinetree a mi espalda. No tardamos en llegar con ellos, Lucifer y Elena estaban sorprendidos de mi presencia en el lugar, mientras el estúpido humano sonreía satisfecho, en verdad quiero matarlo.

-¿Phill Cipher? -Preguntó Elena confundida

-No es él -Me miró fijamente sonriendo- Él es Bill Cipher, es una sorpresa tenerte aquí

-Lo mismo digo Lucifer -Hice una reverencia mostrando mi respeto, pero en ningún momento sacándole la mirada de encima.

-¿Qué haces aquí? Deberías estar agonizando en otro lado -Se burló

-Si ti no te callas humano incompetente sabrás lo que es el dolor -Lo miré furioso

Estaba tan molesto con él, sabía que pasaría si Lucifer se enteraba que Pinetree es mi Agapē, lo matará de inmediato y el lo esta entregando en bandeja de plata. Definitivamente, lo voy a matar.

-¿Quiénes son ustedes? -Interrumpió Pinetree tenso

Lo miré de reojo aliviado de que siguiera mi consejo de mantenerse detrás de mi y solo asomar su cabeza a un lado de mi cuerpo, todo lo demás se encontraba cubriéndolo.

-Ellos son Lucifer y Elena -Los presenté

-Supongo que tú eres Dipper Pines -Le sonrió Lucifer

Me tensé de inmediato al escuchar su nombre provenir de sus labios, no me gusta que su atención este puesta en mi Agapē. Tuve que retener el impulso de ocultarlo o protegerlo, de lo contrario él se dará cuenta de lo que es para mi.

Casi suspiro de alivio cuando el propio se ocultó detrás de mi. Fue que se me ocurrió una idea, caminé para estar al lado de mi jefe, por lo que, Pinetree me siguió sin salir de mi espalda, al hacerlo logré que quedara dentro del campo. Ahora esta a salvo.

-¿Qué haces aquí? -Me miro molesta

-Vine a cumplir un trato -Le sonreí tranquilo o lo más que podía aparentar- ¿Y ustedes?

-Este hombre nos invocó -Sonrió con malicia, maldita víbora

-Les quería decir algunas cosas

Entré directamente a la mente de Lucifer para saber con precisión que le dijo este idiota. Me sentí aliviado de que no le contara nada importante, solo mencionó que los había salvado de 50 soldados demonios hace unos años. Se ganó una segunda oportunidad de vivir ese viejo por no decirles nada fundamental.

-Me alegró que estés aquí, así no voy a esa dimensión

Miré a Lucifer haciéndole saber que lo estaba escuchando, aunque podía ver que no estaba del todo contento con la información que recibió.

-¿Qué sería? -Lo miré curioso

-¿Por qué los protegiste?

-Es parte del trato -Le resté importancia

-En ese trato ¿Proteges a alguien? -Inquirió alzando una ceja

-No necesariamente -Les sonreí- Pero ustedes deberían marcharse, no deben perder su valioso tiempo con unos humanos

Fruncí el ceño al sentir una descarga de dolor tan conocida para mi. Esta magia es tan característica de él, la domina muy bien y tiene varios niveles de dolor, sin embargo, no importó cuanto subió la potencia, yo no reaccionaba a lo que hacia, ni siquiera me quejé. Fríamente hablando, lo que estoy sintiendo ahora no se compara con lo que siento a diario.

El dolor que me produce la magia de Lucifer es como una brisa de verano comparado a los síntomas que siento con la distancia que hay entre mi y Pinetree durante 4 años. Lo que hace es insignificante comparado al dolor que sufro por su lejanía.

-¿Ya terminó? -Lo miré calmado

Él me miró sorprendido y no por nada, muy pocos por no decir ninguno, puede soportar la magia de Lucifer y tomó provecho de eso cuando muchos demonios le tienen miedo por ese motivo.

Me exalté cuando su magia me envolvió por completo, me elevó unos pocos centímetros para luego estrellarme contra un pino a muchos metros de distancia con bastante fuerza que llegué a romperlo, pero no logré tirarlo a bajo.

-¡Eres un insolente! -Me gritó llevándome donde él estrellándome con fuerza contra el suelo

-No lo fui mi rey -Se senté lento

Iba a pararme, pero unas enredaderas con espinas me inmovilizaron de muñecas y tobillos. Me elevé un poco del suelo dejándome a disposición de Lucifer quien no tardó en usar su magia contra mi, pero poco me importó.

-¿Cómo es posible que no sientas dolor? -Me miró entre molesto e impresionado

-Usted me enseñó a no sentir dolor ¿Recuerda? -Sonreí burlón

-Es una pena que seas el único que sobrevivió a ese entrenamiento

-Solo tendremos que subir la intensidad ¿No es así? -Comentó esa maldita

Apreté los dientes para no soltar algún quejido o cuando las espinas se enterraron más en mis muñecas. Nada me importó, mientras Pinetree estuviera a salvo de él me podían hacer lo que quisieran.

Fueron unos pocos segundos en lo que Lucifer envió descargas de dolor por todo mi cuerpo, pero no fue lo suficiente para retorcerme o quejarme. Solo apretaba los dientes y resistía, no dejaré que me vea débil y mucho menos que se aproveche de eso.

-Es una lastima tu caso Bill -Sonrió burlesco

-¿De qué hablas? -Fruncí el ceño

-Es una pena que no puedes estar junto a tu Agapē -Rio alegre, maldito desgraciado

-¿Agapē? -Preguntó Pinetree, tensándome

-Tiene prohibido encontrarlo, además no deberías estar en tu forma humana

Ella molesta me rodeo el abdomen y cintura con esas enredaderas con espinas haciendo la suficiente presión para enterrarse en mi cuerpo, pero no me quejé. No le voy a dar el gusto.

-Estar en mi forma humana no significa que lo encuentre -Me retorcí al sentir otra descarga de la magia de Lucifer, lo que provocó enterrarme más las espinas

-Pero Bill

Ford guardó silencio de inmediato cuando lo miré, si decía algo de eso me soltaré de esta mierda y lo mataré, aunque Pinetree este presente.

Lastima para ese idiota que mi jefe lo escuchó, al no estar dentro del campo pudo tomar su cuello apretando sin consideración sacándole un quejido a medias.

-¡¿Él qué?! -Le gritó furioso

-¡Nada!

-¡Dímelo humano!

-So-solo pe-pensaba que él no debía estar en fo-forma hu-humana

Lucifer notó el miedo en sus ojos y simplemente lo soltó. Ford no tardó en arrastrarse dentro del campo donde estaba a salvo. Yo por otro lado recibí toda la furia de mi jefe quien me envió otra descarga de dolor mientras Elena cruzaba una enredadera con espina por mi pecho y espalda.

-Creí que pondrías resistencia -Se burló

-¿Por qué lo haría? -Conteste con simpleza- Ustedes mismos lo dijeron, no puedo encontrar ni estar con mi compañero ¿Por qué vivir de esa manera? -Pregunté soltando una carcajada

-Si estas tan dispuesto a morir, no creo que haya problema que yo te torture un poco más -Sonrió

-Adelante -Lo incentive

-¡Ya déjalo en paz!

Giré a ver a Pinetree y me tensé al verlo salir del campo enfrentando a Lucifer. No dude ni por un segundo en dirigir toda mi magia hacia mi Agapē fortaleciendo el hechizo de protección que le tengo.

Lucifer miró despectivamente a Pinetree y solo le tiró una daga de energía, sin embargo, apenas chocar contra mi hechizo se destruyo. Al suceder eso recibí la mirada de mi jefe, identifiqué furia e impotencia en su mirada, sabía que no podría atravesar mi protección, aunque lo intentara.

No pude evitar gritar por primera vez a la fuerte descarga de dolor que atravesó por todo mi cuerpo, pero no aparté o baje mi vista, mantuve mi mirada en él desafiándolo.

-¡Detente! -Gritó Pinetree

-¿Quién eres tu para mandarme humano?

Me molestaba la forma en que lo trataba y miraba, pero no podía hacer nada ni reaccionar o lo sabría. Solo me quedo retorcerme de dolor, pero reteniendo los quejidos que querían salir de mi garganta.

-Te lo suplico, él no ha hecho nada malo para que le hagan esto

-Cállate Pi-Pinetree -Lo miré sonreí- Estoy bien

-¿Es tu Agapē? -Se exaltó ¿Y a esta que le pasa?

No pude evitar gritar por el dolor que sentí. Lucifer sabía que no podría tocar o lastimar a Pinetree con mi hechizo en él, tenía que hacer que me desmayara, por lo que no dudo en aumentar las descargas de dolor llegando a herirme físicamente.

-Sa-Sabe que no fu-funcionara

Él más que nadie sabía lo que costaba que yo perdiera el conocimiento, por eso me contrató varias veces para una guerra al ser tan complicado vencerme y ser un demonio poderoso.

-¿Es tu Agapē? -Preguntó furioso

-N-no -Lo miré seguro

-¡Mientes! -Me envió otra descarga de dolor

-¡Por favor ya déjelo!

Pinetree trató de alejarlo de mí y Lucifer al ver eso lo golpeó, pero en ningún momento lo tocó, su puño chocó con el campo que le tengo puesto.

-¿Cómo es que...?

-¡Este maldito te esta protegiendo! -Contesto furioso- ¡Aunque le rompa los huesos o lo torture él no dejará que te toqué!

Él no se dio cuenta de lo que dijo en los próximos 3 minutos que siguió la tortura, Pinetree intentando persuadirlo, mientras yo me enfocaba en tratar de no desmayarme ya sea de dolor o por perdida de sangre, aunque ambas son poco probables.

Cansado de sentir dolor insignificante de un solo tirón me solté de las enredaderas, aunque se enterraran más en mi piel no me importó. Caí al suelo exhausto, pero no tenía tiempo de descansar, por lo que me levanté ignorando mis extremidades entumecidas, choqué mi frente con la suya empezando a borrar el recuerdo de todo lo que ha pasado, su conversación con Ford.

Mientras me encargaba de borrar el registro de lo que paso sentía su magia más fuerte recorrer mi cuerpo y de la misma forma tratar de alejarme, pero nada funciono y terminó cayendo desmayado al suelo, una consecuencia de borrar un recuerdo.

Aliviado de no sentir ese dolor y solo mi cuerpo entumecido hice el mismo procedimiento con Elena, puso una resistencia inútil al tratar de usar el mismo truco cuando yo domino el elemento de fuego, pude quemar su mierda apenas me tocó.

Al acabar los mandé de regreso a la última ubicación que recuerdan antes de ser invocados por Ford. Exhausto al cumplir mi tarea me dejé caer en el suelo respirando agitado, peleé para seguir consiente, estaba muy cansado como para recibir este tipo de tortura.

-Bill -Se agachó a mi lado

-¿Tienes el número de Will? -Lo miré adormilado y adolorido

-Sí

-Llámalo y dile que venga

Mientras Pinetree hacía lo que le pedí yo bajé el nivel de protección de su hechizo y limpiar la sangre que derramé en el suelo, todo con los ojos cerrados, me sentía muy cansado. Me merezco un descanso.

-¡Bill!

Apenas abrí los ojos los enfoqué en Will quien venía con Phill y Tyrone. Sonreí aliviado de que trajeran a Fighter, tiene un muy buen manejo de la magia curativa, él me ayudara a sanar las heridas que tengo en estos momentos gracias a Lucifer y Elena.

-Will no me abraces -Me apresure a decirle- Me duele todo

-¿Quién te hizo esto? -Se agachó a mi lado

-Fueron dos -Intervino Pinetree- Una mujer, Elena creo que es su nombre y un hombre llamado Lucifer

-¡¿Lucifer?! -Gritaron mis hermanos sorprendidos

-¡Estas loco! -Me golpeo Phill en la cabeza- ¡¿Cómo se te ocurre enfrentarte a esos dos?!

-No me golpees

-¿Dónde están ahora?

-Ni idea, les borré la memoria y los envié a la última ubicación que recuerdan

-¿Puedes? -Miró mi hermano a Fighter

-Sí, lo curaré

Fighter empezó su trabajo curando las heridas simples, como rasguños, cortadas que me hice hace unas horas, los agujeros que tenía debido a las espinas, entre otras cosas. Cuando terminó con eso empezó con lo más grave, como huesos rotos o alguna hemorragia interna.

-¿Te duele mucho? -Me miró preocupado

-No, estoy bi...¡Ah! -Me quejé al sentir como acomodó un hueso en su lugar.

-¡Eso no es estar bien! -Me gritó molesto

-Tranquilo Dipper mi hermano estará bien

-¿Cómo soportaste el poder de Lucifer? -Preguntó curioso Phill

-Sabemos que la especialidad de Lucifer es la magia de tipo dolor, sin embargo, pude resistirlo gracias a que me vi envuelto en algo que me permitió resistirlo

-Pero su magia sigue siendo poderosa -Me miró serio

-No se compara con lo que siento -Argumenté

-Terminé -Llamó la atención Fight

Es un alivio que él terminara, no quería seguir hablando de esto con Pinetree escuchando la conversación, lamentablemente él es más perspicaz con algunas cosas no como su tío. Hablando de ese bastardo, que bueno que se fue a la cabaña, porque ahora curado estoy seguro de que le hubiera dado su golpiza.

-Gracias -Le sonreí sentándome

Empecé a estirarme y mover mis extremidades para ver si estoy en condiciones para irme, sin él estoy seguro de que solo moverme dolería un infierno, además de no ser capaz de curarme a mi mismo por lo que me he hecho en estos años.

Dejando eso de lado y agradeciéndole por el trabajo de curarme me levanté lento. Fruncí el ceño al sentir que el dolor aún estaba presente en mi cuerpo, pero es bastante soportable

-¿Puedes estar de pie? -Se levantó mirándome preocupado

-Estoy bien Pinetree -Le sonreí

Tomé mi cabeza algo mareado y exhausto aún, fruncí el ceño irritado. Tengo pensado irme de aquí, sé que se me hará difícil con el dolor físico y mental, todo mi ser desea y necesita con urgencia un descanso junto a mi Agapē.

Si no tuviéramos eso en cuenta esta lo otro, mi cuerpo no ha estado a su 100% hace años, me sorprende que fuera capaz de resistir su magia y la tortura leve a la que me sometieron. Eso en mi condición es el motivo de que no pueda estar en pie correctamente sintiéndome tan agotado que si no fuera por mis hermanos que me están sosteniendo estaría en el suelo nuevamente.

-Debemos llevarlo a la cabaña

Levanté la mirada dirigiéndola hacia mi Agapē, me emocionó que me quisiera de nuevo en su hogar, aunque no en las mejores condiciones y que deba irme, pero de igual forma me siento feliz.

Empezamos a caminar hacia la cabaña, con cada paso que daba me sentía cada vez más cansado, mi cuerpo lo sentía pensado y el dolor se me hacía muy incómodo. Eso combinado con lo mareado que me sentía y el sueño que pesaba en mis ojos. Aunque me sienta de esa forma no dejaré de hacer los hechizos que tengo que agotan la poca energía que tengo, no permitiré que Pinetree este desprotegido solo por estar exhausto.

-Esta mal

Fruncí el ceño al apenas distinguir y escuchar la voz de mi hermano. Agité mi cabeza y traté de abrir los ojos, pero cada vez el sueño aumentaba junto con el cansancio y la pesadez de mi cuerpo. Todo eso acumulado me hacia dar pasos tan torpes que Will y Phill casi me llevaban a rastras.

-Will -Lo llamé

-No hables, ahorra energía

-Electroshock -Lo miré suplicante

Necesito despertarme de alguna manera, que mi cuerpo reaccione y que mejor que con el dolor, no es una de mis mejores ideas, pero hará que mi cuerpo despabile, además que la corriente eléctrica me dará la suficiente energía que necesito en estos momentos para siquiera caminar. Sino lo hacen lo más probable es que colapse.

-Phill

Sentí una corriente viajar por todo mi cuerpo. Una sorpresa que no fuera doloroso y solo recargara un poco de energía a este peso muerto, el efecto durara lo suficiente para recuperarme un poco.

-Gracias

-¿Por qué se lo pediste? -Preguntó Pinetree confundido

-La corriente eléctrica de Phill no solo para causar dolor, en mi caso puede darme energía -Le informé

-¿Energía?

-Si Bill se desmaya todo hechizo que este haciendo se cancela por si mismo -Empezó a explicar Will- Él sabe eso

-¿No quiere que se cancelen?

-En estos momentos no -Dirigí mi mirada a Will- ¿Puedes llevarme a casa?

-Lo siento, pero no puedo llevarte -Sus ojos se cristalizaron- No quiero que hagas algo estúpido en estas condiciones.

Gruñí frustrado, no puedo contradecirle ya que tiene razón, si me dejan solo en estas condiciones lo más probable es que me haga más heridas de las que curaron. Aunque tampoco es tan malo quedarme, la cercanía de Pinetree podré disfrutarla.

-¿Puedes traer a Сосна? Lo dejé solo en casa

-Iré por él

Will me dejó a cargo de Phill, sin dirigirle la mirada a ninguno de los integrantes de la cabaña me llevaron a la habitación de Pinetree. Pude ver la cama donde siempre dormía, no dudé en soltarme del agarre de mi hermano y floté hasta recostarme en la cama.

-Aquí esta

No tardé en tener a Сосна entre mis brazos acurrucado a mi lado, aliviado de que estuviera conmigo y no solo en mi casa pude cerrar los ojos con tranquilidad oliendo el aroma de Pinetree tan cerca...su esencia.

Narra Dipper

Bill apenas tener a su conejo se acurrucó en mi cama cayendo dormido al segundo. Dirigí mi mirada al pelirrojo al escucharlo reír.

-Sí que lo disfruta

-Cállate -Lo golpeó en el hombro su hermano

-Bien bien -Abrazó a un chico muy parecido a mi- Adiós

Él junto a ese chico se fueron, miré a Will y le agradecí por venir una vez más, él solo me pidió que cuidara a Bill y que lo vigilara para que no hiciera nada estúpido.

Cuando todos se fueron dirigí mi mirada a Bill, él estaba durmiendo de lado abrazando a su conejo que se acurrucó en su pecho asomando su cabeza por su cuello. Fruncí el ceño al ver todas las cicatrices que hay en sus brazos, abdomen y pecho, tiene demasiadas.

Desvié mi mirada de su formado y semi desnudo cuerpo, Phill le había cambiado de ropa colocándole un simple pantalón rojo oscuro, lo demás estaba descubierto dejándome una buena vista de su cuerpo.

Agité mi cabeza alejando esos pensamientos de mi mente, no es momento de pensar en eso, sino en la conversación que tuvieron ellos tres. Para que Bill pudiera soportar esa cantidad de magia y dolor debe sentir algo mucho peor que eso y la manera en que se veía tan desgarrado cuando trató de alejarme debe ser un factor.

No entiendo porque me causa tanta curiosidad y preocupación, pero de todas formas lo voy a ignorar, en estos momentos lo único que quiero hacer es ayudar a Bill a que se sienta mejor, lo que sea que le este pasando quiero ayudarlo a superar eso.

Quiero conocerlo más, ver cuanto cambio y ayudarlo. Todos merecemos una segunda oportunidad para volver a empezar y yo quiero dársela a Bill, quiero ser cercano a él y no dejar que este sufriendo solo.

Sonreí acercándome, sentándome a su lado. Empecé a acariciar su cabello ganando un sutil suspiro y una leve sonrisa se formo en sus labios, definitivamente, voy a conocerlo, creo que nunca fue un demonio despiadado hambriento de poder o conquista.

Y quien sabe, pasar tiempo junto a él puede ser bueno. Después de todo, me divertí mucho haciendo ese pastel con él, tal vez podamos repetirlo y que aprovechar de enseñarle a cocinar.

Serán las mejores vacaciones que tendré. De eso estoy seguro. 

Continuará 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro