Calista no sabía en dónde se encontraba y le dolía la cabeza tenía n sus ojos vendados y estaba amarrada en una silla
- Te dije princesita que las ibas pagar - dijo una mujer quitándole la venda de la boca
- Quien eres?? En dónde estoy? Por favor! No me hagas daño. - dijo Calista que se escaparon unas lágrimas por las mejillas
- Soy la ex de matthew, debo admitir que eres bonita mucho más que yo.- dijo ella
Por eso creo que por lo menos eso hizo bien.
- Si te portas bien y te doy sale como quiero te voy a dejar ir. - dijo Amber mientras se reia. - aunque tengo ganas de jugar un juego contigo. Qué dices acepta?
- que clase se juego? - dijo Calista
- Uno en que te puedes salvar y dejarte libre.- dijo ella con una sonrisa aunque no la podía ver se le escuchaba en la voz.
- Bien jugaremos. - dijo Calista sabía que había poca probabilidad de ganar pero no tenía nada que perder
- Que bien bueno - desató a a Calista y le quitó la venda de los ojos. - esto haremos puso 5 pistolas en la mesa.
Calista se tensó al ver tantas pistolas.
- Puedo preguntar por qué... Tienes tantas armas? - dijo Calista
- Soy una mujer poderosa - dijo Amber con un aire de superioridad
Calista prefirió callar
- Bien el juego consiste en que nosotras vamos agarrar un arma y vamos a disparar hay 4 que no tienen nada pero hay una que si. Si todas las 4 que agarramos no tienen la bala pues vas a hacer libre. - dijo Amber con un toque de sadismo
- Y dónde vamos a apuntar? - dijo Calista con temor.
Amber río - pues a nuestras cabezas - No creas que el juego sería fácil
De inmediato a que lo dijo Calista soltó lágrimas de desesperación
- Y no creas que te puede hechar para atrás ya dijiste que si - dijo Amber.
Calista asintió nerviosa trato de controlarse y agarró la primera pistola, su mano tembló
- Si me vas a hacer hazlo de una buena vez - dijo Amber sin ningún toque de nerviosismo
Calista cerró los ojos y disparó...
No tenía la bala
- Bien es mi turno - Dijo Amber agarró el arma y disparó de una - qué suerte! Tampoco es - dijo aguantando una risa
- Estás loca - dijo Calista
- agarra el arma  maldita sea!! - dijo Amber
Calista lo hizo y sin titubear disparó
- Oh qué suerte! Tampoco es - dijo Amber - Hora de la verdad - sonrió
De una la agarró y disparó.
Calista respiro de alivio
- Osea que quedó libre? - dijo ella
Amber se rió por horas y con maldad y agarró el arma y disparó no hubo tampoco nada.
Calista lloraba sabía que había Sido un producto de burla y ella calló redondo.
Amber se estaba acercando riéndose y con el mango del arma golpeó la cabeza de Calista
- por llamarme loca, maldita - dijo ella - bien hora de enviar el mensaje...