
Capitulo 4 Festín
Ya había pasado una semana en ese lugar. Y para su desgracia se llevaría a cabo una fiesta, y él era el sirviente de todos. Estaba agotado. Por las noches yami lo humillaba, obligándolo a complacerlo y si no lo hacía recibía como castigo el látigo
En la fiesta yugi corría de un lado a otro sirviendo la comida u otra cosa que le pedían. En esas corridas, que llevaba el jabalí recién sacado del fuego, yami le pone el pie. Yugi se tropieza y el jabalí sale volando; yugi cae al suelo y la cena encima de su cabeza. Todos se echaron a reír
Yugi nunca fue tan humillado de esa forma, veía como todos se reían de su desgracia. Se le formo un nudo en la garganta, quería contener ese llanto, pero no pudo. Sus lágrimas se deslizaron por su mejilla
Pararon de reír, todos los presentes se enfocaron en yugi con miradas de enojo, con deseo de matarlo
-TÚ- agarrándole del cuello- maldito niño, no sabes hacer algo bien- yugi sierra sus ojos fuertemente, esperando el golpe
-Espera padre- el padre se detiene y lo mira- suéltalo, yo lo castigare
El padre lo suelta y cae al suelo. Yami agarra del brazo, de yugi que se paró del golpe. yami casi lo llevaba a rastra hasta su casa. Al entrar, lo lleva al cuarto. Lo abraso por detrás, de la cintura
-sabes, es raro- susurrándole en el oído- de tener sexo con una prostituta, me siento atraído hacia ti, tu cuerpo- pasando su lengua por el cuello de yugi- es un deleite para mí- comenzó a lamber su cuello y le sopla produciendo en yugi un escalofrió. Lo tira a la cama, boca arriba, ata sus manos con la soga, en el respaldo de la cama
-Cuando termine el festín regresare y te daré mi dulce tortura- con malicia. Agarra la cara de yugi y le planta un beso exigente. Sale de allí y cierra la puerta y se va a reunir con los demás en el festín
Yugi comenzó a llorar, quería estar con sus amigos, con su familia. Él iba a ser el padrino de Joey en su boda, y la siguiente semana él se iba a casar con su prometida Rebeca. Pero...comenzó a preocuparse en lo que le iba a ser yami cuando vuelva del festin
Decidió dormir y no pensar en ello. Se durmió
Comenzó a sentir una suave caricia en su mejilla. Abre sus ojos y se encuentra a yami mirándolo serenamente, desnudo, enzima de él,
Yami se le fue acercando. Yugi le pudo oler el aliento de alcohol, estaba ebrio
-Eres hermoso yugi, te deseo- yugi abre sus ojos menormente. Lo besa apasionadamente
Comienza a desnudarlo lentamente, a disgustar cada parte del cuerpo de yugi.
Lo hizo suyo con delicadeza y pación. Esa piel tersa, suave y blanca como la tela más fina. Cada marca que tenía era por su culpa, pero aun así disfrutaba tocarlo y satisfacer ese instinto de placer
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