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Capítulo 33 (Déjame)

Vegeta

— Nuestros papás vendrán esta semana para tu graduación. — mencionó Milk con cierto entusiasmo. 

— ¿En serio vendrán? Oh wow. — use sarcasmo. — A lo único que van a venir es para organizar esa estúpida boda. — bufé al recordarlo.

— Sólo nuestro padre. Tu sabes que mi mamá no está al cien por ciento de acuerdo. — dijo — Hablando de esto. No sé… tal vez… Deberías volver a hablar con Bulma, total, solo quedan pocos días. — dijo ella mientras comía una fresa. — Por cierto, Goku ya consiguió su licencia y auto, su carro está bonito. 

— Fui ayer a su casa y hablamos. — dije — Segundo, ya me enteré, no está mal ese auto.

— Sí sé que fuiste a su casa.

— ¿En serio? — dije con sarcasmo. Las dos realmente se contaban de todo, y eso aveces me hacíasentir incómodo.  ¿Realmente le cuenta todo lo que hacemos?. Veamos.. — ¿También te dijo que tuvimos relaciones? — la miré de reojo. 

Ella abrió su boca y parpadeó sorprendida.  — N-no.. 

— Creí que se contaban de todo. — sonreí. 

— Ella me dijo que solo se dieron un horrible beso. — bufó mientras sacaba la lengua con asco. 

Hice una mueca. — Bueno ya ves. — crucé mis brazos. — Si sabes que fui a su casa ¿Por qué lo repites? 

— Para que lo hagas de nuevo — fruncí mi ceño — Ay hombre, quedan pocos días para que esta boda se realice y ni siquiera han quedado en algo. — bajé la mirada — ¿Qué harán? ¿Te casarás y se irán por caminos separados cada quien con su propia vida?

— No.

— ¿O planearán algo para impedir esa boda para que estén juntos? — sonó irónica, pareciera que eso es lo que quiere que hagamos. 

— No sé. Mi viejo me desheredara de todo y termino en la calle. — comenté con algo de temor de solo pensar que sería de mí. 

— ¿Importa el dinero? 

Fruncí el ceño.

— ¿Entonces cómo se supone que terminaré mis estudios y tener un futuro? — no quería terminar en la calle, ¿Cómo puedo asegurar una vida junto con ella? — No quiero ser pobre. Tampoco millonario. Solo quiero estabilidad. — dije. 

— ¿Es ella parte de esa estabilidad? — preguntó de repente. Fue donde me puse a pensar en lo que quedaba de la mañana.

¿Debería ir a hablar con ella? ¿Debería confesarle lo que sentía por más que ya sea notable?
Me sentía con la necesidad de hacerlo, pero no sé si podría ser capaz, no sé si tengo el valor suficiente para decírselo.

Ahora…, si es que no vamos o damos para más, al menos ya no me sentiría así, como si retuviera algo como un secreto cuando realmente ya no lo es a los ojos de ella. Pensar o decir cosas así me hace sentir raro, me hace sentir extraño, y es porque es la primera vez que siento cosas así por alguien, eso es lo que lo hace raro, porque es por alguien que me atrajo desde la primera vez. Aunque ha de admitir que al principio era muy irritante y enfadosa, pero eso solo hizo que me atrajera más. Raro, como dije. 

A veces me pongo a pensar si es que lo que siento por ella es atracción o realmente es lo que siento que es. 
Al principio sí pensé que era atracción. Pensé que solo era mi cabeza haciendo un mundo y encontrándola interesante y… bonita.

Pero desde esa noche que estábamos los dos y pasó lo que pasó. Algo cambio dentro de mi y mi perspectiva sobre ella. Algo no volvió a ser lo mismo con ella.

Fue ahí donde empecé a dudar lo que realmente sentía. No la veía de la misma manera como solía verla antes. Era distinto. Era más.. raro, por no decir algo cursi.

Eran horas sin dormir con tal de descifrar qué sentía realmente por ella. Podía pasar horas y horas mirando o haciendo algo pero ella seguía en mi mente. Era difícil concentrarme en las cosas que hacía. 

Siempre pensé que lo que veía Milk sobre películas de romance era pura bobada. Cuando me obligaba a verlas con ella, me sentía incómodo. Jamás pensé en tener una “Pareja”, no le veía lo necesario. Escuchaba a Millk siempre decir que su media naranja sería bla, bla, bla y más bla. No prestaba atención total. Pero sí que de alguna u otra forma, ella sería feliz con la persona que ella soñaba. En sus películas siempre veía al chico enamorarse y hacer todo con tal la chica le hiciera caso, y terminaban haciéndoles caso, y terminaban felices y teniendo una familia. Yo me preguntaba cada que terminaba una. ¿Algún día conseguiré yo esa persona especial? Algun día seré yo eso para alguien?

Muchas preguntas pasaban por mi mente, logrando hacerme sentir solo algunas veces, pero me daba cuenta que eso solo me hacía daño entonces preferí no darle tanta importancia y volverme como era justo antes de conocerla, un chico que solo disfrutaba de su juventud sin preocupaciones. Terminar la preparatoria e ir a la Universidad para por fin servir de algo en la vida, y depender de mí mismo.

Además de eso, además del tema sobre las películas con Milk. Los chicos de mi edad comenzaban a formalizar un romance parecido a los que veía en aquellas películas, me decían todas las cosas que hacían como.. Regalar rosas, darles chocolates, sacarlas a pasear, etc. Mi curiosidad creció más cuando mencionaban sobre que la mejor parte de una relación era cuando culminaban cierta intima actividad donde ellos tenían el control como las mujeres también, en pocas palabras; las relaciones sexuales. 

En una de tantas fiestas, tuve la curiosidad de experimentar esas “Placenteras actividades íntimas” fingiendo que estaba borracho con una chica que había. Y lo hice. Aunque, cabe admitir que no sentí nada. El “Placer” fue casi al último. Era un novato y no sabía nada sobre aquello, solo me guié por lo que el resto me decía. 
Aunque también gracias a los videos.

Cuando lo hice con Bulma. El sentimiento cambió bastante. Y no trato de decir que recién cuando tuve relaciones con ella comencé a sentir verdaderas cosas por ella. No. 

La forma en la que empecé a verla fue más fuerte. Más intensa. Y no me sentía mal, es decir, sentir aquello no me asqueaba en lo absoluto, todo lo contrario. Me gustaba esa sensación. 

No solo eso. También era cuando Kakaroto interfirió entre ambos y estuvimos distanciados por un largo tiempo. Me hizo dar cuenta que sin ella las cosas no eran lo mismo. Las cosas se volvieron solitarias y en serio extrañaba su compañía. Extrañaba molestarla y hacerla enojar. Extrañaba la forma en la que me sentía cuando estaba cerca de ella. Literalmente extrañaba todo, incluso lo más pequeño.

“Ya no es atracción” me decía a mi mismo desde lo más profundo, “Es algo más…”

Y temía por que fuera ese algo más.

¿Por qué?

No lo sé.

Pero ahora que he estado pensando todo esto. Que he estado expresando cómo me sentía con cada situación y posición en mi vida contándola a ella. Reviviendo sentimientos que me hicieron dudar. Puedo deducir que si es ese algo.

Oh wow.

No sé cuándo.

Ni cómo.

Ni porqué.

Pero aquí estoy.

En frente de su casa dispuesto a hablar y finalmente confesarme. 
Me siento motivado, supongo. 
Quiero decir.., luego de haber meditado todo esto mientras caminaba para despejarme, me siento listo para abrirme completamente a ella y cruzo dedos a que podamos sacar algo bueno de esto. 
Y no me refiero a “Eso”.

Sino a una solución al problema.

Solté un suspiro preparándome para tocar la puerta.
Pero un pequeño detalle me detuvo. 

— ¿Es ese el carro de Kakaroto? — susurré, justo en mis narices estaba ese carro rojo que acababa de conseguir hace pocos días atrás. 

Saqué mi teléfono para verificar aquello. Él me había mandado una foto del carro mismo una vez que lo había conseguido a base de sus ahorros.

Ambas placas traseras coincidían. La palabra “Kame” lo decía todo.

Alce una ceja confundido. ¿Qué hacía él aquí? ¿Vino a verla o qué? 

No pude evitar sentirme molesto. Me sentiría mejor si sé que sus padres están con ellos viéndolos. 

“Él no sería capaz de hacerle daño, es cómo su hermana menor” me decía mi subconsciente tratando de calmar mi enojo.

¿Pero y si su mentalidad sobre ella cambia? 

Discretamente me asomé a una de las ventanas que daba mejor vista a la sala. Si es que están. 

Y si. Estaban los dos sentados en el sillón. Al parecer conversando. 

“¿Ya ves? Sólo están hablando” 

Aunque no había nadie más alrededor de ellos. Debería tranquilizarme con la idea de que se conocen desde chicos y él no sería capaz de sobrepasarse. 

Decidí que mejor sería volver en otro tiempo. Quizás era algo importante lo que hablaban. Y lo peor es que él está aquí y no quiero testigos cerca. 

Al momento que comenzaba a alejarme de la ventana y tomar rumbo a mi casa. Algo dentro de mi me impidió hacerlo y me hizo volver como si alguien me jalase.

Al ver lo que estaba apreciando me hizo hervir la sangre como nunca antes. Apreté mis puños tan fuerte que hasta podía sentir mi sangre quema en ellas.

Sentí como si algo dentro de mi se rompió. U dolió.

Me moví de ahí y sin pensarlo dos veces me paré en frente de la puerta y con todo el coraje que sentía derrumbe la puerta con una patada sin importarme si había una alarma o gente alrededor mirando, solo quería entrar y romperle la cara a ese hijo de puta.

Como si de una fiera se tratase, gruñí. Ambos al verme se sorprendieron y se separaron al instante. Mis ojos se dirigieron de frente al tipo que me miraba con terror y sorpresa al mismo tiempo. No espere más tiempo y me acerque a él con rapidez y lo golpeé con todas las fuerzas que había reunido en el poco tiempo. 

— ¿Qué se supone que haces, imbecil? — lo sujete de la camisa y lo levanté con la misma para después tirarlo a alguna parte de la habitación bruscamente, logrando que chocase contra la pared. Aquel golpe y reciente tiro fueron suficientes para debilitarlo. De su boca un hilo de sangre resbalaba al igual que en su nariz. Se iba levantando. Pero yo iba a impedir aquello. Nuevamente, con pasos más rápidos me acerque a él preparando mi siguiente golpe. Logró ponerse de pie y fue que comenzamos con la lluvia de golpes. Bulma trataba de separarnos pero no lo lograba. 

El coraje corría en mis venas y no era consciente de lo que hacía.

Pero de algo si estaba seguro.

Quería romperle la cara por cometer tremenda atrocidad.

Él trataba de defenderse pero le era tanto difícil.
Cuando llegué, lo había tomado por sorpresa y todo, obviamente no se lo esperaba, lo cual me da más ventaja por qué sigue en un shock.
De nueva cuenta, lo tuve en el piso frente a mi. Mi pierna estaba lista para dar el esperado golpe que merecía. 

— ¡Vegeta, espera! — aquella se interpuso entre él y yo. Entre el acabado cuerpo del idiota y yo — ¡Ya dentente! ¡Lo vas a mandar al hospital! — dijo. Pude ver su semblante de preocupación. Ella se agachó a chequearlo. Él solo jadeaba.

— Con que es eso.. — susurré mientras mordía mi labio inferior con fuerza. — ¡Joder, que eres estupida! — dije. Ella se sorprendió a lo que dije — No lo puedo creer — me limpié el labio al sentir como un poco de sangre resbalaba debido a uno de los golpes que el imbécil me logró dar. 

Iba a perder la cordura en cualquier momento.

Ella no sentía lo mismo que yo.

— ¡¿Cómo te atreves a llamarme estúpida, tarado?! 

— ¡Por que lo eres! — sentí cómo de pronto una cachetada cayó ardientemente sobre mi mejilla izquierda. 

Dolió.

Y no solo la cachetada.

Deje aquello a un lado. 

— ¡¿Cómo se te ocurre meterme la mano, maldita perra?! — grité molesto apretando mis puños. 

Aquel que estaba tirado en el suelo se levantó como pudo y logró golpearme en la cara con fuerza. Retrocedí hasta al punto de casi caer gracias al impacto.

— ¡Eres un cobarde, Vegeta! — gritó — Insultar a una mujer.. — habló bajo. — ¡Eso no es de hombres! — caminó hasta quedar en frente de ella, como quién diría, protegiéndola.

¿Y de quién más?

De mí.

Escupí la sangre que había en mi boca por el golpe.

— Me importa poco. — volteé a verlos con enojo. 

— Si te enojaste por que nos viste besarnos. No entiendo el motivo. Tú y ella no son pareja. Ella es libre de hacer lo que quiera con quién quiera— habló. Y ella no dijo nada.

Sentí mi sangre volver a quemar y estaba listo para golpearlo de nuevo. Se iba a tragar sus palabras por el culo si es posible.

Al querer volver acercarme para golpearlo. Nuevamente ella se interpuso — ¡Ya basta! — gritó estirando sus brazos para hacer distance entre ambos. — Goku, te voy a pedir que por favor te vayas. Necesito hablar con Vegeta. — lo miró. Él alzó una ceja ofendido al ver que es a él a quién está botando y no a mi.

Pero yo me iré por mi propia cuenta.

— No. Yo soy el que se va a ir. Total. Se nota que están ocupados, ¿Verdad? — dije dispuesto a irme. No aguantaba estar ahí. Caminé hacia la puerta principal que derrumbe que ahora estaba cerrada mágicamente.

Pero ella sujetó mi brazo, obligándome a detenerme.

Ella le dedicó una mirada aquel sujeto. No rechistó y se fue bufando, sabía que estaba molesto. En todo ese lapso que se iba, dentro de mi lo insultaba si es posible hasta en chino.

Me zafé de su agarre con brusquedad y me alejé de ella una vez que el tipo se había ido.

— No tengo nada que hacer aquí, me voy. — di vuelta, quería irme de una vez. Pero ella nuevamente me sujetó del brazo.

— ¡Él me besó! — soltó de repente. 

Carcajeé, volteé a mirarla directamente a los ojos. No le creí. — Eso dícelo a otro, pero a mí no. — me volví a soltar de su agarre y seguir encaminandome a la salida.

Ella corrió hacia mí hasta quedar en frente impidiendo mi paso a seguir.

— Yo jamás lo besé. — volvió a decir — Tienes que créeme.  

— Mis ojos vieron otra cosa. — dije — Tal vez él te besó. Pero tú no hiciste nada para evitarlo o al menos detenerlo. — decir aquello me dolió muy en el fondo. Nuevamente la imágen de ambos besándose pasó por mi mente. Eso solo me hizo rabiar más.

— Por favor. — susurró — Estaba en shock, no creía lo que estaba pasando. Jamás me esperé algo así y mucho menos de parte de Goku.

Negué con la cabeza. — ¿Sabes qué? Haz lo que quieras, yo me largo. — pasé por su lado golpeando su hombro con el mío para dirigirme afuera.

Ella me detuvo abrazándome por atrás. 

— Vegeta.. 

— Suéltame. — dije seco.

— Hablemos. — sugirió.

— No quiero.

— Por favor. 

— No.

— ¡Sólo escúchame! — gritó.

— ¡Dije que me dejes ya! — cansado, me di media vuelta y la empujé inconscientemente y sin medir mi fuerza. Estaba cegado por la furia. Ella cayó en el piso. Soltó un quejido debido a la fuerte caída.

Rápidamente salí de mi trance. Y volví a la realidad y ver lo que acababa de hacer.

Me di un golpe internamente. 

No debí empujarla.

Ella me miró horrorizada y como si quisiese llorar. Se arrastró un poco hacia atrás con tal de alejarse.

Soy una bestia.

Tragué duro cuando vi que pudo caer junto a la mesa que tenía un jarrón. Pudo haber salido mucho más herida.

Gracias a mi.

Idiota. Idiota y mil veces más un idiota.

— Per-Perdón... — retrocedí unos pasos, choqué con un estante en el proceso de retroceso — No me hables.

Sin esperar más, salí de la casa con el corazón en la mano sin saber qué hacer con el. 

Estamos a cuatro capítulos para el final TwT
¿Qué creen que pase? 👀

Gracias por el apoyo 💚

¡Nos leemos!

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