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Capítulo 28 (Frío)

Una semana había transcurrido desde entonces, no volvimos a hablar, y mucho menos a cruzar miradas. 

Aunque fui altamente criticado por Milk en estos días, supe que era lo mejor. 

Y está bien, mientras no me hable o piense en mí las cosas irán mejor para ella. 

Las clases habían terminado, y la familia de Jenny había llegado. 

Jenny, era el nombre de la chica con la que mi padre me había comprometido. 

Cuándo se enteraron que no tuvimos ningún acercamiento antes sólo porque no quería, nos encerraron en mi habitación para poder conversar o cómo quién llamaría "Conocernos"

Me senté en mi cama molesto. No me interesaba hablar con ella. Casi terminaba discutiendo con mi padre porque no quería hacerlo en pleno almuerzo. 

— Oh vamos Vegeta. Tenemos que hacer esto aunque no queramos. — dijo ella parada en la puerta de mi habitación. 

— No estoy disponible ahora. — prendí la consola y comencé a jugar enfocando mi atención en el televisor.

— Escucha. Si queremos que las cosas vayan bien tenemos que esforzarnos. 

— Y según tú ¿Cómo las cosas saldrán bien? Si me van a amarrar contigo.
— Créeme, yo tampoco quiero esto. Pero no tengo opción. — dijo acercándose dónde estaba — No podemos hacer nada. Quizás con el tiempo nos comencemos a querer y así.. 

No la dejé terminar. Lo que decía era una tontería. 

— Jamás creas que pondré algún día mis ojos en ti. Primero me dijo en el cerdo que en ti. — le dejé en claro eso y volví a mi partida. 

— ¡Oye! ¡Estoy siendo cortés contigo! ¡Muéstrame un poco de respeto! Idiota.. — sentí un pequeño golpe en mi hombro.

Era inevitable no pensar que con la que hablaba era Bulma. La forma en la que se expresa me hacía recordar nuestras discusiones. Es cómo tenerla aquí. Conmigo.

Me ponía melancólico. Y extrañaba esos días dónde parecía no haber preocupaciones por nada. Y podíamos disfrutar. 

Pero no, no era ella, no podría compararla. 

— Cómo sea. 

— Escucha, si no vas a cooperar con esto. Aunque sea cuándo salgamos de aquí finge que estuvimos un buen rato hablando o contando algún chiste. Así no nos volverán a meter en tu habitación. 

— Me parece perfecto. — dije. 

Ella guardó silencio, le di una pequeña mirada, y vi como se acercaba a mis estantes. 

— No toques nada. 

— No pretendía hacerlo. Es que me voy a aburrir sólo viéndote jugar. 

— Agh, está bien, ¿Quieres probar? — le ofrecí el mando para que no se estuviera quejando. 

Ella sonrió y se sentó dónde estaba, yo me arrimé a un lado. Pero como ella no sabía cómo jugar. Tuve que enseñarle.

Solté un suspiro cansado. Hubiera preferido jugar algún tipo de juegos con Bulma alguna vez, y que no fuera otra a quien tuviese que enseñar. 

Hubiera sido divertido. 

Y así fue cómo pasé toda la tarde desperdiciando mi tiempo enseñándole a jugar Geometry Dash, lo único que podía hacer. 

(•••)

— ¡Genial! — grité mientras le agradecia a mi madre por dejarme ir a el viaje que tendríamos todos los del último grado. Sería un viaje para visitar algunas universidades que estaban cerca de nuestro estado. 

El viaje era el día de hoy. Y mis padres estaban indecisos en si dejarme ir o no, luego de mucho rogar y lavar los trastes, limpiar el coche de mi padre, y limpiar el baño durante una semana. Lo había logrado. 

Eran las cinco de la mañana, me había levantado demasiado temprano para preguntarles por milésima vez para ir, y dijeron que sí, lo primero que hice fue avisar a la escuela que iría y así podrían reservar un asiento más, era prácticamente el último. Subí a mi habitación para comenzar a alistar mis cosas. Sería un viaje de tres semanas. Por lo que me parecía muy emocionante por fin salir de mi zona de confort y ver otros lugares que aún no he conocido. En especial a universidades que podrían interesarme.

Kakaroto me avisó que él iría, Bulma también lo haría, ese era el único problema. 

Trataría de estar lo más alejado de ella. 

Unos leves golpes oí al otro lado de mi puerta, grité pase, y era Milk, que recién se levantó debido al grito que hice. 

— ¿Emocionado? — dijo ella sentándose en mi cama viéndome alistar mis cosas en otra mochila. 

— Demasiado. 

— Que pena que no podré ir. Hubiera querido también ser último año. — hizo un leve puchero. 

— Lo disfrutarás el próximo año. — metí demás ropa. Cosa que necesitaría mucho. 

— Si.. — seguía metiendo cosas que necesitaría en mi mochila, ella solo me veía. — Oye.. ¿Puedo decirte algo? — preguntó. Captando mi atención. 

— ¿Qué pasó? 

— Bueno.., sé que Bulma irá a ese viaje también. 

— Lo sé. — trataba de ser frío con ese tema. Seguí empacando. Me dirigí al baño y traje conmigo mi cepillo de dientes, la pasta dental, y enjuague bucal. 

— Tal vez.., no sé, puedas hablar con ella y aclarar todo esto. 

— Ya hablamos de esto, Milk. Las cosas están yendo bien con ella, la he visto estos días y la he visto mejor que nunca, ella está mejor sin mi. 

— Pero, ustedes se quieren, no es justo para ustedes, merecen ser felices. — dijo tratando de no hablar alto. 

— No hay felicidad en nuestro futuro. No hay un futuro juntos. No estamos hechos el uno para el otro. Punto. — comenzaba a fastidiar. 

— Aunque sea dile la verdad. Ella merece eso. No les pido que se junten. Sólo que las cosas se arreglen entre ustedes y puedan vivir tranquilos. Yo sé que toda esta situación apesta, y aún peor teniendo en mente que ella te está odiando. Pero.. haz el esfuerzo. Es lo único que te pido. — soltó un suspiro — No hablé con ella acerca de lo que pasó, ni ella me dijo nada. Supongo que no quiere tocar el tema y respeto eso. Sólo piensa lo que te dije. — se levantó y me dio una pequeña palmada en mi hombro antes de irse. 

Dejé de empacar para ponerme a pensar. ¿Estará pasando realmente un buen momento luego de lo que pasó? 

No lo sabía con exactitud. 

No. No hablaría con ella. Ella me odia, y es lo mejor, así no se acercará a mí y no me pensará y así me olvidará para siempre. 

Llevaría una maleta y una mochila. Uno nunca sabe qué puede pasar. 
Teniendo todo listo, y con el sol a su punto mañanero. Bajé con mis cosas listas, mi madre me había preparado el desayuno, no dudé en comerlo y no me tardé mucho. Milk ya había bajado. Cómo era un viaje, yo tenía que salir más temprano. 

— Buen viaje Vegeta. — dijo mi madre dándome un rápido abrazo al ver que estaba con los minutos contados. 

— Suerte. — dijo Milk imitando lo que hizo mi madre hace unos segundos. Sentí un pequeño pellizco de su parte, cosa que hizo que me quejé un poco. Sabía a qué venía eso. — Cuídate. 
Me despedí y salí de mi casa. Todos nos encontraríamos en la misma escuela. 

(•••)

— ¡Vegeta! ¡Llegaste! — gritó Kakaroto al verme, dejé mis cosas a un lado. Nos habían juntado a todos en un salón de clases, el más grande de la preparatoria, debido a que éramos muchos. 

— ¿Es tarde? — pregunté sentándome en la mesa que Kakaroto se estaba sentando con sus cosas. 

— Nop, nos acaban de avisar que el autobús no está lejos de llegar. Es cuestión de esperar. 

— Mmh.

— Oye.. y… ¿Ya sabes con quién te vas a sentar? — preguntó de pronto. 

— ¿Por qué? Pensé que irías con Bulma. 

— Me choteó, prefirió a su amigo el cabello pintado que a mi. ¿Puedes creerlo? — bufó. 

Mi mirada comenzó a buscarla. Al fondo pude notar que estaba ella y su otro amigo, creo que era el tal Martin. No importa. 

— Esperaba poder sentarme contigo, y no ser el sin amigos. Porque todos ya tienen una pareja.

— Como sea. 

— Genial. Eso significa que ¡También compartiremos cuartos!. — sonrió animado. 

— ¡Espera! ¿Qué? — lo miré sin creer lo que acababa de decir. 

— Con la persona que elegiste para compartir asiento, será con la que compartirás habitación cuándo vayamos a visitar los lugares en el hotel. ¿No es grandioso? 

— ¡Un momento! ¿Eso significa que Bulma compartirá con él? — los señalé sigilosamente.  

— Si, supongo. Pero ya le di una advertencia a Martin. Si no se las verá conmigo. 

Y conmigo. 

— Lo bueno es que son camas separadas. 

— Estupendo. Ya me estaba arrepintiendo de no haber traído mi desinfectante o repelente. — sonreí con burla. 

Él se rió. — Yo igual. 

Le saqué el dedo medio. Él extendió su risa. Fue entonces que una maestra nos llamó a todos para pedir que nos preparemos ya porque el autobús que nos llevaría estaba listo esperando. Todos sujetaron sus cosas, incluyéndome. 

(•••)

— Bueno, mi mamá preparó muchos sándwiches de pollo ¿Quieres? — me acercó uno, entonces lo agarré y comencé a comer. No podía quitarle la mirada a Bulma y su amigo, los cuales estaban a tres asientos, a la izquierda de nosotros. Ambos al parecer riendo. 

— ¿Cuánto tiempo durará este viaje? — pregunté.

— No lo sé, dijeron cómo una hora. 

— ¿Y si quiero ir al baño? — pregunté preocupado. Me urgía. 

— Bueno.. debiste traer tu botella. —
Mierda. 

(•••)

Luego de una hora llena de tortura estando sentando en un autobús con Kakaroto fregando la paciencia, y viendo a Bulma y su amiho el raro teniendo un buen rato. Pude respirar aire. Mi espalda me dolía. 

— ¡Uh! Ese viaje fue el más largo de toda mi vida. — se quejó Kakaroto saliendo del autobús con sus cosas. 

Estiré mis brazos logrando sacarles sonido. 

— Ni que lo digas. 

— Bueno, según como nos indicaron, pero no escuchaste porque te quedaste dormido. Dijeron que primero dejaríamos nuestras cosas en el hotel. Luego de eso comenzaremos a dar el viaje por todas las universidades de esta zona. — Nos encontramos enfrente de el gran hotel, a cada uno nos dieron indicaciones acerca de nuestros cuartos y reglas y más reglas. 

A cada uno se le otorgó una llave. 

— ¡Pido la que está al lado de la ventana! — entró a la habitación y no tardó en ver la primera cama la cual estaba cerca de la ventana, y se lanzó en ella. Bufé. 

— Igual ni quería. 

En el viaje la habíamos pasado discutiendo para decidir en qué cama estaríamos, si había una litera, yo iría arriba. Pero, nunca imaginamos una cama al lado de la ventana. 

Dejé mis cosas a un lado. Nos dieron unos minutos para poder establecer nuestras cosas, nos quedamos en este hotel por tres días, luego haríamos otro viaje a otra ciudad dónde sería en última parte. 

El estado de California era grande. Entonces había mucho que recorrer en estos días. 

(•••)

Luego de una hora organizando mis cosas, y de haber comido algo extra porque de tanto renegar con Kakarotto por el espacio me había dejado con la garganta seca. Nos dieron la orden que ya era hora de partir a las primera dos Universidades más cercanas dónde estábamos. 

Llegamos a la primera parada. Olvidé el nombre de esta Universidad, demonios. 

— ¡Hey! — se acercó Kakaroto. 

— ¿Qué sucedió? Pensé que ibas a caminar con Bulma. — dije. Antes de salir del autobús dijo que quería ir con Bulma a ver las universidades porque aunque ya tienen una en mente, querían seguir viendo, como tenían planeado ir a la Universidad juntos.. 

— Si, pero.., me dijo que quería pasar tiempo con Martin. Tu sabes, como él se va a ir a estudiar a otro país. Quiere pasar tiempo con él. — se encogió de hombros. Bufé — Me cae bien. Es un buen sujeto. 

— A mi me cae mal. 

— A ti todos te caen mal. 

— ¿No lo ves? Es raro. 

— No le encuentro defectos. Es un buen chico. 

Gruñí. No me gustaba hablar de este tipo. 

— Vamos a entrar a la Universidad, yo tomaré notas de todo lo que digan. ¿Y tú? — dijo él sacando una libreta. 

— Mismo. 

Sin duda, este viaje de expedición iba a convertirse en vigilancia. No podía estar tranquilo pensando que ella estaba con ese chico a solas. 

(•••)

Había sido un día muy cansado. Nos tenían viajando de un lugar a otro, y eso que las universidades eran grandes y amplias. Era muchísimo que recorrer. 

Era ya noche, habíamos terminado el recorrido de hoy. 

Aún permanecimos en la Universidad, la cual era UCLA. Una en la cual estaba muy interesado hasta el momento. 

Estábamos a punto de irnos. Pero de repente me urgió. Demonios. 

— Kakaroto. — le digo acercándome lo más que podía para que solo él escuchara. 

— ¿Qué pasa? 

— Me urge. — susurré.

— ¿Qué te urge? 

— ¿Dónde hay baño aquí? 

— Creo.. que está por allá. — señaló atrás de mí, había un pasillo — Espera voy a avisarles para que nos esperen. 

— No es necesario, no me voy a tardar, y tú quédate aquí. Ya regreso. — salgo de la fila que habían hecho para que entraran al bus. Seguí el pasillo que había indicado. Aunque todo estaba oscuro, debido a que éramos los últimos y ya no habían más visitas. 

Me tuve que guiar por los letreros que daban direcciones, habían demasiados salones, y este recorrido duró a lo máximo 2 o 3 horas. 

Llegué a lo que parecía ser el baño, pero al momento de querer abrir la puerta, estaba con seguro. Genial, estaba cerrado. 

No podía seguir aguantando. Entonces recordé el parque que había del otro lado. Fui corriendo hacia allá, lo bueno era que tenía árboles y podía camuflar mi cuerpo entre todos esos. 

No bastaron ni cinco minutos cuándo acabé. Estaba preparado para regresar. Pero para mi mala suerte, vi como el bus partía, justo a mitad de camino. Corrí esperando alcanzar el bus, pero ya era tarde, los había perdido de vista completamente. 

Lo peor es que no tenía nada conmigo. No teléfono, no dinero, no nada. ¡Iba sólo para el baño!

— ¡Maldición! — grité. 

¿Y Kakaroto no iba a cuidarme la espalda? 

Ah claro, estamos hablando de él. Un imbécil.

Apreté los puños y golpeé la pared. ¿Cómo iba a regresar? 

Salí del campo en el que estaba. Lo peor era que ni siquiera sabía dónde estaba la salida de esta Universidad. 

Maldito yo, maldito Kakaroto, maldito bus, maldita Universidad, maldita ganas de ir al baño. ¡Maldito todo! 

— ¡Maldito todo! — Volví a gritar de la desesperación. ¿Cómo iba a volver estando lejos? 

Caminé intentando buscar la salida. Pero era imposible. Este lugar era un completo laberinto. 

Quitaré esta Universidad de mi lista. 

Algo llamó mi atención. Si bien era que ya me estaba volviendo loco, no eran mis pasos. 

Pero podía sentir otros pasos moviéndose igual de desesperados que los míos. Paré por unos segundos para concentrarme mejor. 

Y era efectivo, había alguien más aquí. 

Me guiaba de aquellos pasos a medida que los escuchaba más. 

— No, no, no, no.. — pequeños susurros femeninos logré escuchar.

Un momento.. 

Terminé por estar en frente de la persona. No podía ser. 

— ¿Tú? — dijimos ambos al unísono.

— ¿Qué haces aquí? ¡¿Acaso me seguiste?! — gritó lo último alejándose exageradamente. 

— ¡No te seguí! ¡Me perdí al igual que tú!

— Oh cielos.. — tapó su rostro — ¿Cómo llegaste aquí? ¿También perdiste el bus? — cuestionó. 

— Quería ir al baño pero estaba cerrado y fui al campo. — señalé de dónde venía. 

— Habían baños exclusivos cerca del bus. — señaló dónde el bus estaba estacionado hace minutos, y habían baños portátiles. 

Joder Kakaroto. Todo es tu culpa. 

— ¿Y el tuyo?

— Mi teléfono. Pero no tiene batería así que no puedo comunicarme. — soltó un sonoro suspiro. — Tenemos que salir de aquí, necesitamos buscar ayuda. 

Bulma comenzó a caminar logrando salir completamente de la Universidad, yo la seguí. 

"Intenta hablar con ella." Las palabras de Milk resonaban en mi cabeza como eco. 

Aunque la notaba distante y cortante. No podía evitar sentirme extraño. No estaba acostumbrado a ese tipo de trato viniendo de ella. 

Aún. 

— Podemos ir a un restaurante o algo, ellos tienen teléfonos y nos pueden ayudar. 

— ¿Sabes algún número para poder contactar? — espero que sí, porque yo no. 

— Si, llamaré a Martin. 

¿Y no podía ser Kakaroto? 

Bufé. 

Ella volteó a mirarme. 

— ¿Sucede algo? — alzó una ceja. 

— No. — De hecho sí. Tú. 

— Caminemos. — ella comenzó a caminar conmigo atrás. 

Este silencio era muy incómodo, no me gustaba la idea que estemos los dos y no estemos discutiendo o hablando de cualquier babosada. 

Era extraño no ver un tonto comportamiento de parte de nosotros con el otro. Extrañaba aquellos días que sólo eran joder al otro con cualquier tontería. 

Yo quiero que estemos bien. Quiero que seamos como eramos antes. 

¿Por qué todo cambió tan drásticamente?

Ah claro, por mi. 

Me puse a pensar. Si le decía la verdad.. ¿Cambiará algo? 

Yo quiero que deje de mirarme con esa mirada de rencor y odio. 

Aunque no estemos juntos, no quiero que nos dejemos de ver como antes. 

— ¡Diablos! — gritó ella. 

— ¿Qué pasó? — me acerqué a ella.

— Todas las tiendas están cerradas. 

Di un vistazo a las calles, estaban oscuras y solas, lo único que alumbraba eran las luces, pero era una luz casi escasa. 

— No vamos a llegar al hotel. — con desesperación, comenzó a correr sin rumbo.

— ¡Hey! ¡Hey! ¡Espera! — corrí detrás de ella esperando alcanzarla, ella seguía corriendo y ni siquiera sabía por dónde iba. — ¡Espera! — volví a gritar, pero no hacía caso. Seguía corriendo. Ella no conocía este lugar ¿A donde piensa ir?

Estábamos apunto de llegar a la carretera, fue que entonces a lo lejos pude visualizar un auto sin las luces encendidas, volví mi mirada a Bulma, parecía seguir sin percatarse de aquel auto que venía.

— ¡El auto! — doy un último grito antes de lograr acelerar mi paso justo en el momento que ella iba a correr sobre la carretera. Ella voltea a ver dónde provenía el auto y se queda inmóvil, logro sujetarla de la cintura y la jalo hacia mi, pero fue tanta la fuerza que use que nos llevó al frío suelo. El auto siguió pero eso no evitó que mis vellos del cuerpo se achinaran.

Carajo, ella pudo morir. 

Siento como ella se aferró a mi camisa. Pude sentir como temblaba, tenía que entenderla, ella se dio cuenta al último momento y vio pasar su vida ante sus ojos. Me limite a acariciar su espalda en manera de consuelo.

— Lo siento.. — susurró con voz temblorosa — No me percaté. — sentí el temblor en su cuerpo aumentar, fue que entonces nos obligue a sentarnos, me quite la sudadera que tenía y se la di. 

— Póntela, está siendo frío. 

— Pero tú..

— Que no te importe. — la voz que use fue una demandante, ella agarró la sudadera y se la puso. Vi su expresión de relajo cuándo el calor de aquella prenda la cubrió.

Le ayudé a levantarse una vez que lo estuve yo. Fue que con más precaución cruzamos la calle hasta llegar al otro lado donde esperamos encontrar algún negocio abierto.

— Gracias. — dijo ella cuando estuvimos debajo de un árbol en un parque.

— ¿Por qué? 

— Por salvarme la vida — dejó caer su cuerpo en el tronco de aquel árbol — Debí ser más cuidadosa, arriesgaste tu vida también. No me hubiera perdonado si te pasaba algo. 

— Pero… ¿Por qué lo hiciste? — me atreví a preguntar.

— Solo.. me entró la desesperación. Porque.. ¿Qué vamos a hacer? Es casi medianoche y todo está vacío. — cubrió su boca con una mano, sus ojos comenzaron a cristalizar — ¿Dónde vamos a pasar la noche? ¿Habrán ellos notado que no estamos? 

— Necesito que te calmes — la tomé por sus hombros — Saldremos de esto. Ellos nos encontrarán. 

— No debimos movernos de dónde estábamos. ¿Cómo sabrán dónde estamos? 

No supe qué responder, las cosas se volvían cada vez peor. 

— Es por mi culpa.. no debí correr. — una lágrima resbaló por su mejilla. Sin dudarlo la quité. 

— No es tu culpa. Aquí nadie tiene la culpa. Lograremos irnos de aquí, tal vez no hoy, no creo que los tutores estén despiertos. Pero encontraremos la forma de pasar la noche, ya verás. — ella volvió a derramar otra lágrima. 

— ¿Puedo abrazarte? — preguntó tímidamente, sin esperar, la atraje a mi y rodeé mis brazos alrededor de ella. Ella no dudó en hacer lo mismo y hundir su cabeza en el hueso que había entre mi cuello y hombro, imité su acción. 

Fue que pude notar que ahora ella olía a mi, gracias a la sudadera que le presté, olía a mi, me estremecí por ello. 

Y para ser sincero, se sentía bien estar así con ella. Tal vez no discutiendo o haciendo un pleito. 

Pero esta era una forma que prefería estar. 

Espero que el capitulo no haya sido tan largo, perdón.

Espero que estén todos bien! Y antes de acabar, quería compartir con ustedes una experiencia, y es que hace dos días comencé a usar Omegle lol
(Para los que no saben que es, es una página donde puedes hablar con extraños)
No use video, solo fue chat pero eso no impidió q fuera extraño xd.

Tengo fotos de conversaciones pero no sé si compartirlas JAJA.
Pero mostraré una q terminó mal

E

l tipo quería q le pase mi snapchat  y el tío estaba hot🤡
(No trato de ofender a nadie por mi lenguaje)

Eso sería todo, espero q se estén cuidando y si piensan usar Omegle, no den su verdadera información✌

¡Gracias por todo! ¡Nos leemos!💕

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