Capítulo 17 (Verdad o Reto)
Harto, esa era mi palabra.
Habían pasado casi ya dos semanas, y no podía hablarme con ella gracias al idiota de su amigo, aún sigue molesto conmigo a pesar que ella le repitió como mil veces que ese fue un accidente, pero no, él seguía de terco, terco y terco, la protegía bastante sólo para que yo no me acercara o ella se acercara a mi.
A este paso he descubierto que por más que nos digamos un "No quiero verte" o un "Aléjate", es por que no es cierto. Por que no es lo mismo si no nos estamos jodiendo el uno al otro. Y el no hablarme con ella hacian mis dias más solitarios según yo, o hasta raros se podría decir.
Ella quería hablarme al igual que yo a ella. Aunque no lo demostrara tanto como ella. Lo quería, pero él se ponía entre ambos diciendo aún que el que yo me acerque signifiquen problemas para ella. Que solo la perjudicaría.
Estaba molesto. Muy molesto, hice presente mis proyectos, pero no de buena manera como suelo hacerlo. ¿Quién diría que me afectaría tanto el estar alejado de ella?
Me ahorraba las ganas de golpearlo, quería moler su cabeza a golpes. Pero tampoco podía por el hecho que él siempre estaba con ella.
Se conocían desde niños, la quería, se podía notar, y sé que al verla en una camilla con raspones y cicatrices "Supuesta mente" hechas gracias a mi, fue cómo ver pasar su vida en esos momentos.
Intento ponerme en su lugar imaginando que fue Milk quién cayó gracias a él. Y que ahora él quiere hablarle pero yo no se lo permito.
Admito que también sería igual, hasta peor.
Pero luego vuelvo a mi realidad y me enojo. Y no me importa por que esa no era la situación.
Con los únicos que me hablaba desde entonces fueron Turles y Nappa. No eran desagradables, eran muy amigables y fiesteros.
— Vegeta.. ¿Quieres ir a un bar esta noche? — habló Nappa bebiendo su jugo de piña.
Lo pensé un poco, quizás no me vendría mal salir un rato. Y despejar mi mente de todo esto.
- ¿A que hora?
— Cerca de las ocho nos encontramos. — siguió — Es una que está en el centro de la ciudad, una exclusiva, y la verdad es que me interesa ir. ¿Qué dicen?
— Yo me apunto - dice Turles.
Los dos me miraron esperando mi respuesta.
— Está bien, iré.
Ellos sonrieron. La campana sonó y los tres nos dirigimos a nuestra siguiente clase, la cuál era educación física.
¿Lo peor de todo? Que Kakaroto se había cambiado de clases ahora con nosotros en deportes, sólo con tal de vigilar, por que sabe que y ella compartimos esa clase. Es muy ridículo.
Cuándo llegamos, entré al vestidor de hombres, a mi lado pasó él, quién chocó su hombro contra el mío a propósito.
Idiota.
Aguanté las ganas de golpearlo, no quería manchar mi imagen, ya tenia suficiente. Dispongo a ponerme el traje de deportes. Luego de cinco minutos, nos hicieron salir, al frente, se encontraba el vestidor de chicas, y allí salió ella, pero él no tardó en juntarse con ella.
Diablos. Mil y un diablos.
Nos hicieron comenzar con el calentamiento diario, él seguía junto con ella, no se hablaban, ella tenía su mirada en otro sitio, literalmente hablaba con Milk. No me podía quejar.
— ¿Por qué tan atento a Briefs Vegeta? — me pregunta Nappa pícaro. Yo volteo a verlo.
— ¿Atento? ¿A quién? — me hago el indiferente, aunque no era mentira.
— No te hagas, se nota que te gusta. — sonríe.
— No digas tonterías, ¿Yo? ¿Ponerle el ojo a ella? — la señalé — Nunca.
— ¿Y por que la miras?
— No la estoy mirando. — niego.
— ¿Entonces?
— Estoy mirando a mi hermana, imbécil.
— Si claro, a tu hermana. — dijo sarcástico.
— Creo que necesitas lentes, puedo conseguirte unos para tu cumpleaños. - sonrío.
— Mi mamá me los dará.
— Te servirá el otro.
Terminamos el calentamiento y nos dirigimos a la cancha dónde la mayoría practicará fútbol, es cosa que nos pidió a todos el profesor.
Cuándo llegamos, no vi señal ni de Bulma y Kakaroto, no los veía por ningún lado. Fue entonces que decidí buscarlos. Sin que nadie se de cuenta salgo de la cancha en busca ellos, debido a que algo me decía que los busque.
Me acerco a las escaleras, y fue que escucho una discusión. Me asomo a ver de quiénes se trataban, y sí, eran ellos, no podía oír lo que decían claramente, pero podía ver el rostro de Bulma mientras que Kakaroto se encontraba de espaldas.
Se le notaba enojada, su rostro había enrojecido de la furia, Kakaroto apretó los puños, ella lo señaló y caminó, pero no duró mucho, ya que él la sujetó de su brazo y la volvió a dejar en frente de él.
Noté que ella se quejaba de su agarre, intentaba escapar de su agarre, él la sacudía con fuerza al parecer dejándole en claro algo mientras que ella negaba con la cabeza.
— ¡Ayuda! — oí su escandaloso grito. Él le tapó la boca, obligando a que cerrara la boca.
Mi sangre empezó a hervir, él la estaba lastimando, y con sólo ver esa escena, fue suficiente para colmar mi paciencia.
Salí de mi escondite y me acerqué rápidamente a ellos.
— ¡Suéltala ya imbécil! — grito empujando a Bulma logrando separar el agarre de Kakaroto, cuándo logro separarlo, no tardo en enterrar mi puño en su mejilla con todas las ganas que he tenido durante estos días acumulados.
Él retrocede unos pasos apunto de caer, terminó cayendo tocando su mejilla.
— ¡¿Qué carajos te pasa?! — se levantó, un hilo de sangre resbaló por su boca y nariz. Él se dio cuenta de ello y se alarmó, sonreí. — Me las vas a pagar. — se acercó a mi para darme un puñetazo, pero me agache y lo empuje, logrando hacernos caer a ambos, una serie de golpes y empujes comenzó entre nosotros.
— ¡Detenga esto ya! — gritaba Bulma, trataba de acercarse, pero no podía, él y yo sólo estábamos concentrados en quien caía primero. — ¡Paren! — desesperada comenzó a caminar por todos lados. Estuve tan despitado viéndola que no me di cuenta cuándo él me golpeó al ojo. Logrando hacerme caer de espaldas.
Mierda.
— ¡No! ¡Vegeta! — quiso acercarse, pero yo la empujé y me acerqué a Kakaroto dispuesto a devolvérselo.
— ¡No la toques idiota! — me dijo, se acercó igualmente a mi, pero actúe rápido y le di un fuerte golpe contra su estómago, él se retuerce y cae.
— ¡Cállate! — grito.
— Vegeta ya para esto por favor — me dice.
— No lo haré. — la vuelvo a apartar cuándo veo que él se levanta, pero sigue retorciéndose. Me acerco a él.
— ¡No! — ella me aleja de él, para luego rodear sus brazos alrededor de mi cuerpo.
Quedo tieso. No esperaba eso.
— Déjame. — digo.
— No.. — aprieta su abrazo, mientras se aferra a mi — No sabes cuánto esperé por esto.
Me sentía extraño, bastante, sentir esa muestra de cariño por parte de ella luego de mucho tiempo era extraño.
Era algo extraño, pero a la misma vez se sentía bastante bien.
Me separé al instante que sentí un golpe en mi mejilla, provocó que cayera. El maldito había vuelto a golpearme.
— Te dije que te alejes de ella. — un hilo de sangre resbalaba por su boca. Me paré rápidamente pero Bulma se puso en medio de ambos.
— ¡Ya basta los dos! ¡Se están comportando como unos niños! — gritó.
— ¡El niño es él! — lo señalo.
— ¡Basta!
Varios alumnos se percataron de lo que pasaba, y se acercaron a ver que era lo que pasara.
— Bulma, hazte a un lado ya. — habló él.
— ¡No!, esto ya fue suficiente. Van a provocar problemas. — empujó a Kakaroto, pero él se separó y se acercó, nuestros puños chocaron al mismo instante que ambos queríamos propinar un golpe al otro. Actué rápido y logré golpearlo, conseguí tumbarlo nuevamente al piso, Bulma gritó al ver su ojo moreteado.
— ¡Uh! — gritaron todos. Ella se agachó a su altura a verlo.
Luego, entre esa multitud que había, se hicieron a un lado dando pase a el director o principal de esta escuela. Mi piel se heló.
— ¿Qué rayos está sucediendo aquí? — alzó una ceja, miró a Kakaroto tirado, luego a mi. No dije nada.
— Necesito que alguien lo lleve a enfermería. — dijo Bulma, con ayuda de otros lograron pararlo y llevárselo.
— Él comenzó la pelea, él me provocó, él.. — fui interrumpido gracias a Bulma.
— ¿Él comenzó? ¿Por qué mientes Vegeta? ¿Por qué no dices que tú empezaste todo? — escupió con rabia.
Me voltee a verla.
— ¿En serio? ¿Luego que te defiendo de ese cretino? — digo molesto.
Ella muerde su labio — Ya vete.
— ¿Qué?
— Joven Ouji, necesito que me acompañe a dirección. Ahora. — se interpuso al director. No me quedó de otra que irme aún cableado.
(•••)
Pasé la mayor parte de lo que quedaba de clases en detención. Llamaron a mis padres pero ellos nunca respondieron, les dije que probablemente estarían trabajando, aunque la verdad ni yo sabía. Y gracias a eso me quedé horas extra luego de clases con Milk esperando afuera.
— ¿Irás? ¿O sólo me dejarás?
— Obviamente iré contigo. Necesito darme un relajo, hoy tuve un día muy pesado. — salgo de mi habitación, Milk me ve y baja las escaleras.
Al final Turles, Nappa y yo. Terminamos cancelando esa salida al bar. Una, por que se me habían ido las ganas de salir hasta ahora, y otra por que castigaron a Turles.
— ¿Entonces que estamos esperando? — sale de la casa al igual que yo.
Milk me comento acerca de una noche de juegos en casa de un amigo, se llama Miguel, y invitó a todo el salón, incluyéndome, pero no estaba presente para entonces.
En fin, ya estábamos enfrente de la puerta, Milk tocó rápidamente, estaba emocionada, después de todo, era su primera noche de juegos.
Él abrió la puerta — ¡Llegaron! ¡Entren! —nos hizo pasar, dándonos pase a la sala — Ya estábamos por comenzar, decidimos jugar verdad o reto, ¿Quieren jugar?
— ¡Si! — se me adelantó Milk.
— Ya lo dijo. — hablé.
— Excelente, tienen que sentarse, usaremos una botella.
Había un círculo en medio de todo, de todos los de la clase de física. Cuándo nos sentamos, y alcé la mirada, me encontré con los ojos de ella.
Genial, ella estaba aquí.
Cuándo la encontré viéndome, ella desvió la mirada. No le iba a hablar, aún estaba enojada con ella.
— La tapa indica el que reta mientras que la parte de abajo es el que recibe el reto o verdad ¿Me dejo entender? — todos asintieron. — ¡Comencemos con los juegos! — colocó una botella en medio de todos nosotros, una música se escuchaba de fondo. Él giró la botella y esta misma comenzó a girar, él se sentó en su respectivo lugar mientras la botella seguía girando y esperábamos quiénes iban a ser los primeros en recibir.
Milk estaba a mi lado, y notaba la incomodidad, ellas aún se hablan, y traté de ignorar todo lo que ella me trataba de decir sobre ella, yo no le hacía caso, simplemente ahora no quería saber nada de ella. Pero al parecer. Ella sí de mi. Pero yo no lo iba a permitir, me conformaba aunque sea con un "Gracias", pero no, primero me abraza, me dijo que esperaba por eso, y luego se pone en mi contra, y me pide que me vaya, ¿Qué significa? No lo sé, ¿Me afecta? Claro que no, es algo absurdo. ¿Me molesta? Claro que me molesta. La ayudé.
Cuándo oí su nombre dejé de pensar y la vi luego de pasar evitando verla toda la noche, le había tocado a ella recibir el castigo.
— ¡Estupendo Bulma! — era Nappa, oh no — ¿Verdad o reto? — preguntó.
Ella lo miró curiosa, luego dirigió su morada arriba, como si estuviera pensando.
— Elijo reto. — sonríe. Nappa le devuelve la sonria, pero no una amigable o gustosa. Esto no me gustando para nada.
— Justo lo que quería.. — juntó sus manos dando a indicar que por su pequeña mente no pasaba nada bueno, nada amistoso — Te reto que.. — miró a cada uno de nosotros como si los estuviera inspeccionando, estuvo así durante segundos hasta que sus ojos terminaron cayendo sobre mi, logrando sentirme algo nervioso al sentir su cómplice mirada en mi.
¿Qué trataba de decir?
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