Capítulo 9
Después que el camino hacia la casa fuese el más incomodo estuvimos en la barbacoa de cumpleaños, en ocasiones sentía la mirada de Nicolas sobre mi, pero en verdad trataba de fingir que no me importaba, aunque por dentro era un manojo de nervios. Cuando finalmente llegó la hora de dormir esperaba que mi hermano se fuese de una vez a dormir, pero no, el se quedó en la sala de televisión con Megan.
— Creo que tenemos que hablar de lo que sucedió.— dijo Nicolas una vez entramos al cuarto.
— Yo siento haber reaccionado así, pero es que...
— ¿Sentías como si estuvieses traicionando a Wade?— me miró fijamente— Dime Isa, ¿Ustedes estan saliendo?
—Yo no sé.
— Eso lo sé— dijo elevando la voz— Sé que no lo sabes, pero necesito que me digas, porqué si estan saliendo oficialmente yo me alejaré, pero de no ser así yo..— la puerta se abrió dejando ver a mi hermano algo confundido.
— ¿Esta todo bien?
— Si— respondí— Iré a cambiarme.
Salí del cuarto algo confundida, ¿por qué tenía que actuar así? Estuve toda la vida sintiendo cosas estupidas por el y ahora que había empezado a tener algo con alguien el tenía que actuar como un idiota. Entré al baño a cambiarme, y cuando entré al cuarto Nicolas y mi hermano se encontraban acostados cada uno en su respectiva cama y yo hice lo mismo.
Al día siguiente por fin regresaríamos a casa, en verdad estar con Nicolas me ponía los nervios de punta, al despedirnos sentí como sus ojos penetraban los míos, y aunque quería quedarme viendolos un carraspeó proveniente de mi padre nos hizo separarnos.
En cuanto llegamos a casa, mi papá actuaba raro, me miraba como si quisiera que yo dijese algo, pero en verdad no tenía nada que hablar, solo quería llamar a Paul y que el me aconsejara, el era el unico que sabía acerca de mis sentimientos hacia Nicolas.
— ¿Ocurre algo?
— Eso quiero saber Bella, ¿Ocurre algo con Nicolas?
— No, papá.
— ¿Segura?— dijo en un tono que me estaba colmando la paciencia.
— Si papá, y si estuviera pasando creeme que a ti sería el último que te contaría.
— Isabella— dijo en tono de advertencia— No me hables así.
— Iré donde Paul, regreso más tarde.
— Isabella— elevó la voz.—Estas castigada por si no te acuerdas.
— Necesito estar con el— dije en su mismo tono.— Nos vemos.
Salí de casa y estaba segura que cuando regresara me iba a ganar un castigo peor, probablemente mi papá se enojaría tanto que no me querría más y me quitaría el apellido, estoy segura de que no me hablaría y que si antes vivía encerrada ahora si que me mandarían a un convento. Paul vivía a dos calles de mi casa, así que llegue rápido.
—Isabella cariño— saludó su madre— ¿Cómo estas?
— Muy bien Janet,¿y tu que tal?
— Muy bien cariño, Paul esta arriba.— sonrió.
— Gracias— subí las escaleras y me dirigí al cuarto de Paul, iba silenciosamente, quería darle una sorpresa, pero la sorpresa me la llevé yo, cuando vi a Camila saliendo del cuarto de Paul, me escondí rápidamente y deje que saliera, luego la interrogaría, espere unos cuantos minutos y entré al cuarto del que supuestamente es mi mejor amigo.
— Hola— sonreí.
— Bella— dijo nervioso— ¿Hace cuanto llegaste?
— Acabo de llegar— sonreí— ¿por qué? ¿Ocurre algo?
—No— sonrió incómodamente— ¿Y bien?¿Que tal el viaje con Nicolas?
— Horrible— me lancé en su cama— Nos besamos— susurré.
— ¿Qué?
— Que el me besó y bueno yo le seguí el beso y me gustó.
— Creí que nunca lo haría— dijo más para el que para mi.
— ¿Que hago Paul? Me gusta lo que sea que tengo con Wade, pero tu sabes que siempre he sentido algo por Nicolas.
— Primero tienes que aclarar tu relación con Wade y luego si decidir que hacer.
— Es cierto, creo que lo haré mañana.
— Bella, ¿Tu no estabas castigada?
— Estoy— gemí de frustración— Discutí con mi padre, y ahora todo va a empeorar.
— Bella— rió— ¿Cuando dejaste de ser la nena con trenzitas de papá y pasaste a ser la chica rebelde que gusta de dos amigos y que discute con su papi?— dijo en burla.
— Eres un idiota, me voy
— ¿Estas enojada?
— No, sólo que no quiero más problemas, te amo idiota.
— Yo tambien.— rió.
Salí de casa de Paul y me dirigí hacía la mía, ¿Que si iba a tener problemas? si, ¿Que si me iban a castigar? si, pero que más da, es hora de que se den cuenta que tienen una hija adolescente.
— Creí que estabas castigada Isabella — dijo mi madre en cuanto entre.
No respondí nada, probablemente si abría la boca lo empeoraría más.
— ¿No vas a hablar?— dijo mi padre en un tono autoritario— Esto es increíble, ¿que ocurre contigo?
— Isabella— siguió mi madre— Tu no eres así.
— ¿No soy así?— me reí— Ustedes que van a saber como era o soy yo.
— Isabella, no seas así.— dijo mi padre más calmado.
— No papá, ustedes nunca estuvieron conmigo y ahora quieren fingir que les importo o que me conocen.
— No digas eso hija— dijo mi madre con la voz entrecortada.
— Aceptaría que mi abuela o que alguno de los abuelos me dijera o me reclamara algo, aceptaría que el tío Thomas lo hiciera, pero no voy a aceptar que ustedes lo hagan.
— Hija, por favor no seas así con nosotros, sabes las razones— dijo mi padre en tono conciliador.
— Claro que las sé, pero ustedes también saben mis razones.
— Isa— sollozó mi madre.
— Necesito estar sola.— dije subiendo a mi habitación.
En verdad no quería decir nada, pero ese comentario me había sacado de casillas, ¿cómo es que yo no era así? Ellos no saben como soy, nunca me han puesto la atención suficiente para saber cosas acerca de mi, si ellos me tuvieron muy jóvenes y por cuestiones de estudio yo siempre estaba con mis abuelos, pero cuando terminaron de estudiar decidieron tener a mi hermano y ahí si que la atención hacía mi fue mínima, entré al colegio y cuando salía de la jornada escolar era mi abuela Maggie o mi tio Thomas los que me recogían, para dejarme en mi casa a altas horas de la noche. Mi vida fue así completamente diferente a la de mi hermano ya que el siempre estaba con mi mamá así ella estuviera en el trabajo, cuando cumplí quince años y después de que mis abuelos regañaran a mis padres ellos quisieron pasar tiempo conmigo, cambiaron sus horarios de trabajo para hacerlo, pero no sirvió de nada, ya habían pasado quince años, y aunque ellos llevaran dos años tratando de recuperar el tiempo perdido era imposible.
Cerré los ojos tratando de conciliar el sueño, en verdad estaba pensando seriamente en irme unos días a casa de mis abuelos, no quería tener que vivir con el drama que se desataría por la conversación con mis padres.
Desperté rapidamente, me di un baño y me vestí con el uniforme, decidí que lo mejor era irme unos días o por lo menos esta semana a casa de mis abuelos ya que probablemente todo estaría muy tenso.
— ¿Que ocurrió anoche?— preguntó mi hermano en cuanto bajé a la cocina.
— ¿De que, o qué?
— No te hagas la que no sabe nada Bella— me pasó el bowl con fruta y el plato de pancakes— Escuché como azotabas tu puerta y también escuché el llanto de mamá.
— No lo entenderías— dije— En serio, no lo entenderías.
— Si tu lo dices— se encogió de hombros— Iremos en taxi a la escuela, mamá no nos puede llevar, o bueno eso me dijo papá.
— Esta bien— susurré.
Terminé de desayunar y me fui a arreglar para salir, tomé una pequeña maleta donde metí mis cosas de aseo personal y algo de ropa interior, no tendría que llevar ropa de cambio ya que donde mis abuelos tenía un uniforme de cambio. Me llevé dos maletas una con mis útiles escolares y la otra con mis cosas personas, mi hermano me miró algo raro, pero después de explicarle que me quedaría donde los abuelos el lo entendió.
Cuando ibamos saliendo de casa logré ver a mis padres, ambos estaban en pijama por lo que supuse que no irian a trabajar el día de hoy, mi mirada se cruzó con la de mi madre la cual tenía los ojos cristalizadas, me sentí mal y quería disculparme, pero era inevitable olvidar todas las veces que mi abuela, que en si no es mi abuela de sangre iba por mi al colegio, era ella quien iba a las reuniones, era ella quien me ayudaba a hacer tareas.
Amaba a mis padres, pero así como ellos tenían sus razones para dejarme con mi abuela todo el tiempo, yo también tenía las mías para sentirme de la forma como me sentía. Yo entiendo que querían terminar sus estudios para poder darnos un mejor futuro, sé que lo hicieron por mi bien y por el de mi hermano, pero también recuerdo cuantas noches lloré por no poder estar con ellos, por sentir que no les importaba.
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Holiwisss, sé que prometí un capítulo el jueves pero es que andaba sin inspiración, me sentía como bob esponja cuando tenía que escribir un ensayo, no lograba escribir nada. Espero que les haya gustado este capítulo, creo que es largo, y creo que voy a seguir escribiendo, de verdad si les gustó espero que dejen un voto y un comentario también jaja, gracias por leer y, ¡Nos leemos pronto!
pd: perdón si tiene faltas ortográficas y poca coherencia jaja.
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