— ¿y bien? 

—¿Bien qué?— dije con naturalidad.

— ¿En serio Isabella?

Sabía que estaba en problemas, cuando mi papá me decia Isabella era porqué estaba enojado, y por la forma tan cortante que lo dijo supuse que estaba demasiado enojado.

— Isabella— dijo mi mamá.

— No puedo creer que estés actuando así, quiero una explicación Isabella— suspiró— Quiero que me digas por que llegas a las once de la noche y quiero saber porqué estabas..— tragó saliva—  besando a ese chico en nuestra puerta. 

— ¿Estabas besando a alguien en la puerta?— preguntó mi mamá divertida y mi papá solo le lanzó una mirada fulminante.

— Lo siento, el tiempo se pasó volando, Wade me llevó a una feria— mentira— y no me di cuenta que hora era.

— Esta bien— dijo mi madre restandole importancia.

— ¿Porqué estabas besando a Wade en la puerta?— dijo directamente.— ¿Están saliendo?

— Yo..— balbucee— es que..  — suspiré. 

— ¿Y bien? Estoy esperando Isabella.

— Papá— me quejé.

— Estas castigada.

—¿Qué, porqué?

— Por llegar a las once sin avisar y por andar besando chicos en la puerta.

— ¿Qué?— chillé.

— Amor, castigarla por besarse con Wade no es justo.— intervino mi mamá. 

— Es cierto, es que no estaba preparado...para ver a mi bebé besando a un chico.

 — Papá— reí— ya no soy una bebé, tengo diecisiete. 

— Es cierto, ya es toda una mujer— dijo mi madre— Y como toda una mujer va a aceptar las consecuencias de haber llegado tarde, y peor aún, sin avisar.— rió.

— ¿En serio estoy castigada?— miré a mi papá suplicante.

— Si, ahora a dormir que mañana hay clases— dijo mi mamá.

— Esta bien— dije arrastrando los pies para dirigirme a mi habitación.

Al día siguiente me levante de un gran humor, sabía que estaba castigada pero no me afectaba mucho, digamos que yo no era de esas personas que salían seguido.

—¿Así que besando chicos en la puerta?

— ¿A ti que te importa?

— Claro que me importa— miró el suelo— Tu eres mi hermana y no quiero que sufras.

— Daniel— lo abracé— no voy a sufrir. 

— Bueno no me abraces, no quiero que mamá nos vea— reímos juntos. 

Bajamos a desayunar en familia, mi padre aún estaba algo molesto conmigo pero mi madre trataba de fingir que nada había pasado al igual que mi hermano el cual trataba de hacer que todo estuviese bien. Después del incomodo desayuno en familia mi madre nos llevó a la escuela.

—¿Y que tal la cita?

— Fue genial, en verdad fue diferente— reí.

— Me alegra mucho— dijo Paul pasando un brazo por mis hombros— Pero, ¿porqué tu papá me llamó como un demente a las once de la noche?

— Me demore en llegar, y cuando llegué me vio besando a Wade.

— ¿Que te besaste con quien?— gritó Emily.

— No grites, y besé a Wade— ellos me miraron divertidos— Y no quiero comentarios idiotas al respecto, los conozco. 

—Esta bien, esta bien— dijeron al unísono. 

— Bueno, los dejo, tengo clase de deportes.

Me fui caminando en dirección al gimnasio, cuando llegue estaba Selena muy cerca de Wade, lo cual hizo que mi estómago se revolviera, quería gritarle que se quitara pero en verdad no tenía derecho, el y yo no eramos nada.

— Hola.

— Isabella, hola— dijo Wade caminando hacía mi y besando mi mejilla — ¿Lista para correr?

— Si, iré a cambiarme.

— Si claro— dijo incómodo— Nos vemos en la pista.

Después de cambiarme llegué a la pista donde estaban Wade y Nicolas, ambos se giraron en mi dirección y yo solo sonreí como idiota.

— Hola Isa— dijo Nicolas en un tono frío.

— ¿Sigues molesto?

— ¿Acaso importa?— dijo y cuando iba a responderle que SI me importa la profesora nos llamó la atención.

— Muy bien, hoy serán relevos, hombre y mujer, y antes de que armen sus parejas les digo que yo las voy a hacer— se escucharon varios quejidos— Así que empecemos, Selena y Matt, Nicole y Austin, Nicolas y Lauren, Wade e Isabella..— siguió nombrando parejas pero yo le deje de poner atención.

— ¿Lista para ganar?— dijo Wade a mi lado.

—Nací lista— reí.  

— Listo chicos, la metodología es la siguiente, las chicas empezaran corriendo y cuando terminen la vuelta le entregaran a sus compañeros esta cinta— tomó una cinta roja— y así sucesivamente hasta que cada uno complete cuatro vueltas, ¿listo?

— Si señora— respondimos, me acomodé en mi puesto y me preparé para salir.

— ¡Listos, ya!— gritó y salimos a correr. 

Después de haber corrido mis cuatro vueltas faltaba una y era la de Wade, íbamos ganando ya que ambos tenemos un gran estado físico y por lo que pude ver la profesora nos había puesto juntos para ver nuestro resultado.

— Listo— dijo casi sin aire cuando llegó a la meta. 

— Muy bien chicos, me encanta— dijo emocionada— ¿Les gustaría ir a una competencia de Atletismo?

— A mi si— dijo encogiéndose de hombros.— ¿Y a ti isabella?

— Me encantaría— sonreí.

— Muy bien, en estos días les hago llegar la información, ahora pueden ir a cambiarse.

Mientras caminábamos hacia los vestidores, sentía la mirada de Wade en algunas ocasiones, quizás se sentía incómodo por lo de mi papá.

— ¿Esta todo bien?

—¿Cómo te fue con tu padre ayer?

— Creo que esta enojado, pero no pasa nada.

— No debí besarte ahí— dijo mirando al suelo.

— ¿Te arrepientes de haberme besado?

El  me miró unos segundos como si estuviera loca, tomó mi rostro entre sus manos y me acercó a el para finalmente posar sus labios sobre los míos, me besó de una manera tierna para después volverlo más pasional y para finalmente separarnos por falta de aire.

— No me arrepiento Isabella— sonrió y yo no pude evitar sonreír como tonta.

(...) 

La semana paso rápidamente, en ocasiones estaba con mis amigas y en otras con Wade, a veces el y yo nos besábamos, pero no pasaba de ahí, no andábamos tomados de la mano y mucho menos hablábamos de que tipo de relación teníamos, finalmente era viernes y como era obvio yo estaba castigada.

— Alista algo de ropa.

— ¿Porqué? ¿Y que tipo de ropa?

— Porque iremos a una casa de campo hasta el domingo, lleva tu ropa normal es del mismo clima que acá.

— ¿Y porqué iremos a una casa de campo?

— Hija— rió mi madre— Estas muy curiosa, pero bueno, es el cumpleaños de Drake  e iremos todos a celebrarlo.

— ¿Y yo porqué tengo que ir?

— Por que estas castigada y no te dejaremos acá sola— sonrió— también irá Nicolas. 

— Que alegría— dije irónica.

— Isabella Hemmings alistate, en una hora salimos.— dijo dejandome sola.

Después de esa charla con mi madre me dispuse a empacar, y tal cual ella lo dijo, una hora después me encontraba en el auto para ir a una casa de campo alejada, y con Nicolas. 

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¡Por fin estoy en vacaciones! Ayer iba a subir, lo juro, pero entonces era el partido de mi selección Colombia y tenía que verlo, en fin, siento que este capítulo es aburrido pero les prometo AHORA si que en el proximo habrá mucho Nicobella jaksjak, si no les gustó lo entiendo pero bueno espero dejen un voto jaja, ah y retomando lo de las vacaciones actualizaré muy seguido. ¡Nos leemos prronto!