Maratón 1/3

Estaba molesta con Wade, conmigo, con Nicolas y hasta con Paul por haberme dado la estúpida idea de enfrentar a Wade y preguntarle lo que eramos.

— ¿Estas bien?— preguntó en cuanto llegamos a su casa.— Estas enojada conmigo, y no lo niegues, me venías asesinando con la mirada durante todo el viaje.

— No lo iba a negar— reí— En realidad si estoy enojada, hice el ridículo, pero bueno que más da.

— Esta bien Bella, lo siento— se encogió de hombros.

Bajamos del auto y caminamos en dirección hacía la casa, en verdad tenía nervios, yo le caía bien a la mamá de Paul, pero es que una cosa es ir de visita y la otra es venir a vivir con ellos.

— ¿Seguro que tu madre no se molestará?

— No bebé— dijo en tono sensual.

— Que idiota— reí.

— Dormiremos juntos— levantó sus cejas— Mi cama es muy grande.

— Esta bien— me encogí de hombros— Voy subiendo.

— Iré por algo de tomar, ya te subo— gritó.

Subí al cuarto de Paul y en cuanto entré cerré la puerta ya que me daba pena que llegase la madre de Paul,  me recosté en la cama, en verdad era demasiado grande, y estoy segura que cabrían unas tres personas sin sentir a la otra, escuché como el timbre sonaba, esperaba que no fuese una de las conquistas de Paul porqué sería realmente incómodo. Unos golpes en la puerta del cuarto llamaron mi atención.

  — Paul, ¿Quien es?— dije, pero obviamente al otro lado no se encontraba Paul solo.

— Hola Isabella.

— Wade— intenté sonreír. —¿Que haces acá? 

— Vine a que habláramos— dijo y mi mirada se dirigió a Paul, ¿porqué lo dejó entrar?

— Los dejo solos, no hagan cochinadas en mi cuarto— dijo yéndose y  bajando las escaleras. 

— ¿Puedo entrar?— preguntó y yo me corrí para que entrara.

— ¿Y bien?— dije nerviosa mirando al suelo.

— Isabella— suspiró acercándose a mi y  tomando mi mentón, haciendo que mis ojos quedasen conectados con los de el.

— Wade— sonreí. 

— Yo no quería hacerlo— susurró cerca de mis labios— Estaba confundido, nunca había tenido esa conversación alguien que realmente me importase, pero quiero que sepas Isabella— se acercó más, nuestras respiraciones eran una sola.— Que quiero estar contigo, ¿tu quieres?

¿Quería estar con él? 

Junté nuestros labios, fue un beso que fue subiendo de nivel, cada vez era más pasional, abrí la boca dándole paso a su lengua, el realmente sabía como besar, sentía como las hormonas se descontrolaban y sin darme cuenta había soltado un gemido, haciendo que el sonriera. 

El se sentó en el sofá y yo inconscientemente me senté en su regazo, el sonrió y volvió a besarme pero esta vez más pasional, tomé su cabello entre mis manos para profundizar el beso, el hizo lo mismo pero con mi nuca, el empezó a repartir besos por mi cuello y yo no pude evitar sonreír y soltar otro gemido. Un golpe en la puerta hizo que me levantara rápidamente y acomodara tanto mi uniforme como mi cabello.

— ¿Eso es un si Isabella?¿Estamos saliendo?

— Estamos saliendo— deposité un beso en sus labios. 

— Isabella Hemmings Garret— golpeó la puerta más fuerte— Espero que no estés haciendo cochinadas en mi cama.

No pude evitar reír, Paul era realmente divertido cuando se enojaba.

— Tranquilo— sonreí— No fue en tu cama—  le guiñé un ojo y Wade no pudo evitar reír.

— ¿Es en serio Bella?

— Era un chiste idiota— reí. 

— ¿Ya esta todo bien?— miró a Wade y este sonrió de lado.

— Esta todo perfectamente, nos vemos mañana— sonrió y besó mis labios.

— Adiós Paul.

— Adiós Wade. 

Wade salió de la casa de Paul, se veía realmente atractivo y sonriente, espero que lo que sea que vayamos a tener prospere, porque necesitaba sacar a Nicolas por completo de mi.

— ¿Y eso que fue?

— Estamos saliendo oficialmente.

— Me alegra mucho— me abrazó— Espero que no juegue contigo, porqué no me importaría golpearlo.

El resto de la tarde no la pasamos tonteando, me gustaba mucho la amistad que teníamos, era como si fuésemos hermanos evitando el hecho de que no discutíamos. Llegó la noche, y con la noche la madre de Paul.

— Hola mamá— saludó Paul.

— Hola Cariño— besó su mejilla.

— Hola Janet— la abracé.

— Isa Cariño— me abrazó de vuelta— Ya sé que te vas a quedar, Paul habló conmigo.

— Muchas gracias— sonreí— En verdad muchas gracias.

— No hay de qué cariño, iré a domir, no se acuesten tan tarde.

— Gracias de nuevo Janet, y buenas noches.

— No hay de qué— sonrió y se fue a su cuarto.

(...)

— ¡Están saliendo! Y oficialmente, eso es increíble Bella.

— Te lo dije, te dije que Wade iba a salir con ella— Dijo Emily en dirección a Camila— Me alegra mucho, te lo mereces.

— Gracias chicas, esto es increíble, no creí que alguien tan guapo saliera conmigo.

— Pues ya viste— elevó una ceja— el guapo con tatuajes gusta de ti.

No pude evitar reír, mis amigas eran increíbles, ayer cuando les conté lo ocurrido dijeron que el se arrepentiría de la estupidez que había cometido, y que si no lo hacia se lamentaría, y hoy cuando les conté lo ocurrido ellas habían gritado de la emoción.

— Hola Isabella— dijo Wade y yo giré encontrándome con sus ojos. 

— Hola— sonreí y el juntó nuestros labios.

— ¿Podemos hablar?— dijo mirando en dirección a mis amigas—  Solos— rió.

— Claro, vamos.

Caminamos por el pasillo con la mano entrelazada, si Wade había entrelazado nuestras manos, varias miradas se posaban en nosotros, algunas eran de sorpresa, otras de alegria y unas cuantas de odio.

— ¿Y bien?

— Isabella, no voy a venir esta semana, por eso quería preguntarte algo.

— Si claro— sonreí.

— El viernes hay una carrera, y me gustaría que fueses, ¿que dices?

— ¿En serio?— dije algo emocionada.

— Si— sonrió— Paul y Nicolas irán, si tus amigas quieren ir, diles.

— Claro que voy.— lo abracé— ¿Vas a correr?

— Si, y espero que corras conmigo, me diste suerte—  besó la comisura de mis labios.

— Claro—lo besé yo ahora— ¿Y que me pongo?

— Algo sexy— sonrió.

— Entonces, ¿paso por ti el viernes?

— Pasa por mi— lo besé de nuevo y en ese momento sonó el timbre indicandonos que era hora de ir a clase.

— Nos vemos nena.— sonrió y se fue.