¿Cómo es posible que unas pequeñas palabras puedan doler tanto?

No había definición para describir lo que cada uno sentía, pero era evidente que ninguno estaba bien, ¿de verdad estaban enamorados o presumian a sus novias para sacar celos?, a lo mejor se querían olvidar mutuamente y eso era lo que más les afectaba.

—Hola Kook —Rosé llegó

Había invitado al pelinegro a su casa y lo dejó viendo televisión en la sala mientras ella iba a comprar comida.

—Hola... —dijo un poco triste por lo de Taehyung

—¿Estás bien? —se acercó —¿no te gusta el sushi?

—No es eso —la miró —es que aveces siento que no lo soy lo suficientemente bueno para ti

—No vuelvas a decir eso Jungkook, tu eres perfecto y te amo así —sonrió cálida

—Yo también —respondió a su sonrisa

Después de comer Rosé llevó a Jungkook a su habitación, allí conversaron sobre varios anécdotas que les habían sucedido, aunque más por la rubia ya que el menor tenía la mente en otro lado.

—Ya sé como hacer que me hagas caso —sonrió pervertida sentándose en el regaso de Jungkook haciendo que este vuelva en sí

—¿Qué estás haciendo? —preguntó confuso

Ella no respondió y depósito un beso en el cuello del pelinegro seguido por mordidas, Rosé estaba dispuesta a pasarla muy bien con él sin darse cuenta que este acto le incomodaría.

—¡Rosé detente! —la empujó haciendo que se cayera al piso —lo siento, lo siento —la ayudó a levantarse

—¿Kook, qué te pasa?, pensé que querías coger conmigo —reclamó

—¿Qué? —frunció el ceño —claro que no

—Llevamos un mes de novios y has tenido muchas oportunidades de follarme ¿y ahora la desperdicias?

—Es que no me imagino contigo de esta manera

—¿Somos novios o no? —preguntó furiosa

—Sí pero...

—Pero nada Jungkook —interrumpió —eres hombre, ¿verdad? —se paró delante de él quitándose la blusa —si lo eres entonces fóllame —el menor simplemente giró su cabeza en otra dirección ignorándola —¡Eres un maldito bastardo Jeon Jungkook, lárgate de mi casa!

El pelinegro se paró dándole una última mirada a la rubia y se fue sin chistar. Rosé se derrumbó en el piso y comenzó a llorar por lo estúpida que se sintió.

Jungkook se sentía mal y no quería tener nada más con Rosé que no fuera tomarse de la mano y ya, él quería un abrazo pero no de ella, un abrazo de Taehyung, le dolió escucharse a si mismo sabiendo que cada día que pasaba lo perdía más.

[…]

Ese día en el colegio todo transcurría normal, a excepción de una cosa.

Jimin estaba en su casillero guardando sus cosas, ya era hora de salida, de repente Rosé se le acercó.

—Hola Chim —se recostó en uno de los lockers al costado de él mirándolo —¿Cómo estás?

—Bien —sonrió —¿Cómo va todo con Jungkook

—Del asco, creí que yo le gustaba, él no quiso coger conmigo ayer, ¿puedes creerlo?

—¿Cómo no va a querer coger contigo?

—¿Tú lo harías? —sonrió

—Pues —suspiró —eres novia de Jungkook

—¿Y si no lo fuera? —se acercó más a él pegándolo al casillero quedando a centímetros de su rostro

—Eh... —se puso nervioso

—¿Sabes lo que más me gusta de ti? —susurró —todo —lo besó

Jimin no se resistió a eso, Rosé le parecía muy linda y creyó que Jungkook era un idiota por rechazarla. La tomó de la cintura y la siguió besando volviéndose lentamente en un beso apasionado.

—Jimin...

La voz al fondo de los pasillos se hizo notoria haciendo que los dos chicos se separaran, era Jungkook, venía a hablar con Jimin y terminó viéndolos a ellos, lo vio todo, vio los asquerosos 15 segundos que su mejor amigo y su novia se besaban.

—Kook... —miró el rubio a Jungkook alejándose de Rosé —yo...

—¿Cómo pudiste? —dijo el pelinegro con la voz quebrada, comenzó a llorar y sintió un fuerte dolor de cabeza incontrolable. Le empezó a faltar el aire y Jimin corrió a socorrerlo —¡no me toques! —lo empujó

—Kook...

—Te odio Jimin, ¡TE ODIO! —chilló dándose la media vuelta volviendo por donde vino

Mientras regresaba a su saca se sentía como una mierda, todo se le venía encima y necesitaba a alguien en quien apoyarse pero no tenía a nadie. La persona quién más creyó que se iba a quedar hasta el final con él terminó traicionándolo de la peor manera.

La única cosa que podía hacerle feliz a Jungkook en ese momento era hablar con Taehyung pero él también se había ido...

Jungkook no lo sabía pero el chico de cabello castaño se moría de ganas de querer verlo y abrazarlo pero creyó que él ya era feliz con alguien más.