-¿Todos estamos listo?- cuestionó la couch, mientra su vista recorría por todos nosotros, que estabamos a su cargo.

-Si Waterhouse- Dijo el asistente del equipo.

-Bueno nos iremos como venimos, Las que vinieron en auto aparte, se irán en sus autos, pues ya saben que no hay mucho espacio en el vehículo que hemos traido, vamos- emprendió su camino a la salida y todos comenzaron a caminar hacía el estacionamiento.

Busqué con mi mirada a Nicolás, pues no importaba si estaba enojado conmigo, me tenía que llevar, si o si. No fue dificil encontarlo, estaba a cierta distancia de mi, no muy lejana, y estaba con los chicos. Me acerque entre nerviosa/orgullosa y con un aspecto "fuerte" para que no notará mi estado nervioso. En el trayecto que me acerqué me tome el tiempo de hacerle un Rayo X a Nicolás, llevaba unos shorts negros, con una camisa de mangas azul marino a juego con sus tenis, ya como es normal su cabello estaba estilizadamente despeinado, vague mi mirada por su cara y me encontré con sus lindos hoyuelos. Estaba sonriendo por algún chiste de los chicos. Entonces llegué.

-Hola- hice una mueca con la mano.

-Hola Montserrat- dijo Jordán.

-Hola Enana- habló Axel.

Mientras que Stanley hizo un asentamiento en respuesta.

Nicolás guardó silencio y ni se tomó la molestia en mirarme. O de darme alguna señal de humo.

-Ehm, bueno nos tenemos que ir, yo los guió.

Nicolás clavo su mirada en mi, y eso me hacía sentir un tanto incómoda, no de una mala manera claro.

-Claro vamos- Jordán emprendió su camino y yo lo seguí para evitar a Nicolás, aunque eso sería imposible.

Jordán y yo esperamos unos minutos, pues los chicos se habían quedado. En cuánto Nicolás llego y abrió la camioneta, inmediatamente me subí a está sin esperar ayuda de el. Cuando ya todos habíamos subido, hizo sonar el motor de la camioneta y salió a velocidad máxima, ya llevamos buen camino recorrido y el no baja la velocidad, temo que nos pasé algo. Nicolás tenía una expresión dura, molestia. No era necesario ser genio para adivinarlo.

Creo que ya estoy conociendo más a fondo a Nicolás.

Hasta con esa cara de Culo se mira perfectamente bien.

-Nicolás deberías de bajar la velocidad- dije en tono neutral sin mirarlo.

De su garganta brotó una corta risa sin gracia y dijo-Pensé que me llamaba Logan- con sarcasmo.

Clave mi mirada en el y dije: -Si así gustas- hice una mueca -Logan deberías de bajar la velo...

-No lo decía en serio-alzó su voz

-Pensé que sí- dije alzando la voz igual que el. Tome mis auriculares y puse música aleatoria para ignorar a gustó a Nicolás.

Silencio.

No contestó.

Y yo tampoco hablé.

Y durante todo el camino no me dirigió la palabra. Aunque las veces que lo miré ya había cambiado su expresión a una más amigable y tranquila. Pero eso no dejaba atrás lo que había pasado.

...

-Bueno chicas pueden ir donde ustedes gusten, es un centro muy completo, la unica regla es no embriagarse, a las diez en punto las quiero aquí, a todas- Dijo la couch cuando ya todos estabamos abajo.

La couch emprendió su camino al lado del asistente del equipo.

La mayoría de las chicas comenzaron a caminar en busca de algún lugar de su agrado, muchas iban con su grupito, otras iban con sus acompañantes y yo era la unica solitaria. Pues no es que no me llevé bien con el equipo, todo lo contrario, pero no somos tan unidas como quisiera, y tampoco quería ser la entrometida del grupo.

Comencé a caminar sin algún rumbo, en busca de algún lugar digno de llamar mi atención.

Mientras me dirigía a algún lugar, la brisa del Océano se hacía presente, me tomó un tiempo para apreciar la linda vista del Océano, la luz de la luna ilumina las aguas, y la hace ver hermosa, una vista espectacular tengo frente a mí.

Justo enfrente se encuentra una choza abierta, echa con material de madera y dentro tiene un pequeño Mesón circular, que lo rodea asientos igual de circular, está vasilla.

Me adentro en la choza y tomó asiento, aún puedo ver la espectacular vista. Me pierdo en la vista del Océano Pacífico, me quedó embobada viendo cada minimo detalle, a decir verdad me gusta demasiado la vista.

Un Señor uniformado se acerca a mi y pregunta: -¿Quiere algo señorita?- y me extiende un menú.

Tomó el menú, al parecer es un restaurante de comida rapida, sin pensarlo dos veces ordenó unas papitas fritas con extra de queso y salsa rosa más una soda de sabor. Si mi platillo favorito, pero no en mi restaurante favorita.

-Gracias- el señor se retiró del lugar.

Yo seguí en lo que estaba, y luego de unos segundos su voz innundo las ondas sonoras, y me hizo sobresaltarme un poco.

-Montserrat.

Silencio.

No me tomé ni la más mínima molestia en voltear para encararlo.

Su voz se hizo presente por segunda vez:

-Montserrat.

Lo ignore, y no me distraje de la linda vista frente a mí.

Escuché sus pasos firmes, cada vez los escuchaba más cerca, llegó hasta donde yo estaba y tomó asiento a mi lado.

Tal vez me sentía molesta, y puedo apostar que no quería tener cerca a Nicolás.

Pero debido a la situación, tal vez, sólo tal vez, mis sentimientos habían salido a flote y me hicieron pensar mucho en tan pocos segundos.

Aquí estaba sola y el fue la unica persona que decidió acompañarme -Aún si fuera verdad de que vino por que iba a estar rodeado de chicas- el estaba aquí conmigo, incluso cuando le llamé "Logan", estaba aquí a mi lado -si estuviera en su lugar, yo ni me hubiera tomado la molestia de buscarlo-.

El fue el único que decidió acompañarme a está aventura. No quería estar molesta con el.

.INosotros los seres humanos solemos centrarnos más en las cosas malas que hacen las personas, pero, ¿Y las cosas buenas adónde quedan?. Tenía que centrarme en lo bueno que había hecho Nicolás, tal vez no eran tantas cosas como me gustaría pero, tan sólo con el hecho de estar aquí -con una chica que conoció hace casi un mes y más, una berrinchuda que parece niña de cinco años, que tiene un orgullo y caracter de la mierda, que no tiene ni la más mínima idea de el porqué Nicolás pone su mundo de cabeza y que no sabe como admitir lo que siente por el- aún así el estaba aquí

El no hablaba estaba undido en la linda vista que estaba justo frente a el.

Lo observé por unos segundo-el diría que lo estoy espiando- suspire y hablé:

-Gracias por estar aquí- dije suavemente.

Asintió sin voltear.

-Y perdón por llamarte "Logan"- añadí al cabo de unos segundos.

Volvió a asentir y por fin me observo.

-Tranquila.

Asenti y me centre-o al menos trate- en la linda vista.

El silencio que reino por varios minutos fue interrumpido por la voz del mesero, amablemente dejo mi orden en el Mesón y Nicolás aprovechó para pedir algo para beber.

-Creo que cuando estés enojada conmigo, te llevaré una orden de papas con extra de queso y salsa rosa.

Reí divertida por su comentario.

-Me estarías comprando- informé indignada, pero estaba sonriendo.

-Valdría la pena- me guiño el ojo y me dio una sonrisa.

Negué juguetona y dije:

-¿La valgo?.

-Claro que si Montserrat, aún con lo fresa antipática que eres, la vales- clavo su mirada en mi.

Mi mirada se encontró con esos lindos ojos claros, de un momento a otro su mirada paseó por mis labios para luego volver a mis ojos. A pesar que Nicolás estaba a no tan, tan cercana distancia, yo ya había entrado al estado nervioso, mi pulso estaba acelerado, mi corazón palpita fuerte que golpea mis costillas, mis manos me están sudando-aun con el frío que está haciendo-. De tantos lugares en su rostro, mi mirada consiente se detuvo en sus delgados y carnosos labios.

Aunque en lo muy profundo yo estaba negandome, mis actos en cuestión, estaban dispuestos a reflejar lo que realmente quería.

Nicolás acortó la distancia poco a poco, hasta que estuvo tan cerca se detuvo por microsegundos.

Tenía tiempo de detenerlo, pero no quería. Y sin darme tiempo de darle más vueltas al asunto, puso fin a los pocos centímetros que nos separaban, sus labios me acogieron en un tierno beso, el cuál correspondí indudablemente.

No podía negar que quería besarlo.

Nos separamos ya que nos comenzaba a hacer falta el aire, juntó su frente con la mía y me dio un beso corto para volver a su postura inicial.

Guardamos silencio, undiendonos en la linda vista frente a nosotros.

El silencio fue interrumpido por su voz:

-No estoy jugando Montserrat, realmente, te quiero más que una amiga.

Fije mi mirada en el y ya me estaba observando.

Sonreí y dije -¿Me estás espiando?- evadiendo el tema.

Me dio una pequeña sonrisa decepcionada y dijo -Está bien, pero no soy Montserrat, eh-

Reí por su comentario.

...

Mi teléfono sonó a mi lado, provocándome un susto de la mierda.

Acepté la llamada sin antes ver quién era.

-¿Estás lista para traer el Oro- Era Catalina.

-Hey hola Cata, ¿Cómo estas?- pregunté sonriente.

-Muy bien, ¿Tú cómo vas?.

-No nos hemos levantado- me reí y ella me acompaño.

-Holgazanas.

-Tú, te levantaste por que tienes que ir al Instituto- dije obvia.

-Bueno yo sólo llamaba para desearte suerte en tu primer juego, sabes que te quiero.

-Muchas gracias Catica, yo también te quiero y recuerda que tenemos algo pendiente por hablar.

-Ehm, claro, cuando vengas.

-Perfecto.

-Te dejo que ya tengo que salir para llegar puntual.

-Claro Cata nos vemos.

...

Ya habíamos bajado todas para el desayuno, pero la unica que estaba bañada era la couch. Luego de desayunar tendriamos que ir a bañarnos para un entrenamiento previó antes de nuestro primer juego, que hoy sería a las 03:00.

-Hola Monts- saludo Jordan cuando llegó hasta donde mi.

-Hola, ¿Cómo amaneces?.

-Muy bien, eh, ¿Quieres ir con nosotros a desayunar?- cuestionó tranquilo.

-Si, claro, vamos- me levanté de la silla y lo acompañe.

-Hola- dije al llegar donde estaban los otros tres.

Nicolás se levantó y depósito un beso en mi mejilla mientras me sostenía de mi cintura, yo tambien le di uno.

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Capítulo 17.

Disfrutenlo muchooo.

Las quieroo, saludos💙

1781 palabras.

Actualización: 02 agosto, 2020.

Por cierto si no lo notaron tenemos nueva portada, fue hecha por Ziri gracias a Editorialtrueke. Vayan a pedir la suya son increíbles en lo que hacen :)