Capítulo 8
Tres días después...
Cansada, no había dormido para nada y Andrea tranquila en mis brazos, yo solo quería que ella estuviera bien y a salvo, lejos de Ricardo. Triste, aún mantenía la ilusión que Joey llegaría por nosotras.
Mis padres adoptivos querían obligarme a casar con Rodrigo y yo rehusada a aquello, me tenían encerrada, con llave, en mi habitación.
Pegada tras la cortina, mi bebita dormía en mi cama, cuando ellos entraron. Yo a la defensiva, tomé y cargué rápidamente a Andrea y ambos sujetos me miraron.
_ Queremos que te esposes con Ricardo
_ Ya les dije que no, además ustedes no pueden imponerme con quien quiero o no casarme. Soy una mujer adulta – mi padre intervino.
_ Pero aún sigues estando bajo nuestra tutela, y como tal, te ordenamos a que te cases con él, ya que si no lo haces, nuestra reputación se irá al carajo por tus estupideces – fruncí el ceño.
_ Eso es lo único que siempre les ha importado, el bien de la familia, la reputación, el qué dirán los demás, pero nunca, nunca se han detenido a pensar en mí, en lo que yo quería o sentía, solo siempre pensaron en su bienestar
_ Eso no viene a lo que ahora estamos conversando. Te exigimos que te cases lo antes posible con Ricardo
_ ¡No! No lo haré y será mejor que me dejen ir, porque o si no, Joey los denunciara por secuestro
_ ¿Te refieres a ese sujeto famoso que estuvo contigo en la clínica? Por favor ¿Crees que un tipo como él se arriesgará y vendrá por ti? – mi madre intervino.
_ Como si en verdad viniera. Acepta la realidad. Ese hombre ya se olvidó de ti
_...
_ No tienes mucho tiempo Constanza. Ahora tienes a esa niña y tú y ella tienen que estar con Ricardo, por algo te acostaste con él y te dejaste tener esa niña – aquello me dolió y sin saber que más decirles, solo apreté los puños y ellos se fueron y me dejaron encerrada de nuevo.
Corrí a la puerta y la golpeé con violencia. Pensé en Joey y lloré con gemidos.
_ ¡Déjenme salir! ¡Quiero irme con Joey! ¡Déjenme salir!
<< ¡Joey, mi amado Joey! >>
Recordé sus te amo, sus tiernos besos y abrazos. Quería a mi hija como suya y entonces, más rompí en lágrimas y tomé con tristeza a mi bebe.
Más que desesperado, había contactado a su abogado y ambos estaban investigando mi búsqueda sin parar.
<< No me importa cuánto tarde, pero te encontraré amor mío >>
<< Te prometí que estaría a tu lado y al lado de tu hija, nuestra hija, y así lo haré >>
Cegada, no me importó nada y de pronto miré con detenimiento la ventana.
Creí que esa era mi única escapatoria y tomé con cuidado a mi hija. La miré y luego sigilosa, abrí la ventana.
A punto de salirme por ella, Ricardo con mi padre entraron a mi dormitorio y me descubrieron.
_ ¡No!
_ ¡¿Qué crees que estás haciendo estúpida?!
Me gritó Ricardo y me jaló fuerte a él. Mi hija se puso a llorar y ambos comenzamos a forcejear.
_ ¡Suéltame! ¡Suéltame Ricardo!
_ ¡No! ¡No te voy a soltar! ¡Eres una egoísta!
_ ¡Aquí el único egoísta y desgraciado eres tú! ¡Te odio!
_ ¡Ya basta!
Me gritó y me dio un fuerte puñetazo, el que me hizo perder el conocimiento.
Mi padre perplejo, me vio tirada en el suelo y Ricardo sin piedad, me quitó a mi hija, la que no dejaba de llorar.
_ Hay que recostarla, Ricardo
_ Esto es para que no vuelva a desobedecerme. Espero que usted me entienda, Alonso
_ Lo sé, Ricardo
_ Espero que con esa paliza entienda y acepté de una buena vez, que solo conmigo debe estar. Aunque no quiera, somos una familia
_ Eso mismo esperamos también nosotros...
Sin lamento, me dejaron ahí desmayada y Ricardo se llevó a mi bebe.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro