Capítulo 1
El día por fin había llegado y yo más que ilusionada y ansiosa, no me importó que estuviera a días de dar a luz a mi hija, y sin prestarle oídos a nadie, me fui con mi gran barriga hasta el hotel, para verlo a él, solo a él.
Era una historia un poco complicada y triste para mí, el que mi antiguo novio me abandonó, cuando se enteró que yo estaba embarazada, y con esa angustia y tristeza, preferí irme a vivir sola, frente a las duras críticas de mis padres adoptivos.
Fueron largos nueves meses complicados, y sola, a veces no sabía qué hacer o cómo actuar y triste, solo quería que mi pequeña naciera bien y sana. A su padre jamás volví a saber de él, lo que me hacía replantearme muchas veces como me había fijado en él, y eso me hacía detestarlo y arrepentirme hasta ahora de haberlo conocido y habérmele entregado.
Pero no todo era tan gris y negativo, como muchas veces sentí; cuando me sentía muy vulnerable, corría a colocar alguna canción suya, de él, y todo eso que podía estar estresando mi mente me hacía volver a sonreír y creer que no todo era tan malo.
Por muchos años había recurrido a él, a mi cantante de linda y sexy sonrisa, Joey Tempest. Él y su banda hacían que mis días fueran más agradables y con ilusiones.
Rumbo al hotel, iba con mis amigas del fan club y yo ida en la ventana, recordé con amor la última vez que Joey y yo estuvimos juntos...
Había estado a su lado un par de veces, y aunque para él yo era solo unas fans más, yo siempre soñaba con que volvería a verlo otra vez y estar a su lado.
Joey era mi amor platónico de toda la vida y cada vez que sabía que él y su banda volvían a mi país, la felicidad e ilusiones se me salían por los poros, y aquel era el día, el día en que él y los demás estarían otra vez de regreso.
Con emoción, los nervios me dominaban por completo y ansiosa, solo pensaba en volver a verlo. Anhelaba estar otra vez a su lado y decirle, quizás, que lo amaba, aunque sabía que él solo me sonreiría y ya.
Nos bajamos del bus y yo me moví con dificultad. Caminamos hasta el hotel y yo cansada, di un suspiro. Solo deseaba, añoraba verlo.
Una de mis amigas me miró y frunció el ceño.
_ Constanza, eres una irresponsable ¿Qué es lo que estás haciendo aquí en ese estado? – Yo ahora fruncí el ceño.
_ ¿Disculpa?
_ Que ¿Qué haces aquí, a días de que tu hija nazca?
_ ¡Ay, Carol, por favor! Estoy bien, mi hija está bien
_ Solo te digo que no es recomendable, ahora en tu condición que hayas venido. Te recuerdo que, en situaciones como esta, todas debemos trasladarnos rápido, ya sabes, los muchachos se dan con todos sus fans y todas nosotras merecemos esa oportunidad
_ ¿Y qué? Eso yo lo sé. Mira amiga, relájate sí, yo estoy bien. Me siento bien, en perfecta salud, y mejor me sentiré cuando lo vea a él, solo a él
_ Claro, si tú lo dices, pero escúchame una cosa, si comienzas a sentirte mal, no cuentes que alguna de nosotras te socorrerá. Estaremos muy ocupadas con los muchachos y en especial con Joey...
La miré quebrantada por un momento y traté de que Carol no se diera cuenta, y fuerte, me hice la fría y la que no me había importado menos su jodido comentario. Luego me alejé de ella...
Por suerte, no todos sabían de que él y los demás se hospedarían en aquel hotel, así que solo éramos nosotras y unos cuantos más. Algo ideal para mí, y claro para los que estaban ahí.
Sentada junto a la baranda de aquel hotel, hacía mucho calor y solo esperé y esperé a que él llegara. Me sentí de pronto muy pesada y cansada, pero no me importó. Solo quería ver a Joey.
Al parecer mi bebecita estaba cómoda y tranquila, puesto que no me había dado patadas en todo ese rato y yo más y más nerviosa, las manos y piernas me temblaban. Trataba de controlarme, de estar tranquila, pero no podía, la emoción y los nervios de saber que pronto llegaría ahí al hotel y lo vería, me superaba en todo sentido; sin evitarlo, me sentí enorme, fea, y con un poco de vergüenza de que Joey me viera en aquel estado, se me llenaron los ojos de lágrimas.
<< ¿Qué es lo que estoy haciendo? >>
<< Quizás es mejor que me vaya >>
<< Me veo completamente ridícula y horrible para estar aquí, esperando por él... >>
<< A quien quiero engañar, ningún hombre, menos él, se fijará en una mujer embarazada como yo... >>
A punto de marcharme, preferí que era lo correcto y con tristeza, traté de hacerme a la idea de que ese día no lo vería, cuando de pronto, una van, de color blanca, se estacionó frente al hotel. Todos expectantes, ellos comenzaron a bajar, uno por uno, de aquella van y ahí mi corazón se desesperó.
Mis amigas corrieron de inmediato a ellos, y ellos tan felices y agradables, como siempre, faltaba uno...
Carol abrazó a Mick y a John Norum; platicó un par de palabras con ambos y luego les pidió unas fotos. Las demás hicieron lo mismo y yo aún sentada en la baranda, casi no podía moverme y nerviosa, de pronto mis ojos y aliento se quedaron paralizados al verlo a él bajar campante y feliz de la van, con su infaltable sonrisa. Mi sonrisa fue perdura al instante y como pude, traté de acercármele.
Otra mujer se le acercó y le pidió una foto y él sin dejar de sonreír, accedió, y de pronto me vio y me miró con deslumbro. Yo le sonreí y él fijo en mí, no dejó de mirarme, y contento, también me sonrió, lo que me llenó más de alegría y emoción, y con nervios, quise acercarme. Caminé hacia él, lento y con dificultad y él, con afán, también se me acercó.
Mi corazón estalló de felicidad y los dos frente a frente, yo le sonreí con pudor y alegría y Joey deslumbrado frente a mi gran barriga, me miró con ternura.
_ Hola Joey
_ Hola... Estás embarazada
_ Si – le sonreí con más pudor y él me miró con destellos.
_ ¿Cómo estás? Me refiero a ¿Cómo te sientes?
_ Muy bien, gracias
_ Debes estar muy feliz – No dejaba de sonreírme y yo me perdí en aquella sonrisa suya.
_ Si, lo estoy
_ Me alegro mucho por ti – lo miré perdidamente y él me sonrió sexy y todo coqueto. Encontré que se veía tan guapo, aún más que la última vez y mis ojos brillaron con más fervor.
Él los miró con intensidad.
No cabía del asombro y muy, demasiado feliz, intuía que él también lo estaba y los dos sin dejar de sonreírnos, nos habíamos olvidado del resto.
_... ¿Podríamos? Quiero decir, ¿Puedo tomarme una foto contigo? – me sonrió aún más feliz y enternecido.
_ Por supuesto
Con el brazo temblando, levanté el celular para tomarnos la foto y él se colocó más junto a mí, lo que más hizo que mi corazón se acelerara, y feliz, Joey me miró intenso.
Nerviosa y feliz, él lo intuyó y sonrió.
_ Espera, déjame tomarla a mí – me dijo y acomodó el celular para tomarnos la selfie. Yo lo miré perdidamente y él volvió a sonreírme, cuando de pronto, sentí una fuerte patada y cerré los ojos con dolor. Joey me miró preocupado.
_ ¿Qué pasa? ¿Te sientes bien? – le sonreí débil.
_... No es nada, tranquilo...
_ ¿Segura? – sentí otra patadita y traté de disimular.
_... Si... solo está pateándome – me miró con más atención.
_ ¿Está pateando? – le sonreí.
_ Si... - sentí de pronto las frías miradas de mis amigas y los demás y él también las advirtió. Ambos nos sonreímos.
Fue un momento tan lindo y mágico; los dos sonriendo frente a la cámara, nos juntamos más, Joey apretó el botón y nos sacamos esa linda selfie.
Miré la foto con cariño y luego le agradecí. Él estaba hipnotizado frente a mí.
_ Salió muy bonita. Muchas gracias, Joey
_ Por nada hermosa
Lo miré perdidamente enamorada y él fijo en mí, me miró con deslumbro y yo solo deseé que me besará, que me besará sin parar y ambos mirándonos con nuestra perdura sonrisa de alegría, una mujer lo tocó del hombro y los dos nos alejamos abruptamente. Aquella mujer nos miró molesta.
_ Joey ¿Podrías tomarte ahora una foto conmigo, por favor? – él me miró descolocado, nervioso y yo preferí correrme.
_... Sí, claro...
_ Perfecto...
Aquella mujer lo tomó del brazo y posando para tomarse la selfie, Joey no dejó de mirarme y yo caminé lentamente de regreso a la baranda. Él me observó con disimulo.
A distancia lo miré y lo amé con todo mi corazón y todos acercándosele, él se tomaba fotos con todos, además de dar también autógrafos.
Solo observándolo, Carol de pronto se me acercó y yo la miré con seriedad.
_ Vaya, con que lo conseguiste
_ ¿A qué te refieres ahora?
_ A esto, a todo ese espectáculo que diste con Joey hace un momento
_ ¿Espectáculo? ¿De qué estás hablando?
_ ¡Ay no te hagas! ¡Si todas nos dimos cuenta!
_...
_ Así que eso querías ¡Qué bien! Viniste con tremenda barriga únicamente para que ellos, él se apiadara de ti y estuviera a tu lado todo el rato del mundo, pues muy bien te salió – fruncí el ceño.
_ Que alucinada eres, en serio, te pasas...
Tomándose más fotos con otros muchachos, volvió a mirarme con disimulo y vio a Carol discutir conmigo.
_ Escúchame bien, yo jamás fui partidaria que entrarás en nuestro club de fans, en serio
_ Vieras lo mucho que me importa
_ Pues debería, porque si ahora no consigo estar con Joey y tomarme la foto que tanto quiero, tú vas a tener problemas
_ ¿Estás amenazándome?
_ Tómalo como quieras y con respecto a tu "plan de embarazada" déjame decirte que te ves fatal, horrorosa. Joey jamás se fijaría en una panzona y sin gracia como tú...
La miré a punto de llorar, cuando de pronto sentí una fuerte punzada y se me escapó un grito.
Joey, rodeado por los fans, me miró alarmado, y en eso los guardaespaldas comenzaron a llevárselos uno, por uno.
<< ¡NO! >>
Uno de ellos se acercó a nosotras y Carol, hipócrita, fingió que nada había ocurrido. Yo preferí quedarme callada y no causarle problemas a los demás y a los chicos, en especial a él.
_ ¿Pasa algo señoritas?
_ Nada señor, mi amiga aquí ya está mejor. Solo fue una farsa alarma
_...
Carol se fue con las demás y yo tiesa, no me sentía bien. Los cinco muchachos comenzaron a ingresar al hotel y él ingresando, por último, volvió a mirarme. Yo le sonreí, él también me sonrió y luego entró.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro