Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 15: Atrapados.





Ya estaba en las escaleras que nos comunicaban con los tres mundos distintos, para mi suerte no me perdí en el regreso. Habíamos quedado en vernos nuevamente uno de estos días, creo que me estoy haciendo una mala costumbre porque por más que quisiera no podría escapar del cielo, ¿cuánto tiempo duro en la Tierra antes de convertirme completamente en un espíritu que ya nadie allí podría ver? Por lo menos hasta el momento no había ocurrido nada malo.

Terminé de pasar de forma disimulada por el Purgatorio sin que nadie pudiera verme y finalmente quedaba el último tramo de escalones para llegar al cielo, estaba bastante emocionado, quería contarle todo a Tae, seguro estaría orgulloso de que no tendría que acompañarme de forma necesaria en cuanto yo quisiera bajar.

Ingresé con cuidado y como si nada, me encaminé hacia mi casa, sabía que Tae podría encontrarse allí. Pero en el momento en el que abrí mi puerta dando un paso dentro, sentí cómo tomaban mis manos por detrás de mi espalda uniéndolas mientras sentía mis muñecas quemar a la vez. Luego me agarraron por los hombros y me dieron la vuelta para dejarme de rodillas, finalmente pudiendo ver qué ocurría.

—Park Jimin y Kim TaeHyung, serán sentenciados por bajar a la Tierra incumpliendo las reglas, —el Arcángel Miguel hablaba fuerte y claro, de un solo jalón aventó la peluca rubia que cubría mi rosado cabello, —serán llevados hacia el Purgatorio en lo que su sentencia es condenada, pero creo que ya es sabido su posible destino. Llévenselos. —Crucé miradas con mi mejor amigo mientras los guardias nos levantaban del suelo y nos llevaban al ya dicho lugar.

Finalmente así terminaba toda esta aventura, ¿cierto? Había sido tan bueno todo lo que había durado pero yendo en contra de las leyes nunca ganaríamos nada, y esta era la prueba de ello.

Bajamos las escaleras que tan bien conocíamos, solo que en esta ocasión nos detuvimos en el Purgatorio en lugar de seguir bajando hasta la Tierra. El hombre que varias veces habíamos visto nos esperaba sentado en su escritorio jugando con un llavero repleto de infinidades de llaves de distintos tamaños y colores barriendonos con la mirada.

—Pueden ponerlos en esa celda. —Señaló una no tan alejada de la entrada que estaba completamente vacía, nos empujaron dentro y cerraron la puerta de forma rápida sintiendo como mis muñecas dejaban de quemar y finalmente las esposas de fuego se habían ido. —¿Qué Gyuchigs rompieron? Para anotarlos en la lista.

—Sus nombres son Park Jimin y Kim TaeHyung, Gyuchigs número uno, siete, diez, trece, catorce, diecisiete, dieciocho, diecinueve y veinte. Con permiso, nos retiramos. —Luego de una breve reverencia los guardias celestiales que nos habían traído hasta la zona se fueron nuevamente escaleras arriba.

—Wow, pero cuántas mierdas se han mandado. —Ríe el joven guardián a cargo del sitio mientras nosotros nos manteníamos sentados, uno frente al otro, no teníamos palabras para describir cómo nos sentíamos en esos momentos. Finalmente habíamos sido atrapados, ¿todo era mi culpa?

—¿Qué ocurrió? —Le pregunto en un simple susurro a TaeHyung quien dirige nuevamente su mirada hacia mí y luego de tragar un poco de saliva eleva su voz.

—En cuanto te fuiste, pude ver cómo el Arcángel Miguel te seguía, salí de casa para advertirte aquello pero unos guardias me inmovilizaron y esperaron a que también llegaras para tomarte prisionero. Me obligaron a hablar antes de que llegaras, —soltó un suspiro, —no te culpes de esto, ambos actuamos mal y sabíamos que esto ocurriría en cualquier momento.

—Sí, —murmuré por lo bajo, apartando mi mirada hacia mis manos, sintiendo mis ojos aguarse repentinamente, —sólo que no creí que fuera tan pronto. —Inevitablemente comencé a llorar, ¿cómo no hacerlo sabiendo que nunca volvería a ver a YoonGi? Mi propio mundo que había construido se estaba derrumbando poco a poco, con mucha rapidez.

—No llores, Minnie, sino lo haré también. —Tae se acercó hasta mí y me abrazó. Correspondí rápidamente queriendo tranquilizarme pero me era tan complicado, tampoco quería que mi amigo llorara, pero hay veces donde no puedes controlar lo que haces. Mucho menos el llanto.

—¿Pero qué mierda eres tú? ¿Desde cuándo los ángeles lloran? Cállate ya. Nunca había tenido un ángel que llorara en este lugar, por Dios. —Gruñe con disgusto, me hubiera gustado contestarle un sin fin de cosas pero no estaba en el lugar ni tenía la posición como para hacerlo.

Pasaron unos minutos en los cuales me calmé sintiendo las caricias que dejaba el rubio en mis cabellos. Pero en aquel momento, el Arcángel Gabriel hizo su aparición con dos guardias resguardándolo detrás de él. Quería levantarme y hacer una reverencia por todo lo que había hecho por mí, para pedir disculpas, pero no tenía las fuerzas ni ganas suficientes como para hacerlo. Se paró delante de nuestra jaula teniendo la mirada fija en mí.

—¿Estuviste llorando? —Pregunta alzando una ceja de forma interrogante, —entonces sí era cierto que te enamoraste de un humano, no se ve muy seguido a un ángel llorar. —Me mantuve callado en todo momento, ¿a qué venía? ¿A burlarse? ¿A reclamar? ¿Sellar nuestra sentencia? Poco parecía importarme pues mi mirada vagaba en él y a la vez jugaba con mis manos, mis ojos hinchados y mis labios bastante maltratados. —Realmente me has decepcionado, Jimin, nunca creí que fueras así. ¿Aceptar el regalo que te di por respetar todas las normas? ¿De verdad? Y todas las cosas que hice por ti.

—Tenía mis dudas, Arcángel Gabriel, nunca hubiera desperdiciado una oportunidad así. Realmente le pido perdón por ello, pero no me arrepiento de haberlo hecho.

—Tus dudas sobre porqué había sido Min YoonGi tan importante en tu vida pasada, ¿cierto? Sí, me dio curiosidad y me fijé en tus anteriores recuerdos. —Gabriel tomó lugar en una silla frente a la celda, al parecer sería algo largo.

—Por favor no le hagan nada a él, no ha hecho nada. —Me recompuse en mi lugar, manteniendo la mirada fija en los ojos de mi superior. Él no tenía nada que ver en todos esos problemas en el cielo.

—Nosotros no tenemos problemas con los humanos, claro que no le haremos nada, —solté un breve suspiro, —ya no hay ángel que lo cuide, ha pasado por dos ángeles y lamentablemente llegó el momento en el que quede en el limbo. —Me levanté de un simple movimiento quedando casi frente a frente mientras tomaba los barrotes de la celda.

—Por favor no.

—Lo siento Park, pero así son las cosas, ¿no habías pensado que si te descubrían Min YoonGi se quedaría finalmente sin un Guardián?

—¡No pueden hacer eso! ¡YoonGi es una buena persona, no puede llegar un demonio y arruinarle la vida! —Exclamé sintiendo mi garganta cerrarse nuevamente, Tae apoyó una de sus manos en mi hombro pero no le tomé importancia.

—Parece que lo conoces muy bien.

—Sabes que fui a la Tierra, es lo obvio. —Bajé la mirada golpeando apenas mi cabeza con uno de los barrotes que nos separaban de la libertad.

—¿Qué tanta relación tuviste con ese simple humano? ¿Por qué caíste tan bajo de un momento a otro, Park? Tantas lindas ángeles que hay aquí, un buen futuro, podrías haber hecho grandes cosas.

—¿No te escuchas con lo aburrido que suena eso? Me harté de el cielo, me harté de las reglas y prácticamente todo de ahí. En la Tierra fui libre finalmente, y YoonGi me enseñó más cosas de lo que pude aprender aquí, viví mejor estos días allí abajo que toda mi vida acá arriba.

—¿Me dices qué fue todo eso que "te enseñó"?

—Sentimientos, y mi favorito es el amor.

—Qué estupidez. Los ángeles sí sentimos amor, pero sólo por nuestro superior, nuestro Dios.

—Véalo como quiera, al menos lo mío no es forzado. —Probablemente estar discutiendo con Gabriel no me traería absolutamente nada bueno a la sentencia que sería dada en unas horas o mañana, pero ya estaba harto de guardarme las palabras, de tener que seguir las ordenes de los Arcángeles y si iría al infierno por lo menos me desquitaría todo lo posible antes de sufrir por años.

—Estás tan corrompido.

—Sólo estoy prefiriendo la libertad antes que la esclavitud.

—Te crees muy valiente siendo que ahora estas en prisión, ¿cierto? ¿Crees que nada del resto puede afectarte? —No respondí lo que era obvio, —te recuerdo que Min YoonGi sigue allí afuera.

—Dijiste que no le harías nada. —Fruncí mi ceño.

—Si sigues faltándome el respeto no dudaré en hacerlo.

—¡Pero-!

—Siéntate, terminé de hablar contigo. Kim TaeHyung. —Aunque quise seguir reclamando, me guardé los comentarios para mí mismo y tomé asiento en una de las puntas de la jaula mientras veía a el rubio quedarse ahora él frente a frente con el Arcángel, bastante silencioso a comparación de como es conmigo. —Kim, según vi tu delito es más grave, cometiste los mismos errores que Jimin pero con un pequeño detalle que marca la diferencia.

—Sí.

—Te enamoraste de un demonio.

—Sí. —Mis labios se torcieron al ver a mi amigo tan frío, decaído, extrañaba ver su bonita sonrisa. O mejor aún, sus ojitos brillando de alegría y amor cuando veía a HoSeok cada que llegábamos al departamento y él estaba presente.

—¿Cómo es que siendo un ser tan puro terminaste cayendo ante el más cruel de los seres que existen?

—HoSeok no es así, —corrige, —dígame lo que quiera de los demonios, miéntame, haga lo que quiera, pero nunca me hará cambiar de opinión.

—Es una pena oír eso. Se lo volveré a preguntar cuando vaya al infierno y su "gran amado" lo tenga abandonado. —Pude ver la sonrisa sarcástica en el rostro contrario, TaeHyung y yo sabíamos que eso nunca pasaría pero no se puede cambiar la mentalidad de un Arcángel.

—Creí que podrías ser diferente, Arcángel Gabriel, pero me equivoqué. —Tae se dio media vuelta volviendo a sentarse a mi lado mientras tomaba una de mis manos y la dejaba entre las suyas, ahora mismo nosotros dos éramos los únicos que nos teníamos entre sí.

—Bien, terminé aquí. —Gabriel nos echó una ultima mirada antes de irse con los guardias nuevamente a el Paraíso por donde habían venido.

—¿Estas bien, Tae? —Pregunté apoyando mi cabeza en su hombro.

—Hubieron días mejores. Pero estaremos bien, Jimin. —Formé una pequeña sonrisa, llevando una de mis manos a mi cuello y rebuscando entre mis ropas el collar que tan bien cuidaba. El bonito sol de gargantilla.

Prácticamente el collar que compartía con YoonGi, él tenía la luna, o al menos eso esperaba. Lo observé unos segundos sintiendo las lágrimas caer nuevamente por mis mejillas, pero sin soltar sonido alguno, lloraba en silencio teniendo la imagen de aquel pelinegro que ocupaba la gran mayoría de mis pensamientos y nunca era la excepción.

Lo extrañaba, quería que él fuera quien me salvara esta vez pero era imposible. Quería mi esfera, verlo al menos por ahí, ir a la Tierra, abrazarlo, besarlo, pasar el tiempo a su lado para que clamara todas las horribles emociones que sentía en esos momentos.

Porque no sabía cuándo lo volvería a ver, ni siquiera sabía si eso ocurriría otra vez. Y esos pensamientos sólo me estaban destruyendo.




































Ando bastante activa en mi cuenta personal de Twitter, me avisan si quieren leer algún AU de ahí, sino tengo otros en la cuenta @//Diel_Blue

Nos leemos pronto, este fic finalmente esta a pocos capítulos de terminar. Recuerden que se viene una segunda temporada ♡

Coloreas a Dιᥱᥣ ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro