
Capítulo 10: Inocencia.
-¡Por fin, por fin, por fin! -Exclamo con alegría mientras me adelanto al caminar de mi amigo, dando pequeños saltos observando el cielo azulado sobre nosotros.
-Ya Jimin, cálmate o llamarás la atención. -Reclama Kim, llegando hasta donde yo estaba. Pero es que era imposible.
-Tae, por fin, ¿cuánto tiempo ha pasado? Lo extraño demasiado.
-Sólo fueron 2 días. -Rueda los ojos. A este paso en el que ibamos conociendo la Tierra, ya me acordaba de dónde quedaba nuestro departamento. Ya reconocía dos barrios de Seúl, el de YoonGi y el mío. Estaba feliz de poder avanzar en eso.
-Pareció una eternidad. -Cuando llegamos a nuestro hogar, nos sorprendimos de ver a HoSeok en la sala mirando la televisión.
-¡Hobi! -Gritó mi amigo, lanzándose arriba suyo. En lo que se daban amor y mimos yo me dirigí a mi habitación sacando mi celular del bolsillo viendo mensajes y un par de llamadas perdidas. Inmediatamente lo llamé.
-¿Jimin?
-¡Hyung! -Sonreí por más que no pudiera verme. -Lamento mucho la espera.
-Oh Jimin, creí que te había pasado algo, estaba preocupado. -Una leve risa salió de mis labios, cayendo más en el sentimiento de afecto.
-Lo lamento, mi celular se averió y no tenía cómo comunicarme con usted. Esto suele pasar seguido asique no se asuste si ocurre de nuevo, en todo caso, contáctese con HoSeok hyung.
-Está bien, Minnie, ¿nos veremos?
-Claro, en unos minutos le confirmo ¿bien?
-Está bien, nos vemos.
-Adiós, YoonGi hyung. -Finalicé la llamada corriendo hasta la sala y observando a mis dos amigos abrazados en el sofá. -Hey chicos, ¿harán algo hoy?
-Sí, tendremos una cita, Minnie, llegaremos a las cinco, ¿quieres quedarte acá en el departamento o te llevo al cielo? -Preguntó TaeHyung ladeando su cabeza.
-Y-Yo pensaba salir con hyung, pero si ustedes no están, ¿puede venir él? -Pregunté de forma tímida, sintiendo mis mejillas obteniendo un color rojo.
-Mh, ¿crees que sea seguro, Hobi?
-Claro, si se quedan aquí y no se van, no se perderán. -Ante las palabras del mayor, el rubio asiente estando de acuerdo.
Suelto un chillido y corro a mi habitación de inmediato.
Desde que vi todo lo que pasó en mi vida pasada, todo lo que ocurrió en torno a YoonGi, estuve pensando que realmente podemos tener una oportunidad. ¿Y si éramos almas gemelas? Destinadas a encontrarse en cualquier vida.
Definitivamente me arriesgaría con este chico.
Le envié unos mensajes con la dirección de el departamento invitándolo a que viniera en media hora.
Me pasé un buen rato encerrado en el baño obteniendo continuas quejas por parte de Tae y HoSeok quienes querían pasar. Pero aproveché bien a arreglarme y luego estuve bastante indeciso a la hora de elegir un atuendo en mi armario.
-Ya elije de una vez algo cómodo, trata de verte casual, ¡es tu casa! No saldrán a ningún lado. -Reclama Kim, desde la puerta de la habitación cruzado de brazos mientras me juzga.
-¡Estoy cambiandome! -Chillo, cubriendo mi pecho con la bata.
-No hubiera entrado si sabía que estabas desnudo, cálmate. -Se acerca a mí lado buscando un par de cosas. -Creo que esto y esto bastará. -Me tendió ropa interior y una remera larga.
-¿Acaso es broma? ¡No estoy para insinuarle nada!
-Creí que sí querías. -Se encoge de hombros.
-Maldito pervertido. -Gruño observándolo salir del cuarto. Prosigo a ponerme lo que TaeHyung había dejado, sólo que sí le agregué unos pantalones como prenda final.
-Bien, nada de que cocines algo o salgan de el departamento, ¡en ningún momento! Mientras no le ocurra nada al lugar y ambos estén en una sola pieza, no les prohibo nada. ¿Tú Hobi? -Pregunta sosteniendo su mano con una pequeña sonrisa
-Con que no salgas del departamento me conformo. -Estaba siendo advertido seriamente. HoSeok y TaeHyung estaban a punto de salir por esa puerta y yo quedarme completamente solo en la espera de que YoonGi llegue.
-Está bien, lo respetaré.
-Obvio sí, eres el angelito más responsable que conozco. -Ambos, luego de unas simple palabras más, dieron la vuelta para salir por la entrada principal como una parejita de enamorados.
Yo observé todo el lugar fascinado, ¡iba a estar con mi hyung nuevamente! Estaba emocionado. Tenía dinero guardado por cualquier cosa que necesitaramos, por ejemplo, la comida. La cual le dejaría a su completa elección.
Luego de estar sentado en el sofá por unos minutos mientras balanceaba mis piernas y mi cabeza de un lado al otro con ojos brillosos, el sonido de la puerta me alertó.
De un salto me levanté, volví a ver de que estuviera bien arreglado y abrí, dejando ver a el pelinegro. Traía una bolsa en mano y su rostro se decoró por una hermosa sonrisa de encías apenas me vio. Dios, estaba hermoso.
-Hola Jimin.
-Hyung, lo extrañé. -Me hice a un lado, permitiéndole el paso.
-También yo, Minnie. -Dejó las cosas en la mesa y me acerqué para ver de qué se trataba.
-¿Qué es, hyung?
-Helado, quería que fuera una sorpresa asique espero que te gusten los sabores que pedí.
-Oh...¡muchas gracias! -Agradecí confundido. Helado...¿qué era exactamente? -¿Qué le gustaría hacer? Hobi y Tae dijeron que volverían más tarde.
-¿Películas? -Pregunta con una leve sonrisa a lo que yo asiento lentamente, ¡esto estaba siendo difícil! Debí haberle preguntado a TaeHyung cosas que hacer, ¿qué clases de películas verían aquí en la Tierra? -¿Te gustaría alguna en particular?
-N-No elije tú. -Dejé que hiciera todo el trabajo, encendió el televisor y luego de teclear un par de cosas estuvo listo.
-Ven, siéntate, ¿o quieres pedir la comida primero? -Al final, él parecía estar en su propia casa, sabía qué hacer a la perfección y yo sólo me quedaba inmóvil dejando que hiciera lo que quiera.
-La comida. -Decido con una sonrisa, el hambre comenzaba a sentirse.
-¿Pizza? -Asiento efusivo recordando aquel particular sabor. Luego de que Min hiciera unas llamadas, nos propusimos a ver la película que él había puesto. Se parecían mucho a las que solíamos ver en el cielo asique supongo que eran algo que conectaba entre ambos mundos, como entretenimiento.
Al momento en el que llegó nuestra cena, pagué al joven y tomé la comida para ingresar al departamento. Desprendía un delicioso aroma y se me hacía agua a la boca, caminé sentándome a un lado del pálido, invitándole.
-Jimin, siempre tengo la impresión de que eres muy peculiar.
-¿Por qué, hyung? -Suelto una risa nerviosa.
-Tienes un aura muy pura, pareces un niño inocente, en especial con el color de tus ojos cuando cambian, ¿son pardos? -Susurra, viéndome fijamente con curiosidad.
-B-Bueno y-o supongo...igual me gusta usar esos lentes de contacto.
-Entiendo. -Asiente regresando su vista al televisor, permitiendome respirar tranquilo. Pasaron varios minutos en los que terminamos la comida, mirábamos la película y cambiabamos de posiciones en las que nos sentíamos más cómodos. Ahora me encontraba acostado en sus piernas. -¿Ahora qué? -Acaricia mis cabellos despabilandome y lo observo.
-Uh...no lo sé, hyung. -Sonrío levantándome para quedar a su altura. -¿Mañana no tiene escuela? Es algo tarde y usted debe levantarse a las seis.
-Mh, ¿tú no estudiarías ahí también? -Pregunta ladeando su cabeza levemente.
-No entré, pero igual preferí estudiar por internet. -Le muestro una sonrisa sin romper el contacto visual. Me gustaba perderme en sus oscuros ojos, tan profundos.
-Dios, Jimin, harás que mi autocontrol desaparezca. -Una risa burlesca se esfuma por mis labios.
-¿Por qué, hyung? -Continúo con mi pequeño jugeteo relamiendo mis labios, retengo una risa de victoria cuando atraigo su mirada a ellos. Todo bien que sea un ángel, pero no era ningún inocente.
-Jimin. -Con disimulo intento acercarme más a él, pero obtengo que me tome de las caderas deteniendo mi acercamiento. -Jimin, ¿de verdad me dejarías besarte?
-No veo ningún impidimiento. -Luego de mis palabras, lo atraigo sujetandome de el cuello de su remera atrayendonos hasta finalmente, ¡finalmente! Poder besar sus finos pero suaves labios. Pude probarlos después de tanto tiempo. Todo se tornó lento, sus movimientos y tactos, era tan delicado y cómo me estaba gustando eso.
Me sujetó con firmeza hasta poder sentarme en sus piernas y acomodarnos en esa mejor posición. Se detuvo y nos separamos observandonos de manera fija.
-Eres muy hermoso, -susurra, su aliento chocando en mis labios sacandome una risa.
-También es el ser humano más hermoso que vieron mis ojos.
-Qué halago más extraño, pero lo tomaré. -Habla para volver a basarnos de una manera más apasionada. Sus pálidas manos recorrieron mi espalda y yo acaricié sus negros cabellos, enrredando mis dedos entre ellos. Mis movimientos eran torpes, era mi primer beso, joder, era un total inexperto.
No sé si él lo notó pero yo sólo podía concentrarme en lo bien que besaba. En sus manos rozando mi espalda y mi corazón latiendo de manera desenfrenada. Cada vez caía más enamorado de ese humano. Estúpido y perfecto humano que me tenía en la palma de su mano.
YoonGi se separó de mis labios comenzando a besar mi barbilla y bajar el recorrido de ellos hasta mi cuello. Me estremecí, no sabía que aquel lugar era una parte tan sensible de mi cuerpo.
-Hyung. -Suspiré cuando sentí su lengua viajar por esa zona y luego sus dientes morder mi piel. -¡Mh!
-Lo siento, Minnie, pero eres muy sensible aquí. -Suspira, tensandome mientras me sostenía de sus hombros, cerré mis ojos cuando se dirigió a mis clavículas. Todo el ambiente era silencioso y pacífico, sólo se escuchaba el sonido de los autos afuera y los besos que repartía YoonGi sobre mí. Yo me dejé hacer, mientras lo disfrutara no era nada malo.
Ya no me importaba el pecado.
Me sobresalté cuando me tomó de la cintura y mis piernas, levantándose del sofá hasta que me sentó sobre un bajo amueblado con la vista de la ventana hacia la gran ciudad.
-¿Qué hace, hyung? -Pregunto entre una risa viendo mejor su pálido rostro gracias a la iluminación de afuera.
-Quiero verte bien. -Tomé la valentía suficiente de sujetar su rostro y volver a unir nuestros labios. Estaba seguro de que mi sonrojo era potente, no quería que me viera tan tímido por más que era todo lo que sentía cuando estaba a un lado suyo. Él parecía un experto en esas situaciones y eso me contrajo una pequeña puntada de celos.
Enredé mis piernas en su cintura atrayendolo aún más si era posible, quería sentirlo aún más cerca, ser al chico que ame a partir de ese momento. Yo ya había caído por él, ¿él podría hacerlo por mí?
-Espera, Jimin, detente. -Habla firme separándose de mí, pero no lo suficiente como para nuestros cuerpos no se rocen.
-¿Qué ocurre? -Formé un mohín en forma de protesta, el volvió a besarme con una sonrisa sólo que se separó rápidamente.
-Esto, si seguimos, ¿tú estás realmente consciente y querrías hacerlo? -Pregunta en un susurro, no queriendo sonar atrevido y más allá de todo y lo que había ocurrido, oculto mi rostro en su cuello no queriendo que vea lo rojo que debía verme. -Jimin, no estás seguro, ¿cierto?
-No.
-Está bien, ¿si? No te obligaría a nada y somos buenos amigos por ahora. -Mordí mi labio inferior no siendo fan de esa palabra en esta ocasión, "amigos".
-Sí, está bien, hyung. -Vuelve a sujetarme para bajarme del mueble y finalmente toco el piso. Dejó un beso en mis labios antes de separarse cuando escuchamos la puerta ser tocada.
Abrí observando a TaeHyung y HoSeok llegar.
-Wah Jimin, ¿no hace calor? ¿Por qué estás tan colorado? -Habla Tae ingresando al departamento y eso sólo me hace avergonzarme más.
-¿Estaban viendo una película?
-Así es. -Asientimos YoonGi y yo. Kim me hace una señal para acompañarlo a la cocina y guardar unas cosas que traía en una bolsa.
-Eres un mentiroso. -Ríe mi amigo, sacando unos paquetes y unas botellas que lleva a la heladera.
-¿P-Por qué?
-¿Crees que no me dí cuenta que tus ojos ahora son café? Has perdido el poder de que tus ojos cambien, niño travieso. -Susurra con una sonrisa y yo me sorprendo llevando mis manos a mis ojos.
-¿Es en serio? -Pregunto observandolo.
-¿Por qué te mentiría? Luego me contarás bien qué hicieron, Jiminnie. -Y es cuando muerdo mis labios dando media vuelta para huir de la escena.
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