Domingo, 24 de diciembre de 2023.

Ravensbrook, Reino Unido.

1 año y un día después.

El frío se cuela a través de las aberturas de las ventanas en el pequeño pueblo de Ravensbrook. Es el aire más gélido del año, similar al de la Navidad pasada. Las luces adornan las casas, y los tonos vibrantes se difunden en la neblina, rodeando el gran árbol de Navidad en la plaza central.. Son alrededor de las tres de la tarde.

En el centro comunitario, varias personas están reunidas, recogiendo los restos de lo que había sido una gran velada la noche anterior: el baile típico navideño de Ravensbrook. Presurosos, llevan las bolsas llenas de basura a los vertederos. Entre ellos, Liam Harper entona desafinadamente algún villancico que sus sobrinos le pegaron esa misma mañana, realizando la tarea con entusiasmo.

De repente, una voz un tanto más melodiosa llega a sus oídos. Volteándose, se encuentra con Emma, que coloca unas cuantas sillas una sobre otra, dando por terminado su trabajo. Vestida con un traje verde y un gorrito que combina a la perfección, da pequeños pasos de baile mientras camina hacia él. Liam no puede evitar reír al observarla, enamorado como lo ha estado todos los días del último año.

Emma, ahora completamente integrada en la vida de Liam, y Liam en la suya. Ella se mudó a la ciudad ocho meses atrás y comenzó a trabajar como maestra en una escuela primaria. Además, ha conseguido un hermoso departamento para alquilar, casualmente a unas cuadras del de su novio. Esta Navidad en Ravensbrook se siente especialmente significativa, ya que involucra la mayor celebración familiar que han tenido en años, incluyendo a toda la familia. Los hermanos y padres de Emma también están presentes, compartiendo la alegría de la temporada.

—Capitán, ¡estoy emocionada! —exclama Emma mientras se acerca a él.

Liam se vuelve y la recibe con una sonrisa radiante. —Se nota, mi amor —comenta, dejándole un pequeño beso en la frente.

Emma lo mira con curiosidad. —¿Y qué dijeron del proyecto?

Este año, la empresa Miller, que había rechazado el modelo de Liam para su campaña de recolección de fondos del año anterior, decidió darle otra oportunidad.

—Dicen que es el mejor en lo que hemos trabajado en mucho tiempo —responde Liam, con entusiasmo evidente—. La Navidad como perfecto arcoíris fue la idea ganadora para su promocional este año. Dicen que ahora nos considerarán todos los años. ¡Jackson Miller está encantado! ¿Quién lo diría?

Emma se ríe y le da un beso en la mejilla. —Eso es increíble, Liam.

La noche avanza con una cena navideña en casa de Sara, rodeados por los amigos de Ravensbrook, ¡Inclusive Marjorie, la secretaria de Liam! se unió y la familia de Emma. La calidez del hogar y la comida casera hacen que todos se sientan como en familia; las risas y las canciones entonadas por Emma no faltan. Junto a Harry, Peter y Ava, Emma había montado una presentación navideña. Liam también recibe elogios durante la cena, ya que, además de seguir pintando, varios de sus cuadros están colgados en su empresa en Londres y en la sala de artes de la secundaria en Ravensbrook.

—¡Li, no te olvides del destapa corchos! —grita su hermana desde la sala. Liam asiente y, de camino, se detiene a observar una foto colgada sobre la chimenea. Es una imagen que Sara mandó colocar especialmente este año: él y sus padres, cuando Liam tenía alrededor de doce años. Observa la imagen, en la que su padre mira a su madre con devoción. Un sentimiento de nostalgia y alivio lo recorre, pensando que no solo logró reconstruir gran parte de su relación con su padre el año pasado, sino que estuvo a su lado cuando su padre dio su último aliento un par de meses atrás. Ahora, finalmente, sus padres se han vuelto a encontrar, una idea que lo reconforta.

Más tarde, mientras la cena llega a su fin, Liam y Emma se encuentran contemplando el árbol de Navidad en la sala, que incluso parece más radiante que el año anterior. Es el mismo lugar donde se conocieron. Las luces del árbol parpadean suavemente, reflejando un arcoíris de colores que simboliza el viaje que han recorrido juntos.

Liam toma la mano de Emma y la mira con ternura. —Hey, Em... ¿te propongo una idea loca?

Emma, con una sonrisa radiante, responde en tono juguetón: —¿Qué tan loca, capitán?

—¿Te casarías conmigo? —pregunta con rapidez; casi trastabillando entre las palabras. Sus dedos temblorosos, no le pasan desapercibidos a la ojiverde.

—¿Nervioso usted, capitán? —bromea, mientras su corazón late acelerado contra su pecho.

—¿Yo? ¿Por qué lo estaría? —pregunta Liam, con un extraño destello en la mirada.

—Esa, cariño, me parece que es la idea más sensata que has tenido —susurra Emma, acercando sus labios a los suyos y depositando un tierno beso—. Siempre, claro está, que podamos tener temática de Peter Pan.

Liam sonríe.

—La que quieras, mi amor.

Se funden en un tierno abrazo cálido, como siempre que están juntos.

Una sombra sonríe desde la esquina, detrás de la escalera, donde nadie puede verla. Se había presentado una segunda oportunidad, y si, gracias a Dios, Liam la había tomado. La Navidad nunca se ha visto tan bonita.

"Las luces del árbol de Navidad brillan tal cual arcoíris", piensa Liam Harper esta Navidad, y lo pensará todas las siguientes por el resto de su vida, gracias a su hermana y su loco plan, y a la mujer que llegó para demostrarle que para ser feliz, no todo en la vida tiene que ser un perfecto arcoíris.

Fin

NA: ¡Lo hicimos, lo logramos! Muchas gracias por haberme acompañado hasta el final. Esta historia, de alguna forma también muy personal, me ha llenado de muchas formas. Me trae mucha felicidad verla finalmente escrita.

¡Espero la hayan disfrutado tanto como yo!