28.
Contenido un poco perturbador.
Llegamos al hospital, me dolía como si me hubieran dado una paliza, Alejandro estaba furioso y a la vez preocupado, Susana estaba hablando con el doctor para que me dejara ir, ya que no tenía nada grave, solo me quedaba el dolor, pero no había perforado algún órgano, solo fue por encima.
- ¡Dios mío! Me quiero ir de aquí.- Voltee los ojos, y puse mis manos en mi cara en modo de frustración, ya quería hacer lo que tenía planeado, me estaba comiendo las ganas de ver a Will y hacerlo sufrir.
- Calmate Megan, todo a su tiempo, si el doctor dice que no, pues es no.- Agarró mi mano y la beso. ¿Por qué hace esto? ¿Por qué me trata así? Tan solo si él supiera el daño que nos hace, pensé que podía ser esa perra sin sentimientos que venía solo por venganza, fue un grave error meterme con él y peor aún seguirle el juego aún sabiendo que somos hermanos. Aunque en realidad sería, medios hermanos, no completos, quisiera pensar que eso me calmaria un poco y me quitaría este sentimiento de culpabilidad, pero no fue así porque aún teníamos la misma sangre. No iba a pasar como en las películas que deseas algo y como por arte de magia se cumple, estamos en la vida real, y por más cruel que sean las cosas no podemos cambiarlas con una varita, un hechizo o una hada madrina. ¡Todo eso es una tontería!- ¿Qué piensas?- Preguntó él en tono preocupado.
- Nada.- Él siempre era ese "nada" en el que pensaba, estaba metido en mí como una maldita bacteria o un órgano que no te pueden sacar porque morirías al instante o pegado a mi piel como una sanguijuela, esto era una brujería coño.
- Deja de mirarme así que me asustas.
- Es que tienes un piojo enorme que te va bajando por la frente, lavate el cabello animal.- Me soltó la mano y abrió los ojos alarmado, me reí.- Te crees todo lo que te digo, idiota.
- La verdad no, se que ocultas más cosas que el Triángulo de las Bermudas. Toda tú eres un enigma que estoy apunto de descifrar.
Se iba acercando, estaba apunto de besarme. Pero entró Susana alegre.
- ¿Interrumpo?- Se notó la desaprobación en su mirada.
- No, para nada.- Bajé la mirada como perrito regañado.
- Ya nos podemos ir, Alejandro ¿Serías tan amable de llevarnos a la casa?- Él se paró.
- Claro, vámonos.- Caminó y salió.
- Te quemaras Megan, y no quiero lidiar con una mujer con el corazón roto, porque lo detesto. Ningún hombre merece las lágrimas de una chica y menos de ti, que has sufrido por culpa de ellos.
Salimos y todo el camino a casa fue en silencio, las palabras de Susana retumbaban en mi cabeza como cuando se pone una alarma para despertarte, y lo único que deseas es morir al escuchar ese sonido tan irritante.
Susana bajó del auto y caminó directo a la puerta de entrada, yo estaba en el auto, iba a despedirme de él
- Gracias por preocuparte por mí. - Lo miré y me tocó la mejilla.
- No puedo creer que mi padre te lastimara de tal manera, tanto física como sentimentalmente.- Me acarició.
- Yo no se que hice para merecer tal cosa.- Toqué su mano.- Siempre pensé que había hecho cosas malas, porque no encuentro otra manera.
- Tú no puedes haber hecho cosas malas Megan, tú eres una de las chicas más genuinas que he conocido en mi vida.- Se fue acercando y me besó. Necesitaba esto, esta paz que el me da solo con un toque o un beso. Pero como todo lo bueno tiene que acabar, recordé lo que eramos, y creeme que estaríamos destinados al infierno por este pecado tan grande, nunca fui alguien muy religiosa, pero sabía que esto era tan prohibido como que nos quemaríamos en el fuego con el que estábamos jugando, pero era por mi parte ya que él no estaba al tanto de toda esta situación.
- ¡Para! Esto está mal.- Me separé de él bruscamente.
- ¿Por qué?- Me preguntó extrañado.
- Tú tienes novia y yo...- Piensa Megan.- Yo tengo novio.
Él se tensó al instante.- ¿Quién es tu novio?
- Tony.- ¡Demonios me matará Tony!
- Bájate del carro.- Lo obedecí, y salí. No duró ni un momento cuando ya había salido disparado.
Entré a la casa y estaban todos sentados en la sala.
- Te metí en problemas Tony, a los ojos de Alejandro somos novios.
- Por mí no hay problema, ese tipo me hierve la sangre y si me busca me encontrará, mira que ya me debe una.
Me dolía un poco mentirle, pero era por nuestro bien.
- ¿Cómo te sientes?- Preguntó Dante.
- Bien, ya no me duele tanto, el doctor me aplicó unas cosas.
- ¿Podrás hacerlo?
- Claro que sí, en nombre de mis padres, de mi abuela, y de Lucía. Claro que podré, así que vámonos.- Suspiré.
- ¿No te cambiarás de ropa?- Preguntó Susana.
- No, luego de eso tiraré el vestido a la basura. Tú quédate con Esteban y no le abran la puerta a nadie.
- Esta bien.
Salimos de la casa Tony, Dante y yo.
- ¿Dónde está Will?
- En el galpón. Estaba en la jaula.- Respondió Tony.
- Dante, ¿Qué ha pasado con Jessica?
- A estado distante.
- Las mujeres somos unas cajitas misteriosas.- Dije para que no se preocupara tanto.
- En especial las que me tocan a mí.
Antes de llegar al galpón vi una pequeña laguna.
- ¿Que animales se pueden encontrar ahí?
- Pirañas, cocodrilos. ¿Por?- Dijo Dante.
- Tengo una grandiosa idea.- Sería asqueroso, pero doloroso.
- ¡Ay no! No, no, y no. Yo no te acompañare.- Exclamó Tony un poco alarmado porque ya sabía que iba a hacer.
- Eres un llorón.
- Y tú una puerca.
- ¡Bastaa! Ya llegamos. Bajense antes de que me devuelva y los lance a la laguna.- Dijo Dante.
- Toc toc.- Dije dándole golpecitos a la puerta del pequeño espacio donde estaba Will. Abrí la puerta.- ¿Me extrañaste querido?
- Sacame de aquí, no soy ningún perro.
- No, claro que no, una horrible comparación. Esos indefensos animales no pueden ser comparados contigo.- Me reí.
- ¿No te cansas de hacerme la vida cuadritos? Me quitas a mi hijo, estás dejando en la quiebra a mi empresa, mataste a mi hermano y quieres hacer lo mismo conmigo.
- Yo no me canso de hacerte daño, porque tu no te cansaste cuando me lo hiciste a mi, cuando me quitaste a mis padres, a mi abuela, y me violaste. Ah, y por cierto, yo no te quite a tu hijo, tú no tienes hijo, ¿Sabes por qué? Porque Alejandro Parker, es hijo de Leonardo Greene, mi padre. ¿Cómo te quedó el ojo desgraciado?
Él no me respondió, se quedó analizando todo, como que lo que había escuchado le había caído como un balde de agua helada.
Se empezó a reír al momento.
- Eso lo sé, ¿Qué pensabas estúpida, que no lo sabía? Por favor, das pena. Yo por lo menos no estoy enamorado de mi media hermana. Eso es muy retorcido Megan. No juegues así, es pecado mi niña y se paga con muerte.
Me quemaba por dentro, era como que todo lo que me había dicho se me clavaba al pecho como unas dagas.
Agarré el frasco con ácido que había conseguido Tony. Y se lo lancé en el rostro directo a los ojos. El llanto y los gritos se escuchaban hasta afuera. Tenía su cara llena de sangre y las manos las tenía donde iban sus ojos, porque dudo que los pudiera tener aún.
- Esto es solo el comienzo de lo que te toca, tendrás una muerte lenta y dolorosa, un día te juré que me vengaría, y aquí me tienes.
Salí y llamé a los chicos para que sacarán la jaula. Cuando entraron y vieron a Will, hicieron cara de asco y se taparon la boca.
- ¿Como lo dejaste así Megan?- Preguntó Dante.
Él seguía gritando.- Tony me consiguió ese ácido. Saquenlo rápido.
Levantaron la jaula y la llevaron en la camioneta que estaba en el galpón.
Yo me fui en el auto siguiendolos, el teléfono lo dejé en el asiento del copiloto. Estaba aún pendiente que Alejandro se fue hecho un diablo.
Me bajé y ellos bajaron a Will estaba en posición fetal, me hizo recordar a Maximiliano.
- Me desfiguraste el rostro maldita.
- Eso creo amigo.- Hice un puchero.- ¿Sabes? A mi gusta hacer las cosas rápido.
- Aguarda, solo dejame decirte algo.- Bajó la cara.- No pienses que te voy a suplicar o pedir perdón, no lo haré así que borra ese pensamiento, solo te diré que, te estás equivocando en todo lo que estás haciendo. Ya lo verás, y pagarás todo lo que hiciste.
- Si, lo pagaré, pero me siento extasiada, porque se que ya tu pagaste lo que me hiciste. Tirenlo al agua.-Grité.- ¡Ya va!- Y pararon.- Un dato querido, la laguna esta llena de pirañas.
En ese instante lo tiraron.
- ¡NOOOO!- Y cayó. Lo único que se escuchaba era sus quejidos y gritos de dolor. Estaba siendo desmembrado y sin anestesia. El agua se volvió de un color rojizo fuerte. Se sentía bien matar al pez gordo.
Subimos al auto, Dante llevaba la camioneta, y Tony iba conmigo. Ibamos a dejar la camioneta y yo me iba a cambiar para quemar el vestido. Aunque no me manche de sangre, pero de igual forma debía hacerlo.
Cuando voy en el auto me llega un mensaje.
Me dejaste impactado, y yo que pensé que el único psicópata aquí era yo. Mis respetos para ti Megan Greene.
Pero que mierda, si Will no es el de los anónimos, entonces ¿Quién era?
Holaaaa mis amores, los tenía abandonados. Lo siento :c he estado ocupada con mi graduación y no he tenido tiempo, espero les gusteee.
Llegó el momento que casi todos esperaban.
Sigo diciendo que quiero conocer a mis lectores fantaaasmas :'c Yo no como, ni soy como Megan.
Un besooo♡♡
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