"Eres todo lo que yo esperaba..., y que aún sigo esperando."

-señores Park, adelante por favor.

Mencionando nuestro nombre mis padres de inmediato se levantan, reconozco el toque de mi madre, y su voz diciéndome que no tenga miedo, miedo, como si eso fuera posible, si no me muevo es porque estoy paralizado ante la belleza de este hombre. La consulta no parece ser tan mala idea, después de todo.

Al entrar, el doctor kim, es muy amable, se presenta, mi padre le explica con cierto asco la situación.

Con cada palabra dicha por mi padre, la bella sonrisa se va borrando, para dar paso a una mueca de desagrado. Incapaz de interrumpir hasta que mi amado padre menciona

-asi que por eso confiamos en usted para curar a nuestro hijo- dice orgulloso.

El doctor Kim se retira las gafas, aprieta el puente de su nariz, para soltar un suspiro.

-señor Park, la homosexualidad no es ningún trastorno mental y así lo afirma la comunidad científica internacional, desde el punto de vista médico no existe ninguna diferencia entre los homosexuales y los heterosexuales-  eso es lo que el atractivo psicológico le explicaba a mi padre, antes de que esté se pusiera rojo, haciéndonos creer que pronto tendría un infarto.

Lo cual realmente hubiera sido mejor a escuchar.

-le pagare para curar a mi hijo, no darme lecciones sobre estupideces modernas- y sin más sale con mi madre del consultorio dejándome a solas con  el atractivo doctor.

Me sonríe dulcemente, dándome la mirada más dulce y comprensiva del mundo. Dios ya estoy a los pies de este hombre.

-ok, sabes que no hay una cura, y no es que algo esté mal contigo- dice mientras me sigue mirando con ternura.

Los siguientes 40 minutos, se la pasa explicándome que el problema no está en mi, y como tal no puede curarme pues no hay enfermedad, puede ayudarme con la aceptación, pero el es solo un guía, no es por arte de magia.

En algún momento de su discurso, me pierdo en el movimiento de sus labios, trato de disimular lo más que se puede pues creo que todo en mi fruta "besarme y .... muchas obsenidades más.

Es muy claro en cuestion de que no puede darme lo que mi padre busca, pero que si necesito ayuda con mucho gusto lo puede hacer.

Cuando el da por finalizada la platica es cuando aprovecho para obtener un poco de información, claro sin perder el toque inocente y tierno que me caracteriza.

Soltero, sin hijos, de 32 años, amantes de los animales, orientación no definida, pues solo niega sonriendo ante la pregunta y es cuando amablemente se despide de mi, no sin antes proporcionándome su número de celular para hablarle cuando lo necesite.

Al salir del elegante edificio mis padres ya están esperando, exigiendo respuestas con la mirada. Se que si les digo la verdad buscarán a alguien más, y es lo que menos deseo, así que les digo lo que quieren escuchar, un poco exagerado, pero funciona, más cuando les miento diciendo que ya ayudó un chico.

El camino se torna tedioso pues es mi padre hablando sobre como su hijo regresara al buen camino, elegirá una buena mujer y claro los nietos, y yo, yo solo voy en silencio pensando en esos labios moviéndose o lo bien que se le veía esa camisa blanca con pantalón gris, enmarcando un poco lo que tenía mi nuevo doctor.

@YaYaBoddah9592 es corto pero trabajo honesto