El Akunaki lanzó unas afiliadas cuchillas hechas de su oscuridad. Tae no pudo con todas, algunas lo alcanzaron, rasgando su piel en varios lugares.

El dolor empezó a esparcirse por su cuerpo, seguido de un entumecimiento en los lugares que recibieron los cortes.

—Pronto dejará de servirte esa mano, te aconsejo que no la muevas, si no quieres acelerar el proceso — dijo entre risas burlonas el Akunaki que volvió a lanzar un poderoso ataque.

Taehyung no podía controlar su poder aún, pero de algún modo logró esquivar esta vez todas las cuchillas, o eso pensó.

Una le cortó toda la parte lateral de su brazo que llevaba atada el amuleto que le había dado su abuelita. Mareado por el dolor se tomó el brazo tambaleándose, temiendo por no poder proteger a su amado unicornio.

En ese momento el Akunaki quedó asombrado, al ver que de ese humano comenzó a emanar una increíble cantidad de energía espiritual.

—No puede ser, eras tú— dijo más complacido — estabas ocultando tu energía espiritual. Astuto de tu parte — lamió su grotesca y grande boca con su larga lengua bífida.

Taehyung arrancó un pedazo de su chaqueta para atarla a su brazo y frenar el brote de sangre. Era claro que ya no podría usarlo, estaba entumecido.

—No me lo creo, hoy tendré doble banquete — el Akunaki soltó una carcajada que sacudió los árboles.

—¡No dejaré que lo toques! — gritó Tae volviendo a concentrarse, llamando a todo el poder que pudiera reunir en su cuerpo.

Tae emanó una increíble energía color celeste a su alrededor. Extendió su mano izquierda que aún estaba funcional y lanzó una ráfaga el doble de poderosa que a un principio.

El Akunaki la esquivó, pero una parte de la gran oleada de poder logró impactar el lado derecho de su colosal cuerpo, destruyéndolo en segundos.

—¡Puedes destrozar mi cuerpo entero si quieres, no podrás aniquilarme! — vociferó al momento en que un remolino negro comenzó a juntarse, trayendo de vuelta la parte afectada de su cuerpo.

“Desgraciado, tiene razón. Todos mis ataques no sirven de nada, si luego se regenera. Sólo estoy perdiendo mi fuerza y él ni siquiera luce cansado” pensaba Tae con la respiración agitada.

—¿Ya te diste cuenta de que no podrás ganar? — los múltiples ojos del Akunaki miraban a Tae deseosos por devorarlo — Como hoy me siento generoso, te hago un trato por haber peleado muy bien hasta ahora.  Si me dejas tomar tu espíritu, dejaré en paz a ese pequeño que intentas proteger.

—Tengo un mal presentimiento— dijo Jimin al acomodarse en el sofá con Jungkook.

—Tranquilo, de seguro Tae encontrará a Jin — el menor intentó calmarlo acariciando su pecho al apoyarse en su hombro.

—No dudo de eso, pero tengo miedo de Tae. A veces es tan impulsivo que puede cometer alguna estupidez. Siempre se deja a sí mismo en segundo plano — expuso Jimin su preocupación apoyando su cabeza sobre la de Jungkook.

Jungkook no pudo responder, Jimin tenía razón, ésa era una cualidad de Tae que el menor siempre había admirado. Pero también podría ser un arma de doble filo.

Esa noche sería sin duda la más larga de sus vidas. Ambos pidieron en silencio por el bienestar de su amigo.

—¡Son demasiados! — exclamó Hoseok exhausto de acabar con tantos secuaces del Akunaki.

—Malditos, están evitando que ataquemos al Akunaki — gruñía furioso Yoongi — debe haber algún modo de evitar que sigan pasando desde el otro lado — siguió lanzando vientos afilados que acabaron con varios Yokai oscuros del lado derecho.

—No sé si eso se pueda, la noche está de su lado — Hoseok retrocedía cada vez más por la pérdida de fuerza que sentía.

—Debemos aguantar hasta que amanezca — dijo Yoongi en medio de los ataques que lanzaba, pero al ver a su compañero más lastimado que él y más débil, temía no poder llegar al amanecer.

Su única esperanza era Namjoon, esperaba que pronto los alcanzara.

Lo que no sabía era que Namjoon también estaba luchando con proteger a todos los seres de esa montaña, fortaleciendo más la barrera de protección, pues la proliferación de los Yokai oscuros también había llegado allí, siendo grandes cantidades de estos que luchaban por ingresar al lugar.

—Si consumes mi espíritu ¿prometes que no tocarás ni un pelo de Jin? — Taehyung estaba considerando la oferta del Akunaki al entender que no podría ganar si seguía con los mismos ataques.

A toda costa debía proteger a su amado unicornio, por lo que estaba analizando rápidamente todas sus opciones.

—Lo prometo — dijo el Akunaki levantando su garra para hacer una cruz en su pecho, señal de una promesa seria.

Taehyung lo miró con desconfianza, pero si no se arriesgaba, no podría lograr su objetivo de proteger a Jin.

—Está bien — finalmente Tae aceptó la propuesta, bajando las manos para demostrar que no le atacaría.

El Akunaki sonrió complacido “Es tan fácil manejar humanos, más cuando están enamorados” pensó malévolamente.

—Buena decisión, humano — acercó sus largas garras para tomar a Tae entre ellas — No te preocupes, no te dolerá… mucho — soltó una carcajada cuando finalmente tuvo al humano a su disposición.

Tae cerró los ojos, mientras el Akunaki comenzó a extraer su energía espiritual que salía por su pecho en forma de vapor.

“No lo hagas”

Se escuchó débilmente a espaldas de Tae, quien abrió los ojos en cuanto escuchó esa voz, tan conocida por él.

—¡No lo hagas!— se escuchó un grito con más fuerza.

Jin salió de la flor donde yacía dormido. Ahora lucía sin ninguna herida, habían regresado los colores a su piel, al igual que las flores alrededor de su cuernito y los brillos en sus cachetes.

—¡No le hagas daño!— Jin volvió a gritar acercándose rápidamente lanzando de su ser una gran ráfaga color violeta que lanzó lejos al Akunaki.

Taehyung cayó al suelo sintiéndose mareado.

—¿Estás bien? — Jin flotó a su lado mirándolo preocupado, con los ojos llorosos, sintiéndose más vivo que nunca por volver a ver a su amado Tae.

—Lo estoy — respondió apretando su pecho al sentir el dolor que le provocó esa poca energía espiritual que había absorbido el Akunaki.

—Que tenemos aquí ¡¿Te crees un héroe por salvar a un estúpido humano?! — el Akunaki rugía de dolor y enojo, pues el ataque de ese diminuto ser lo había lastimado más de lo que esperaba.

En ese momento Taehyung analizó el cuerpo del Akunaki, vio que estaba tardando más en regenerarse que las veces anteriores, estaba buscando la razón.

—¡No es estúpido!— Jin salía a la defensiva, creando una nueva ráfaga violeta.

El Akunaki ya estaba harto del asunto. No iba a seguir gastando su tiempo y sus energías con jugar y hacerlos sufrir para que sus almas tengan más sazón. Los iba a devorar de una vez.

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Holis 🥰 perdonen la demora, al fin les traigo un nuevo capítulo.

Cada vez estamos más cerca del final 🥺.

La pregunta del día. (En sí es una votación)
Escojan a uno, (piénsenlo muy bien)
🐰🐨🐈🐿️🐥

Espero participen en la votación, decidirá algo muy importante. (Luego les avisaré para qué, jeje 😅)

También aprovecho de hacer promoción a la nueva historia que estoy escribiendo.

Pueden pasar a leerlo, ya está el prólogo, y me dicen qué les parece 😏

Eso es todo por hoy, l@s amo 💜 cuídense mucho 😘💜